Ocho años después de su retiro, Usain Bolt, plusmarquista mundial de los 100 metros (9.58s) y 200 metros (19.19s), sigue siendo reconocido como el hombre más rápido del mundo y una leyenda del atletismo mundial.
Desde el Estadio Olímpico de Tokio, el jamaicano compartió reflexiones sobre su carrera, el futuro de los jóvenes atletas y el recuerdo de sus grandes triunfos.
Retirado desde 2017, Bolt aún conserva sus récords mundiales, que nadie ha logrado superar, pese a los intentos de estrellas como el estadounidense Noah Lyles. “Con el tiempo, con nuevas zapatillas y tecnología, los récords caerán, pero lo más importante siempre será el talento”, señaló.
El jamaicano destacó que su mayor satisfacción es que los aficionados lo sigan considerando una referencia: “Quería ser una leyenda, establecer estándares altos, y lo hice”.
Bolt aseguró que observa con interés el progreso de los velocistas Oblique Seville y Kishane Thompson, aunque insiste en que la clave está en la ejecución y en la fortaleza mental en competiciones de alto nivel.
Sobre el joven australiano Gout Gout, quien con 17 años ya marcó 20.02 segundos en 200 metros, afirmó: “Siempre me impresionan los jóvenes con talento. Solo espero que encuentre un buen equipo y entrenador para hacer una mejor transición al nivel superior de la que tuve yo”.
Al recordar los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, donde ganó tres medallas de oro, Bolt fue contundente: “Fue un momento que cambió mi vida. Siempre tendrá un lugar especial en mi corazón”.
Sobre su vida cotidiana tras el retiro, reveló que dedica gran parte del tiempo a sus hijos, a ver películas y a ejercitarse en el gimnasio: “Ahora tengo que volver a correr porque cuando subo escaleras me falta el aire”, comentó entre risas.
Para Bolt, la evolución tecnológica y el uso de nuevos clavos y pistas ayudan, pero no sustituyen al talento natural: “Quizá antes había más talento. La tecnología puede apoyar, pero lo esencial sigue siendo la capacidad del atleta”.
Con los Mundiales de Atletismo Pekín 2027 en el horizonte, el jamaicano asegura que seguirá siendo un espectador apasionado, observando la nueva generación de velocistas que buscan alcanzar lo que él logró: convertirse en leyenda.