Autor: Alvaro Cruz

  • La oposición demócrata afirma que Trump está "asustado" por los documentos del caso Epstein

    La oposición demócrata afirma que Trump está «asustado» por los documentos del caso Epstein

    El portavoz demócrata en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Hakeem Jeffries, afirmó el lunes que el presidente Donald Trump está «asustado» ante el contenido de los documentos vinculados a la red de pedofilia que dirigía el fallecido productor Jeffrey Epstein.

    Durante una intervención en la cadena legislativa C-SPAN, Jeffries subrayó que Epstein mantenía una relación cercana con el presidente Trump, y recordó que fue arrestado, procesado y hallado muerto bajo custodia federal durante la actual administración. “Jeffrey Epstein era amigo de Donald Trump. Fue arrestado, detenido y se suicidó en la Administración Trump”, recalcó.

    Jeffries denunció que funcionarios vinculados al gobierno actual prometieron desde antes de asumir el poder que divulgarían los documentos relacionados con Epstein. “Ahora podrían hacerlo, pero no lo han hecho”, señaló.

    En sus declaraciones, el congresista cuestionó por qué Trump involucra a los expresidentes Joe Biden y Barack Obama, asegurando que el presidente «está corriendo asustado».

    “¿Qué están ocultando al pueblo estadounidense? Que publiquen los archivos y que sea el pueblo quien saque sus propias conclusiones”, reclamó, al tiempo que negó cualquier intención partidista. “Esto no tiene nada que ver con una teoría conspirativa demócrata. Que quede claro”, enfatizó.

    Las declaraciones surgen en medio de crecientes críticas contra la fiscal general Pam Bondi, acusada por sectores del movimiento MAGA de falta de transparencia. Tanto el FBI como el Departamento de Justicia concluyeron recientemente que no existe una “lista Epstein” con nombres de posibles clientes implicados en la red de explotación sexual.

    El presidente Trump ha pedido cerrar la investigación, calificándola como un intento de desestabilizar su gobierno. El caso también se vio sacudido luego que Elon Musk, exasesor de Trump, sugiriera que el mandatario figuraba en los archivos del caso, aunque posteriormente eliminó su acusación en redes sociales.

  • Condenan a mujer a 20 años de cárcel por asesinato de odontóloga en San Miguel

    Condenan a mujer a 20 años de cárcel por asesinato de odontóloga en San Miguel

    Un tribunal de San Miguel condenó a María Nazaria Flores Molina a 20 años de prisión por el asesinato de una odontóloga en San Miguel, ocurrido en noviembre de 2024 en la colonia Ciudad Jardín, en el centro de la ciudad, informó la Fiscalía General de la República.

    El hecho ocurrió el 6 de noviembre de 2024 cuando Flores Molina visitó la casa de la víctima, de 53 años, con quien mantenía una deuda personal. Según las investigaciones, tras una fuerte discusión por el impago de $3,000 —parte de un préstamo de $6,000—, la imputada estranguló a la odontóloga con un trozo de tela, dejándola inconsciente.

    Posteriormente, la agresora hirió a la víctima en el cuello, provocando su muerte inmediata.

    La Policía Nacional Civil (PNC) indicó que el móvil del homicidio fue la deuda económica que María Nazaria Flores Molina se negaba a pagar.

    La mujer fue capturada el 9 de noviembre de 2024, tres días después del crimen, en el mismo sector donde ocurrieron los hechos. Durante su detención, la PNC confirmó que no existía un contrato formal del préstamo y que este había sido otorgado sin intereses.

     

  • Biden enfrenta cáncer avanzado un año después de renunciar a su campaña de reelección

    Biden enfrenta cáncer avanzado un año después de renunciar a su campaña de reelección

    Un año después de haber abandonado su campaña por la reelección, el expresidente de Estados Unidos Joe Biden, de 82 años, enfrenta un delicado estado de salud tras ser diagnosticado con cáncer de próstata avanzado con metástasis en los huesos, aunque no se ha retirado completamente de la vida pública.

    El 21 de julio de 2024, Biden sorprendió al país al anunciar su renuncia a la contienda electoral a solo tres meses de los comicios presidenciales. Cediendo su lugar a la entonces vicepresidenta Kamala Harris, intentó frenar el ascenso del presidente Donald Trump, pero su dimisión no logró detener el regreso republicano a la Casa Blanca.

