El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se distanció públicamente de la congresista republicana Marjorie Taylor Greene, a quien tildó de “lunática” y “chiflada” por su insistente presión para que se hagan públicos los documentos relacionados con el caso de Jeffrey Epstein, el empresario fallecido acusado de liderar una red de prostitución.
Trump, quien gobernará hasta 2029 tras su reelección, dejó en claro que ya no mantiene contacto con la representante por Georgia, una de sus principales aliadas durante su primer mandato y figura clave del movimiento MAGA (Make America Great Again). En su red Truth Social, el presidente afirmó que Greene “no deja de quejarse” y acusó a la congresista de haberlo llamado insistentemente sin obtener respuesta.
Aunque no mencionó directamente el caso Epstein como causa de la ruptura, Trump citó una encuesta interna en la que Greene apenas sumaba un 12 % de intención de voto para las elecciones estatales, lo que a su juicio demuestra que “no tiene oportunidad sin mi apoyo, y no lo va a tener”.
“Parece estar molesta porque no le devuelvo las llamadas”, escribió Trump.
“Tengo que atender a 219 congresistas, 53 senadores, miembros del gabinete y casi 200 países. No puedo estar escuchando todos los días a una lunática despotricar”, añadió.
El mandatario también acusó a Greene de haberse alejado de los principios del Partido Republicano para alinearse con la “izquierda radical”.
En un nuevo ataque, Trump advirtió que “la gente conservadora de Georgia está considerando retarla en unas primarias” y ofreció su “apoyo total” a cualquier rival que decida enfrentarse a ella. Incluso, se burló del apellido de la congresista llamándola “Marjorie Taylor Brown”, asegurando que “la hierba verde se vuelve marrón cuando empieza a pudrirse”.
Greene, por su parte, respondió desde su cuenta en la red X, donde acusó a Trump de mentir sobre las llamadas y de estar “enfurecido” por su insistencia en desclasificar los archivos del caso Epstein.
“Está atacándome para dar ejemplo y atemorizar a los demás republicanos antes de la votación sobre la publicación de esos documentos”, sostuvo.
La legisladora insistió en que “es realmente asombroso el empeño que pone en ocultar los archivos” y pidió a Trump que “luche con esa misma tenacidad por los hombres y mujeres olvidados de Estados Unidos, que están hartos de guerras y causas extranjeras”, en referencia a su desacuerdo con el apoyo a Israel.
Greene finalizó asegurando que, aunque apoyó con recursos y tiempo al presidente, “no lo idolatra ni le sirve”. “Adoro a Dios, sirvo a mi distrito y al pueblo estadounidense. Seguiré rezando para que esta administración tenga éxito, porque nuestro país lo necesita desesperadamente”, concluyó.