El presidente israelí, Isaac Herzog, expresó este domingo su admiración por el presidente estadounidense, Donald Trump, a quien elogió por «cambiar la realidad en Oriente Medio hacia una dirección mejor», un día antes de su esperada visita a Israel este lunes por la mañana.
«Esperamos con ansias y alegría ver al presidente Trump mañana. Será recibido por multitudes de israelíes, por la nación de Israel, con gratitud y un profundo sentimiento de amistad», afirmó Herzog tras visitar a las familias de los rehenes en la Plaza de los Rehenes en Tel Aviv, según un comunicado difundido por su oficina.
«Lo admiramos por su valentía, su liderazgo, su resistencia y su compromiso para traer de regreso a nuestros rehenes y mejorar la situación en la región», añadió.
Al mismo tiempo, denunció: «muchos de nuestros enemigos, y también quienes nos critican y nos odian, tienden a culparnos por buscar la guerra o el enfrentamiento constante».
«Pero no es así. Como hemos dicho siempre, traer de vuelta a los rehenes cambiará Oriente Medio. Una vez que los rehenes regresen, Israel no irá a la guerra. Israel se compromete a cumplir este acuerdo y busca la paz con sus vecinos para, finalmente, cambiar el futuro de la región», concluyó Herzog.
Trump tiene previsto llegar a Israel este lunes por la mañana. Posteriormente, viajará a Egipto, donde participará en una cumbre internacional en la ciudad costera de Sharm el Sheij. El objetivo del encuentro será impulsar un plan de paz para poner fin a la guerra en la Franja de Gaza.
El cierre del Gobierno federal de Estados Unidos, que cumple este domingo 12 días, ya ha dejado los primeros despidos de empleados federales ordenados por la Casa Blanca y está provocando retrasos en el tráfico aéreo y en la frontera con México, y amenaza con el impago de los militares por primera vez en la historia.
Los demócratas y republicanos no han conseguido todavía ponerse de acuerdo para sumar los 60 votos necesarios en uno de los dos proyectos presupuestarios temporales y abocan al país a entrar en una tercera semana en esta situación, en la que está sumida el país desde el 1 de octubre.
Este lunes es festivo en el país, por lo que el Senado no volverá a reunirse hasta el martes 14, cuando se votara de nuevo la propuesta republicana una octava vez.
La Casa Blanca ordena los primeros despidos
Como había avanzado, la Administración de Donald Trump ordenó este viernes los primeros despidos bajo el pretexto del cierre parcial del Gobierno.
«Los RIFs (reducciones forzadas de personal) han comenzado», escribió el director de la Oficina de Administración y Presupuesto, Russell Vought, en un mensaje en la red social X.
Estos ceses responden al deseo de Trump de terminar puestos de trabajo que no encajen en las prioridades, según explicaron, y reducir el gasto público. En otros cierres, los trabajadores fueron puestos en suspensión y cuando se reabrió el Gobierno recuperaron sus puestos de trabajo.
En el Despacho Oval este viernes, Trump dijo que su administración está eliminando puestos y «gente que los demócratas quieren» y que las reducciones de personas están «orientadas a los demócratas» y serán «muchas», porque, en su opinión, la culpa es del partido opositor.
Retrasos aéreos y en la frontera
Aunque no hayan sido despedidos todavía, el cierre del Gobierno federal está provocando que miles de trabajadores no acudan a sus empleos por falta de fondos, provocando escasez especialmente en algunos sectores .
Uno de los que se está viendo afectado principalmente es el del tráfico aéreo. La falta de controladores está provocando retrasos en los principales aeropuertos del país como Boston, Chicago o Las Vegas, entre otros.
Los empleados de los aeropuertos son considerados esenciales, así que deben acudir a trabajar aunque no estén recibiendo sus salarios. Aun así, en los últimos días se han registrado datos más altos de bajas por motivos personales o enfermedad.
Esta situación está afectando también a los cruces fronterizos entre Ciudad Juárez (México) y El Paso (Estados Unidos) debido a la reducción de agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) asignados a las garitas.
Largas filas de vehículos están afectando a trabajadores, turistas y al transporte de mercancías entre ambos países.
El sueldo de los militares, bajo amenaza por primera vez
Pese a que el principal escollo de las negociaciones, que ha protagonizado los reproches entre ambos partidos, ha sido el de los subsidios del programa sanitario «Obamacare», que expiran este año, en los últimos días un asunto le ha robado el protagonismo: las nóminas de los militares.