    Biden tomó la decisión tras una fuerte presión interna en el Partido Demócrata, provocada por su débil desempeño en el debate presidencial frente a Trump. Su presentación, marcada por signos visibles de fragilidad y desorientación, reavivó las dudas sobre su edad y su capacidad para ejercer el cargo.

    Un año más tarde, su diagnóstico de cáncer de próstata metastásico fue confirmado el 18 de mayo. No obstante, el exmandatario mantiene una actitud optimista y aseguró desde su residencia en Delaware: “La expectativa es que vamos a vencer esto. Me siento bien”.

    Biden ha estado vinculado durante años con la lucha contra el cáncer, especialmente después de la muerte de su hijo Beau en 2015 por un tumor cerebral. Sin embargo, su estado de salud se convirtió en un tema sensible tras la publicación del libro Original Sin, que acusa a su entorno —incluida su esposa Jill Biden— de encubrir su deterioro físico y cognitivo en los últimos años de mandato.

    Desde la Casa Blanca, el presidente Donald Trump ha insinuado que Biden ocultó la enfermedad durante su gestión, una teoría que alimenta las críticas sobre su presunta incapacidad. No obstante, expertos médicos han señalado que es común que este tipo de cáncer no sea detectado a tiempo en hombres de edad avanzada.

    El debate presidencial entre Joe Biden y Donald Trump fue el detonante para que el entonces mandatario renunciara a su campaña de reelección. EFE

    Biden: “Yo habría vencido a Trump”

    A pesar de mantenerse alejado del poder desde enero, Biden ha realizado apariciones esporádicas en medios para defender su legado y reafirmar su convicción de que habría podido derrotar nuevamente a Trump. “Es presuntuoso decir eso, pero creo que sí”, declaró al USA Today, aunque admitió que no sabría si habría tenido el “vigor” suficiente para completar un segundo mandato con 86 años.

    La derrota de Kamala Harris en las elecciones del 5 de noviembre de 2024 confirmó la falta de cohesión en la estrategia demócrata tras su salida. Internamente, se critica que su renuncia fue tardía y que no permitió consolidar una candidatura sólida frente al avance republicano.

    Karine Jean-Pierre, ex portavoz de la Casa Blanca, ha anunciado un libro en el que expondrá lo que califica como “la traición del Partido Demócrata” que llevó a Biden a abandonar su aspiración presidencial.

    El presidente Trump, quien ha retomado el control del Ejecutivo, continúa señalando que Biden no tenía la capacidad mental para gobernar durante sus últimos meses. Uno de los blancos principales ha sido el uso de un bolígrafo automatizado para firmar decretos, lo cual ha servido de combustible para los ataques republicanos.

    Biden defendió sus acciones en una entrevista con The New York Times, donde calificó a Trump de “mentiroso” y afirmó que fue él quien autorizó personalmente los indultos a su hijo Hunter Biden —condenado por posesión de armas— y al doctor Anthony Fauci, líder de la gestión de la pandemia.

    Mientras tanto, el Departamento de Justicia y varios comités liderados por republicanos en el Congreso han abierto investigaciones para evaluar la validez de estos documentos y determinar si el expresidente estaba en condiciones mentales de ejercer sus funciones.

     

  • Cuba recibe en el primer semestre del año 25% menos de turistas

    Cuba recibe en el primer semestre del año 25% menos de turistas

    El turismo internacional en Cuba registró una caída del 25 % durante el primer semestre de 2025, en comparación con igual período del año anterior, según cifras oficiales publicadas este lunes por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (Onei). El país recibió 981,856 visitantes, una cifra que pone en riesgo el cumplimiento de la meta gubernamental de alcanzar los 2.6 millones de turistas este año.

    Las estadísticas indican que el país caribeño podría cerrar 2025 con cifras incluso peores que las de 2024, cuando Cuba tuvo su peor desempeño turístico en 17 años, excluyendo los años afectados por la pandemia del covid-19.

