En un país donde el diagnóstico temprano puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte, la Fundación Edificando Vidas se ha convertido, desde hace 18 años, en una red de apoyo que no solo acompaña a pacientes con cáncer, sino que también acerca los servicios médicos y educativos a quienes más los necesitan.
Este año, la organización se ha propuesto una meta ambiciosa: aumentar en un 20 % el alcance de sus diagnósticos gratuitos en comunidades rurales y urbanas del país.
“En cada jornada se atienden entre 40 y 80 mujeres. Eso representa unas 620 atenciones al año”, explica Marcela Carrillo, fundadora de la institución. “La gente a veces dice: ‘solo el 20 %’, pero si hacemos números, el esfuerzo es enorme”.
La mayoría de las mujeres que llegan a estas jornadas no tienen seguro médico ni recursos económicos para costear una mamografía o una citología. Según Carrillo, el costo promedio por paciente ronda los $170, aunque para las beneficiarias es completamente gratuito.
“Nacimos para personas sin recursos. A ellas no les cuesta nada, nosotros lo cubrimos todo”, afirma con serenidad.
De la fe a la prevención
La fundación comenzó como un grupo de apoyo emocional y espiritual para mujeres diagnosticadas con cáncer, pero con los años amplió su alcance hacia la prevención y detección temprana.
“Nos dimos cuenta de cuánta gente llegaba con diagnósticos tardíos porque no se hacían los exámenes”.
Marcela Carrillo, Fundación Edificando Vidas.
Hoy, además de brindar acompañamiento familiar, ofrecen educación sobre la enfermedad y promueven jornadas médicas en comunidades donde muchas mujeres jamás se han hecho una mamografía.
“Hay lugares donde llegamos y las mujeres ni siquiera sabían qué era una citología. Por eso llevamos la clínica hasta allá”, cuenta Carrillo, quien sobrevivió a un cáncer de ovario luego de que los médicos le dieran solo ocho días de vida.
“Dios me permitió vivir, y esa experiencia tenía que servir para algo. Eso se llama resiliencia”, dice.
Transparencia y compromiso
Aunque no tienen alianzas con el sistema público de salud, Edificando Vidas ha logrado mantenerse gracias a donantes privados que financian las mamografías y las jornadas médicas.
La institución promueve la transparencia como principio: “Nuestros donantes pueden ver en qué se usa su dinero, acompañan las jornadas y conocen los testimonios”, asegura Carrillo.

El valor del testimonio
Entre quienes acompañan hoy a otras mujeres está Ana Marta Najarro, una voluntaria que sabe, en carne propia, lo que implica recibir un diagnóstico de cáncer de mama.
Najarro fue diagnosticada hace 18 años, a los 45 años, y desde entonces dedica parte de su vida a ayudar a otras mujeres. “El cáncer no tiene edad ni preferencia geográfica. Lo que sí marca la diferencia es el acceso a la salud”, reflexiona.
Recuerda que en su caso el tumor era pequeño y sin dolor, algo que la llevó a subestimar los síntomas. “No tuve coloración ni molestias, solo una cosa chiquita. Nunca pensé que fuera cáncer”, cuenta.
Su esposo fue quien insistió en que se hiciera los chequeos, pues varias mujeres de su familia habían enfrentado la enfermedad.
Tras una mastectomía radical y cinco años de tratamiento, Najarro aprendió la importancia de conocerse y actuar a tiempo. “Los diagnósticos tempranos salvan vidas, estoy segura de ello”, afirma.
Desde su experiencia, también ha visto cómo los tratamientos han evolucionado. “Hoy hay cirugías menos invasivas y terapias más específicas. Pero el acceso sigue dependiendo del nivel económico”, advierte.
Por eso, su mensaje es claro: “Conocer tu cuerpo y acudir al médico no debe ser un lujo”.

Más allá del diagnóstico
En Edificando Vidas, tanto las sobrevivientes como las voluntarias repiten una misma convicción:
la lucha contra el cáncer no solo se libra en los hospitales, sino en las calles, las comunidades y los corazones dispuestos a acompañar.
“El cáncer no discrimina”, dice Carrillo. “Pero tampoco debería discriminar la esperanza”.
Le sugerimos leer las entregas anteriores de la serie:
Primera entrega: Más allá del diagnóstico: María fue diagnosticada con cáncer de mama a los 22 años y hoy impulsa la detección temprana
Segunda entrega: Más allá del diagnóstico: entre la desigualdad y la esperanza, así se enfrenta el cáncer de mama en El Salvador
Tercera entrega: Más allá del diagnóstico: el machismo y las barreras culturales son un riesgo para detectar cáncer de mama