La próxima semana más de 1.3 millones de miembros de las Fuerzas Armadas estadounidenses deberían recibir su paga, sin embargo, ahora está amenazada por el cierre del Gobierno federal.
Si no llegan a un acuerdo antes del miércoles, los militares no recibirán su salarios a tiempo por primera vez en la historia.
La legisladora demócrata de Ohio Emilia Sykes y la republicana de Virginia Jen Kiggans habían presentado en la Cámara de Representantes dos iniciativas legislativas diferentes con la intención de pagar a las tropas, pero ninguna ha sido ni siquiera debatida en la cámara antes de cerrar la sesión para el fin de semana largo.
Los principales museos de Washington cerrarán este domingo sus puertas al público debido a la falta de fondos para seguir operando por la clausura del Gobierno.
Las cada vez mayores consecuencias del cierre han elevado la tensión entre los demócratas y los republicanos que mantienen su particular pulso para ver quien cede antes a las exigencias del otro mientras la tensión va en aumento.
El Tribunal de Apelaciones del 7º Distrito falló este sábado a favor del presidente estadounidense, Donald Trump, para devolverle el control de la Guardia Nacional en Illinois, pero bajo unas condiciones que impiden su despliegue efectivo.
El tribunal acepta así que Trump tiene competencias para asumir el control del cuerpo militar y los militares «no tienen que volver a sus estados de origen a menos que un tribunal lo ordene», según la sentencia, recogida por medios estadounidenses.
El pasado jueves la jueza federal April Perry, nombrada por el expresidente Joe Biden, bloqueó el uso de la Guardia Nacional en respuesta a una demanda presentada por los gobiernos de Illinois y Chicago por «invasión inconstitucional de Illinois por parte del Gobierno federal».
«Donald Trump no es un rey y su administración no está por encima de la ley», ha apuntado tras la decisión de Perry el gobernador de Illinois, el demócrata JB Pritzker.
Unos 300 miembros de la Guardia Nacional de Illinois bajo mando federal y otros 200 miembros de la Guardia Nacional de Texas fueron enviados a Chicago en la noche del miércoels con la orden de estar activos durante 60 días.
El objetivo es «proteger al Servicio de Aduanas e Inmigración (ICE, por sus siglas en inglés (ICE) y al personal de otras agencias gubernamentales que realizan funciones federales como la aplicación de la ley federal y para proteger las propiedades federales», según ha informado el Mando Norte de las Fuerzas Armadas estadounidenses.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró este sábado que ha identificado fondos federales para pagar a las tropas durante el cierre del gobierno, que hoy cumple su undécimo día.
En una publicación en la plataforma Truth Social, el mandatario indicó que le pidió al secretario de Defensa, Pete Hegseth, distribuir dicho dinero entre los militares y acusó a los demócratas de estar manteniendo al país «como rehén».
Sin embargo, el mandatario no explicó de dónde provendrán los fondos ni mecanismo utilizará para proceder con los pagos.
Pese a que el principal escollo de las negociaciones, que ha protagonizado los reproches entre ambos partidos, ha sido el de los subsidios del programa sanitario «Obamacare», que expiran este año, en los últimos días un asunto le ha robado el protagonismo: las nóminas de los militares.
La próxima semana más de 1.3 millones de miembros de las Fuerzas Armadas estadounidenses deberían recibir su paga, sin embargo, ahora está amenazada por el cierre del Gobierno federal.
Si no llegan a un acuerdo antes del miércoles, los militares no recibirán su salarios a tiempo por primera vez en la historia.
La legisladora demócrata de Ohio Emilia Sykes y la republicana de Virginia Jen Kiggans presentaron en la Cámara de Representantes dos iniciativas legislativas distintas con el objetivo de garantizar el pago a las tropas, pero ninguna fue siquiera debatida antes de que se cerrara la sesión por el fin de semana largo.
Los demócratas y republicanos no han conseguido todavía ponerse de acuerdo para sumar los 60 votos necesarios en uno de los dos proyectos presupuestarios temporales y abocan al país a entrar en una tercera semana en esta situación, en la que está sumida el país desde el 1 de octubre.
Este lunes es festivo en el país, por lo que el Senado no volverá a reunirse hasta el martes 14, cuando se votara de nuevo la propuesta republicana una octava vez.
El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció este viernes despidos masivos por el cierre de Gobierno federal y aseguró que estos serán «orientados a los demócratas».
«Tendrá una orientación demócrata, porque creemos que, ya saben, ellos iniciaron esto, así que deberían tener una orientación demócrata», dijo el mandatario durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca.
Trump agregó que «serán muchos, y anunciaremos las cifras en los próximos días, pero serán muchos, todo gracias a los demócratas».