    Canadá, el principal mercado emisor de turistas hacia Cuba, redujo en 25.9 % el envío de visitantes, pasando de 577,624 en 2024 a 428,125 en el primer semestre de 2025. La situación es aún más crítica con Rusia, otro mercado estratégico para el Gobierno cubano, que experimentó una contracción del 43.5 % en comparación anual.

    El retroceso se extendió a casi todos los países del ranking de emisores: Estados Unidos, Alemania, Francia, México, Argentina, España e Italia reportaron caídas de dos dígitos en la llegada de turistas durante el mismo período.

    Colombia fue la excepción, con un ligero incremento del 2.4 % en relación al año anterior, totalizando 16,622 visitantes en seis meses.

    Cuba sufre apagones de hasta 18 horas diarias. EFE

    Factores estructurales

    La caída del turismo en Cuba está vinculada a múltiples factores estructurales. Entre ellos se destacan la profunda crisis económica y energética que atraviesa la isla, la reducción de rutas aéreas y las sanciones impuestas por Estados Unidos, que continúan limitando los flujos turísticos hacia la nación caribeña.

    El turismo ha sido históricamente una fuente clave de ingresos en divisas para el gobierno cubano, junto a las remesas y los servicios profesionales. Su debilitamiento compromete aún más la ya frágil economía del país.

    Cuba cerró 2024 con 2.2 millones de visitantes, y previamente alcanzó 2.4 millones en 2023 y 1.6 millones en 2022. Sin embargo, estas cifras están muy por debajo de los récords previos al deterioro de las relaciones con Estados Unidos: en 2018 se registraron 4.6 millones de turistas y en 2019, 4.2 millones, impulsados por el deshielo diplomático y el levantamiento parcial de restricciones a los viajes.

    A diferencia de destinos como Punta Cana (República Dominicana) o Cancún (México), que están batiendo récords de visitantes tras la pandemia, Cuba enfrenta un estancamiento que refleja su compleja realidad interna y las limitaciones externas que condicionan la reactivación del turismo.

     

  • Abogados piden frenar liberación de Kilmar Ábrego para evitar su deportación

    Abogados piden frenar liberación de Kilmar Ábrego para evitar su deportación

    La defensa de Kilmar Ábrego García, un salvadoreño acusado de tráfico humano en Estados Unidos, pidió a un juez federal en Tennessee frenar su liberación de prisión para evitar que sea deportado de inmediato por el gobierno del presidente Donald Trump.

    La solicitud fue presentada el domingo ante el juez Waverly D. Crenshaw, quien decidirá en los próximos días si permite que Ábrego, residente de Maryland, afronte en libertad su proceso judicial. Aunque una jueza anterior había determinado que no representa riesgo de fuga, las autoridades migratorias han advertido que, si es liberado, será detenido por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y puesto en proceso de deportación.

    Ábrego García fue deportado erróneamente a El Salvador en marzo, pese a una orden judicial de 2019 que le protegía de ser enviado a su país natal debido a amenazas de violencia por parte de pandillas. Su caso generó controversia al evidenciar una posible violación al debido proceso en las políticas migratorias del presidente Donald Trump.

    El gobierno estadounidense lo ha vinculado con la pandilla MS-13, aunque nunca ha sido acusado formalmente ni se han presentado pruebas. Tras presiones legales y una orden de la Corte Suprema, fue devuelto a EE.UU. el mes pasado para enfrentar cargos federales relacionados con un supuesto caso de tráfico humano ocurrido en 2022 en Tennessee.

    La defensa de Ábrego calificó los cargos como “absurdos” y ahora busca ganar tiempo para evitar que sea deportado antes del juicio programado para enero. El domingo, sus abogados y fiscales federales solicitaron conjuntamente una suspensión de 30 días de cualquier orden de liberación, con el fin de que el acusado “evalúe sus opciones y determine si requiere medidas adicionales”.

    El caso ha escalado también a una corte federal en Maryland, donde su esposa estadounidense, Jennifer Vasquez Sura, demandó al gobierno de Trump por la expulsión ilegal de marzo y busca frenar cualquier nuevo intento de deportación. Ábrego estuvo bajo supervisión federal durante años, con permiso de trabajo vigente y presentándose regularmente ante ICE, hasta que recientemente se revocó esa supervisión.

