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  • Honduras en elecciones: transparencia y desafíos para evitar la violencia

    Honduras en elecciones: transparencia y desafíos para evitar la violencia

    Más de seis millones de hondureños podrán votar en las elecciones generales del domingo, en las que se han planteado dudas sobre una correcta distribución del material electoral y reclaman que las Fuerzas Armadas no se inmiscuyan en el escrutinio o que no haya violencia, como ocurrió en los comicios de 2017.

    Estas son las cinco claves de unas elecciones que serán las duodécimas desde que el país retornó a la democracia, en 1980.

    1.- La izquierda apuesta por un segundo mandato en el poder

    El sucesor de la actual presidenta de Honduras, Xiomara Castro, saldrá entre la oficialista Rixi Moncada, del Partido Libertad y Refundación (Libre), quien defiende la bandera de un ‘socialismo democrático’ (izquierda), y los candidatos conservadores Salvador Nasralla, del Partido Liberal, y Nasry Asfura, del Partido Nacional.

    Nasralla busca por cuarta vez consecutiva llegar al poder, mientras que Asfura -que esta semana recibió el apoyo público del presidente estadounidense, Donald Trump, para evitar el «avance comunista»- va por el segundo intento, con un Partido Nacional que se desgastó durante doce años consecutivos en el Ejecutivo, entre 2010 y 2022, marcados por denuncias de corrupción y narcotráfico.

    2.- Dudas con la distribución del material electoral

    Las marcadas diferencias entre los tres consejeros del Consejo Nacional Electoral (CNE), que representan a los principales partidos en la contienda, alteraron el cronograma electoral.

    Los conflictos internos en el CNE retrasaron la contratación de la empresa de transporte para la distribución del material en los 18 departamentos del país, lo que finalmente comenzó el pasado día 20, rebajando el ambiente de incertidumbre surgido desde que se inició la campaña, el 1 de septiembre.

    3.- Acusaciones de fraude antes de votar

    En Honduras las denuncias de fraude electoral vienen desde noviembre de 1981, cuando se celebraron las primeras elecciones tras el retorno a la democracia en 1980. Los fraudes por lo general se han denunciado en la fórmula presidencial, aunque las acusaciones también han trascendido en menor grado en alcaldías municipales y diputados.

    En las elecciones de este año, líderes de los tres partidos mayoritarios, Liberal, Libre y Nacional, se han acusado mutuamente de fraude, curiosamente cuando, según analistas, quien normalmente denuncia irregularidades es el partido que está en el poder, pero lo hace después de los resultados de las votaciones, no antes.

    4.- Injerencia de las Fuerzas Armadas

    Por mandato de la Constitución, las Fuerzas Armadas son una institución permanente, profesional, apolítica, obediente y no deliberante, pero en el actual proceso electoral han tenido una actitud de injerencia, algo que ha generado incertidumbre y desencadenado las críticas de observadores de la comunidad internacional.

    El jefe del Estado Mayor Conjunto del instituto castrense, Roosevelt Hernández, le ha pedido a los consejeros del CNE que, el día de las votaciones, le entreguen una copia del acta con los resultados de la fórmula presidencial, algo inédito. La petición de Hernández fue calificada como «injerencia» por la consejera presidenta del CNE, Ana Paola Hall.

    El alto jefe castrense también ha tenido agrias polémicas con una de las consejeras del CNE y ha tildado de ‘sicarios de la verdad’ a varios periodistas y dueños de medios de comunicación.

    5. Más descalificaciones que propuestas en las campañas

    Por primera vez en la frágil democracia de Honduras, la izquierda, que ganó con Xiomara Castro sus primeras elecciones hace cuatro años, busca un segundo período frente a dos tradicionales y conservadores partidos que alternaron la presidencia durante un siglo.

    Las campañas de los partidos mayoritarios han destacado más por los ataques y las descalificaciones que por las propuestas a la población, en un país que política y socialmente se fragmentó tras el golpe de Estado del 28 de junio de 2009 a Manuel Zelaya, esposo y principal asesor de Xiomara Castro, y coordinador general de Libre.

    Entre los hondureños hay temor de que puedan registrarse hechos violentos, dependiendo de los resultados, si la diferencia del ganador fuera muy estrecha. En 2017 hubo violencia por la reelección de Juan Orlando Hernández, lo que la ley no permite bajo ninguna modalidad.

