El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, lamentó este viernes que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no haya sido galardonado con el Premio Nobel de la Paz 2025 para el que se había postulado y que en su opinión «merece».
«El Comité Nobel habla sobre la paz. El presidente Donald Trump la hace realidad. Los hechos hablan por sí mismos. El presidente Trump lo merece», escribió la Oficina del primer ministro israelí en su cuenta de X.
El mensaje de Netanyahu hace referencia al acuerdo de «paz» impulsado por Trump para Gaza, que implica un alto el fuego y el intercambio de rehenes por presos palestinos y que entró este viernes en vigor.
En las últimas horas, el mandatario estadounidense dijo que no impulsó este plan de Gaza «por el premio Nobel» y que lo hizo «por la humanidad».
Asimismo, el republicano criticó que Barack Obama recibiera el Nobel de la Paz en 2009 poco después de asumir la presidencia de Estados Unidos y «sin hacer absolutamente nada, solo destruyó nuestro país».
El secretario de Estado, Marco Rubio, llegó el miércoles visiblemente nervioso al Comedor de Estado de la Casa Blanca, donde el presidente, Donald Trump, encabezaba un acto y le entregó una nota. El mensaje decía que el acuerdo en Gaza estaba «muy cerca» y añadía: «Necesito que apruebes pronto una publicación en Truth Social para ser el primero en anunciarlo».
Dos horas después, el presidente hizo el anuncio que dio la vuelta al mundo: «Me enorgullece anunciar que Israel y Hamás han firmado la primera fase de nuestro Plan de Paz. Esto garantizará que todos los rehenes serán liberados pronto e Israel retirará sus tropas como primer paso hacia una paz duradera».
Aunque la guerra en Gaza aún requiere varias rondas de negociación y el conflicto israelí-palestino continúa lejos de resolverse, el acuerdo representa un hito diplomático para el presidente, quien busca posicionarse como pacificador global y optar al Premio Nobel de Paz.
El bombardeo en Doha, el detonante
El detonante del pacto fue el bombardeo israelí en Doha, el 9 de septiembre, un intento fallido de asesinar a la delegación de Hamás, que se encontraba en la capital catarí para unos diálogos de paz estancados.
El ataque provocó indignación en el mundo árabe e irritó profundamente a Trump, quien mantiene una relación estratégica con Catar, país que visitó en mayo, convirtiéndose en el primer presidente estadounidense en hacerlo.
La crisis fue aprovechada por Steve Witkoff, enviado especial estadounidense en Oriente Medio, para dar un nuevo impulso a las negociaciones, elaborando un plan de veinte puntos junto a Jared Kushner, yerno del mandatario, quien había sido responsable de la política en la región durante la primera Administración Trump.
Fuentes estadounidenses aseguran que Witkoff utilizó un hotel de Nueva York, cerca de la residencia de Kushner, como centro de operaciones para diseñar el plan. Se basó en negociaciones previas y en aportaciones del primer ministro catarí.
Los puntos incluían el fin de la ofensiva israelí, calificada por muchas voces como genocidio; la liberación de todos los rehenes de Hamás y la formación de un gobierno de transición para el enclave liderado por el ex primer ministro británico Tony Blair.
El humo de la explosión provocada por un ataque israelí en Doha, la capital de Catar se observa en la distancia. El objetivo israelí fue el liderazgo del grupo terrorista palestino Hamás.
El ‘ok’ de los árabes e Israel
El primer escollo se superó el 23 de septiembre, durante la Asamblea General de la ONU, cuando Trump presentó el borrador del plan a líderes de Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Catar, Egipto, Jordania y Turquía.
Estos introdujeron algunos cambios al documento antes de que Trump presentara el plan a Netanyahu el 29 de septiembre.
Ese día, la Casa Blanca convocó una comparecencia de ambos mandatarios, sin que Netanyahu hubiera aceptado todavía el plan, pues tenía reticencias sobre la retirada israelí del enclave y el papel de la Autoridad Nacional Palestina.
Durante la reunión, en la que Trump presionó a Netanyahu para que se disculpara por teléfono con el líder catarí, el primer ministro logró algunas modificaciones y acabó aceptando un documento que limitaba un eventual Estado palestino a una referencia muy vaga.
Trump y Netanyahu anunciaron el plan con tono triunfal, advirtiendo a Hamás de una intensificación de la ofensiva en Gaza si rechazaban la propuesta. Las conversaciones para lograr la aceptación de los cambios por parte de los líderes árabes fueron arduas, pero Estados Unidos los convenció de que era la única manera de que Israel aceptara.
La pelota quedó en el tejado de Hamás, a quien Trump dio un ultimátum el viernes pasado para aceptarlo antes del domingo, al advertir que, de lo contrario, desataría un «infierno» sobre el grupo islamista. No fue necesario: Hamás dio su visto bueno pocas horas después.
