El grupo oficial de aficionados de Inglaterra (ESTC, por sus siglas en inglés) arremetió este miércoles contra la FIFA por los altos precios establecidos para los partidos del próximo Mundial. Según sus cálculos, seguir a su selección desde la fase de grupos hasta la final podría costar más de $6,150.
El costo más bajo para ver la final del torneo ronda las 3,000 libras esterlinas, lo que equivale a más de $3,680, una cifra muy por encima del valor que se pagó por el mismo evento en el Mundial de Catar 2022, donde el boleto más barato fue de aproximadamente $610.
Asistir a los tres partidos de Inglaterra en la fase de grupos –ante Panamá, Ghana y Croacia el 17 de junio– tendría un costo base de al menos 500 libras ($614). Las entradas para los duelos eliminatorios escalan rápidamente: 175 libras ($215) en la primera ronda, 220 libras ($270) en octavos, y 508 libras ($623) desde cuartos de final. La semifinal costaría 687 libras ($843).
El aumento exponencial ha desatado el rechazo no solo de los aficionados británicos, sino también de organizaciones internacionales. El grupo Football Supporters Europe (FSE) calificó las tarifas como “una traición monumental a la tradición de la Copa del Mundo”, y denunció el abandono del compromiso con los hinchas.
“El documento de la candidatura en 2018 prometió entradas a 21 dólares. ¿Dónde están esas entradas? Pedimos a la FIFA que inmediatamente rebaje a la mitad los precios de las entradas, revise los precios y la distribución por categoría y entable conversaciones con todos los afectados hasta que se encuentre una solución que respete la tradición, la universalidad y la importancia cultural de la Copa del Mundo”, declaró la FSE.
La controversia aumenta la presión sobre la FIFA, que aún no se ha pronunciado respecto a las exigencias de los aficionados y de organizaciones que defienden el acceso igualitario al mayor evento deportivo del planeta.
