El presidente salvadoreño, Nayib Bukele, aseveró el viernes que el gobierno salvadoreño no se negaría a regresar a un pandillero a los Estados Unidos si este es solicitado para enfrentar cargos en dicho país, en referencia al retorno de Kilmar Ábrego García, un salvadoreño deportado por error a los Estados Unidos, hecho divulgado minutos antes por el medio estadounidense ABC News.
«Como dije en la Oficina Oval: 1. Nunca introduciría de contrabando a un terrorista en los Estados Unidos. 2. Nunca liberaría a un pandillero en las calles de El Salvador. Dicho esto, trabajamos con la administración Trump, y si solicitan el regreso de un pandillero para enfrentar cargos, por supuesto que no nos negaríamos», indicó el presidente en X poco después de la publicación de ABC News sobre el retorno de Ábrego García a los Estados Unidos..
Ábrego García fue deportado en marzo de Estados Unidos para ser recluido en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) en El Salvador, sin que tuviera un proceso en tribunal abierto en Estados Unidos o en El Salvador, como parte de un acuerdo de servicio penitenciario por $6 millones anuales.
Tanto la administración Trump como el presidente Bukele lo acusaron públicamente de ser miembro de la pandilla MS-13 acusado penalmente por esa causa en ninguno de los dos países. Hoy enfrenta una acusación penal por tráfico de personas luego de una acusación supuestamente iniciada hace un mes en un tribunal de Teneessee.
«No más margaritas bajo custodia»
El presidente salvadoreño hizo referencia a las bebidas que fueron puestas en la mesa en la cual se reunieron el senador Chris Van Hollen con Ábrego García, trasladado el 17 de abril al hotel en donde se encontraba el senador demócrata, quien había presionado públicamente para verificar el estado de bienestar del salvadoreño recluido.
Ese día, Bukele compartió en X la fotografía con las bebidas afirmando que eran margaritas. Van Hollen afirmó que estas bebidas fueron colocadas por personal del gobierno salvadoreño.
Este viernes, Bukele expresó en X: «No más margaritas bajo custodia».
Desde abril varios congresistas visitaron El Salvador para presionar por la libertad de Ábrego García luego de que consideren su caso como un símbolo del incumplimiento de la Constitución en los Estados Unidos a una orden de la Corte Suprema estadounidense y de la violación al debido proceso en El Salvador.
Al conocer sobre el retorno de Ábrego García, Van Hollen escribió: «Después de meses de ignorar nuestra Constitución, parece que la administración Trump ha cedido a nuestras demandas de cumplimiento de las órdenes judiciales y el debido proceso para Kilmar Abrego García. Nunca se ha tratado del hombre: se trata de sus derechos constitucionales y de los derechos de todos».