    Los abogados también han pedido a la jueza de Maryland, Paula Xinis, que ordene su traslado a ese estado y emita al menos una suspensión de 72 horas que evite su deportación inmediata si es liberado en Tennessee. Mientras tanto, la administración Trump insiste en que puede expulsarlo a un tercer país, como México o Sudán del Sur, argumentando que representa un peligro para la comunidad.

    El caso Ábrego Garcia sigue siendo un símbolo del debate migratorio en Estados Unidos, en medio del endurecimiento de las deportaciones y acusaciones de violaciones al debido proceso por parte de la administración del presidente Donald Trump. 

  • Político británico propone enviar criminales violentos de su país al CECOT en El Salvador

    Político británico propone enviar criminales violentos de su país al CECOT en El Salvador

    El reconocido político populista británico Nigel Farage, líder del partido Reform UK, propuso enviar a delincuentes violentos británicos a prisiones fuera del país, incluyendo a El Salvador como posible destino, para reducir los costos carcelarios y enfrentar el aumento de la criminalidad en el Reino Unido.

    Durante un discurso sobre orden público, Farage cuestionó el alto costo del sistema penitenciario británico. 

    “Es asombroso que mantener a un preso en el Reino Unido cueste casi £52,000 al año (unos $70 mil). Puedes enviar a un niño a Eton (un prestigioso internado británico) con ese dinero”, afirmó. 

    En ese contexto, sugirió que prisioneros de alta peligrosidad como Ian Huntley podrían ser enviados a instalaciones como el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), la cárcel de máxima seguridad en El Salvador conocida por albergar a miembros de pandillas. Ian Huntley es un criminal británico conocido por el secuestro y asesinato de las niñas de 10 años Holly Wells y Jessica Chapman en agosto de 2002 en Inglaterra.

    Aunque Farage reconoció que no ha tenido conversaciones formales con el gobierno salvadoreño, señaló que dicho país ya ha aceptado deportaciones similares desde Estados Unidos bajo el mandato del presidente Donald Trump, quien en marzo pasado envió más de 250 venezolanos al CECOT, los que recientemente fueron repatriados a su país tras una negociación a tres bandas que incluyó a Estados Unidos.

    Desde el Gobierno británico, se descartó tajantemente la posibilidad de trasladar prisioneros al extranjero. Un portavoz del primer ministro sostuvo que las ideas de Farage están “sin financiamiento y carecen de detalle”, añadiendo que la prioridad es invertir y mejorar el sistema penitenciario nacional.

    Un grupo de reos rodeados de custodios en el CECOT. DEM

    El plan de Farage

    El plan de Reform UK contempla la creación de 10,000 plazas carcelarias adicionales en países aliados, mediante el alquiler de celdas por un costo estimado de £250 millones anuales (unos $337 millones), lo que incluiría acuerdos con “múltiples socios”, entre ellos El Salvador.

    Farage también delineó una estrategia más amplia contra el crimen, que incluye contratar 30,000 nuevos agentes policiales, implementar cero tolerancia al hurto y restaurar registros e inspecciones en áreas de alto índice de violencia con cuchillo.

    Además, propuso liberar otras 10,000 plazas carcelarias mediante la deportación de reos extranjeros a sus países de origen. Ya ha entablado conversaciones con el primer ministro de Albania, Edi Rama, para facilitar este proceso. A cambio, estaría dispuesto a aceptar ciudadanos británicos encarcelados en el extranjero.

    El político populista no detalló completamente el financiamiento, pero indicó que su plan costaría £17.4 mil millones (unos $23,478 millones) en un período de cinco años, y prometió cubrirlo con recortes masivos al gasto público, eliminando proyectos como HS2 y políticas relacionadas con cero emisiones netas.

    Mientras tanto, Farage insiste en que sus políticas son necesarias para evitar lo que describe como un “colapso social” en algunas regiones del país a causa de los índices de criminalidad en alza.

     

  • “Sigamos haciendo lo mismo aunque no funcione”: la trampa de la inacción en el sistema de salud

    “Sigamos haciendo lo mismo aunque no funcione”: la trampa de la inacción en el sistema de salud

    No estoy de acuerdo contigo, Sobrino, me decía mi tía Margot, usuaria de los servicios del ISSS, en reacción a mi artículo de la semana pasada sobre la integración del MINSA y el ISSS.

