El primer ministro de Canadu00e1, Mark Carney, anunció el jueves que responderu00e1 a los aranceles estadounidenses del 25% a la importación de automóviles con medidas similares, pero, también, construyendo una «nueva economía» alejada de Washington, lo cual, ha avisado, llevaru00e1 un tiempo.
«Lucharemos contra los aranceles estadounidenses con nuestras propias medidas comerciales de represalia que tendru00e1n el mu00e1ximo impacto en Estados Unidos y el mu00ednimo aquu00ed, en Canadu00e1», afirmó Carney en rueda de prensa.
El mandatario esperaru00e1 hasta la semana que viene para anunciar medidas concretas, pero, por el momento, ya ha asegurado que Canadu00e1 deberu00e1 reducir «dramu00e1ticamente» la dependencia de su vecino del sur y buscar nuevos socios comerciales «fiables».
En este sentido, indicó que el Gobierno facilitaru00e1 inversiones a nivel nacional para forjar una «nueva economía canadiense». Esto incluiru00e1 la creación de una cadena de suministros para la industria automovilística que emplee acero y aluminio producido dentro del pau00eds.
Así, Carney ha adelantado que se modificaru00e1 la normativa de contratación pública para apoyar a este sector mediante la adquisición por parte del Estado de 40.000 coches fabricados en Canadu00e1 por un monto de 2.000 millones de dólares canadienses.
No obstante, el sucesor de Justin Trudeau ha reconocido de que levantar una «Canadu00e1 mu00e1s fuerte, mu00e1s libre y eterna» seru00e1 complicado al admitir que «no hay ninguna bala de plata ni atajo» para ello.
El líder de la nación norteamericana ha precisado que «entiende y respeta» el objetivo de Donald Trump de apoyar a los trabajadores de Estados Unidos, pero que discrepa de sus métodos y de la «reestructuración» de la economía mundial que su agenda va a brindar.
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