Autor: Alvaro Cruz

  • Las estafas, un crimen que desnuda demasiadas vulnerabilidades

    Las estafas, un crimen que desnuda demasiadas vulnerabilidades

    La denuncia del fiscal general de El Salvador, Rodolfo Delgado, sobre el desmantelamiento parcial de una red internacional de crimen organizado —bautizada como Escudo Virtual— deja al descubierto una realidad preocupante: la fragilidad de nuestro sistema frente a delitos modernos que no solo cruzan fronteras, sino que penetran los vacíos legales, tecnológicos y sociales de nuestra región.

    El anuncio de 114 capturas y 130 órdenes emitidas por delitos como estafa, hurto informático y lavado de dinero, es sin duda una acción significativa, que refleja capacidad operativa y coordinación internacional. También nos hace preocuparnos de cómo una estructura criminal de esta magnitud afectó a miles de víctimas con tácticas que parecen rudimentarias, como ofertas de empleo falsas o supuestas maletas retenidas en aduanas.

    La cifra de 6 millones de dólares movidos ilícitamente es alarmante, pero quizás más lo sea la implicación de cientos de ciudadanos salvadoreños que, según la Fiscalía, prestaron sus cuentas bancarias para facilitar estas operaciones. ¿Estamos frente a una red que encontró cómplices por necesidad económica, desconocimiento o corrupción? En cualquiera de los casos, la responsabilidad no solo recae en los ejecutores, sino también en el entorno que los vuelve vulnerables o cómplices.

    La criminalidad transnacional no opera sin eslabones locales, y el hecho de que la mayoría de capturados sean salvadoreños debería forzar una reflexión sobre las debilidades institucionales, la falta de educación digital y el impacto de la precariedad económica.

    El país necesita fortalecer ciberseguridad, la regulación financiera y educación digital, porque sino el fenómeno podría repetirse con nuevas caras y nuevas víctimas. Y también los ciudadanos debemos entender que toda oferta de «regalo», «inversión» u «oferta» que viene de desconocidos jamás puede ser gratuita y siempre debemos verlas como sospechosas.

    Este caso es un espejo incómodo que nos obliga a mirar nuestras propias fallas. Aplaudir las capturas es legítimo; pero aún más urgente es preguntarse: ¿qué cambiaremos para que esto no vuelva a pasar?

  • Así es el plan de paz de Trump  para Gaza: Gobierno de transición sin Hamás, desmilitarización y un posible estado palestino

    Así es el plan de paz de Trump para Gaza: Gobierno de transición sin Hamás, desmilitarización y un posible estado palestino

    El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presentó este lunes un plan de paz para Gaza que plantea la creación de un Gobierno de transición sin presencia de Hamás, la desmilitarización de la Franja y la posibilidad de negociar un Estado palestino en el futuro. La propuesta fue anunciada en la Casa Blanca tras reunirse con el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, quien expresó su respaldo a la iniciativa.

    Trump detalló que el proyecto contempla un alto al fuego inmediato, la retirada gradual de las tropas israelíes y la liberación, en un plazo máximo de 72 horas, de los 48 rehenes —vivos y muertos— que permanecen en manos de Hamás. A cambio, Israel debería excarcelar a 250 prisioneros palestinos condenados a cadena perpetua y a 1,700 gazatíes detenidos tras los ataques del 7 de octubre de 2023.

    “Ahora la pelota está sobre el tejado de Hamás”, advirtió el mandatario, quien aseguró que, en caso de rechazo, Estados Unidos dará su “total apoyo” a Israel para continuar su ofensiva militar.

    El plan establece la conformación de un Gobierno de transición integrado por tecnócratas palestinos y expertos internacionales, supervisado por una “Junta de la Paz” presidida por Trump y con la participación del ex primer ministro británico Tony Blair. En una etapa posterior, una Autoridad Palestina reformada asumiría el control del enclave, siempre que implemente una “reforma radical”, según recalcó Netanyahu.

    El jefe del Gobierno israelí afirmó que la propuesta coincide con los objetivos de su país: liberar a los rehenes, desarmar a Hamás, desmilitarizar Gaza y mantener el control de la seguridad.

    “Si Hamás rechaza la propuesta, Israel mantendrá el asedio en Gaza hasta terminar el trabajo. Se puede hacer por las buenas o por las malas”, advirtió Netanyahu.

