Ser madre es ser doctora, banco, Uber, psicóloga, maestra, chef…

Ser madre es «lo más hermoso», alegrías, sonrisas, logros, pero también es afrontar retos, obstáculos, noches largas, días difíciles. Este 10 de mayo, Día de las Madres, tres mujeres salvadoreñas cuentan a Diario El Mundo un poco de sus historias como mamás.

Los días de Brenda Marcela Turcios inician muy temprano, tiene que llevar a dos de sus tres hijos, Eduardo de 11 y Marcela de 8, a estudiar, luego su día es de mucho trajín, yendo de allá para acá, porque aunque es administradora de empresas de profesión, ahora es una «driver».

«Con mis tres hijos me vi con dificultades de encontrar un empleo, porque o me dedicaba a trabajar o a cuidarlos, entones me quedé cuidándolos, pero luego tenía que generar ingresos entonces empecé a hacer Uber y hoy tengo mi propio emprendimiento de delivery y transporte de personas», comenta Brenda.

Brenda comenta que ser madre es ser doctora, banco, Uber, psicóloga, maestra, chef, e incluso se considera una mamá del servicio secreto.

«Me siento mamá doctora porque cada vez que han enfermado he estado a su lado cuidándolos, mamá uber que los lleva al colegio, al parque, a la playa; mamá psicóloga que les da consejos, para que sean niños buenos y responsables, mamá maestra que les ayuda con los deberes; mamá chef, hay que hacerles tres tiempos de comida diarios, la mamá de mantenimiento que limpia, barre y trapea y me considero mamá del servicio secreto porque ando cuidándolos, indago cosas, investigo siempre para cuidarlos y protegerlos de cualquier peligro», detalla sonriendo.

«Tenerlas es mi felicidad, mi alegría»

Carolina Rodríguez es la feliz madre de dos niñas, Emely de 25 años, quien ya trabaja y estudia en otro país y la pequeña Danna Sofía de 7.

Carolina fue mamá soltera de Émely y recuerda que sintió emoción, pero también miedo.

«Yo pensaba cómo voy a criar a la niña, todo se le junta a una, pero Dios le va ayudando a una para ir llevando bien las cosas en el camino. Ahora con Danna sí tenemos una familia. Yo tuve un gran apoyo de mi papá y mi mamá, ella ya tenía su salón de belleza de toda la vida y yo me incorporé a trabajar con ella», recuerda.

Ahora la maternidad con Danna ha sido diferente, ya que la pequeña tiene una condición de Síndrome Down y Caro sintió un gran reto, pues tiene que ayudarla a desarrollarse y pueda desenvolverse lo mejor posible de forma independiente.

«Cuando nació Danna, yo no sabía que ella venía con Síndrome Down, yo sentí una gran emoción, pero también un reto, tenía que buscar ayuda especial para ella, para mí, para que me guiaran en qué hacer, como terapias», explica Carolina.

Pero a pesar de los retos, Caro se siente feliz y más cuando ve cómo cada una en sus diferentes etapas y edades van logrando sus metas.

«Las dos me han hecho feliz, me han llenado de alegrías, he visto como cada una va logrando sus metas y se van desarrollando en sus distintas etapas y edades. Danna es amorosa, cuando estoy triste o preocupada es como que ella lo presiente y llega y me abraza, y me dice mamá y me da un besito y eso motiva a seguir adelante», expresa.

Una mamá orgullosa de sus hijos

Gloria Patricia Argueta de Cativo, es médico, especialista en salud pública y se dice plenamente feliz y orgullosa de sus hijos, pero claro tuvo que aprender cómo planificar su tiempo para ellos, sus, estudios, su trabajo y para ella misma.

«Soy la orgullosa madre de dos hijos, uno ya es profesional y mi hija a punto de graduarse.

Estudiar, trabajar y criar a mis hijos no fue fácil, pero ellos fueron mi principal motivo siempre y eso me enseñó que mi lucha fue brindarles un mejor futuro a ellos y ser un ejemplo para ellos», dice la doctora.

Para ella, una de las claves es la organización del tiempo y actividades y aprender a pedir apoyo y le agradece a su hermana que le ayudó, asegura.

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *