Mujeres en política dicen violencia limita su participación y la brecha con hombres se “amplía cada vez más”

Las secretarias de la Mujer de los partidos del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y Vamos consideran que la violencia política ejercida contra las mujeres en El Salvador limita su participación en cargos públicos, lo que provoca que la brecha con los hombres «lejos de reducirse se amplía cada vez más”.

La secretaria de la Mujer del FMLN, la exdiputada Anabel Belloso, aseguró a Diario El Mundo que la violencia política contra las mujeres «es un desmotivador grande» que «limita a que más mujeres participen» porque particularmente la violencia contra las mujeres no se baja «en ataque o cuestionamiento a sus planteamientos», sino que se basa «en denigrar su físico, ataques personales o familiares».

Belloso condenó que en este tiempo, tras intensas luchas por una mayor participación política de las mujeres, todavía existe violencia política contra ellas y por ello considera que «en el país en lugar de avanzar se va retrocediendo».

«Seguimos viviendo en una sociedad machista y patriarcal, donde el ámbito público sigue controlado y dominado por los hombre… todo el tema de violencia política, es un desmotivador grande y limita a que más mujeres participen». Anabel Belloso, secretaria de la Mujer del FMLN.

Por su parte, la secretaria de la Mujer del partido Vamos, Alejandra Gallardo, aseveró que la brecha en la participación política con los hombres, “lejos de reducirse, se amplía cada vez más” porque «el poder de las mujeres sigue siendo simbólico», por ejemplo las comisiones clave en la Asamblea Legislativa son dirigidas por hombres.

Gallardo coincidió en que la violencia contra las mujeres es «una enorme desmotivación» para mujeres capaces que prefieren «proteger su seguridad física y emocional» que ven en las instituciones «la ineficiencia para promover los espacios libres de violencia».

Belloso coincide en que la brecha de desigualdad persiste porque la «mayoría de mujeres sigue asumiendo las tareas de cuidado» en el hogar, lo que limita su tiempo posible a una campaña electoral. También coinciden que para las mujeres es más difícil acceder a financiamiento para proyectos.

La Organización de las Naciones Unidas para las Mujeres (ONUMujeres) reveló en su informe de inicio de 2025 que en El Salvador solo cinco de 16 ministerios eran liderados para mujeres; en agosto, subió a seis con el nombramiento de Karla Trigueros como ministra de Educación. Solo 19 mujeres son diputadas y solo ocho mujeres son alcaldesas.

Mujeres son usadas como «relleno» en las planillas

Ambas secretarias aseguraron a El Mundo que las mujeres han sido usadas para llenar las planillas con suplencias, cuando los roles propietarios se les delegan a hombres. Gallardo mencionó que, de 60 diputados propietarios, solo 19 son mujeres mientras que en las suplencias ocupan 33 puestos.

Considera que, si bien la cuota de género del 30 % abrió las puertas para las mujeres en los cargos públicos, «ya no es suficiente» y cree que los partidos no cumplen con un mandato de posición, por lo que terminan «en cargos donde su poder de decisión es limitado o nulo».

Belloso reconoce que la cuota de género permitió que «más mujeres fueran electas», pero que mantiene brechas porque los partidos usan a las mujeres «solo para llenar una cuota». Por ello, cree que la cuota cumplió su objetivo, pero que hoy existe «estancamiento».

«La brecha lejos de reducirse se amplía cada vez más. Retomemos la idea del ‘poder simbólico’, apenas 19 de 60 diputados propietarios son mujeres, pero en cuanto a suplencias, 33 de 60 diputados suplentes son mujeres, y de estos diputados suplentes solo una tiene apertura y protagonismo real, la diputada Cesia Rivas, quien es suplente de la diputada Claudia Ortiz. ¿Entonces, es poder real o simbólico?». Alejandra Gallardo, secretaria de la Mujer en Vamos.

Gallardo sugiere que la paridad de género debe «ser estructurada y con reglas más exigentes» sobre las posiciones que deben ocupar las mujeres y la alternancia en las listas, para minimizar que «los partidos tradicionales nos utilicen como relleno».

Belloso recomienda que la legislación debe establecer la paridad política en la ley incluyendo «mecanismos que eviten las válvulas de escape» para que las mujeres no sean utilizadas solo para rellenar una planilla. Asimismo, considera que se debe asegurar que las mujeres «nos sean limitadas» en sus cargos «y poder realmente impulsar una agenda por nuestros derechos».

TSE quedó en deuda por no resolver denuncias

Gallardo, que también es concejal en La Libertad Sur, asegura que las autoridades encargadas de velar por la participación de las mujeres «han decidido mirar hacia otro lado», dejando a las mujeres política «a la deriva» sobre la garantía de sus derechos.

La joven política considera que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) debe  garantizar condiciones equitativas y atender las denuncias «sobre violencia política independientemente» y aseveró que muchas de las mujeres que denunciaron violencia en las elecciones de 2024 «ni siquiera recibieron las debidas actualizaciones de su caso» por lo que ve a la institución como no confiable.

Por su parte, Belloso asevera que el TSE quedó «en deuda por las mujeres» participantes de las pasadas elecciones porque interpusieron sus denuncias por violencia pero «no hubo respuesta», mientras en otras instancias «aplican justiccia selectiva» no con el debido proceso.

La Asociación Nacional de Regidoras, Síndicas y Alcaldesas (Andrysas) registró 740 agresiones contra mujeres candidatas en los comicios de 2024,. La organización indicó que solo la diputada Claudia Ortiz recibía en promedio 28 ataques al día y Anabel Belloso al menos 21 ataques.

Las 11 denuncias recibidas en el TSE por violencia política contra mujeres habrían sido remitidas a la Fiscalía General de la República (FGR), sin embargo, la institución declaró inexistente cualquier documento que contuviera información sobre los casos.