    Pese al apoyo de Netanyahu, la iniciativa enfrenta resistencia dentro de su propio gabinete. El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, de línea ultraderechista, rechazó cualquier concesión que implique reconocer un Estado palestino o retirar al Ejército israelí de la Franja.

    Una ambulancia presta atención médica en Gaza tras un ataque militar de Israel. EFE

    El plan de Trump descarta la anexión israelí de Gaza e incluye un programa de reconstrucción y desarrollo económico para el enclave, además de prohibir desplazamientos forzosos y garantizar el derecho de retorno para quienes salgan de manera voluntaria. Este punto supone un giro respecto a la propuesta inicial del mandatario, cuando sugirió la expulsión de la población gazatí para un proyecto inmobiliario denominado “Riviera de Oriente Medio”.

    La iniciativa estadounidense llega en medio de un creciente aislamiento internacional hacia Israel, cuya ofensiva en Gaza ha sido calificada como genocidio por relatores de la ONU, organizaciones humanitarias y varios países. Desde octubre de 2023, el conflicto ha dejado más de 66,000 muertos. A ello se suma el reconocimiento del Estado palestino por parte de Reino Unido y Francia, lo que ha generado tensiones con Washington y Tel Aviv.

     

  • Claudia Sheinbaum llega a su primer año de gobierno con 73% de aprobación

    Claudia Sheinbaum llega a su primer año de gobierno con 73% de aprobación

    Siete de cada diez mexicanos —el 73 %— respaldan la gestión de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien este miércoles cumple su primer año al frente del Ejecutivo, según reveló la más reciente encuesta nacional del diario El Financiero.

    El respaldo ciudadano refleja una leve disminución respecto a meses anteriores: en agosto la aprobación fue del 74 %, en julio del 75 % y en febrero alcanzó su punto más alto con 85 %. A pesar de esta tendencia, Sheinbaum mantiene una imagen sólida entre la ciudadanía, incluso superando por cinco puntos a su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, en su primer año de mandato.

    La encuesta, elaborada a partir de una muestra representativa de 1,000 ciudadanos, también reveló que el 48 % considera que el país ha mejorado en áreas como pobreza, desigualdad, educación y el sistema escolar. Por otra parte, el 44 % percibe avances en el sistema de salud pública y los servicios médicos.

    En materia energética, el 39 % opinó que ha habido mejoras en el combate al robo de combustible, mientras que el 36 % destacó avances en la gestión de Petróleos Mexicanos (Pemex).

    Sin embargo, la inseguridad se mantiene como la principal preocupación para los mexicanos (52 %), seguida por la corrupción (21 %) y la economía o el desempleo (18 %).

    Sobre la gestión de Sheinbaum en seguridad pública, el 42 % la califica como positiva, mientras que el 53 % la percibe negativamente. Las cifras son más críticas en cuanto al combate al crimen organizado, donde el 74 % valora su labor como deficiente frente a un 20 % que la considera buena o muy buena.

    El tema de la corrupción también refleja un reto importante: el 75 % evalúa negativamente su lucha contra este problema, frente a un 19 % que tiene una opinión favorable. Este es el nivel más bajo de aprobación en esta área desde abril.

    Uno de los eventos más destacados de septiembre fue su participación en la ceremonia del Grito de Independencia, que recibió un 70 % de opiniones favorables. “Su imagen de liderazgo subió seis puntos, a 66 % de opinión favorable, en parte por su desempeño en la ceremonia patria”, destacó el informe.

    En temas de política exterior y comercio, el 51 % de los encuestados se mostró de acuerdo con la imposición de aranceles a China, mientras que un 45 % expresó su desacuerdo.

    El estudio fue realizado del 11 al 15 y del 18 al 22 de septiembre, con un nivel de confianza del 95 % y un margen de error de ±3.1 %, según detalló El Financiero.

     

  • Los talibanes cortan el Internet por fibra óptica en todo Afganistán

    Los talibanes cortan el Internet por fibra óptica en todo Afganistán

    Las autoridades instauradas por el régimen talibán en Afganistán han ampliado el corte del servicio de Internet por fibra óptica a nivel nacional, una medida que se suma a una serie de restricciones impuestas desde que retomaron el poder en agosto de 2021.

    La decisión se da pocos días después de que el servicio fuera bloqueado en la provincia de Balj, con el argumento de combatir la “inmoralidad” en la red.

    Además del apagón por fibra óptica, las conexiones móviles han sido degradadas a 2G, reduciendo drásticamente el acceso de la población a servicios digitales.

