Los cambios en el proceso de enseñanza-aprendizaje 

Como docente nunca me imaginé estar escribiendo estas líneas que parecían utópicas; sin embargo, se evidencia que la educación está teniendo un rumbo diferente con respecto al modelo tradicional de enseñanza-aprendizaje.

¿Las tecnologías educativas y la Inteligencia Artificial (IA) son mejores que el pensamiento crítico? No, en ningún momento. Una cosa es que haya eficacia y eficiencia para obtener datos o para preparar material educativo, otra, es la forma de cómo y qué aprenderán los estudiantes. El colmo es que los jóvenes hasta confían más en la IA para consultas personales.

En Linkeddl, encontré un debate con respecto a los cambios de paradigmas en el proceso enseñanza- aprendizaje. Ninguna máquina, chatbot, IA podrá sustituir a los maestros. ¿Qué sucede cuando alguien no asiste al salón de clases? En el debate alguien dijo que simplemente las personas son autodidactas y que por su propia cuenta pueden aprender. Ya no es necesario estar escuchando a un maestro, a un supuesto experto. Con ver un tutorial en You Tube, se aprende. En otro comentario, alguien expresó que ya no se necesita de un maestro para aprender. Ya no es necesario aprender formalmente.

En mi opinión, siempre debe haber un aula física, especialmente para los aprendizajes de la educación inicial. Hago un llamado urgente, no se puede sustituir a un maestro con una laptop, computadora o celular. Las tecnologías ayudan; pero no debemos saberlas utilizar.

¿De qué sirve aplicar IA si no hay razonamiento, pensamiento crítico? Los docentes, padres de familia y los mismos estudiantes que me leen, saben bien que, si se aprende una fórmula matemática, química o de física, es para aplicarlas en la práctica. El colapso educativo es pretender sustituir hasta con IA el proceso de enseñanza-aprendizaje. Ya he escrito bastante sobre la importancia de aprender con papel y lápiz, de escribir, de preguntar en el salón de clases. En el aula hay interacción humana, se analiza.

El colapso va desde verificar que a un estudiante le dificulta leer y escribir, entender, analizar lo que lee. Hay poca comprensión lectora. Se verifica que los aprendizajes sin libros y con lo que el maestro enseña son muy diferentes. Basta con preguntar a un alumno sobre los saberes en diferentes asignaturas. Los mismos padres de familia manifiestan — ¿Para qué les sirve en la vida a los alumnos aprenderse las tablas de multiplicar, la tabla periódica, las capitales del mundo, etc.? —

Especialistas en educación. OCDE y otras instituciones ven preocupantes los resultados de los estudiantes en pruebas internas e internacionales. Por ejemplo, en Colombia, “El nuevo informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) expone rezagos en la formación básica, técnica y universitaria”. Otro dato preocupante es que, a nivel mundial, hará falta más maestros para cubrir la demanda en las escuelas.

En El Salvador, no podemos borrar las evidencias, recordemos que pocos centros educativos pasaban las pruebas: PAES y AVANZO. Recalco en esta oportunidad, en los centros educativos, en diferentes niveles, existe la deserción escolar. Mientras tanto, los NINIS, están incrementando. Para rematar la gravedad, muchos niños y jóvenes anhelan ser influencers, youtubers o tiktokers.

Mientras que a los alumnos les quieren enseñar con competencias digitales, en China les enseñan asignaturas de limpieza, cocina y labores domésticas en las escuelas primarias y secundarias. El objetivo es que los estudiantes desarrollen habilidades para la vida.

La misión de un docente va más allá de solo proporcionar conocimientos. Eso sí, las nuevas formas de enseñar no pueden cambiar el humanismo, las relaciones humanas, la empatía, los valores y el pensamiento crítico. En la actualidad un docente debe de humanizar a sus discentes.

Los cambios educativos son preocupantes cuando los alumnos van perdiendo habilidades y destrezas. Cuando se le da un celular a un niño a temprana edad, le están coartando la libertad de aprender habilidades de socialización, de lectoescritura, etc. Mientras que en los países de primer mundo hasta han prohibido esos aparatos, en otros lugares los ven como la panacea del desarrollo. En conclusión, no permitamos que los niños y jóvenes piensen menos gracias a la IA y otros distractores.