  • Trump pide a hondureños votar por el conservador Asfura para detener "avance comunista"

    Trump pide a hondureños votar por el conservador Asfura para detener «avance comunista»

    El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hizo este miércoles un llamado a los ciudadanos de Honduras para apoyar en las elecciones del próximo 30 de noviembre al conservador Nasry Asfura, candidato del Partido Nacional. En un mensaje publicado en su red Truth Social, advirtió que sus rivales representan “el avance comunista” y aseguró que su victoria podría abrir la puerta a figuras como el venezolano Nicolás Maduro.

    Trump calificó a Asfura como “el único verdadero amigo de la libertad en Honduras” y aseguró que juntos podrían “luchar contra los narco-comunistas”. El mandatario estadounidense cuestionó directamente a los otros dos candidatos presidenciales: Rixi Moncada, del partido oficialista Libertad y Refundación (Libre), a quien tildó de estar “cercana al comunismo”, y Salvador Nasralla, del Partido Liberal, a quien acusó de formar parte de un plan para “engañar al pueblo” y dividir el voto opositor.

    El mandatario también elogió la gestión de Asfura como alcalde de Tegucigalpa, destacando que ayudó a “llevar agua a millones de personas”.

    Un día antes del pronunciamiento de Trump, el subsecretario de Estado, Christopher Landau, había instado a los países miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) a exigir un proceso electoral transparente, sin fraudes ni intimidación.

    El proceso electoral en Honduras ha sido fuertemente cuestionado por presuntas interferencias institucionales. La Fiscalía ha iniciado investigaciones contra altos funcionarios electorales, mientras que las Fuerzas Armadas han sido señaladas por intervenir en funciones exclusivas del Consejo Nacional Electoral (CNE).

    En su mensaje, Trump advirtió que los “narcoterroristas como Maduro” podrían extender su influencia a otros países, como Honduras, “igual que ocurrió con Venezuela o Cuba”, si los ciudadanos no eligen con claridad.

    Asfura, empresario de perfil conservador, compite por la presidencia contra Moncada, la actual candidata del oficialismo, y Nasralla, un ex presentador de noticias con discurso de derecha, pero sin respaldo visible de Washington.

    El ganador de los comicios sucederá a la presidenta Xiomara Castro, quien ha gobernado durante los últimos tres años bajo un régimen de excepción, restringiendo garantías constitucionales y siendo señalada por el aumento de la violencia y los escándalos de corrupción.

  • EEUU exige ante la OEA unas elecciones libres de injerencia política y fraude en Honduras

    EEUU exige ante la OEA unas elecciones libres de injerencia política y fraude en Honduras

    El gobierno de Estados Unidos exigió este martes a los miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) respaldar un proceso electoral transparente y libre de intimidación, injerencias o fraude en Honduras, a pocos días de los comicios generales programados para este domingo.

    El llamado fue hecho por el subsecretario de Estado estadounidense, Christopher Landau, durante una sesión extraordinaria del Consejo Permanente del organismo hemisférico. La reunión fue convocada por iniciativa de EE.UU. ante las denuncias de irregularidades que marcan la recta final del proceso electoral en el país centroamericano.

    Landau expresó su preocupación por la situación que enfrenta Honduras, advirtiendo que el país atraviesa una crisis institucional. “Me temo que Honduras enfrenta un futuro incierto. Por lo tanto, les insto a que utilicen su voz colectiva para advertir a los funcionarios hondureños sobre las consecuencias de interferir en el proceso electoral”, declaró el funcionario estadounidense.

    La administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reafirmó su respaldo a la integridad electoral y llamó a los hondureños a ejercer su derecho al voto. “Les escuchamos y estamos con ustedes, salgan todos a votar el 30 de noviembre para ser parte del futuro democrático de este país”, instó Landau, en español, durante su intervención.

    En respuesta, el embajador de Honduras ante la OEA, Roberto Quesada, rechazó las acusaciones y aseguró que no existe evidencia de delitos relacionados con las elecciones. “Estamos sorprendidos de que se hiciese un Consejo Permanente cuando no se ha cometido delito”, dijo el diplomático, quien además calificó de falsas las versiones sobre represión a periodistas: “Esas narrativas se las inventan porque ya sabemos que en este internet las fake news juegan con todo”, señaló.

    La sesión fue solicitada además por Argentina, Ecuador y Paraguay, cuyos gobiernos también mostraron inquietud por el rumbo de las elecciones en Honduras.

