El carnaval es una de las festividades más esperadas en las ciudades en las que se organizan.
Durante el año, distintas ciudades de Latinoamérica se revisten con trajes, desfiles, danzas, música y tradiciones que hacen de estos eventos experiencias inolvidables.
Algunos de los carnavales más destacados de Latinoamérica incluyen los de Río de Janeiro, Barranquilla y hasta San Miguel, en El Salvador, cada uno con su esencia única y arraigada en la identidad de su pueblo.
Río de Janeiro (Brasil): El espectáculo más grande del mundo
El Carnaval de Río de Janeiro, del 28 de febrero al 8 de marzo, es sinónimo de samba, lujo y deslumbrantes carrozas. En el Sambódromo, las principales escuelas de samba compiten con impresionantes coreografías, vistosos trajes y vibrantes ritmos que hipnotizan a locales y turistas.
Más allá del espectáculo oficial, la esencia del carnaval carioca también se vive en las calles con los famosos «blocos de rua», fiestas multitudinarias donde cualquier persona puede unirse al baile y ser parte de la magia de Río. Con una energía sin igual, esta celebración sigue siendo un referente mundial del carnaval.
Barranquilla (Colombia): Patrimonio de alegría y folclore
El Carnaval de Barranquilla, que se celebrará del 1 al 4 de marzo, es una de las fiestas más importantes de Colombia. Declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, este evento arranca con la tradicional Batalla de Flores, un desfile donde carrozas y comparsas recorren las calles al ritmo de la cumbia, el merengue y el reguetón.
Figuras emblemáticas como la reina del carnaval, el Rey Momo y el Hombre-Caimán dan vida a la celebración, que culmina con el simbólico entierro de Joselito Carnaval, representando el fin de la fiesta y la espera de un nuevo año de celebración.
Oruro (Bolivia): Fe, folclore y diversidad a una misma danza
El Carnaval de Oruro, programado del 22 de febrero al 4 de marzo, es una de las expresiones culturales más significativas de Bolivia, donde la devoción a la Virgen del Socavón se mezcla con la riqueza de las danzas folclóricas.
La Diablada, la Morenada y los Caporales son solo algunas de las danzas que, con coloridos trajes y espectaculares máscaras, narran la eterna lucha entre el bien y el mal en un recorrido de más de 20 horas de baile ininterrumpido.
Este carnaval es también un espacio de inclusión y diversidad. Uno de sus elementos más representativos es la participación de la comunidad LGBTIQ+, especialmente a través de los grupos conocidos como «Ch’utas», personajes llenos de alegría, extravagancia y picardía, que deslumbran con sus atuendos brillantes y su energía contagiosa.
En los últimos años, esta comunidad ha ganado mayor visibilidad y reconocimiento dentro del carnaval, promoviendo un mensaje de respeto y orgullo en medio de la tradición.
San Miguel (El Salvador): El carnaval que une a un país
Cada noviembre, la ciudad de San Miguel se transforma en el escenario de uno de los carnavales más importantes de Centroamérica. Nacido como una festividad en honor a la Virgen Reina de la Paz, el Carnaval de San Miguel ha evolucionado hasta convertirse en un evento de gran magnitud, atrayendo hasta un millón de personas.
El desfile de carrozas, encabezado por la reina del carnaval, es solo el inicio de una noche llena de música y baile. Con más de 15 cuadras de escenarios y una mezcla de ritmos nacionales e internacionales, la fiesta migueleña es un punto de encuentro para salvadoreños de todo el país y turistas que buscan vivir una experiencia inolvidable.