    “Imagínate, en estos momentos tenemos que esperar hasta un año o más para una operación, muchas veces no hay medicinas y tenemos que comprarlas en las farmacias privadas. Con más gente, como tú sugieres en tu artículo, todo esto sería peor. Tiempos de espera más prolongados y la compra de medicamentos aún mayor. No hijo, no me compliques mi vida por favor”.

    Como mi tía, muchos ciudadanos coinciden con este tipo de lógica: que la integración o ampliación del sistema podría colapsarlo aún más. El miedo es comprensible: si los recursos actuales no bastan para dar respuesta ágil y completa a los asegurados y usuarios, ¿qué pasaría si la demanda aumentara súbitamente sin una reorganización profunda y mayores inversiones?

    Pero esta postura defensiva —“sigamos haciendo lo mismo, aunque no funcione, pero por lo menos que no empeore”— también refleja resignación ante un sistema que cada día muestra más señales de deterioro: consultas diferidas por meses, desabastecimiento crónico, trámites burocráticos, hospitales y clínicas sobrecargados, y cada vez más personas —como mi tía— que deben pagar de su bolsillo lo que el sistema debería garantizar.

    En lo que sí todos, usuarios y proveedores, con excepción del gobierno reinante, estamos de acuerdo es que ¡el sistema de salud de nuestro país está cada día peor! Urge, más que nunca, una reforma a fondo que confronte las debilidades estructurales, no solo para integrar, sino para transformar y rescatar la salud pública y la seguridad social de El Salvador. Quedarnos haciendo lo mismo solo asegura que la crisis empeore, y condena a millones —como mi tía Margot— a una atención incierta, cara e insuficiente.

    Pero ¿que nos está pasando?

    El sistema nacional de salud viene arrastrando, desde hace décadas, una serie de debilidades estructurales que no han hecho más que agravarse con el tiempo. Hasta hoy, ningún gobierno —ni anterior ni actual— ha diseñado ni implementado acciones que realmente enfrenten de raíz estas falencias inherentes al modelo sanitario del país. De manera similar a lo que ocurre en el área educativa, donde se privilegia la construcción o reparación de escuelas sin asegurar la disponibilidad de personal docente cualificado, el Ministerio de Salud (MINSAL) pretende ampliar coberturas edificando hospitales supuestamente de primer nivel, pero sin contar con el recurso humano médico y de enfermería debidamente formado para operarlos.

    En ambos sectores se incurre en el mismo error: intentar solucionar el problema colocando “la yunta antes que los bueyes”, es decir, priorizando la infraestructura física por encima de la formación y contratación del capital humano necesario para garantizar calidad y sostenibilidad en la atención. Esta aproximación parcial y desarticulada perpetúa la crisis, profundizando la brecha entre la demanda y la capacidad real de respuesta del sistema de salud.

    El sistema de salud de El Salvador, siempre ha adolecido de coberturas insuficientes y una alto grado de segmentación; un déficit de recursos humanos y formación; infraestructura y equipamiento insuficiente o deteriorado; desabastecimiento crónico de medicamentos e insumos; listas de espera y demoras prolongadas; fragmentación y desconexión institucional; brecha de información y sistemas de información débiles; desigualdades y vulnerabilidad social; y en consecuencia, desgastes e insatisfacción de los usuarios.

    Finalmente, la pandemia de COVID-19 profundizó aún más estas debilidades, y un porcentaje importante de la población se volcó hacia el sector privado de los servicios médicos. La utilización de este sector aumentó considerablemente después de la pandemia. Como resultado, la inflación específica en los servicios médicos privados en El Salvador ha superado de forma notable la inflación general del país desde agosto de 2023. Esta tendencia se ha mantenido durante 2024 y a inicios de 2025, con incrementos significativos en los costos de consultas, procedimientos, hospitalización y medicamentos.

    Además del mayor uso de servicios médicos privados —que incide directamente en su encarecimiento—, otros factores han contribuido al aumento sostenido de los costos. Entre ellos destacan: la sobreutilización de servicios, el cambio en los patrones de consumo, y la falta de regulación de precios. En conjunto, estos elementos han impulsado el alza continua en los costos de atención médica y medicamentos.