    El proceso ha sido cuestionado debido a la actuación del Ministerio Público y de las Fuerzas Armadas, acusados de interferir en competencias del Consejo Nacional Electoral (CNE). La Fiscalía ha abierto investigaciones contra altos funcionarios electorales, mientras se señala a los militares por intervenir indebidamente en asuntos civiles.

    Marlon Ochoa, consejero del CNE, aseguró que a pesar de las presiones “habrá elecciones generales a pesar de la conspiración que se ha intentado montar contra el proceso electoral” y confirmó que el material logístico ya está preparado.

    El embajador colombiano, Luis Vargas, anunció que su país dará “acompañamiento” al evento electoral, mientras que el representante de Argentina, Carlos Bernardo, advirtió que “no existe espacio para procesos electorales amañados” en la región.

    Los principales contendientes a la presidencia son Rixi Moncada, por el partido Libre; Salvador Nasralla, del Partido Liberal; y Nasry Asfura, por el Partido Nacional.

  • Honduras llega a elecciones en clima tenso y denuncias de fraude

    Honduras llega a elecciones en clima tenso y denuncias de fraude

    Honduras se prepara para elegir a su próximo presidente el domingo 30 de noviembre, en medio de un clima de tensión política, acusaciones cruzadas de fraude y violencia que ha cobrado vidas, según organismos civiles. Más de seis millones de ciudadanos están habilitados para votar y definir el rumbo del país, al concluir el mandato de la presidenta Xiomara Castro el próximo 27 de enero.

    En la recta final de la campaña, tres candidatos concentran la mayor intención de voto: Rixi Moncada, del oficialista partido Libertad y Refundación (Libre); Salvador Nasralla, del Partido Liberal; y Nasry Asfura, del Partido Nacional. Los dos últimos representan fuerzas conservadoras con más de un siglo de historia política en el país.

    Moncada, de formación jurídica, promete mantener el modelo de socialismo democrático promovido por Castro y el expresidente Manuel Zelaya, su esposo y actual coordinador de Libre. Por su parte, Nasralla, ingeniero, y Asfura, empresario, apelan a propuestas conservadoras, pero centradas en la economía y la seguridad.

    La campaña, iniciada el 1 de septiembre, ha estado marcada por ataques verbales, escasa oferta programática y un ambiente crispado. Los principales aspirantes han protagonizado duros señalamientos mutuos, acusándose de preparar fraudes, sin ofrecer a la ciudadanía una ruta clara para enfrentar la crisis social y económica que atraviesa el país.

    El proceso electoral ha enfrentado fricciones dentro del Consejo Nacional Electoral (CNE), conformado por tres consejeros que han mostrado divisiones internas. A pesar de ello, el pasado jueves comenzó el traslado del material electoral a los 18 departamentos, bajo resguardo de las Fuerzas Armadas, tal como lo establece la ley.

    Organizaciones como el Instituto Universitario en Democracia, Paz y Seguridad (Iudpas), de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah), contabilizaron entre septiembre y noviembre más de 1,000 conflictos relacionados al proceso electoral, de los cuales 275 están ligados a violencia política. Aunque no todos derivaron en asesinatos, sí incluyen amenazas, coacción, acoso y agresiones físicas o simbólicas.

    Las denuncias de fraude electoral se han adelantado al mismo día de votación. El exconsejero Denis Gómez explicó a EFE que este proceso marca un hecho inédito: “Lo nuevo es que se denuncie un fraude antes de la elección y que tanto el oficialismo como la oposición estén lanzando esas acusaciones”.

    “La denuncia de fraude siempre ha venido después del cierre de urnas y tradicionalmente de parte del partido que pierde. En este caso, es el partido en el poder el que hace primero la denuncia, lo que genera aún más incertidumbre”, añadió Gómez.

    La comunidad internacional, incluyendo a la ONU, la OEA y la Unión Europea, ha pedido que se garantice la independencia del ente electoral y que las Fuerzas Armadas se mantengan al margen del proceso, tal como lo establece la legislación nacional. También han instado a asegurar comicios libres, transparentes y pacíficos.

    Además de elegir presidente, los hondureños votarán por tres designados presidenciales (vicepresidentes), 298 alcaldes municipales, 128 diputados al Congreso Nacional y 20 representantes al Parlamento Centroamericano. Las autoridades esperan una jornada electoral sin incidentes, pero los hechos recientes generan preocupación sobre su desarrollo.

