El triunfo del oficialismo encabezado por el presidente Javier Milei en las elecciones legislativas del domingo ha profundizado la crisis interna del peronismo argentino, debilitado desde su derrota en los comicios presidenciales de 2023. La Libertad Avanza (LLA), partido liderado por Milei, se impuso con contundencia en 16 de los 24 distritos electorales del país, incluyendo la estratégica provincia de Buenos Aires.
El revés electoral dejó al descubierto las divisiones en el movimiento opositor, especialmente entre la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner y el actual gobernador bonaerense, Axel Kicillof, quien se perfilaba como posible candidato presidencial para 2027. La derrota en su propio territorio deja en entredicho su liderazgo, a pesar de haber vencido al oficialismo en las elecciones provinciales de septiembre.
“El peronismo está ante la crisis más anunciada de su larga historia”, sostuvo a EFE el consultor político Pablo Touzon, quien subrayó la falta de renovación en las listas presentadas, compuestas en su mayoría por dirigentes ya conocidos por el electorado.
Tras la condena judicial contra Cristina Fernández que le impide ocupar cargos públicos, Kicillof surgió como posible sucesor natural dentro del espacio kirchnerista. No obstante, el resultado del domingo debilitó esa proyección.
“Hoy está en duda que Kicillof sea un candidato presidencial competitivo”, consideró Patricio Giusto, director de la consultora Diagnóstico Político.
Según Giusto, el rechazo a Kicillof también proviene del entorno de la propia Fernández. Para Touzon, ambos líderes han generado “un peronismo autorreferencial que se habla a sí mismo”, mientras las bases del movimiento exigen una renovación urgente en propuestas y liderazgos.

La derrota se produce en un contexto de creciente desaprobación popular hacia el peronismo. Una encuesta de Zuban Córdoba reveló que el 40 % de los argentinos se declara antiperonista, mientras que un 30 % se identifica como “mileista”. El rechazo es mayor cuando se consulta por el kirchnerismo, con un 56 % afirmando ser antikirchnerista.
En provincias clave como Córdoba, el referente peronista Juan Schiaretti fue derrotado por Gonzalo Roca, un joven desconocido impulsado por el respaldo de Milei, lo que refleja el creciente desgaste del peronismo incluso fuera del eje kirchnerista.
“El peronismo debería reformar y renovar profundamente sus ideas, dirigencia, métodos y programas, si quiere volver a tener una chance en el futuro como opción de poder. Ya no alcanza con esperar la crisis ajena”, concluyó Touzon.