    El sistema de salud, tanto público como privado, en nuestro país sufre de una enfermedad terminal que requiere, con urgencia, acciones valientes, innovadoras y audaces. Durante años, las soluciones habituales –las mismas recetas de siempre, diseñadas e implementadas por gobiernos anteriores– han demostrado ser insuficientes. Lo vimos con el problema de la seguridad: no se resolvió con medidas convencionales, sino a través de acciones nuevas y atrevidas, incluso temerarias, que no estuvieron exentas de polémica ni de la reacción crítica de organismos internacionales y defensores de derechos humanos.

    A pesar de ese malestar persistente —que aún genera debate entre instituciones, con excepción del gobierno actual—, lo cierto es que estas acciones consiguieron que el ciudadano salvadoreño, independientemente de su clase social, hoy se sienta más seguro y amparado por su gobierno. Así como se enfrentó el desafío de la seguridad, también la crisis de nuestro sistema de salud exige respuestas distintas, disruptivas y verdaderamente transformadoras. Seguir haciendo lo mismo solo agravará la enfermedad; es hora de sanar con la determinación y creatividad que el momento reclama.

    * El Dr. Alfonso Rosales es médico epidemiólogo

  • Sin una nueva política industrial no hay reindustrialización posible en El Salvador

    Sin una nueva política industrial no hay reindustrialización posible en El Salvador

    Durante los últimos 30 años, el mecanismo migraciones-remesas ha sido el principal motor del funcionamiento de la economía salvadoreña. Sin embargo, el abrupto debilitamiento de este mecanismo, provocado por las políticas de la segunda administración del presidente Trump, ha puesto en evidencia su fragilidad y sus límites. En este nuevo contexto, apostar por la reindustrialización y la recuperación de la agricultura ya no es una opción, sino una necesidad impostergable. Dado que existen condiciones para establecer las alianzas necesarias que permitan viabilizar este proceso, el siguiente paso es definir con claridad las estrategias, políticas, programas y acciones que lo harán posible.

    Este golpe de timón exige, ante todo, superar el dogma neoliberal según el cual “la mejor política industrial es la que no existe”. Aunque desde la administración Saca en adelante distintos gobiernos han manifestado su compromiso con políticas sectoriales —particularmente en la agricultura, la industria, los servicios internacionales y el turismo—, en la mayoría de los casos ese compromiso ha sido más retórico que efectivo. Salvo por el esfuerzo más consistente de la actual administración en el ámbito turístico, los avances en los demás sectores, y en la industria en particular, han sido débiles, fragmentados o meramente declarativos.

    Para avanzar con seriedad en la formulación de una política industrial efectiva, es indispensable, en primer lugar, tener claridad conceptual. Las políticas públicas son el conjunto de acciones emprendidas por el Estado para alcanzar objetivos de interés colectivo. En este marco, la política industrial se refiere a las intervenciones del gobierno orientadas a influir en el comportamiento y la estructura de la economía, especialmente en el sector industrial, con el propósito de aumentar su competitividad, generar más empleos dignos, elevar las tasas de crecimiento, y ampliar y diversificar las exportaciones, entre otros objetivos de interés público.

    En segundo lugar, es fundamental identificar las intervenciones concretas que debería asumir el Estado salvadoreño para materializar una política industrial efectiva. Un referente histórico clave es el período comprendido entre 1949 y 1979, durante la vigencia del modelo de industrialización por sustitución de importaciones (MISI), cuando la política industrial desempeñó un papel central. Esta etapa coincide con el periodo de mayor crecimiento económico en la historia de El Salvador, con una tasa promedio anual del 5.5%. Entre las principales medidas adoptadas en ese contexto destacan: incentivos fiscales a las industrias nacientes, acceso a financiamiento en condiciones preferenciales, creación del polo de desarrollo industrial Ilopango–Soyapango, mejoramiento y expansión de la infraestructura de apoyo a la producción —como servicios de agua potable y energía eléctrica, red de transporte y telecomunicaciones—, protección del mercado interno mediante barreras arancelarias y no arancelarias, e impulso decidido a la integración comercial centroamericana.