     

  • Nasralla promete romper relaciones con Venezuela si gana las elecciones en Honduras

    Nasralla promete romper relaciones con Venezuela si gana las elecciones en Honduras

    El candidato presidencial del opositor Partido Liberal de Honduras, Salvador Nasralla, afirmó este lunes que si resulta electo en las elecciones generales del próximo 30 de noviembre, romperá relaciones diplomáticas con el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela.

    “Tiene que haber un cambio en Venezuela. Si no lo hay, a partir del momento que tome posesión, romperemos relaciones diplomáticas con Venezuela”, enfatizó Nasralla en conferencia de prensa celebrada en Tegucigalpa.

    El aspirante, conocido por su trayectoria como presentador deportivo, fue enfático al señalar que su gobierno no mantendrá vínculos con «regímenes que no sean legítimos». Aseguró que Honduras solo reconocerá a gobiernos elegidos de forma libre y democrática, en alusión al contexto electoral venezolano.

    “No podemos tener relaciones con un país donde las autoridades no corresponden a la voluntad de su pueblo. En Venezuela ganó Edmundo González, no Nicolás Maduro. Por eso, nosotros no podemos mantener relaciones con ese régimen”, reiteró.

    Nasralla compite por la presidencia con Nasry Asfura, del oficialista Partido Nacional, y Rixi Moncada, del partido Libertad y Refundación (Libre), liderado por el expresidente Manuel Zelaya, esposo y principal asesor de la actual mandataria hondureña, Xiomara Castro.

    Cabe recordar que el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela proclamó ganador a Nicolás Maduro en las elecciones del 28 de julio, un resultado cuestionado por la oposición venezolana y por buena parte de la comunidad internacional, incluida la Unión Europea y organismos como la OEA.

    En contraste, la presidenta hondureña Xiomara Castro felicitó públicamente a Maduro el mismo día de los comicios, saludando lo que calificó como un “inobjetable triunfo del pueblo venezolano”.

    Más de seis millones de hondureños están habilitados para votar en los comicios del 30 de noviembre, en los que se elegirá al próximo presidente, tres vicepresidentes, 128 diputados al Parlamento, 298 alcaldías municipales y 20 representantes al Parlamento Centroamericano.

    Nasralla, quien ya ha participado en elecciones anteriores, ha centrado parte de su campaña en marcar distancia con el oficialismo y presentar su candidatura como una alternativa de ruptura con las políticas exteriores actuales, en especial en temas de democracia y derechos humanos.

     

  • Crisis electoral y confrontaciones políticas empañan elecciones en Honduras

    Crisis electoral y confrontaciones políticas empañan elecciones en Honduras

    Las elecciones generales en Honduras, previstas para el 30 de noviembre, se desarrollan en un ambiente marcado por la incertidumbre y los enfrentamientos entre los principales órganos electorales. Las disputas entre miembros del Consejo Nacional Electoral (CNE) y el Tribunal de Justicia Electoral (TJE) han retrasado el cronograma de actividades e incluso impedido la impresión de papeletas en dos de los 18 departamentos del país.

    El CNE arrastra una crisis desde las elecciones primarias celebradas el 9 de marzo, previas a los comicios generales que definirán la elección de un presidente, tres vicepresidentes, 298 alcaldes municipales, 128 diputados al Congreso Nacional y 20 al Parlamento Centroamericano.

    Las Fuerzas Armadas, encargadas de custodiar y transportar el material electoral, también han quedado en entredicho tras los errores logísticos ocurridos en los comicios de marzo, lo que ha generado mayor desconfianza entre la población.

    Analistas y observadores, tanto nacionales como internacionales, advierten que el problema de fondo radica en que los organismos electorales están compuestos por representantes de partidos políticos que anteponen sus intereses partidarios al funcionamiento institucional.

    El CNE está integrado por Ana Paola Hall, del Partido Liberal; Cossette López, del Partido Nacional, y Marlon Ochoa, del Partido Libertad y Refundación (Libre), cuyo coordinador general es el expresidente Manuel Zelaya, esposo y principal asesor de la actual presidenta Xiomara Castro.

    La candidata presidencial del oficialista partido Libre, Rixi Moncada.

    Acusaciones cruzadas y lenguaje hostil

    Los conflictos más fuertes dentro del CNE se han dado entre representantes del Partido Nacional y Libre. El jueves, López denunció que Ochoa ocultó un equipo biométrico ingresado irregularmente al Consejo.

