De motos acuáticas a lanchas sobrecargadas: así arriesgan la vida los migrantes en la frontera marítima de Estados Unidos

Agentes de Operaciones Aéreas y Marítimas (AMO) de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) advirtieron sobre los crecientes riesgos que enfrentan los migrantes que intentan ingresar al Estados Unidos por la vía marítima, especialmente, en la costa del Océano Pacífico, en San Diego, California, desde territorios mexicanos como Tijuana.

Desde motos acuáticas hasta lanchas de pescadores sobrecargadas, los agentes describen un patrón constante que los migrantes sufren al creer en la palabra de contrabandistas: embarcaciones inestables, frío extremo, corrientes fuertes y nulas medidas de seguridad que con frecuencia terminan en hospitalizaciones, naufragios o muertes.

Durante un recorrido marino realizado por CBP en la frontera sur, agentes explicaron que, aunque la cantidad de cruces ha disminuido debido al aumento de la vigilancia, los peligros siguen siendo letales. “En un día favorable, encontramos a las personas mojadas, con frío, muchas veces con hipotermia. Pero también las encontramos perdidas, en condiciones críticas o ya fallecidas”, señaló un agente de Operaciones Marítimas y Aéreas de CBP.

Los riesgos aumentan para los menores, quienes suelen ser abandonados por los traficantes al enfrentar dificultades en el trayecto. “A los traficantes no les importa si lo tienen que abandonar para ellos seguir. Se encuentran niños solos”, agregó el agente. La frecuencia de estos hallazgos es diaria. “Todos los días encontramos gente”, dijo.

Los agentes relataron que en el caso de los traficantes que llevan personas en motos acuáticos, al verse sorprendidos, lanzan a los migrantes al mar para huir.

Según CBP, los traficantes emplean diferentes tipos de embarcaciones según la demanda: motos acuáticas con una o dos personas, o lanchas de pesca o tradicionales conocidas como “pangas”, con entre 15 y más de 30 migrantes, navegando de noche, sin luces y en condiciones inestables.

“La sobrellenan. Navegan sin luces. Es mucho el riesgo”, explicó otro agente. Estas prácticas, sumadas a las corrientes y el oleaje de la zona, convierten el cruce en una travesía mortal. “Es lo menos favorable cruzar nadando. Aunque está cerca, hay mucha corriente y se ahogan”, puntualizó.

La frontera entre Estados Unidos y México, en lSan Diego, California. De lado derecho, la ciudad de Tijuana. /Iliana Cornejo

Más recursos

La intensificación de la presencia de CBP y de otras agencias federales en esta región también ha cambiado el comportamiento de las redes de tráfico, luego del cambio de políticas de la administración del presidente Donald Trump, quien ha apostado por reforzar el cierre de la frontera.

CBP señaló que ahora tienen más barcos, aviones y agentes para patrullar la frontera, y esto se ha traducido en la reducción de arrestos. Según el sitio de esta institución, solo por vía marítima en el área de San Diego, en el año fiscal 2025 se rescataron a 78 personas, mientras que en el año 2024 fueron 173.

“La cantidad de activos ha aumentado drásticamente, lo que reduce el número de migrantes que están llegando porque ven la mayor seguridad”, dijo un segundo agente de Operaciones Marítimas y Aéreas. Sin embargo, esto no implica que los riesgos hayan disminuido. “Es extremadamente peligroso. Los barcos son inestables y a los contrabandistas no les importa la gente, sino el dinero”.

Desde la Embajada de Estados Unidos en El Salvador, el consejero de Asuntos Públicos Sean McIntosh subrayó que la única vía segura y legal para llegar al país es mediante procesos regulares de migración. “Es muy peligroso viajar con coyotes y en otras maneras ilícitas. La única opción es la vía legal”, afirmó. McIntosh añadió que intentar ingresar ilegalmente puede resultar en prohibiciones de por vida, multas de hasta $5,000, y expulsión inmediata.

Mientras las operaciones de seguridad continúan reforzándose en el mar y en tierra, CBP insiste en que el peligro no ha disminuido: las rutas marítimas siguen siendo una de las travesías más mortales para las personas migrantes que buscan llegar a Estados Unidos.