Cada año el bosque cafetalero de El Salvador debe reemplazar siete millones de plantas que mueren naturalmente, según un reporte del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA).
El documento, publicado el 13 de mayo, retoma datos de los productores salvadoreños y señala que, si se busca la renovación completa del bosque, el país necesita sembrar 30 millones de cafetos de alta calidad y resistentes a la roya al año para lograrlo.
La renovación del parque se debe realizar por una década en una ambiente en el que muchas plantas de café ya sobrepasaron los 25 años de vida, superando su tiempo útil.
USDA reconoce que los gobiernos han implementado programas de asistencia, los cuales se han enfocado en apoyar a las pérdidas que ya fueron provocadas por enfermedades y eventos climáticos extremos.
Sectores apoyados
El apoyo hacia el sector cafetalero se ha centrado en los pequeños productores con menos de 3.5 hectáreas, una porción que representa menos de un 15 % de la superficie total sembrada.
Además, el Departamento de Agricultura destaca que los cafetos suelen carecer de genealogía y certificación de calidad, que provoca menor productividad. Añadido a la situación, los productores carecen de financiamiento para dar el tratamiento que necesitan las plantas para llegar a la edad productiva, alrededor de tres años.
Para lograr un mayor impacto, el gobierno estadounidense recomienda a El Salvador incluir en el apoyo estatal a los medianos agricultores, que cultivan 3.5 hectáreas o más.
Mano de obra
El informe señala que los desafíos que enfrenta el sector y la reducción continua de la cosecha pueden impactar directamente en los empleos que el cultivo del café genera.
Se estima que por cada 100,000 quintales menos producidos, se pierden 10,000 trabajadores en el sector.
“Cada vez más fincas cafetaleras están siendo abandonadas o convertidas a la producción de granos básicos, lo que agrava aún más los desafíos ambientales del país al reducir la forestación y perjudicar la retención de agua”, puntualiza el documento.
El problema con la mano de obra es algo que afecta a todo el campo. Las gremiales de granos básicos, cañeras y del sector ganadero han confirmado que en la próxima década el sector agropecuario se podrá quedar sin trabajadores debido a la ruptura del relevo generacional, es decir, que los hijos de los productores ya no se dedican a continuar con este empleo, conformado en legado, en sus familias.
El gobierno de Estados Unidos asegura que para abordar este tipo de problemas trabaja en coordinación con la ONG Technoserve para empujar la producción del café y de cacao en todo el continente.
USDA prevé que más de 5,000 agricultores se beneficien con la formación en tecnología, la mejora de acceso a semilla y la apertura de otros mercados para exportar.
El proyecto espera que en el sector se generen mejores salarios y se facilite el acceso a créditos.
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