El «momento decisivo» en Egipto
El pasado lunes arrancaron en Sharm el-Sheij (Egipto) las negociaciones entre Israel y Hamás, con mediadores cataríes, egipcios y turcos, para acordar la implementación del plan de paz.
Las posiciones parecían enrocadas: Hamás quería retener a los rehenes como moneda de negociación e Israel no aceptaba avanzar sin garantías plenas de seguridad.
El miércoles, tras casi veinte horas de negociaciones ininterrumpidas, se produjo lo que fuentes estadounidenses califican como «el momento decisivo», cuando ambas partes comenzaron a ceder posiciones.
Witkoff y Kushner estaban presentes en la negociación y, al ver que el acuerdo era inminente, avisaron a Trump para que intercediera por teléfono y le diera un empuje final. Pasadas las dos de la mañana en Israel, se dio luz verde.
«Estar allí fue clave. Por Zoom nunca lo habríamos logrado», afirman las fuentes.
Se acordó dividir el plan en dos fases: la primera incluiría un alto el fuego, la liberación de los veinte rehenes vivos a cambio de prisioneros palestinos y la retirada parcial de las tropas israelíes.
La segunda fase, a negociar más adelante, abordaría la desmilitarización de Gaza, el despliegue de una fuerza internacional de estabilización y un plan de reconstrucción con apoyo árabe.
El gabinete de Israel debe ratificar el plan y la retirada parcial de tropas comenzará dentro de veinticuatro horas. En las siguientes 72 horas está prevista la liberación de los rehenes.
Trump aseguró este jueves que ha logrado poner fin definitivo a la guerra en Gaza y afirmó que lo hizo no por el Premio Nobel de Paz, sino por «la humanidad». No obstante, Israel rompió meses atrás otro alto el fuego en Gaza y está por ver si esta vez la historia es distinta.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este jueves que viajará próximamente a Egipto para la firma oficial del acuerdo entre Israel y el grupo islamista Hamás, que establece un alto el fuego en la Franja de Gaza y la liberación de rehenes.
Durante una reunión con su gabinete en la Casa Blanca, el mandatario indicó que ya se había realizado una firma preliminar del pacto, pero que ahora se concretará un acto oficial en suelo egipcio. Aunque no brindó una fecha precisa, afirmó que “todos los rehenes serán liberados el lunes o el martes”.
“Pusimos fin a la guerra en Gaza y, de forma mucho más amplia, creamos paz, y creo que va a ser una paz duradera, ojalá una paz eterna para Oriente Medio”, sostuvo el mandatario estadounidense.
Trump también agradeció a los países que han respaldado su propuesta para Gaza, incluyendo a Catar, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Turquía e Indonesia, por su papel clave como mediadores.
El miércoles, el propio Trump anunció que tanto Israel como Hamás aceptaron la primera fase del plan de paz, que contempla el cese de los ataques israelíes sobre el enclave palestino y la liberación de todos los rehenes cautivos por el grupo palestino, a cambio de la excarcelación de miles de prisioneros palestinos.
Según lo previsto, el gobierno de Israel se reunirá este mismo jueves para ratificar el acuerdo, cuya ejecución contempla la retirada de las tropas en un plazo de 24 horas y, posteriormente, la liberación simultánea de rehenes y prisioneros durante las siguientes 72 horas.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó este jueves que espera la liberación de los rehenes retenidos por Hamás entre el lunes o martes próximos, como parte de un acuerdo de paz que, según destacó, fue posible gracias a las gestiones de su Administración.
Durante una reunión de gabinete en Washington, Trump aseguró que su gobierno logró “algo realmente increíble que nadie pensaba que fuera posible”, en referencia a un histórico entendimiento en Oriente Próximo. “Nunca he visto nada igual, pero de verdad hay paz en Oriente Próximo”, sostuvo.
El mandatario resaltó que, incluso los medios que suelen criticarle —a quienes califica como fake news—, han reconocido los logros alcanzados. “A todo el mundo le encanta”, expresó, asegurando que su liderazgo permitió concretar acuerdos inéditos con actores clave en la región.
Trump adelantó que planea visitar Israel, tras realizar una parada en Egipto, donde tiene previsto concretar una firma relacionada con el proceso diplomático. También aseguró que la Franja de Gaza será reconstruida con apoyo financiero de países ricos de la región.
“Vamos a ver a grandes países dando un paso al frente, poniendo mucho dinero y ocupándose de las cosas”, afirmó. Según dijo, existe “un espíritu tremendo que no he visto nunca” y confía en que este será el inicio de una nueva etapa para Medio Oriente.
Sobre los rehenes, el presidente indicó que se entregarán los cuerpos de 28 personas fallecidas, mientras que cifró en 70,000 las bajas de Hamás. “Eso es una gran retribución, pero en algún momento todo eso tiene que parar”, declaró.
