Inversores castigan a Argentina por las inconsistencias del programa económico de Milei

La incertidumbre política en Argentina y las inconsistencias del programa económico del presidente Javier Milei han exacerbado en las últimas semanas los temores de los inversores, provocando un torbellino en los mercados financieros.

Solo en lo que va de septiembre, el índice S&P Mercal de las acciones líderes argentinas acumula un derrumbe del 15 %, mientras que los bonos soberanos en dólares arrastran caídas de entre el 21 % y el 29 % y el índice de riesgo país de Argentina ha trepado casi un 74 %.

Las turbulencias también sacudieron al peso argentino, que se ha depreciado un 10 % en lo que va del mes frente al dólar estadounidense.

Aunque las tensiones en los mercados se suceden desde mediados de este año, han sido mayores desde el duro revés del oficialismo en las elecciones legislativas celebradas en la provincia de Buenos Aires el pasado 7 de septiembre, un resultado cuya magnitud no esperaban los mercados ni el propio Gobierno.

La derrota electoral en la provincia que concentra al 38 % de la población argentina ha dejado mal parado al oficialismo de cara a los comicios legislativos nacionales del 26 de octubre.

Sondeos recientes revelan que el nivel de desaprobación de la gestión de Milei crece. Las protestas en las calles de colectivos afectados por la política de ajuste del Ejecutivo se repiten cada semana y la oposición gana cuerpo para ponerle freno en el Congreso a la negativa del presidente a destinar más recursos a áreas como salud, educación y discapacidad.

Ante este escenario, los inversores se preguntan si el oficialismo logrará en las elecciones de octubre ganar las suficientes bancas en el Congreso para sacar adelante reformas esperadas por los mercados en el sistema laboral, tributario y de pensiones, entre otras.

Deficiencias del plan

Pero aún si el escenario político fuera favorable para el Gobierno, ello no despejaría las dudas de los inversores sobre el plan económico del Ejecutivo y los desaciertos en su ejecución.

«Previo al ruido político, las alertas en el mercado ya venían desde junio. Hay problemas relacionados con el modelo económico elegido tras el acuerdo firmado en abril con el Fondo Monetario Internacional. El programa económico tiene deficiencias importantes y se tiene que recalcular», señaló a EFE Leonardo Piazza, director de la consultora económica LP Consulting.

Argentina tiene dificultades para acumular reservas monetarias. Aunque la inflación ha desacelerado, la actividad económica está estancada. Las inversiones se demoran y el crédito se encarece.

El país tiene abultados compromisos de deuda por delante, sin posibilidad por el momento de regresar a los mercados internacionales para financiarse. Este cóctel de incertidumbre política y económica ha potenciado el apetito por dólares para cobertura.

Ante las presiones, en las últimas semanas el Gobierno salió a intervenir en el mercado para intentar frenar el alza del precio del dólar, que este viernes cerró en un valor récord de 1.515 pesos por unidad para la venta al público.

Entre el miércoles y el viernes último, el Banco Central tuvo que vender 1.100 millones de dólares para contener la presión cambiaria y sus reservas brutas bajaron a 39.259 millones de dólares. Los inversores se preguntan hasta cuándo se podrá sostener el esquema de bandas cambiarias estrenado en abril pasado.

Menos dólares en las reservas implican menos fondos para hacer frente a los vencimientos de deuda, una ecuación que ha hecho caer la cotización de los bonos soberanos y elevar el índice de riesgo país de Argentina hasta 1.454 puntos básicos, su mayor nivel en un año.

Futuro del programa

El ministro de Economía argentino, Luis Caputo, ratificó el jueves el programa económico, incluyendo el esquema de bandas cambiarias acordado con el Fondo y que permite al Banco Central vender reservas para contener el precio del dólar.

El Gobierno asegura tener unos 22.000 millones de dólares para responder a las presiones cambiarias, pero algunos consultores privados calculan que ese ‘poder de fuego’ es bastante más acotado.

Según sostuvo en un informe Juan Manuel Franco, economista jefe de la firma SBS, las principales «inquietudes» del mercado pasan por saber «cuántas reservas líquidas utilizará el Banco Central» y «qué sucederá con el esquema cambiario, con el mercado asignando alta probabilidad a que las bandas actuales dejen de regir tras las elecciones de octubre».

Para Damián Vlassich, jefe de Estrategias de Inversión en la firma IOL, «más temprano que tarde, deberán introducirse correcciones sobre las falencias del actual programa económico» y el Gobierno tendrá que «mostrar al mercado un proceso de acumulación de divisas que le permita afrontar sus pagos».