Bolivia pide apoyo a El Salvador para enfrentar crisis carcelaria

El presidente de Bolivia, Rodrigo Paz, pidió apoyo al presidente de El Salvador, Nayib Bukele, para enfrentar la profunda crisis del sistema penitenciario boliviano, caracterizado por el hacinamiento, la corrupción y los constantes hechos de violencia entre privados de libertad.

Durante una entrevista concedida al diario boliviano El Deber, el vicepresidente salvadoreño Félix Ulloa confirmó que su Gobierno está dispuesto a brindar respaldo al país andino. “Estamos listos para acompañar al presidente Rodrigo Paz en esta nueva época, con una relación de amistad, colaboración y apoyo mutuo”, expresó Ulloa.

Paz reveló que recientemente sostuvo una llamada telefónica con Bukele, en la que abordaron directamente el tema penitenciario. “Le dije: ‘ayúdame con las cárceles, que vamos a necesitar muchas acá’”, relató el mandatario boliviano, al destacar el estilo frontal y directo del presidente salvadoreño, cuya política de seguridad ha despertado el interés de varios gobiernos de la región.

Ulloa, quien asistió a la toma de posesión de Paz en representación de El Salvador, afirmó que la cooperación bilateral también contempla la creación de una Cámara de Comercio, aunque enfatizó que la prioridad actual es el fortalecimiento del sistema penitenciario.

“Esta apertura de Bolivia hacia regiones como Centroamérica representa un antes y un después”, agregó.

El interés del gobierno boliviano surge en un contexto crítico. El exdirector de Régimen Penitenciario, Franz Laura, advirtió que Bolivia enfrenta una situación insostenible. “El hacinamiento, la falta de infraestructura y la corrupción generan violencia constante entre privados de libertad”, dijo. Además, recomendó una revisión urgente de los protocolos de seguridad y una rotación frecuente de agentes policiales en los centros penales.

Según cifras oficiales, en 2024 Bolivia tenía más de 32,000 reclusos, a pesar de que la capacidad instalada es para menos de la mitad. Solo en los primeros meses de 2025 se registraron al menos siete muertes violentas en cárceles, algunas con participación de agentes del orden. Laura subrayó que “la mezcla entre presos condenados y preventivos sin una correcta clasificación incrementa la violencia y el consumo de alcohol y drogas”.

El modelo penitenciario salvadoreño ha sido reconocido internacionalmente por su efectividad, aunque también ha sido cuestionado por organismos de derechos humanos. El Gobierno de Bukele implementó desde 2022 un régimen de excepción y construyó megaprisiones para desarticular a las pandillas, lo cual —según datos oficiales— ha permitido una reducción histórica en los homicidios.

La cooperación entre ambos países podría traducirse en el intercambio de experiencias y modelos sobre gestión penitenciaria, algo que, según Ulloa, marca “un punto de inflexión” para Bolivia. “Le deseamos los mejores éxitos a Rodrigo Paz y que sepa que cuenta con nuestra mano amiga para lo que inicia a partir de este momento”, concluyó.