    “Queremos elecciones, pero con transparencia, no con equipos escondidos, ni bajo llave de un solo partido”, le reclamó López.

    Ochoa, por su parte, acusó a López de intentar “boicotear el proceso electoral” y anunció que presentará una denuncia ante la Fiscalía, una institución que también ha perdido credibilidad en el país. “Fanfarrón” y “sonrisa cínica” fueron algunos de los calificativos que López dirigió a su colega.

    El costo de todo el proceso electoral supera los $152 millones, incluyendo las elecciones primarias de marzo. Sin embargo, los principales candidatos tampoco han dado el ejemplo de civilidad esperado en un proceso democrático.

    El jueves, un militante del Partido Liberal quemó una bandera del partido Libre frente a su sede en Tegucigalpa, en presencia del candidato presidencial Salvador Nasralla, quien fue captado sonriendo durante la acción. Aunque más tarde se disculpó en redes sociales diciendo que “no me percaté completamente de la escena por no estar al frente”, las imágenes lo mostraban a escasos metros del acto.

    La candidata de Libre, Rixi Moncada, respondió acusando a Nasralla de “representar a las mafias” en el país. En un incidente anterior, activistas de Libre desfilaron con un ataúd con un pollo de plástico encima, en alusión a Roberto “Pollo” Contreras, alcalde de San Pedro Sula, quien también apareció recientemente con dos ataúdes, simbolizando la “muerte política” de sus rivales Moncada y Nasry Asfura, del Partido Nacional.

    En medio de la violencia social, criminal y política que enfrenta Honduras, los ciudadanos son testigos de una creciente hostilidad entre los líderes de los partidos que aspiran al poder.

     

  • El candidato hondureño Salvador Nasralla ya se ve ganador y apuesta por retomar las relaciones con Israel y Taiwán

    El candidato hondureño Salvador Nasralla ya se ve ganador y apuesta por retomar las relaciones con Israel y Taiwán

    El candidato presidencial hondureño, Salvador Nasralla, está convencido de que ganará las elecciones del 30 de noviembre y la mayoría parlamentaria a pesar, apunta, de tener todas las estructuras estatales y la «clase corrupta» en contra, no así el clamor popular. «Soy la persona que más quiere la gente», dijo.

    «No es una tarea fácil en la que me estoy metiendo. Me estoy metiendo en un país donde lo normal es ir contra la ley», afirmó el  miércoles desde Madrid en una entrevista para Europa Press en la que ha asegurado que está en política por la «presión popular» que provoca no ser corrupto en un país acostumbrado a serlo.

    «Tengo las manos limpias, no tengo ningún antecedente, ni personal ni familiar, nada con ninguna cosa, y en Honduras encontrar a alguien que no tenga relación con la delincuencia es muy difícil», dijo quien durante cuatro décadas fue uno de los rostros por no decir el más reconocible de la televisión de su país.

    Esta es la tercera vez que se presenta a las elecciones, después de las de 2013 y 2017, en las que ha insistido haber sido víctima de fraude electoral. En 2021 participó como compañero de fórmula de la actual presidenta Xiomara Castro. «Ayudé a que ganará», afirmó quien fue luego su primer vicepresidente durante dos años.

    Para esta cita se ve claro favorito, a pesar de que dice no tener más remedio que fiarse de un sistema electoral donde el fraude no se puede descartar y cita algunas encuestas que le sitúan con ventajas de hasta 18 puntos por delante de la propuesta del oficialismo, Rixi Moncada.

    «Es cuando mejor estoy, lo encaro con mucho optimismo porque por primera vez Honduras puede tener un presidente técnico», añadió.

    «Aunque no confiemos, la diferencia es enorme y son cantidades enormes de gente las que van a ir a votar, eso debe eliminar cualquier posibilidad de fraude», confió el candidato por el histórico Partido Liberal, uno de las formaciones políticas tradicionales que en su día cuestionó.

    Nasralla ha asegurado que incluso cuenta con el amplio favor de los votantes indecisos. «Esos electores normalmente son míos, son los que han votado por mí. Sin tomarlos en cuenta estoy ganando, lo que significa que la diferencia a mi favor va a ser abismal», vaticinó.

    ¿Habrá elecciones?

