Desde primeras horas,
decenas de católicos salvadoreños se dieron cita en las parroquias de sus localidades para la misa del Miércoles de Ceniza, una eucaristía que incluye el rito de la imposición de la ceniza, con el que inicia la cuaresma.
La Cuaresma es un período de 40 días que empieza con el rito de la imposición de la ceniza y conduce hacia la Semana Santa.
Esta mañana,
decenas de católicos asistieron a la primer misa de la parroquia San José de la Montaña, en San Salvador, donde el sacerdote colocó la ceniza en la frente de los fieles.
El sacerdote puede expresar varias frases al momento de poner la ceniza: «Del polvo eres y al polvo volverás» es una de ellas. / Daniela Alegría.
Arely Henríquez Machado, una de las fieles que asistió a la misa explicó que para ella es un día importantísimo en la iglesia católica y en la fe «es el inicio de la cuaresma, donde el Señor nos pide que hagamos abstinencia, ayuno, penitencia y sobretodo pidamos perdón por todas nuestras faltas, que pidamos perdón para que nosotros recibamos ese perdón», manifestó la mujer creyente.
Al igual,
en Catedral Metropolitana, Vilma López señaló que es un recordatorio que «somos del polvo y en polvo nos convertimos», una fórmula que los sacerdotes repiten al colocar la cruz de ceniza.
¿Por qué se impone la ceniza a los feligreses?
Tiene el sentido de dejar en claro la propia fragilidad y la mortalidad que necesita ser redimida por la misericordia de Dios.
En lugar de ser puesta en la frente,
la ceniza también puede ser esparcida sobre la cabeza. / Daniela Alegría.
La ceniza es un símbolo de la nulidad de todos los seres terrestres ante el Dios católico, así como de humildad y sumisión, tal como lo expresa Abraham en el libro de Génesis 18:27 señalando «Aunque soy polvo y ceniza me atrevo a hablar a mi Señor».
El día está plasmado de símbolos, pues la ceniza se obtiene de quemar las ramas utilizadas el domingo de Ramos del año anterior. La ceniza se impone a todos sin distinción, niños, adultos, ancianos.
Es importante reconocer que la Semana Santa y sus celebraciones relacionadas están ligadas a los movimientos lunares. De acuerdo al Concilio de Nicea, el cual sentó las bases del cristianismo, la Pascua debía ser celebrada el domingo próximo al primer plenurio del año (El cual sucede tras el equinoccio de primavera del hemisferio norte).
Para los católicos la fecha marca un tiempo de reflexión. / Daniela Alegría.
Siglos después se estableció que la Cuaresma empezaría seis semana antes de la Pascua. Sin embargo, esta chocaba con la costumbre de los fieles de ayunar, la cual a su vez se contradecía con la tradición de ‘celebrar’ los domingos por ser días de fiesta (Dios descansó al sétimo día, según los textos bíblicos).
Las cenizas son producto de quemar las palmas del domingo de Ramos del año anterior. / Daniela Alegría.
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