La Plaza Simón Bolívar volvió a abrir el 27 de noviembre de 2025 después de cuatro años de obras que transformaron por completo su aspecto. El resultado es un espacio más amplio, limpio y minimalista, pensado para que la gente pueda recorrerlo sin obstáculos y disfrutarlo sin prisas.

Uno de los cambios más notorios desde el primer vistazo son las rampas que ahora acompañan los accesos principales y laterales. Estas facilitan el paso a personas con movilidad reducida, adultos mayores y, en general, a cualquiera que prefiera un recorrido más suave y accesible.
Además, la nueva plaza cuenta con un sistema de iluminación renovado, pensado para garantizar visibilidad y uso seguro durante las horas nocturnas.

El nuevo kiosco ocupa el papel de protagonista en el corazón del espacio, cuya arquitectura busca emular la estética que ocupaba la plaza originalmente. Este funciona como punto de descanso y, además, está preparado para albergar pequeñas actividades culturales.

Por su parte, la zona de juegos infantiles continúa siendo uno de los rincones más concurridos. Tras la renovación, el lugar mantiene la sombra de los árboles, lo que permite que las familias disfruten del espacio.


La estatua de Simón Bolívar fue reubicada como parte del rediseño general. La escultura de bronce, donada en la década de los 90 por el Gobierno venezolano se trasladó a una posición más central, donde ahora destaca en su totalidad.