    Nasralla denunció también haber sido el blanco de los ataques de todos los candidatos durante la campaña. «Yo soy el antisistema. Los demás son todos políticos tradicionales que tienen deudas con la justicia entonces se trata de eliminarme a mí», dijo.

    Es por ello, y a tenor de las encuestas que le sitúan muy por delante en la intención de voto y a la posibilidad de que el estado de excepción que rige en Honduras se amplíe incluso durante la jornada electoral, que no descarta que el Gobierno de Castro urde alguna maniobra para impedir que se celebren los comicios.

    Así, ha deslizado que se podría generar «caos» durante ese 20 de noviembre, o «inventar algún tipo de actividad echándole la culpa a la gente de la oposición para atemorizar a la gente para que no acuda a votar».

    «En nuestros países, cuando la Justicia está en manos de delincuentes, puede pasar cualquier cosa», ha dicho el candidato, quien también ha aprovechado para apuntar hacia las «cúpulas corruptas» de la magistratura, la Policía y el Ejército.

    «Han sido comprados por el Gobierno», ha señalado. «Son las personas que están ligadas muchas veces al crimen organizado, a la extorsión», ha dicho Nasralla, asegurando incluso que en muchas ocasiones abogadas y juezas se han llegado a convertir en «amantes» de los delincuentes y los «caudillos» del crimen organizado.

    Nasralla ha adelantado que su política de seguridad cuenta también con un plan al estilo del presidente salvadoreño, Nayib Bukele, con cárceles de máxima seguridad en las que los «delincuentes» cumplan verdaderamente sus penas, aunque ha incidido en que su eventual gobierno apostará por políticas de prevención.

    «La gente tiene que tener la oportunidad de hacer algo, si tienes un 75 por ciento de la gente pobre, ¿de qué comen? ¿De qué viven?», se ha preguntado Nasralla, señalando la pobreza y la desigualdad como factores que hacen posible este aumento de la inseguridad.

    «Lo que se tiene que hacer en Honduras es generar empleo», ha dicho, y por eso, ha explicado, se encuentra estos días en Madrid, hablando con empresarios sobre el desarrollo de proyectos de creación de puestos de trabajo, pero también de formación y de intercambio de trabajadores para sectores como el agrícola.

    «Queremos desarrollar el mercado europeo», ha dicho quien dice contar en su plan de gobierno con programas de desarrollo agrario, de infraestructuras, o educativos, con proyectos deportivos y alimentarios para que los niños se alejen de las calles. «Honduras es un país rico que no tiene por qué estar sufriendo», ha remarcado.

    Romper con China y Venezuela

    En lo que respecta al plano internacional, Nasralla apuesta por mirar a Europa, destino, ha asegurado, de otros muchos productos hondureños más allá del café, y hacia aquellos países que «pueden dan un beneficio» al país.

    No es el caso de Venezuela, a cuyo Gobierno ha acusado de intentar meter en Honduras «una ideología de pobreza»; o de China, por haber «eliminado a un montón de pequeños productores hondureños».

    «Los chinos están metiendo productos muy baratos que me distorsionan el mercado (…) Mi postura es volver a Taiwán, porque Taiwán me garantiza las cosas que me dio por 60 años», ha dicho Nasralla, que también se ha mostrado partidario de retomar las relaciones Israel.

    «Israel ha sido un aliado de Honduras y nosotros vamos a continuar con eso», ha adelantado, evitando valorar la situación en Oriente Próximo.

    «Yo no me meto en eso porque yo soy un técnico (…) Tengo que favorecer lo que le va a favorecer al bienestar de mi gente», se ha defendido.

    «Los israelíes son expertos en riego por goteo. En Honduras llueve mucho, pero no están los sistemas para poder agarrar el agua (…) y hay otras técnicas que ellos implementan que a nosotros no sirven y que se han detenido (…) se han ido como 50 empresas y necesitamos mantener eso», ha justificado.

    Nasralla también ha deslizado que los hondureños que han sido expulsados por las agresivas políticas migratorias de la Administración de Donald Trump es una respuesta a las «políticas anti-Estados Unidos del actual Gobierno».

    «Este gobierno no ha hecho una política de amigo con Estados Unidos», ha excusado a Washington el candidato presidencial que ha respondido con un «sí, totalmente», a la pregunta de si el Gobierno de Xiomara Castro tiene culpa de las deportaciones de hondureños de Estados Unidos.