Este viernes la Casa Blanca anunció que inició una nueva ronda de despidos dirigidos a trabajadores federales, mientras el mandatario busca aprovechar el cierre de gobierno para recortar el personal de distintas agencias, en un intento por presionar a los demócratas para que acepten sus demandas fiscales en las votaciones del Senado.
Desde antes de que se cerrara el Gobierno, el pasado 1 de octubre, la Administración Trump advirtió por medio de la Oficina de Presupuesto que se planificaban despidos masivos.
El cierre de Gobierno, con 10 días de vigencia, se extiende debido a que los demócratas y republicanos siguen sin llegar a un acuerdo para financiar la Administración federal. El Senado no volverá a reunirse hasta la tarde del próximo martes 14, cuando se votará de nuevo la propuesta republicana.
Las diferencias entre partidos surgen porque los demócratas insisten en que se renueven los subsidios del programa sanitario Obamacare, que expira este año, y que se revoquen los recortes en materia de salud recogidos en la ley presupuestaria que impulsó Trump, la Big Beatiful Bill.
Además de despidos, el cierre de Gobierno ha golpeado a los grandes museos de Washington, que cerrarán sus puertas al público a partir del domingo debido a la falta de fondos para seguir operando.
Las operaciones de diversos aeropuertos del país también se han visto afectadas, debido a que decenas de operadores de tráfico aéreo se han reportado como enfermos desde que sus salarios fueron suspendidos a raíz del cierre.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó este viernes que la líder opositora venezolana María Corina Machado fue «muy amable» al dedicarle el Premio Nobel de la Paz que ella recibió y al que el mandatario republicano también aspiraba.
«La persona que recibió el Premio Nobel hoy me llamó y me dijo: ‘Estoy aceptando esto en tu honor porque realmente te lo merecías’. Fue una cosa muy amable de su parte», dijo Trump en una comparecencia de prensa en la Casa Blanca.
El mandatario dijo, entre risas, que no le pidió el galardón: «No le dije ‘dámelo a mí'».
«Fue muy amable. Y la he estado ayudando en todo momento. Necesita mucha ayuda. En Venezuela, hay un desastre», apuntó.
Además, Trump volvió a insistir en que ha logrado poner fin a ocho guerras, incluida la de Gaza, después de que Israel y Hamás acordaran un alto el fuego y la liberación de los rehenes siguiendo el plan de paz que él propuso tan solo un día antes de que el Comité Noruego del Nobel anunciase el ganador de este año.
«Estoy feliz porque salvé millones de vidas, muchos millones de vidas», declaró.
Machado, que recibió el galardón por «su incansable trabajo promoviendo los derechos democráticos para el pueblo de Venezuela», le dedicó el premio en un mensaje en inglés publicado en X: «¡Dedico este premio al sufrido pueblo de Venezuela y al presidente Trump por su decidido apoyo a nuestra causa!».
El mandatario suele reivindicar que ha resuelto, además de la guerra de Gaza, otros siete conflictos: Camboya-Tailandia, Kosovo-Serbia, República Democrática del Congo-Ruanda, Pakistán-India, Israel-Irán, Egipto-Etiopía y Armenia-Azerbaiyán.
Trump aspiraba a recibir el Premio Nobel de la Paz, especialmente desde que lo ganó en 2009 el entonces presidente Barack Obama, alguien que para el republicano no era merecedor del galardón.
La Casa Blanca criticó este viernes al Comité del Nobel por «anteponer la política a la paz».
«El presidente Trump seguirá promoviendo acuerdos de paz, poniendo fin a las guerras y salvando vidas», señaló Steven Cheung, director de Comunicaciones de la Casa Blanca.
El bitcoin se desplomó a su precio más bajo en los últimos tres meses, luego de tocar los $105,000 la tarde de este viernes, según el histórico de precios de Coingecko.
El portal, que divulga la cotización de centenares de monedas, confirma que la última vez que el bitcoin rondó los $105,000 fue el 1 de julio de 2025.
Este precio fue el eslabón para comenzar a incrementar y fluctuar entre los $106,000 y los $122,000 hasta el 13 de agosto, cuando tocó los $123,000.
El bitcoin se volvió a desplomar a los $107,000 el 1 de septiembre, y se mantuvo danzando entre alzas y bajas hasta recuperar $10,000 y alcanzar la marca de los $117,000 para el 17 de septiembre.
La criptomoneda más famosa del mercado se volvió a corregir y se posó por debajo de los $100,000 hasta finales de septiembre, cuando comenzó a incrementar lentamente hasta tocar los $126,080 el 6 de octubre de 2025, el precio más alto al que se ha cotizado en su historia.
