Israel destruye Palacio Presidencial hutí en Yemen tras ataque con bomba de racimo

La aviación israelí destruyó este domingo el Palacio Presidencial de Saná, capital de Yemen, en una serie de bombardeos de represalia contra los rebeldes hutíes, después de que estos lanzaran un misil con bomba de racimo contra Israel. Al menos dos personas murieron y 35 resultaron heridas en los ataques, que también alcanzaron dos centrales eléctricas y un depósito de combustible.

“El régimen terrorista hutí está pagando un precio muy alto por su agresión”, declaró el ministro de Defensa, Israel Katz, desde Tel Aviv, junto al primer ministro Benjamín Netanyahu y el jefe del Estado Mayor, Eyal Zamir. Netanyahu advirtió: “Atacaremos a quien nos ataque. Quien planee atacarnos, le atacaremos”.

El Ejército israelí confirmó que los bombardeos destruyeron el complejo militar donde se ubica el Palacio Presidencial, además de las plantas eléctricas de Haziz y Assar, y un almacén de combustible presuntamente usado para operaciones militares hutíes. Las FDI insistieron en que el operativo responde a los “reiterados ataques de misiles y drones” lanzados desde Yemen contra la población israelí.

El viernes pasado, los hutíes lanzaron por primera vez un misil equipado con munición de racimo —armamento prohibido por el derecho internacional— que alcanzó una vivienda en la ciudad israelí de Ginaton, aunque no dejó víctimas. Fuentes de seguridad confirmaron que el proyectil no fue interceptado en su totalidad, aunque las defensas aéreas del país están preparadas para contrarrestar este tipo de amenazas.

En respuesta, líderes hutíes aseguraron que Israel “solo busca levantar la moral de sus colonos” con los bombardeos, pero que su ofensiva continuará “en apoyo a Gaza”. Hezam al Asad, miembro del buró político de Ansar Alá, advirtió que las operaciones contra Israel “se ampliarán” y reiteró que la insurgencia no se verá intimidada.

El Gobierno hutí denunció que los ataques destruyeron la central eléctrica de Haziz, que abastecía a hospitales y hogares en Saná, provocando un apagón generalizado.

“Consideramos al enemigo sionista y a su socio estadounidense responsables de este crimen atroz y de la pérdida de vidas inocentes”, expresó en un comunicado.

Las autoridades hutíes acusaron a Israel de “desencadenar una guerra abierta contra la nación árabe e islámica”, y subrayaron que su pueblo mantendrá el respaldo a Palestina pese a los ataques. “Apoyar a Palestina es un deber religioso, nacional y humanitario”, remarcaron, concluyendo con consignas de resistencia contra Israel y Estados Unidos.