Hoy en día, muchas mujeres han logrado abrirse camino en la política, sin que ello les impida ejercer con plenitud su rol como madres. Diario El Mundo conversó con varias mujeres que se desempeñan en el ámbito político y que coinciden en dos claves fundamentales: el equilibrio y el tiempo de calidad con sus hijos.
Janet González, alcaldesa de La Libertad Oeste por el partido Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA), es madre de una hija y feliz abuela de dos nietos.
Para ella, ser madre y alcaldesa «implica equilibrar dos mundos que demandan un alto nivel de compromiso». «Como madre, mi prioridad es el bienestar y la formación de mi hija, asegurando que crezca en un ambiente lleno de amor y valores. Como alcaldesa, la responsabilidad es con toda la comunidad, buscando siempre su desarrollo y bienestar», explica González.
Asegura que en ambos roles se necesita mucha responsabilidad: «El mayor reto es armonizar ambas áreas sin descuidar ninguna, garantizando tiempo de calidad con la familia, mientras se ejerce un liderazgo efectivo en la gestión municipal».
La diputada Marcela Villatoro también reconoce los desafíos que implica ser madre y política, especialmente al intentar dar lo mejor tanto a su hija Valentina como a otras mujeres que buscan oportunidades.
«Una de las claves es el tiempo: procurar brindarle a ella tiempo de calidad, que lo que sucede a mi alrededor no afecte nuestro hogar. Pensar en tantas madres que luchan por sus hijos, que trabajan por llevar el sustento diario a casa, en un contexto con pocas oportunidades para las mujeres, me impulsa a dar lo mejor de mí por ellas, y también por mi hija», expresó la legisladora.
Para Cesia Rivas, secretaria general del partido Vamos y diputada suplente, es esencial no trasladar el estrés de la política al ámbito familiar.
«Es fundamental equilibrar el tiempo de calidad. Es difícil no cargar con tantas historias de injusticia, pero cuando llego a casa, me espera una niña que necesita a su mamá, que la escuche, la abrace, la atienda. Enfocarse, organizarse y entender que la familia es la prioridad, es clave», señala Rivas.
La diputada Claudia Ortiz, también del partido Vamos y madre de tres hijos, comparte una reflexión similar: «Como toda mamá que trabaja fuera de casa, el gran reto es balancear los distintos roles y hacer tiempo para todo. Aprendés que no se pueden hacer todas las cosas a la vez. La mamá multitarea es un mito. La mejor forma de hacer bien las cosas es una a la vez».
Una nueva manera de amar
Aunque en la Asamblea Legislativa, en las alcaldías o en las comunidades deben mostrarse firmes y decididas, al hablar de maternidad se les dibuja una sonrisa y aflora la ternura.
«La maternidad ha sido lo más bonito que me ha pasado en la vida. Descubrí una nueva forma de amar, más fuerte que cualquier otra. Nuestros hijos nos dan una fuerza que no sabíamos que teníamos. En los momentos difíciles, saber que hay alguien por quien luchar nos da resiliencia», expresó la diputada Villatoro.
Para Cesia Rivas, ser madre fue un milagro: «Tuve a mi hija Karen después de seis años de intentar ser padres. Cuando menos lo esperábamos, llegó ese regalo del cielo. Es un amor que te transforma, asumís una responsabilidad inmensa y aprendés a amar en otro nivel. También comprendés y amás más a tu propia madre».
Janet González, por su parte, considera que lo más especial ha sido ver crecer a su hija y a sus nietos: «Ser madre y abuela me ha permitido vivir momentos entrañables, desde las primeras sonrisas hasta sus logros. No hay mayor satisfacción que verlos felices y saber que he contribuido a su bienestar y desarrollo».
La diputada Ortiz resalta el amor incondicional de sus hijos como el mayor regalo: «Es hermoso cuando ando con ellos y alguien me felicita por mi trabajo. Mis hijos dicen con orgullo: ‘¡Ella es mi mamá!’».
La maternidad y la política
Al ser consultadas sobre si en algún momento han considerado dejar la política para dedicarse exclusivamente a la maternidad, todas coinciden en que no.
«No pienso en eso. La política es cambiante y cíclica: hoy se está, mañana no. Vivo este momento donde Dios me ha puesto, tratando de dar lo mejor de mí para que mi hija Valentina se sienta orgullosa de su mamá», expresa Villatoro.
Rivas afirma que su hija es su principal motivación: «Ella me impulsa a luchar por la niñez, por las mujeres, por una vida digna para todos. Me niego a que crezca en un país con miedo, sin oportunidades, sin acceso a derechos básicos. También quiero rendir homenaje a mi madre, que ya no está, y a todas aquellas que hoy no pueden celebrar porque sus hijos les han sido arrebatados por la violencia o el régimen de excepción».
González asegura que nunca ha contemplado dejar la política, ya que ambas facetas de su vida se complementan: «La maternidad y la política son vocaciones que se alimentan mutuamente. Mi deseo de construir un mejor futuro para mi hija y mis nietos es el mismo que me impulsa a trabajar por mi comunidad».
Finalmente, la diputada Ortiz reafirma su compromiso: «Ser madre no me alejaría de la política, al contrario, mis hijos y los hijos de todas las madres salvadoreñas son mi inspiración y fortaleza. Las madres lo damos todo por nuestros hijos, sin importar el costo. Con el país es igual».
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