El bitcoin se mantuvo fuerte por tres días, rondando por encima de los $120,000, hasta que perdió su soporte cerca de las 9:00 a.m. de este 10 de octubre, cuando se desplomó de los $120,000.
Por la tarde, pasadas las 3:00 p.m., perdió el soporte de los $110,000 y en menos de 30 minutos llegó a los $105,000.
Tras su desplome, el bitcoin recuperó unos dólares y se posó por los $106,743 a las 3:30 p.m. de este viernes.
China versus Trump
El sitio web de Cripto Noticias señala que la pérdida del valor en el bitcoin se da luego de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió que aumentará los aranceles a China.
El portal experto en criptomonedas señala que esta advertencia proveniente de la Casa Blanca enciende las alarmas de una posible guerra comercial que, como hace unos meses, terminó impactando al mundo entero.
“Tras el mensaje, bitcoin cayó de $122,000 a $117,000 en minutos, una pérdida cercana al 4 %”, indicó Cripto Noticias en su publicación.
Esta situación provocó que el bitcoin pasara de tener una máxima cotización de $122,359 en las últimas 24 horas, a descender a los $105,896 como su precio más bajo a corto plazo.
La Casa Blanca anunció este viernes que han comenzado los despidos de trabajadores federales con los que las autoridades estadounidenses habían amenazaron si el cierre del Gobierno seguía adelante.
«Los RIFs (reducciones forzadas de personal) han comenzado», escribió el director de la Oficina de Administración y Presupuesto, Russell Vought, en un mensaje en la red social X.
Desde antes de que se cerrara el Gobierno el pasado 1 de octubre, la Administración de Donald Trump advirtió de que se iban a llevar a cabo despidos masivos.
Fue precisamente la Oficina de Presupuesto la que comunicó a las diferentes agencias que, en caso de cierre, se iba a despedir a aquellos trabajadores que no estén legalmente obligados a continuar.
Esta situación va más allá de lo ocurrido en otros cierres de Gobierno estadounidense, cuando los trabajadores fueron puestos en suspensión porque no se les podía pagar pero una vez abierto recuperaron su empleo.
Los demócratas y republicanos siguen sin llegar a un acuerdo para financiar la Administración federal. El Senado no volverá a reunirse hasta la tarde del próximo martes 14, cuando se votará de nuevo la propuesta republicana.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, lamentó este viernes que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no haya sido galardonado con el Premio Nobel de la Paz 2025 para el que se había postulado y que en su opinión «merece».
«El Comité Nobel habla sobre la paz. El presidente Donald Trump la hace realidad. Los hechos hablan por sí mismos. El presidente Trump lo merece», escribió la Oficina del primer ministro israelí en su cuenta de X.
El mensaje de Netanyahu hace referencia al acuerdo de «paz» impulsado por Trump para Gaza, que implica un alto el fuego y el intercambio de rehenes por presos palestinos y que entró este viernes en vigor.
En las últimas horas, el mandatario estadounidense dijo que no impulsó este plan de Gaza «por el premio Nobel» y que lo hizo «por la humanidad».
Asimismo, el republicano criticó que Barack Obama recibiera el Nobel de la Paz en 2009 poco después de asumir la presidencia de Estados Unidos y «sin hacer absolutamente nada, solo destruyó nuestro país».
El secretario de Estado, Marco Rubio, llegó el miércoles visiblemente nervioso al Comedor de Estado de la Casa Blanca, donde el presidente, Donald Trump, encabezaba un acto y le entregó una nota. El mensaje decía que el acuerdo en Gaza estaba «muy cerca» y añadía: «Necesito que apruebes pronto una publicación en Truth Social para ser el primero en anunciarlo».
Dos horas después, el presidente hizo el anuncio que dio la vuelta al mundo: «Me enorgullece anunciar que Israel y Hamás han firmado la primera fase de nuestro Plan de Paz. Esto garantizará que todos los rehenes serán liberados pronto e Israel retirará sus tropas como primer paso hacia una paz duradera».
Aunque la guerra en Gaza aún requiere varias rondas de negociación y el conflicto israelí-palestino continúa lejos de resolverse, el acuerdo representa un hito diplomático para el presidente, quien busca posicionarse como pacificador global y optar al Premio Nobel de Paz.
El bombardeo en Doha, el detonante
El detonante del pacto fue el bombardeo israelí en Doha, el 9 de septiembre, un intento fallido de asesinar a la delegación de Hamás, que se encontraba en la capital catarí para unos diálogos de paz estancados.