    Según reportes de la cadena Amu TV, todos los proveedores de telecomunicaciones en Kabul se han visto afectados, generando un colapso en las comunicaciones tanto en la capital como en otras regiones del país.

    La organización NetBlocks, especializada en el monitoreo del acceso a Internet en zonas en conflicto, confirmó que Afganistán experimenta un apagón digital generalizado.

    “Múltiples redes han sido desconectadas de manera progresiva durante la mañana. Los servicios de telefonía también se ven impactados”, señaló la entidad.

    Esta es la primera vez que el régimen talibán atenta directamente contra la infraestructura de Internet del país, más allá de los bloqueos previos a plataformas digitales.

    La medida intensifica su política de censura y control sobre la vida pública, con repercusiones graves para la población, especialmente para mujeres y niñas, quienes ya enfrentan severas restricciones a sus derechos fundamentales.

     

  • La próxima evolución de la ayuda humanitaria: ¿elefante M&E o tigre de Bengala?

    La próxima evolución de la ayuda humanitaria: ¿elefante M&E o tigre de Bengala?

    El reciente discurso de Trump en Naciones Unidas, en el que cuestionó el desempeño de la ONU, no es un episodio aislado, sino el reflejo de una tendencia que probablemente continuará en la política internacional durante la próxima década: el cuestionamiento sistemático al valor de la ayuda exterior, al sector humanitario y a los organismos multilaterales que han sostenido la arquitectura global de la cooperación desde la Segunda Guerra Mundial. En este contexto, el sector humanitario enfrenta un reto fundamental: demostrar con hechos y cifras verificables por terceros —y no únicamente con principios— su impacto y relevancia.

    Presentada como una defensa de los contribuyentes, la narrativa de que la cooperación internacional constituye un gasto inútil o poco transparente derivó en el cierre de USAID, la institución que más fondos destinaba a la ayuda humanitaria y al desarrollo a nivel mundial. En materia de salud, un artículo publicado en la prestigiosa revista científica “The Lancet” estimó que los programas de USAID habrían prevenido más de 91 millones de muertes en países de ingresos bajos y medianos entre 2001 y 2021. A ello se suman otros logros importantes, aunque no siempre verificables con el mismo rigor, en ámbitos como la educación, el crecimiento económico o la gobernanza. Sin embargo, los opositores de USAID argumentaban que la inversión respondía a agendas políticas contrarias a Trump, como la equidad de género o la atención al cambio climático, e incluso acusaban a la agencia de despilfarro o de ineficacia para frenar la migración irregular hacia Estados Unidos.

    Esta narrativa probablemente persistirá en el espectro político de los países que actualmente asignan más recursos a la cooperación internacional. En Estados Unidos, Elon Musk, quien hoy aparece como el principal contrapeso a Trump dentro del Partido Republicano, estuvo personalmente detrás del recorte a USAID. En Europa y otras regiones, partidos populistas también cuestionan los compromisos globales en nombre de la prioridad de atender necesidades internas, poniendo en riesgo su disponibilidad futura de fondos de cooperación. En este clima, el sector humanitario corre el riesgo de perder legitimidad y financiamiento si no responde con pruebas contundentes de su utilidad y eficacia. Tradicionalmente, estas pruebas provienen de equipos de monitoreo y evaluación que trabajan para los proyectos, con la supervisión y orientación técnica de los donantes de fondos o las organizaciones ejecutoras.

    No obstante, el reciente caso de USAID demuestra que la manera en que muchos donantes supervisan y distribuyen recursos necesita corregir problemas de asimetría de información derivados de un fenómeno conocido por los economistas como “riesgo moral”. Esto ocurre cuando un grupo con más información (los ejecutores de proyectos) tiene un incentivo (asegurar la continuidad de fondos) o un mecanismo de protección (el amparo de la agencia) que lo lleva a priorizar “resultados” medibles, pero no necesariamente significativos para un tercero (el congreso estadounidense). Los economistas utilizan este término no para juzgar la moralidad de los actores, sino para mostrar cómo la falta de alineación de objetivos entre ellos conduce a ineficiencias.