    A este referente histórico se suma un insumo contemporáneo de gran relevancia: el Plan de Desarrollo Industrial 2025–2029, presentado por la ASI el pasado 12 de junio. Este documento propone, entre otras medidas, la creación de nuevas zonas industriales; una reforma integral del sistema de formación técnica; la mejora del acceso a financiamiento productivo; el desarrollo de insumos que permitan generar bienes con mayor valor agregado; y la ampliación y modernización de los servicios públicos esenciales —como energía, agua, transporte y conectividad— a precios competitivos. Asimismo, plantea fortalecer la participación de empresas nacionales en cadenas de valor locales e internacionales, modernizar la infraestructura de apoyo a la producción (carreteras, puertos y aeropuertos), establecer incentivos de nueva generación alineados con el entorno global, fomentar una cultura de innovación empresarial y facilitar el acceso a tecnologías avanzadas como la automatización, la inteligencia artificial y el internet de las cosas.

    A partir de estos dos insumos —el referente histórico del MISI y la propuesta técnica contenida en el Plan de Desarrollo Industrial 2025–2029—, una tarea urgente es la creación de un foro nacional con participación del gobierno, la empresa privada, la academia, el sector sindical y organizaciones sociales. Este espacio permitiría acordar y concretar las intervenciones prioritarias, definir los recursos necesarios para su financiamiento y establecer los responsables de su implementación. Una iniciativa similar debe impulsarse para la reactivación y modernización del sector agropecuario, tema que abordaremos en un próximo artículo.

    El Salvador no puede seguir inmóvil frente al lento crecimiento económico, la débil creación de empleos y la dependencia de mecanismos cada vez más frágiles como las migraciones remesas. Sin una política industrial sólida, coherente y sostenida en el tiempo, la reindustrialización seguirá siendo una promesa incumplida. Recuperar la capacidad de producir, generar empleo digno y construir un modelo de desarrollo más equilibrado y resiliente exige voluntad política, visión y un compromiso colectivo firme. El tiempo de actuar no es mañana. Es ahora.

     

    * William Pleites es director de FLACSO El Salvador

  • Intercambio de prisioneros: El Salvador y EE. UU. en el ajedrez de la Seguridad Global

    Intercambio de prisioneros: El Salvador y EE. UU. en el ajedrez de la Seguridad Global

    El pasado viernes, una noticia cimbró los titulares internacionales de los principales medios de comunicación: el intercambio de miembros de la peligrosa banda criminal venezolana, el Tren de Aragua, por prisioneros estadounidenses y presos políticos en Venezuela. Este movimiento diplomático, que acaparó la atención mediática global, puso de manifiesto no solo la complejidad de las negociaciones geopolíticas, sino también, aunque quizás de forma menos explícita, la relevancia estratégica del presidente Nayib Bukele, de su gabinete de seguridad, del Gobierno de El Salvador, y su colaboración con Estados Unidos en el combate a la criminalidad transnacional.

    A primera vista, la noticia se centra en Venezuela y su rol en este particular ajedrez. Sin embargo, para un criminólogo y observador atento de las dinámicas de seguridad en la región, la implicación del Tren de Aragua en un canje de esta magnitud lanza una señal clara y preocupante: la capacidad de esta organización de trascender fronteras y de convertirse en un actor de peso en el mapa criminal internacional como ya se ha expuesto en varias columnas en años anteriores, tratando de negar la realidad de su presencia trasnacional y de ser verdaderos actores no estatales criminales. 

    Aquí es donde la experiencia de El Salvador cobra una dimensión particular. Durante los últimos años, el presidente Bukele, su gabinete de seguridad y la Fiscalía General de la República han sostenido una lucha frontal sin precedentes contra las pandillas locales y el crimen organizado, logrando un control territorial y una reducción de la violencia que ha sido objeto tanto de admiración y reconocimiento en los cinco continentes. Este éxito, validado por la percepción de seguridad de sus ciudadanos, se ha construido, en parte, sobre la base de una estrecha coordinación y un intercambio de inteligencia con agencias de seguridad de Estados Unidos y la confianza con la administración Trump.

