La movilización nacional convocada por la autodenominada ‘Generación Z’ este sábado en Ciudad de México, culminó con disturbios en el Zócalo capitalino luego de que un grupo de encapuchados derribara las vallas que protegían el Palacio Nacional, sede del Poder Ejecutivo federal.
La marcha comenzó por la mañana desde el Ángel de la Independencia como una protesta pacífica, con la participación de miles de ciudadanos, incluidos estudiantes, campesinos, opositores y familiares de víctimas de la violencia. Sin embargo, al llegar al Zócalo, el “bloque negro” golpeó con martillos y piedras las estructuras de contención, lo que provocó la intervención de la policía con gases lacrimógenos y extintores.
De acuerdo con reportes de medios locales, al menos 20 personas resultaron heridas por golpes durante el enfrentamiento. Las autoridades de la capital desalojaron el área como medida preventiva durante la tarde.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, desde el estado de Tabasco, condenó los hechos violentos. “Decimos no a la violencia: si uno no está de acuerdo, hay que manifestarse de manera pacífica. Nunca hay que utilizar la violencia para cambiar; siempre por la vía pacífica”, expresó durante un acto en Jonuta.
Sheinbaum también minimizó la participación juvenil en la marcha: “Dicen que marcharon jóvenes, pero en realidad había muy pocos jóvenes”, declaró. Además, reiteró que el grupo ‘Generación Z México’ estaría vinculado con la oposición al partido oficialista Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
La movilización también estuvo marcada por la indignación por el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, ocurrido el 1 de noviembre, lo que motivó a ciudadanos de Michoacán a sumarse. “Es el cinismo por parte de los políticos”, dijo Christian, un manifestante, al afirmar que asistió por convicción y sin respaldo económico de ningún partido.