    En otras palabras, es posible que más estadounidenses hubieran protestado contra el cierre de USAID si la agencia hubiese contado con más resultados verificables de efectos reales. Lamentablemente, muchos de sus proyectos se evaluaban mediante indicadores superficiales vinculados a acciones —como el número de vacunas administradas o las capacitaciones impartidas— en lugar de resultados finales, como la reducción de la mortalidad o el aumento de la alfabetización. Así, mientras era sencillo reportar cuántas personas asistieron a un curso, era mucho más difícil demostrar cuántas aprendieron realmente a leer o a escribir.

    En defensa de las entidades ejecutoras, también es cierto que ninguna habría aceptado comprometerse a medir impacto sin contar con fondos suficientes para llevar a cabo evaluaciones que suelen ser onerosas, haciendo inviables proyectos altamente focalizados, pero de gran potencial. De ahí que la solución no pase por sustituir agencias ni demonizar a los ejecutores, sino por incorporar un nuevo actor que cierre las asimetrías de información y otorgue credibilidad a las evaluaciones.

    La academia es un candidato natural para asumir ese rol, pues dispone de las competencias para que investigadores independientes desarrollen indicadores y validen datos confiables sobre el desempeño y los logros de los proyectos humanitarios e incluso de infraestructura. La responsabilidad de financiar este esfuerzo no debería recaer únicamente en los donantes, que ya enfrentan la presión de ajustar presupuestos limitados para atender múltiples crisis. Los gobiernos de los países en desarrollo, principales beneficiarios de la cooperación y al mismo tiempo quienes más arriesgan perder recursos, deben asumir un papel más activo. Una vía es la creación de oficinas nacionales de M&E con participación del Estado, la academia, el sector privado y la cooperación internacional. Estas oficinas generarían la evidencia que demandan los contribuyentes de los países desarrollados, aumentarían la transparencia en el uso de fondos y mejorarían la calidad de los proyectos futuros. Además, sus hallazgos podrían orientar con mayor eficacia la inversión pública interna hacia las comunidades que reportan mayores resultados.

    La lección es clara: los cuestionamientos a la cooperación no desaparecerán. La respuesta no puede limitarse a la defensa retórica de principios humanitarios, sino a la construcción de evidencia sólida que demuestre su valor real. Solo una apuesta decidida por sistemas de monitoreo y evaluación robustos, capital humano especializado y mecanismos de validación internacional permitirá que la cooperación internacional evolucione y conserve legitimidad en un mundo polarizado que cada vez se asemeja más a una sabana.

    En la naturaleza, el elefante ha sobrevivido gracias a una evolución que fortaleció su memoria colectiva y su capacidad de transmitir conocimiento entre generaciones. Esa herencia —recordar rutas de agua en sequías, identificar amenazas y sostener la cohesión de la manada— lo convirtió en un símbolo de resiliencia y de fuerza paciente en entornos cambiantes. El tigre de Bengala, por su parte, evolucionó hacia la agilidad y la potencia individual, perfeccionando la capacidad de imponerse sin depender de vínculos colectivos.

    La cooperación internacional enfrenta hoy una disyuntiva semejante. Puede optar por el camino del elefante, evolucionando hacia una memoria institucional más sólida mediante sistemas de monitoreo y evaluación robustos, transparentes y validados por terceros, que refuercen su legitimidad en un entorno de escepticismo creciente. O, si fracasa en esta evolución, puede ser desplazada por modelos de ayuda más parecidos al tigre: veloces y eficaces en apariencia, pero menos comprometidos con la rendición de cuentas y con los principios democráticos que históricamente han sostenido el orden internacional.

    *Gabriel Pleités, Ph.D. en economía por la Universidad de Utah.

  • Diálogos medievales, desafíos actuales…

    Diálogos medievales, desafíos actuales…

    Recientemente, el mundo se conmocionó con el asesinato de un activista norteamericano durante una presentación universitaria. La noticia inundó las redes sociales y se convirtió en tema de conversación para millones de personas en todo el mundo. Las reacciones no se hicieron esperar y, como los temas que abordaba el activista, la polarización ha sido extrema.

    Este hecho me llevó a reflexionar sobre el verdadero objetivo de un diálogo. Con frecuencia, las discusiones cotidianas se reducen a defender posturas preconcebidas o puntos de vista opuestos, donde lo único que se logra es levantar la voz y, en el peor de los casos, llegar a episodios violentos.

