Un vehículo importado de Estados Unidos con cinco años de antigüedad, ya arreglado y registrado, tiene un costo cercano a los $7,000 en El Salvador, pero en los próximos meses ese valor subirá porque los materiales para fabricar esa unidad ahora ingresan a la gran economía más caros por aranceles. Ese es uno de los tantos efectos que resentirán los salvadoreños gracias a la guerra comercial.
Economistas salvadoreños aseguraron a Diario El Mundo que los efectos de una futura recesión en Estados Unidos van más allá del aumento de la inflación. Entre las implicaciones está la reducción de los flujos de remesas, exportaciones e inversión.
El primer impacto que sentirán los salvadoreños será a través del empleo, afirmó Rommel Rodríguez, coordinador del Área de Macroeconomía y Desarrollo de la Fundación Nacional para el Desarrollo (Funde), porque las empresas exportadoras podrían reducir las filas de empleos a medida se caiga la demanda de comercio exterior.
Bajo la misma línea, el expresidente del Banco Central de Reserva (BCR), Óscar Cabrera, aseguró que, en medio de una recesión, el empleo en Estados Unidos se reducirá, lo que perjudicará a la diáspora residente en dicho país.
“Esto pues obviamente va a tener repercusiones en la deducción de remesas de flujos familiares a El Salvador, eso creo que es el primer canal que podemos estar viendo”, añadió Cabrera.
El aumento arancelario impulsado por la administración Donald Trump desde el 2 de abril ha causado fuertes caídas en las principales bolsas del mundo desde la semana pasada, mientras el bitcoin reduce su valor y los economistas advierten de alzas en los niveles inflacionarios.
Economistas nacionales e internacionales han recordado que existen altas probabilidades de que la guerra comercial desencadene una recesión en Estados Unidos.
Exportaciones
Por la experiencia de la crisis financiera internacional de 2009, Rodríguez indicó que el canal de contagio de una recesión en el gran socio comercial se evidencia en la liquidez de la economía salvadoreña: llegan menos remesas al tiempo que caen las exportaciones.
“En el caso, los que laboran en las entidades que exportan, la estructura de costo cambia fundamental porque ahora tiene que pagar aranceles para vender en Estados Unidos y si ya tienen un nicho, no lo van a dejar perder, porque eso es más doloroso (…) y eventualmente eso se puede traducir en una reestructuración de los costos que afecte a los empleados”, añadió.
Al respecto, Cabrera, quien también es presidente de la Fundación para el Desarrollo de Centroamérica (Fudecen), recordó que en los últimos años las exportaciones salvadoreñas han sufrido una “evolución negativa”.
Los datos del BCR confirman que los envíos salvadoreños de bienes a todo el mundo cayeron un 8.7 % al cierre de 2023, tras la comercialización de $6,498.1 millones.
La tendencia continuó en 2024, cuando la balanza comercial cerró un 0.8 % menos de mercancía exportada, al superar los $6,447.5 millones.
Por otro lado, continuó explicando el economista de Funde, las inversiones de las estadounidenses colocadas en El Salvador serían afectadas. Al término de 2024, las empresas de Estados Unidos invirtieron $113.38 millones, inferior en comparación con los $117.82 millones de 2023.
“Creo que se pueden ver afectados por la misma situación económica mundial, por los desincentivos, la falta de dinamismo y la sensación de malestar (…) podría reducir el apetito por riesgo que tiene un inversionista para colocar los recursos en el país”, dijo Rodríguez.
Inflación
El presidente de Fudecen explicó que El Salvador también experimentará un aumento generalizado de los precios, sobre todo porque Estados Unidos es el principal socio comercial y muchos de los insumos que se utilizan para el proceso productivo de las empresas provienen del mercado estadounidense.
“Esto va a venir con incrementos de precios y a nivel de consumidor vamos a ver que muchos productos importados de los Estados Unidos van a subir los precios”, sumó Cabrera.
El presidente de Fudecen aseguró que si se mantiene la probabilidad de recesión, que actualmente ronda entre un 40 % y un 60 %, los efectos en la economía salvadoreña serán notorios “en los próximos meses”.
El expresidente del BCR, Carlos Acevedo, dijo que si Trump no da un paso atrás a las medidas, a finales de este año la economía estadounidense caerá en recesión.
Seis meses después, añadió Acevedo, El Salvador experimentará la misma situación, desencadenando una recesión más larga que en 2020, y afectando el empleo, los ingresos, los medios de vida y la pobreza.
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