    La presencia del Tren de Aragua en países como Colombia, Perú, Chile, México, Estados Unidos y, preocupantemente, las alertas sobre su posible infiltración en Centroamérica convierten a este grupo en una amenaza de seguridad regional. En este contexto, la capacidad de El Salvador para contener y desarticular estructuras criminales organizadas se vuelve un activo estratégico para Estados Unidos. Si bien el canje del viernes no involucró directamente a prisioneros del CECOT salvadoreño, el solo hecho de que miembros de una banda tan peligrosa estén en el centro de una negociación internacional subraya la necesidad crítica de que países como El Salvador mantengan y profundicen sus capacidades operativas y de inteligencia contra este tipo de organizaciones, siendo los únicos en la región con este claro enfoque y resultados que se miden en la cantidad de toneladas de drogas incautadas que van hacia el sueño de los narcotraficantes llegar a los Estados Unidos. 

    La colaboración entre el Gobierno de El Salvador y Estados Unidos en materia de seguridad no es solo una cuestión bilateral; es un dique de contención crucial contra el crimen transnacional y en especial al continente. Los recursos, la capacitación y el intercambio de información entre ambas naciones son esenciales para identificar y neutralizar amenazas como el Tren de Aragua antes de que logren establecerse y replicar el control y la violencia que alguna vez ejercieron las pandillas locales.

    En un mundo donde las redes criminales son cada vez más sofisticadas y globalizadas, la efectividad de la política de seguridad salvadoreña, combinada con la excelente relación en este momento con el gobierno de Donald Trump, envía un mensaje potente: la lucha contra el crimen organizado es un esfuerzo compartido que exige alianzas firmes y una vigilancia constante. El ajedrez de la seguridad internacional es complejo, pero El Salvador ha demostrado ser un jugador clave en la protección de sus ciudadanos y, por extensión, en la estabilidad regional. En este juego el presidente Nayib Bukele se convierte en un actor protagonista y desarrolla movimientos en el tablero y escenario geopolítico como no había logrado el país en 204 años de República, quien hubiera pensado que la nación con los mayores niveles de incidencia criminal en la administración que le precedió ahora este jugando en grandes ligas con un liderazgo ganado por ser disruptivo e innovador. 

    * Ricardo Sosa es doctor y máster en Criminología 

  • Iglesia católica alerta sobre caída de natalidad y envejecimiento en Latinoamérica

    Iglesia católica alerta sobre caída de natalidad y envejecimiento en Latinoamérica

    La Iglesia católica de México expresó este domingo su preocupación ante una profunda transformación demográfica en América Latina, caracterizada por la caída sostenida en las tasas de natalidad, el incremento en los divorcios y la creciente proporción de hogares unipersonales, según expuso en su editorial del semanario Desde la Fe.

    El posicionamiento se basa en los hallazgos del informe Cambios en las estructuras demográficas, elaborado por la Red de Institutos Universitarios Latinoamericanos de Familia, que advierte que “el envejecimiento ya no es una amenaza lejana” en la región.

    «Estos datos nos invitan a mirar con atención un fenómeno que no solo afecta estadísticas, sino que transforma profundamente la vida cotidiana, las relaciones humanas y las bases mismas de la convivencia», señaló la institución religiosa.

    Por su parte, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) reveló que en 2024 la población regional alcanzó 663 millones de personas, un 3.8 % menos de lo proyectado para el año 2000, cuando se estimaban 689 millones.

    La Iglesia advierte que el envejecimiento de la población avanza sin un relevo generacional suficiente, y que en algunos países de América Latina el número de muertes ya supera al de nacimientos.

    Ante este escenario, el clero mexicano instó a los gobiernos a implementar políticas públicas centradas en la familia, consideradas como el “núcleo primario de la sociedad”, para mitigar los efectos de esta transición demográfica.

    Entre sus propuestas destacan medidas que acompañen la maternidad y paternidad responsables, que protejan a los adultos mayores sin marginarlos, que fomenten la conciliación familiar y que fortalezcan los lazos intergeneracionales.

    Asimismo, enfatizó que la lucha contra la pobreza, el acceso a la salud mental, la educación integral y la inclusión digital no puede desvincularse del papel de la familia, sino que deben “nutrirse de ella” para garantizar un desarrollo más equitativo y sostenible en la región.