Tras 42 días de parálisis, el cierre del Gobierno federal más prolongado en la historia de Estados Unidos podría llegar a su fin luego de que el Senado aprobara el lunes una extensión presupuestaria que permitirá reabrir la Administración pública.
El impasse comenzó por la falta de consenso entre republicanos y demócratas sobre un paquete de financiamiento adicional, superando así el cierre de 35 días registrado en 2018, durante el primer mandato del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Como consecuencia, miles de empleados públicos fueron suspendidos sin salario y la falta de controladores aéreos obligó a la Administración Trump a reducir en 10 % el tráfico aéreo, causando múltiples retrasos y cancelaciones en aeropuertos.
El proyecto fue aprobado con 60 votos a favor y 40 en contra, gracias a ocho senadores demócratas moderados que se sumaron a los republicanos, tras una fuerte presión de Trump para poner fin a la crisis, agravada por los recientes reveses electorales del Partido Republicano en Nueva York, Nueva Jersey y Virginia.
La medida permitirá garantizar subsidios alimentarios hasta septiembre del próximo año, aunque no incluye la renovación de los subsidios sanitarios contemplados en la Ley de Cuidado Asequible (Obamacare), lo que generó fuertes críticas dentro del Partido Demócrata, donde algunos miembros calificaron como “traidores” a quienes apoyaron el acuerdo.
Ahora, el proyecto debe ser ratificado por la Cámara de Representantes, controlada por una ajustada mayoría republicana. Se espera que la votación ocurra este miércoles, tras el receso del martes por la conmemoración del Día de los Veteranos en Estados Unidos.
El presidente de la Cámara, el republicano Mike Johnson, solicitó a sus colegas “regresar cuanto antes a Washington” para proceder con la votación. No obstante, al menos 14 republicanos han manifestado su intención de incluir los subsidios de Obamacare, lo que podría complicar la aprobación.
“Lucharemos contra el proyecto de ley del Partido Republicano”, advirtió el líder demócrata en la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, quien responsabilizó al presidente Trump de provocar una “crisis sanitaria”.
Si el proyecto es ratificado, cientos de miles de empleados públicos podrán regresar a sus funciones y museos como los del Instituto Smithsonian reabrirán sus puertas. Sin embargo, sectores críticos como el transporte aéreo requerirán varios días para recuperar la normalidad operativa.
Airlines for America, asociación que agrupa a las principales aerolíneas, advirtió que “las consecuencias del cierre persistirán durante días” y que se requerirá tiempo para reorganizar vuelos y personal.
El acuerdo aprobado solo garantiza la financiación hasta el 30 de enero, lo que podría generar un nuevo cierre dentro de poco más de dos meses si no se logra un pacto duradero.