    Sin necesidad de recurrir a casos tan extremos, he observado que muchas discusiones ordinarias surgen por malentendidos o por asuntos poco relevantes. Sin embargo, los ánimos se caldean, se pierde la perspectiva del tema y las conversaciones derivan en agresiones personales o en intentos de desacreditar al interlocutor. Es lo que se denomina la falacia ad hominem que es un tipo de argumento lógico que ocurre cuando alguien ataca a la persona que hace un argumento en lugar de atacar el argumento en sí. Es decir, en lugar de analizar la validez o evidencia de lo que se dice, se descalifica al interlocutor para debilitar su posición.

    A menudo, las personas que discuten piensan tener la razón absoluta y, al sentirse en posesión de la verdad, la defienden con vehemencia sin detenerse a escuchar el punto de partida de quien tienen delante. Muchas veces se está defendiendo el mismo argumento, pero desde perspectivas distintas.

    Al reflexionar sobre esto, recordé lo que alguna vez leí acerca del método escolástico o las discusiones medievales, especialmente en el ámbito académico y filosófico, que marcaron el desarrollo intelectual de Europa en universidades y escuelas monásticas. A estas se les denominaba disputationes.

    Estas disputationes eran debates formales, cuidadosamente estructurados, cuyo fin era buscar la verdad a través de la lógica, la argumentación y la autoridad de los textos clásicos. No se trataba de “ganar” una discusión, sino de esclarecer la verdad sobre la cual se dialogaba.

    El proceso comenzaba con la formulación de la quaestioquodlibetalis, o status quo de la cuestión presentada por un maestro o moderador. Este exponía brevemente el tema y ofrecía los antecedentes necesarios, apoyándose en distintos argumentos. Una vez acabada la disertación, el respondens, que había escuchado con atención y comprendido lo expuesto, debía resumir fielmente lo dicho por el ponente, pidiendo su confirmación: “Lo que has querido decir es…”. Solo cuando el ponente principal validaba el resumen y certificaba que se había comprendido correctamente lo argumentado, se permitía iniciar la contraargumentación. En caso contrario, el ponente repetía o aclaraba sus argumentos.

    Solo con la venia del ponente se le permitía al respondens rebatir lo expuesto. Antes de eso, cualquier discusión carecería de sentido, pues se hablaría de temas distintos.

    El intercambio de razones y objeciones se hacía mediante silogismos y reglas de lógica formal, con intervenciones claras y fundamentadas. Lo esencial no era defender ideas previas, sino iluminar la verdad. Al final, el moderador ofrecía una determinatio, es decir, una resolución definitiva que explicaba por qué ciertos argumentos era más sólidos y, cuando era posible, conciliaba las posturas enfrentadas.

    Un ejemplo clásico de este método se encuentra en la Summa Theologica de Tomás de Aquino, donde cada cuestión se desarrolla presentando primero el tema a tratar, luego las objeciones que se han presentado a lo largo de la historia, seguidas de la exposición de cada objeción (sed contra), la propuesta de una solución que tenía en cuenta todas las objeciones previas y, finalmente, una respuesta cuidadosamente argumentada.

    Las disputationes medievales fueron un ejercicio riguroso que combinaba lógica, autoridad y fe en la búsqueda de la verdad. Su legado perdura en la filosofía, la teología y la educación, recordándonos que discutir no debería ser un acto de confrontación, sino un camino compartido hacia la claridad.

    Si nos acostumbráramos a escuchar y entender el punto de vista de la otra persona, muchas discusiones podrían evitarse, y descubriríamos que muchas veces estamos de acuerdo más de lo que creemos.

    *El padre Fernando Armas Faris es sacerdote católico y doctor en filosofía 

  • Netanyahu dice que trabaja con Trump un plan de paz para Gaza pero Hamás niega haber recibido propuesta de alto el fuego

    Netanyahu dice que trabaja con Trump un plan de paz para Gaza pero Hamás niega haber recibido propuesta de alto el fuego

    El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, aseguró el domingo que trabaja en un plan de 21 puntos con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para poner fin a las hostilidades en la Franja de Gaza. Sin embargo, el grupo islamista Hamás negó haber recibido dicha propuesta.

    En una entrevista con Fox News, Netanyahu señaló que el plan aún no está terminado, pero que espera concretarlo en breve.

    “Queremos liberar a nuestros rehenes. Queremos acabar con el dominio de Hamás y desmilitarizar Gaza en el nuevo futuro que se está preparando tanto para Gaza como para los israelíes y para toda la región”, afirmó el líder israelí.

