CMI Alimentos detalla su expansión molinera en Centroamérica: 90 años de historia, innovación y liderazgo Regional

CMI Alimentos, a través de su Unidad de Negocios B4B (Business for Business), reafirmó su liderazgo en la industria molinera y alimentaria de la región, destacando una trayectoria de casi 90 años marcada por la expansión estratégica, la innovación constante y un fuerte compromiso con el desarrollo de emprendedores.

En una entrevista con Gabriel Eisemberg, director general de la Unidad de Negocios B4B de CMI Alimentos, detalló los retos superados y la profunda huella que la corporación ha dejado en Centroamérica, el Caribe y México.

Gabriel Eisemberg, director general de la Unidad de Negocios B4B de CMI Alimentos.

 

Historia, infraestructura y expansión regional

La historia de CMI en el sector molinero se remonta a 1936, con la fundación del Molino Excelsior en Quetzaltenango, Guatemala, por Juan Bautista Gutiérrez. Hoy, la unidad B4B ha consolidado toda la cadena de valor del trigo, del maíz y de alimentos balanceados para animales, operando nueve molinos de harina 100% propios y dos de pasta en la región.

Molinos en El Salvador: CMI Alimentos tiene una profunda huella en El Salvador con una planta dedicada al molino de trigo y otra de harina de maíz nixtamalizada, ambas ubicadas en Plan de La Laguna. Desde esta última, se abastece a toda la región con marcas icónicas como El Comal y Espiga.

El director Eisemberg señaló que los principales retos de crecimiento fueron la adaptación a la infraestructura, logística y tecnología para transformar la visión original en una operación sólida, así como la expansión a diversos mercados.

«Hay que adaptarse a las condiciones locales, a las condiciones económicas, regulatorias de cada país y esto ha sido clave. Especialmente adaptarse al sabor local. En cada país tanto la forma de hacer pan, la fermentación tiene sus cambios,» afirmó Eisemberg.

Claves del liderazgo y acompañamiento empresarial

CMI Alimentos basa su liderazgo en dos pilares fundamentales:

  1. Experticia molinera: con casi 90 años en la industria, la corporación invierte en tecnología de punta (como su molino de 460 toneladas/hora en Guatemala) y mantiene marcas sinónimo de calidad como Espiga, Molinos Modernos y Gemina.
  2. Programa Cocreo: bajo el lema «Nos gusta crecer juntos», CMI ofrece su academia de panadería y repostería, Cocreo, que brinda capacitación técnica y profesional a pequeños negocios y emprendedores, ayudándoles a desarrollar sus negocios y expandir sus portafolio.
La unidad B4B genera más de 2,800 empleos directos en la región, abarcando trigo, maíz, sémolas, alimentos balanceados e insumos para pastelería.

 

Sostenibilidad y objetivos de largo plazo

En cuanto a la responsabilidad ambiental, CMI destacó que ya cuenta con cinco molinos certificados como carbono neutral en Costa Rica, El Salvador y Guatemala, lo que representa el 70% de su parque industrial de harinas.

Los objetivos a corto y largo plazo de la corporación se centran en:

  • Corto plazo: continuar innovando en productos y procesos, y fortalecer el acompañamiento a los emprendedores mediante la oferta de soluciones integrales (harinas, levaduras, premezclas).
  • Largo plazo: mantener el liderazgo regional en soluciones alimentarias sostenibles, evolucionando con un enfoque en tecnología, seguridad alimentaria y responsabilidad social y ambiental.