    Así, Nasralla ha acusado a Castro de «prácticamente ir a provocar» a Estados Unidos cuando habló en favor de Nicaragua, Venezuela y Palestina en la última Asamblea General de Naciones Unidas, celebrada el mes pasado en Nueva York.

    «No lo justifico», ha matizado, y apunta, «cuando alguien quiere ser país y tomar sus propias decisiones de forma independiente tiene que tener con qué defenderse, como Venezuela», que «pueden jugar a ser comunistas y tienen petróleo, pero yo en Honduras no tengo petróleo».

  • A dos meses de las elecciones en Honduras, persisten dudas sobre el CNE y las Fuerzas Armadas

    A dos meses de las elecciones en Honduras, persisten dudas sobre el CNE y las Fuerzas Armadas

    A menos de dos meses de las elecciones generales del próximo 30 de noviembre, crecen las inquietudes en Honduras por la falta de credibilidad en el Consejo Nacional Electoral (CNE) y el papel de las Fuerzas Armadas, responsables del resguardo del material electoral.

    A pesar de que el CNE superó en agosto una crisis interna tras los comicios primarios, los cuestionamientos no han cesado, especialmente tras los incidentes en la distribución de papeletas durante las votaciones internas del pasado 9 de marzo.

    El CNE, integrado por Ana Paola Hall (Partido Liberal), Cossette López (Partido Nacional) y Marlon Ochoa (Partido Libre), intenta recuperar el rumbo tras los retrasos en el cronograma electoral. Sin embargo, analistas como Filadelfo Martínez advierten que el órgano rector carece de autoridad real.

    El Consejo Nacional Electoral de Honduras ha sido foco de críticas por sus atrasos y desacuerdos.

    El incidente más reciente ocurrió con la publicación indebida de una fotografía del diputado Jorge Cálix en una papeleta preliminar para un departamento en el que no compite, lo que provocó el despido de dos empleados del CNE y nuevas críticas al organismo.

    “Eso es una afrenta terrible… Ahora son las papeletas, pero el punto de conflicto será el sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP)”, advirtió Martínez.

    Desconfianza en las Fuerzas Armadas

    Las Fuerzas Armadas, encargadas del traslado y seguridad del material electoral, también enfrentan críticas por su desempeño durante las internas, donde se reportaron retrasos y anomalías en la entrega de papeletas, especialmente en Tegucigalpa y San Pedro Sula.

    La polémica se intensificó tras la aparición de microbuses no autorizados con cajas electorales y las declaraciones del jefe del Estado Mayor Conjunto, Roosevelt Hernández, quien ha protagonizado enfrentamientos con periodistas tras minimizar los hechos.

    El polémico jefe militar hondureño, Roosevelt Hernández.

    Elecciones clave para los partidos tradicionales

    El panorama electoral está marcado por una posible reconfiguración del mapa político. Según Martínez, Libre y el Partido Liberal «se juegan la supervivencia», mientras que el Partido Nacional, pese a conflictos locales, “puede darse el lujo de perder sin desaparecer” gracias a su estructura organizativa.

    Los principales candidatos presidenciales son: la oficialista Rixi Moncada (Partido Libre), el exalcalde de Tegucigalpa, Nasry Asfura (Partido Nacional), y el exvicepresidente Salvador Nasralla (Partido Liberal).  Otros candidatos son Nelson Ávila (PINU-SD) y Mario Rivera (Demócrata Cristiano).

    En total, más de seis millones de hondureños están habilitados para votar y elegir un presidente, tres vicepresidentes, 298 alcaldías, 128 diputados al Congreso Nacional y  20 diputados al Parlamento Centroamericano.

  • Honduras entra en la recta final de sus elecciones con fuerte polarización

    Honduras entra en la recta final de sus elecciones con fuerte polarización

    Honduras se prepara para las elecciones generales del 30 de noviembre de 2026 en medio de un ambiente político fragmentado, con un debate dominado más por descalificaciones que por propuestas concretas, según coinciden analistas.

    La presidencia se disputará entre Rixi Moncada, candidata del gobernante Partido Libertad y Refundación (Libre); Nasry Asfura, del Partido Nacional, principal fuerza de oposición en el Congreso; y Salvador Nasralla, del Partido Liberal. También participan Nelson Ávila (PINU-SD) y Mario Rivera (Partido Demócrata Cristiano), aunque con menor peso político.

