El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) aliviará las restricciones financieras para El Salvador, según la calificadora Fitch Rating.
A través de un comunicado, la agencia aseguró que el programa pactado con el FMI, por $1,400 millones, apoyará a la consolidación fiscal, porque reducirá las necesidades de financiamiento.
La posibilidad de un acuerdo con el Fondo ya había impulsado a la agencia a incrementar la calificación de riesgo de El Salvador de ‘CCC+’ a ‘B-’ en enero pasado, y a establecer una perspectiva estable, por considerar que el gobierno tenía menores necesidades de financiamiento.
El directorio ejecutivo del FMI aprobó un Servicio de Fondo Extendido el pasado 26 de febrero, con el que se prevé que el gobierno salvadoreño aborde los desequilibrios macroeconómicos y fortalezca, al mismo tiempo, la transparencia y gobernanza.
Dentro de las estimaciones relacionadas al acuerdo, el Ministerio de Hacienda prevé que la deuda del sector público no financiero (SPNF), incluyendo las obligaciones del sistema de pensiones, se reduzca a un 86.4 %.
El acuerdo también obliga al gobierno a efectuar una nueva reforma de pensiones en 2026, al mismo tiempo en el que ejecutará una reducción de la masa salarial del sector público que iniciará en 2025.
Fitch señala que la mayoría evidente en la Asamblea Legislativa debería garantizar que las decisiones acordadas con el Fondo se cumplan por parte del gobierno salvadoreño.
Además, la agencia visualiza un progreso en la sostenibilidad fiscal, con la mejora del saldo primario del sector público no financiero (SPNF).
“El presupuesto de 2025 ya establece las medidas destinadas a lograr el ajuste inicial de 1.5 puntos porcentuales y Fitch pronostica una mejora mayor de 1.8 puntos porcentuales este año, lo que conducirá a un superávit primario en 2025 del 1.2 % del PIB”, anticipa Fitch.
Riesgos
La calificadora de riesgo dejó claro que existe riesgo de ejecución dentro del mismo programa, el cual mantendrá revisiones trimestrales que, posteriormente, se convertirán en semestrales.
Uno de los mayores obstáculos para pactar un acuerdo con el FMI se centró en el establecimiento del bitcoin como moneda de curso legal, desde septiembre de 2021.
Pese a tener un acuerdo en manos en la actualidad, y a haber establecido reformas la Ley bitcoin que eliminar la obligación de aceptar pagos con la criptomoneda, el presidente Nayib Bukele evidenció esta semana que continúan comprando el activo y que “no se detendrá”:
Fondos
Fitch recordó que un 70 % del programa se utilizará a modo de apoyo presupuestario, donde se incluye la creación de depósitos del Banco Central de Reserva (BCR), mientras que el resto del dinero se asignará al BCR para aumentar las reservas internacionales brutas.
La agencia recuerda que, en suma, El Salvador debería desbloquear más de $2,000 millones en financiamiento proveniente de otras instituciones en los próximos años.
La calificadora recordó que existen desafíos para reducir el gasto público y disminuir los beneficios de las medidas de la administración tributaria, la cual puede ser más evidente en 2026.
Por otro lado, la aprobación del programa desbloquea recursos para incrementar la liquidez del sistema bancario. Fitch prevé que se incrementen en un 15 % los depósitos al cierre del segundo semestre de 2026.
“Los desembolsos del FMI y un mayor financiamiento multilateral se incorporan a nuestro pronóstico de que las reservas seguirán aumentando en 2025, a $4,400 millones, fortaleciendo la capacidad de pago de la deuda a corto plazo”, añadió Fitch Ratings.
La firma estimó que con el acuerdo financiero en El Salvador empujará a que la deuda pública pase de representar un 87.6 % del producto interno bruto (PIB) en 2024, a reducirse de forma “ligera” para 2026, cuando ronde un 87.5 %.
Impacto
Fitch no descarta que las medidas migratorias ejecutadas por el gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, afecten a El Salvador.
En su comunicado, la institución señala que si bien el apoyo del FMI respalda la estabilidad financiera, el país se podría ver impactado por la acciones “proteccionistas” que ponen en riesgo las perspectivas de crecimiento de El Salvador.
Además, existe un riesgo de que las exportaciones se presionen si el precio del dólar se fortalece.
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