La deuda aumentaría al 100 % del producto interno bruto (PIB) salvadoreño en 74 años en el peor escenario de cambio climático, advirtió la Secretaría Ejecutiva del Consejo Monetario Centroamericano (Secmca) en una investigación.
El documento, difundido en marzo, evidencia que, en un ambiente con aumentos de temperatura y una adaptación por parte del país «muy lentamente» al cambio climático, la deuda como proporción al PIB ascenderá a un 133.6 % para el 2099.
El análisis utiliza la herramienta fiscal de evaluación cuantitativa del riesgo climático (Q-CRAFT, por sus siglas en inglés), elaborado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para estimar los escenarios de las emisiones sobre las finanzas públicas.
El Secmca analizó los niveles de deuda pública equivalentes al PIB en seis escenarios que se diferencian por las acciones o las omisiones en manos de los gobiernos, con el fin de atender el cambio climático.
Según el documento, la deuda pública para el 2023 rondó el 84.7 % del PIB salvadoreño, una porción que para el 2050 se reduciría a un 77.5 %, pero que aumentaría a un 82.8 % para el 2099.
En el mejor de los escenarios, si los países cumplen con los compromisos internacionales del Acuerdo de París 2015, la deuda de El Salvador incluso sería menor que las estimaciones actuales, con un 63 % del PIB.
No obstante, en un escenario en donde las emisiones continúen aumentando en línea a las tendencias actuales, con una tendencia a estabilizarse al final del siglo, la deuda rondaría un 70.5 %.
En otro escenario, si El Salvador no mejora la eficiencia energética y sigue apostando por los combustibles fósiles, la deuda subiría a un 85.4 %, mientras que si aumenta más la temperatura subiría a un 112.5 %.
La clasificación «caliente con adaptación» plantea que, si los aumentos de temperatura continúan, pero si El Salvador se adapta más rápidamente, la deuda bajaría a un 98.2 %.
«Para el resto de los escenarios («caliente»), la razón deuda/PIB se vuelve divergente, alcanzando máximos cercanos al 134 % del PIB entre los años 2075 y 2099″, puntúa el documento.
La Secretaría Ejecutiva señala que entre los factores que inciden en la dinámica se destaca una «mayor flexibilidad» para ajustar el gasto público en comparación de los otros países de Centroamérica.
Las proyecciones a las que apunta el informe son parte de la deuda, sin contar los costos que el país ha tenido que pagar para atender cada fenómeno climático.
Un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) evidenció en 2024 que los eventos extremos costaron $2,200 millones en los últimos 30 años a los salvadoreños.
La Secmca evidencia que el peor panorama con el escenario más catastrófico del cambio climático se lo llevará El Salvador.
Según las previsiones, la deuda sobre el PIB que el gobierno salvadoreño tendrá al final del siglo supera a las previsiones de Honduras, en donde los bruscos aumentos de temperatura y con una adaptación muy lenta al cambio climático aumentarán la deuda a un 102.3 %.
En la lista también está Costa Rica con una proyección de deuda con respecto al PIB de un 93.9 % para 2099, mientras que Nicaragua se agenciará un 88.7 %, República Dominicana un 78.4 % y Guatemala un 68 %.
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