El ataque provocó indignación en el mundo árabe e irritó profundamente a Trump, quien mantiene una relación estratégica con Catar, país que visitó en mayo, convirtiéndose en el primer presidente estadounidense en hacerlo.
La crisis fue aprovechada por Steve Witkoff, enviado especial estadounidense en Oriente Medio, para dar un nuevo impulso a las negociaciones, elaborando un plan de veinte puntos junto a Jared Kushner, yerno del mandatario, quien había sido responsable de la política en la región durante la primera Administración Trump.
Fuentes estadounidenses aseguran que Witkoff utilizó un hotel de Nueva York, cerca de la residencia de Kushner, como centro de operaciones para diseñar el plan. Se basó en negociaciones previas y en aportaciones del primer ministro catarí.
Los puntos incluían el fin de la ofensiva israelí, calificada por muchas voces como genocidio; la liberación de todos los rehenes de Hamás y la formación de un gobierno de transición para el enclave liderado por el ex primer ministro británico Tony Blair.
El humo de la explosión provocada por un ataque israelí en Doha, la capital de Catar se observa en la distancia. El objetivo israelí fue el liderazgo del grupo terrorista palestino Hamás.
El ‘ok’ de los árabes e Israel
El primer escollo se superó el 23 de septiembre, durante la Asamblea General de la ONU, cuando Trump presentó el borrador del plan a líderes de Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Catar, Egipto, Jordania y Turquía.
Estos introdujeron algunos cambios al documento antes de que Trump presentara el plan a Netanyahu el 29 de septiembre.
Ese día, la Casa Blanca convocó una comparecencia de ambos mandatarios, sin que Netanyahu hubiera aceptado todavía el plan, pues tenía reticencias sobre la retirada israelí del enclave y el papel de la Autoridad Nacional Palestina.
Durante la reunión, en la que Trump presionó a Netanyahu para que se disculpara por teléfono con el líder catarí, el primer ministro logró algunas modificaciones y acabó aceptando un documento que limitaba un eventual Estado palestino a una referencia muy vaga.
Trump y Netanyahu anunciaron el plan con tono triunfal, advirtiendo a Hamás de una intensificación de la ofensiva en Gaza si rechazaban la propuesta. Las conversaciones para lograr la aceptación de los cambios por parte de los líderes árabes fueron arduas, pero Estados Unidos los convenció de que era la única manera de que Israel aceptara.
La pelota quedó en el tejado de Hamás, a quien Trump dio un ultimátum el viernes pasado para aceptarlo antes del domingo, al advertir que, de lo contrario, desataría un «infierno» sobre el grupo islamista. No fue necesario: Hamás dio su visto bueno pocas horas después.
El «momento decisivo» en Egipto
El pasado lunes arrancaron en Sharm el-Sheij (Egipto) las negociaciones entre Israel y Hamás, con mediadores cataríes, egipcios y turcos, para acordar la implementación del plan de paz.
Las posiciones parecían enrocadas: Hamás quería retener a los rehenes como moneda de negociación e Israel no aceptaba avanzar sin garantías plenas de seguridad.
El miércoles, tras casi veinte horas de negociaciones ininterrumpidas, se produjo lo que fuentes estadounidenses califican como «el momento decisivo», cuando ambas partes comenzaron a ceder posiciones.
Witkoff y Kushner estaban presentes en la negociación y, al ver que el acuerdo era inminente, avisaron a Trump para que intercediera por teléfono y le diera un empuje final. Pasadas las dos de la mañana en Israel, se dio luz verde.
«Estar allí fue clave. Por Zoom nunca lo habríamos logrado», afirman las fuentes.
Se acordó dividir el plan en dos fases: la primera incluiría un alto el fuego, la liberación de los veinte rehenes vivos a cambio de prisioneros palestinos y la retirada parcial de las tropas israelíes.
La segunda fase, a negociar más adelante, abordaría la desmilitarización de Gaza, el despliegue de una fuerza internacional de estabilización y un plan de reconstrucción con apoyo árabe.
El gabinete de Israel debe ratificar el plan y la retirada parcial de tropas comenzará dentro de veinticuatro horas. En las siguientes 72 horas está prevista la liberación de los rehenes.
Trump aseguró este jueves que ha logrado poner fin definitivo a la guerra en Gaza y afirmó que lo hizo no por el Premio Nobel de Paz, sino por «la humanidad». No obstante, Israel rompió meses atrás otro alto el fuego en Gaza y está por ver si esta vez la historia es distinta.