El precio internacional del café ha retrocedido a su nivel más bajo en dos meses, afectado por las tensiones comerciales ante las puertas de una guerra arancelaria emprendida por Estados Unidos.
A las 10:30 a.m. de este martes, el saco de café de 60 kilogramos se cotizaba en $343.2, un valor no registrado desde el 23 de enero de 2025 cuando en ese momento se encontraba en aumento que lo hizo rebotar sobre los $400 en febrero.
En una nota, el Instituto Salvadoreño del Café (ISC) explicó que el “fuerte retroceso” en la cotización del aromático responde a las presiones en el mercado por los temores crecientes sobre una posible guerra comercial tras el anuncio del presidente estadounidense Donald Trump el 2 de abril pasado se aplicar un arancel base del 10 % a nivel global -incluye a El Salvador-, más tasas adicionales a socios clave como Europa y China.
En la jornada del lunes, la cotización del aromático para entregar en mayo abrió en $362.5, pero cerró en $344.80, mientras que los contratos más prolongados, para mayo de 2026, inició en $341.95 y terminó en $326.8.
La jornada bursátil del lunes se caracterizó por una disminución en la mayoría de las materias primas, arrastradas por el desplome de las principales bolsas del mundo. “En este contexto, los precios del café registraron una fuerte caída por segunda sesión consecutiva”, añadió el ISC.
En el mercado del café también influyó la depresión del real brasileño, que bajó a su menor punto en dos meses.
La libra retrocede 1.8 % en marzo
La Organización Internacional del Café (OIC) reporta que el precio indicativo de la libra del grano de oro promedió $3.47 en marzo pasado, un 1.9 % menos en comparación con febrero, $3.54, su mejor precio desde marzo de 1977
El último análisis del mercado de la OIC explica que el precio es arrastrado por una “combinación de eventos específicos”, tanto macroeconómicos como factores geopolíticos que han generado incertidumbre en el mercado.
Según la OIC, los consumidores optan por opciones más económicas para consumir café debido al deterioro del entorno macroeconómico y finanzas de los hogares, tal como evidencia el Índice de Confianza del Consumidor de EE. UU. tras caer 7.2 puntos en marzo.
En marzo también influyó una mejor posición de suministro de Colombia, el tercer productor mundial, que alcanzó su mayor producción en 29 años, mientras que Brasil se enfrenta a un duro episodio por una sequía que amenaza su cosecha.
En el rosario de factores se incluye la mayor incertidumbre debido a los aranceles de Estados Unidos, que podrían debilitar la demanda ante la posibilidad de un aumento en el precio minorista.