    El Consejo Nacional Electoral (CNE) enfrentó una crisis en julio cuando su presidenta, Cossette López, advirtió que los comicios estaban “en grave riesgo”. Sin embargo, el cronograma electoral se normalizó y el sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP) fue adjudicado al grupo colombiano ASD S.A.S.

    Para el analista y defensor de derechos humanos Joaquín Mejía, las recurrentes crisis en Honduras son “condicionadas e intencionadas por parte de la élite política” con el objetivo de debilitar la confianza ciudadana en la institucionalidad.

    “Lo que escuchamos son insultos y descalificaciones, no propuestas, lo cual impide un debate democrático serio”, subrayó Mejía.

    El país acumula una larga lista de conflictos no resueltos: desde las desapariciones forzadas de los años 80, el golpe de Estado contra Manuel Zelaya en 2009, hasta la reelección de Juan Orlando Hernández en 2017 pese a la prohibición constitucional. Para Mejía, “la polarización actual es el resultado de una acumulación de crisis nunca atendidas con justicia transicional ni restauración del tejido social”.

    El 30 de noviembre, los hondureños –más del 60 % de ellos en condición de pobreza– elegirán presidente, tres vicepresidentes, 298 alcaldías municipales, 128 diputados al Congreso Nacional y 20 representantes al Parlamento Centroamericano.

    La gran incógnita, señalan expertos, será si los partidos políticos logran convencer a un electorado cansado de la confrontación y la falta de soluciones a los problemas estructurales del país.

     

  • Candidatos en Honduras se comprometen a impulsar reformas contra la corrupción y reactivar extradición con EEUU

    Candidatos en Honduras se comprometen a impulsar reformas contra la corrupción y reactivar extradición con EEUU

    En un paso clave hacia las elecciones generales de noviembre de 2025, cuatro candidatos presidenciales de Honduras firmaron este martes un compromiso para impulsar una agenda nacional anticorrupción, que incluye la creación de una comisión internacional, el restablecimiento del tratado de extradición con Estados Unidos, y la implementación de un sistema integral de prevención de la corrupción.

    La única candidata que no suscribió la declaración fue Rixi Moncada, del oficialista Partido Libertad y Refundación (Libre). En contraste, firmaron el pacto Nasry Asfura (Partido Nacional), Salvador Nasralla (Partido Liberal), Mario Rivera (Democracia Cristiana) y Nelson Ávila (PINU-SD). La iniciativa fue promovida por el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) bajo el lema “Honduras primero: una promesa que se exige, un deber que se cumple”.

    Durante el acto, el liberal Salvador Nasralla prometió establecer en su primer año de gobierno la Comisión Internacional contra la Corrupción e Impunidad en Honduras (CICIH), dotada de autonomía e independencia. “Honduras pierde 100,000 millones de lempiras —$3,813.6 millones— anuales por robo. Un gobierno se roba hasta $15,254 millones. Eso lo voy a detener”, aseguró Nasralla.

    Mario Rivera, de Democracia Cristiana, calificó la declaración como un “pacto moral” y una “declaratoria de guerra contra los corruptos y sinvergüenzas que han saqueado el país”. Por su parte, Nelson Ávila, del PINU-SD, instó a construir un gobierno de integración nacional y advirtió contra el riesgo de imponer “actitudes dictatoriales o excluyentes”.

    El acuerdo también plantea reactivar el tratado de extradición con EE.UU., suspendido temporalmente, como una herramienta clave contra el narcotráfico y el crimen organizado transnacional. Asimismo, propone implementar una estrategia nacional anticorrupción, desde la raíz del diseño estatal, con acciones concretas orientadas a reforzar la transparencia y la rendición de cuentas.

    La directora del CNA, Gabriela Castellanos, calificó este compromiso como un “punto de inflexión” y advirtió que el próximo gobierno “no tendrá margen para el error ni la indiferencia”. Castellanos afirmó que liderar Honduras requerirá “valentía moral para desmantelar redes de poder que perpetúan el saqueo y la impunidad”, más allá de la capacidad técnica.

    “El discurso anticorrupción no puede ser una excusa para justificar la ineficiencia en gobernar”, subrayó, y aseguró que el CNA continuará señalando y fiscalizando con nombre, rostro y cifras “el saqueo de los recursos públicos”.

    En las elecciones generales de noviembre, los hondureños elegirán a un presidente, tres vicepresidentes, 128 diputados, veinte representantes al Parlamento Centroamericano y 298 alcaldes municipales.