    El mandatario describió a Trump como un “aliado increíble de Israel” y destacó que actúa de acuerdo con los intereses de EE.UU. Ambos se reunirán este lunes en la Casa Blanca, tras la Asamblea General de la ONU, en la que varios países reconocieron al Estado palestino, aumentando la presión internacional.

    En su red social Truth Social, Trump escribió: “Tenemos una verdadera oportunidad de grandeza en Oriente Medio. Todos están a bordo para algo especial, por primera vez en la historia. ¡Lo lograremos!”.

    El expresidente estadounidense ha repetido en los últimos días que el acuerdo entre Israel y Hamás está “muy cerca”.

    Hamás rechaza versiones sobre el plan

    En contraste, Hamás aseguró este domingo que no ha recibido ninguna propuesta oficial de alto el fuego por parte de Trump. El grupo negó que exista un acuerdo para liberar a rehenes israelíes a cambio de cientos de prisioneros palestinos, ni tampoco para una retirada gradual de las tropas israelíes, como publicó el diario Haaretz.

    El comunicado de Hamás sostiene que Israel continúa ampliando su ofensiva en la ciudad de Gaza y acusa a Netanyahu de no tener intención real de detener la guerra.

    Una comisión independiente de la ONU y diversos países han calificado la ofensiva israelí en Gaza como un genocidio, con un saldo superior a 66.000 palestinos muertos, incluidos miles de niños.

     

  • Putin usa drones para probar defensas de la OTAN y generar tensiones entre aliados, según expertos

    Putin usa drones para probar defensas de la OTAN y generar tensiones entre aliados, según expertos

    En las últimas semanas, Rusia ha violado el espacio aéreo de al menos seis países europeos con drones y, en el caso de Estonia, con cazas Mig-31 armados con misiles. Además, envió bombarderos y aviones militares cerca de las costas de Alaska, lo que provocó una intercepción por parte de Estados Unidos.

    Según el analista Jesús A. Núñez Villaverde, exmilitar y experto en geopolítica, estas incursiones forman parte de una estrategia de “provocación intencionada” que busca dos objetivos principales:

    Militar: comprobar la ubicación y capacidad de reacción de las defensas antiaéreas de la OTAN.
    Político: aumentar las tensiones entre Washington y sus aliados europeos, al tiempo que se explotan las diferencias internas en la UE respecto a Rusia.
    Incursiones como parte de la guerra híbrida
    Núñez Villaverde, en un análisis publicado por el Instituto Elcano, subraya que estas acciones no pueden considerarse accidentes.

    “Cuando hablamos de más de una veintena de drones y de aviones militares que penetran 12 minutos en espacio aéreo estonio, no es un error de navegación, es una provocación deliberada”, afirmó.

    El experto enmarca estas maniobras dentro de la guerra híbrida de Moscú, que incluye ciberataques, desinformación y tránsito militar por aguas internacionales cercanas a los países aliados.

    Reacciones divididas en la OTAN

    Aunque países como Polonia y Estonia han invocado el artículo 4 del Tratado del Atlántico Norte, la respuesta de Washington ha sido cautelosa. El presidente Donald Trump ha restado gravedad a los incidentes, calificándolos de “accidentes”, lo que ha generado tensiones dentro de la Alianza.

    El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, anunció la operación Centinela Oriental tras la última incursión en Polonia, aunque la misión aún no se ha puesto en marcha. España ha ofrecido tres cazas, un sistema de radar y un avión A400, pero el despliegue sigue pendiente.

    Por su parte, Lituania exige una postura más firme y ha aprobado una ley que permite a sus Fuerzas Armadas derribar drones no tripulados rusos que violen su espacio aéreo.

    El análisis concluye que ni la OTAN ni Rusia desean una confrontación directa. Sin embargo, Moscú se beneficia de estas maniobras al obtener información militar sensible y al tensar las relaciones políticas entre los aliados.

    “La OTAN muestra que no quiere chocar militarmente con Rusia, y Moscú tampoco cruza el umbral de un enfrentamiento directo. Pero cada provocación refuerza el pulso geopolítico en Europa”, advierte Núñez Villaverde.

  • "Los aranceles de Trump son un desastre", dice el Nobel de Economía Joseph E. Stiglitz

    «Los aranceles de Trump son un desastre», dice el Nobel de Economía Joseph E. Stiglitz

    El premio Nobel de Economía Joseph E. Stiglitz calificó como un “desastre” los aranceles impulsados por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante una visita el domingo a Santander, España, donde fue investido doctor honoris causa por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).

