La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) advirtió este miércoles que España debe reforzar la inmigración regular y fomentar la incorporación de trabajadores mayores para garantizar el crecimiento económico ante el fuerte descenso de población en edad de trabajar previsto para las próximas décadas.
En su informe anual sobre perspectivas de empleo, la OCDE destaca que España experimentará «la mayor caída» de la tasa de empleo respecto a su población entre todos los países miembros: se prevé una reducción de 10.3 puntos porcentuales para 2060, frente a un promedio de apenas 2 % en la organización.
El descenso se atribuye principalmente a la baja tasa de natalidad y a la elevada esperanza de vida del país, lo que hará que el número de personas mayores por cada persona en edad de trabajar pase de 0.34 en 2023 a 0.75 en 2060.
Este escenario podría limitar gravemente el crecimiento del producto interior bruto (PIB) per cápita, que avanzaría solo 0.13 % anual de aquí a 2060, muy por debajo del 0.53 % registrado entre 2006 y 2019.
Para contrarrestar este retroceso, la OCDE propone medidas como reducir la brecha de género en el empleo para aumentar la incorporación de mujeres al mercado laboral, incentivar a los trabajadores mayores a permanecer activos mientras gocen de buena salud, y promover políticas que faciliten una migración regular y planificada.
Según sus cálculos, si España aplica estas recomendaciones podría elevar el crecimiento anual del PIB per cápita hasta un 0.73 %. Sin embargo, advierte que para igualar la media del 0.9 % prevista para la OCDE, el país deberá mejorar su productividad.
«La economía de la OCDE ha entrado en una nueva era: el desafío ya no es la escasez de empleo, sino la falta de trabajadores», subraya el informe. El índice de dependencia de la vejez –que compara la población mayor de 65 años con la población activa– pasó del 19 % en 1980 al 31 % en 2023 y podría alcanzar el 52 % en 2060, provocando una pérdida acumulada del 40 % en el PIB per cápita de la organización.
La OCDE recuerda que la inmigración «ya está ayudando a sostener la población activa y a paliar la escasez de mano de obra», pero advierte que, para ser un verdadero factor de cambio, las tasas netas de migración deberán superar los niveles históricos.
Otro punto clave es prolongar la vida laboral: «Mantener en activo a los trabajadores de mayor edad no solo aportaría recursos laborales adicionales, sino que aliviaría la carga que hoy soportan los jóvenes, que ya enfrentan un estancamiento de ingresos», señala el informe.
El organismo recomienda fortalecer la formación continua para garantizar que los trabajadores mayores mantengan sus habilidades. En España, solo el 29.3 % de los empleados de entre 55 y 65 años participa en formación no reglada, frente al 34.9 % de media entre los países de la OCDE que reportan este dato.
Finalmente, la OCDE advierte que la Inteligencia Artificial no sustituirá el papel de la fuerza laboral: «Puede elevar la productividad, pero no es una solución mágica para la falta de trabajadores», concluye el informe.
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