    El economista estadounidense lamentó que “Europa se haya rendido” en las negociaciones con Washington y subrayó que es vital no ceder, ya que “eso supondría dejar de lado la soberanía de Europa”.

    Stiglitz sostuvo que las políticas de Trump generan caos económico, debilitan el estado de derecho y afectan la propiedad intelectual.

    Según el nobel, la administración Trump ha marcado un “giro de 180 grados” en la tradición económica estadounidense con medidas antiglobalización, rebajas fiscales a los más ricos y un relajamiento de la supervisión institucional que, a su juicio, ha provocado inestabilidad tanto nacional como internacional.

    “Se ha socavado la propiedad intelectual, fundamental para mercados equilibrados, y se ha llevado a una especie de bazar en el que todo vale”, agregó.

    Stiglitz también advirtió sobre los ataques del “trumpismo” a la ciencia y a las universidades, al señalar que “van a herir el progreso y a los individuos” y que en Estados Unidos se ha instalado un clima de miedo en el ámbito académico. Recordó que muchos estudiantes temen ser deportados por expresar opiniones críticas y resaltó que “quienes han vivido el autoritarismo, como España, saben lo que significa”.

    El economista elogió el papel internacional del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, a quien reconoció por su liderazgo en el evento “Democracia para siempre” en Nueva York. Además, denunció la situación en Gaza, a la que calificó como “un genocidio, tanto en el plano humano como en el académico”, y criticó la censura en universidades y foros públicos.

    “Llevo 25 años trabajando en Columbia. Hemos luchado contra la discriminación, y ha sido Trump quien ha instrumentalizado el antisemitismo para atacar a las universidades y a los valores que defendemos”, concluyó.

     

  • Fallece a los 101 años Russell M. Nelson, líder de la Iglesia Mormona

    Fallece a los 101 años Russell M. Nelson, líder de la Iglesia Mormona

    La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días anunció este sábado el fallecimiento de su líder mundial, el presidente Russell M. Nelson, a los 101 años de edad. Murió en paz en su hogar, convirtiéndose en el presidente de mayor edad en la historia de la Iglesia.

    Nelson fue llamado como apóstol en 1984 y asumió la presidencia de la Iglesia en enero de 2018. La iglesia dijo que su liderazgo se caracterizó por un extenso ministerio global —visitó 32 países y territorios—, el anuncio de 200 nuevos templos y una profunda transformación doctrinal y organizativa enfocada en fortalecer la centralidad de Jesucristo en la vida de los fieles.

    Antes de su servicio eclesiástico a tiempo completo, Nelson fue un cardiocirujano reconocido internacionalmente. En 1955, realizó la primera cirugía a corazón abierto en Utah y participó en el desarrollo de la máquina cardiopulmonar. A lo largo de su carrera médica, operó a más de 7.000 pacientes y ocupó cargos de liderazgo en importantes organizaciones médicas.

    «Como profeta, fue artífice de numerosos cambios dentro de la Iglesia: reestructuró el ministerio entre los miembros, fortaleció el rol del hogar en la enseñanza del evangelio, ajustó políticas clave y promovió una imagen más precisa de la institución, incluyendo un nuevo símbolo y una proclamación sobre la restauración del evangelio», dijo la iglesia este domingo.

    Nelson también fomentó el diálogo interreligioso, reuniéndose con líderes mundiales como el Papa Francisco y promoviendo la unidad racial junto a la NAACP.

    Políglota y viajero incansable, Nelson hablaba 11 idiomas y utilizaba varios de ellos en sus visitas oficiales. Su capacidad de comunicación y su enfoque humanitario lo convirtieron en una figura respetada tanto dentro como fuera de su fe.

    Le sobreviven su esposa Wendy, ocho de sus diez hijos, 57 nietos y más de 167 bisnietos. Su legado queda grabado en la historia como el de un hombre que, con manos de médico y corazón de profeta, transformó la Iglesia que lideró.

    El Cuórum de los Doce Apóstoles anunciará a su sucesor tras los servicios fúnebres, cuyos detalles serán comunicados próximamente.

    La Iglesia de Jesucristo De los Santos de los Últimos Días tiene presencia en El Salvador donde cuenta con más de 110,000 miembros, agrupados en 17 estacas y dos distritos, con 161 congregaciones. En 2011, se inauguró en Antiguo Cuscatlán el primer Templo Mormón y en 2024 se anunció la construcción de un segundo templo en Santa Ana.