Entre los 1,950 presos palestinos en manos de Israel que serán canjeados en virtud del acuerdo de paz anunciado entre Israel y el grupo islamista palestino Hamás no habrá ni miembros de las brigadas que participaron en los ataques del 7 de octubre ni líderes palestinos como Marwan Barghouti.
Así lo indicaron este jueves a EFE fuentes de la organización palestina, que señaló además que también estarán fuera del intercambio otros destacados presos palestinos como Ahmed Sadat, Hasan Salameh y Abás al Sayed, figuras todas a las que Hamás había exigido liberar de su encarcelamiento en Israel durante todo el proceso negociador.
Barghouthi, de 67 años, es el líder palestino al que el ministro ultraderechista israelí de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, visitó en la prisión donde cumple condena para burlarse de él, el pasado mes de agosto, un hecho que fue calificado como inaceptable por la Oficina de Derechos Humanos de la ONU.
El líder palestino fue un destacado líder político del movimiento Fatah y fue detenido en 2002 por Israel durante la segunda Intifada (levantamiento) palestina, acusado de supuestos vínculos con un ataque que provocó la muerte de cinco personas, pero con el que Barghouthi dijo que no tuvo nada que ver.
A pesar de todos los años que lleva en prisión, Barghouti mantiene una considerable popularidad entre los palestinos, muchos de los cuales lo ven como un potencial líder y sucesor del actual presidente de la Autoridad Nacional Palestina, dirigida por el partido Fatah, Mahmud Abás.
El alto el fuego acordado en la Franja de Gaza que se anunció anoche entrará en vigor una vez el Gobierno israelí apruebe en gabinete el acuerdo alcanzado entre Israel y Hamás en Egipto, según informó a EFE una fuente gubernamental.
De esta manera, el acuerdo empezaría a surtir efecto una vez tenga la luz verde del Gobierno de Benjamín Netanyahu, cuyos ministros tienen previsto reunirse en Jerusalén a las 6:00 de la tarde.
Según la fuente, una vez que el Gobierno israelí ratifique el plan, el Ejército israelí tendrá un plazo de 24 horas para retirarse hasta la «línea amarilla» estipulada en el acuerdo.
Cuando lo haya hecho, empezará a correr el plazo de plazo de las 72 horas para la liberación de los alrededor de 20 rehenes vivos israelíes que quedan en la Franja, detalló la fuente, que indicó que se espera que esto ocurra el domingo o el lunes.
Como parte del plan, Israel tendrá que liberar a 1.950 prisioneros palestinos.
Unos 250 serán presos condenados a cadena perpetua, mientras que los otros 1.700 serán personas detenidas en la Franja de Gaza, especificó a EFE un miembro del buró político de Hamás.
Tras el anuncio del acuerdo, Hamás señaló en un comunicado que, «tras negociaciones responsables y serias» en torno a la propuesta del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, las partes llegaron a un acuerdo que implica el «fin a la guerra de exterminio» contra el pueblo palestino y «la retirada de la ocupación de la Franja de Gaza».
El ministro de Exteriores israelí, Gideon Saar, confirmó este jueves que votará a favor del plan para Gaza acordado esta madrugada entre Israel y Hamás en Egipto, que será sometido a aprobación en la reunión del Gobierno israelí.
A las 5:00 de la tarde (hora local y 8:00 am en El Salvador) está prevista una primera reunión del Gabinete de Seguridad israelí, órgano formado por ministros clave en defensa, seguridad, exteriores y justicia, encargado de decidir los pasos a seguir en la ofensiva en Gaza.
«Hoy, en la reunión de gobierno, tendré el privilegio de votar por tercera vez a favor de un marco para la liberación de rehenes», escribió Saar en su cuenta de X.
El ministro calificó el día como «histórico» y aseguró que votará «con orgullo, con el corazón lleno y con gran alegría», al subrayar que el retorno de los rehenes ha sido una prioridad constante.
«Me conmueve junto a ellos, como todo Israel, la inminente reunión con sus seres queridos, que han esperado y anhelado durante dos años», añadió.
Israel y Hamás firmaron el miércoles la primera fase de un acuerdo que busca poner fin a la guerra en la Franja de Gaza, como parte del plan de paz promovido por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
El mandatario estadounidense anunció la firma del pacto a través de su red Truth Social, donde aseguró que este paso permitirá la liberación de rehenes, la retirada de tropas israelíes hasta una línea acordada y la apertura hacia una “paz sólida, duradera y eterna”.
Trump agradeció a los mediadores de Qatar, Egipto y Turquía, por facilitar lo que calificó como un “acontecimiento histórico y sin precedentes”.
El portavoz del Ministerio de Exteriores de Qatar, Majed al Ansari, confirmó que las partes involucradas alcanzaron un pacto sobre todos los términos y mecanismos para implementar el alto al fuego. Detalló que el acuerdo incluye la liberación de prisioneros palestinos e israelíes, así como el ingreso de ayuda humanitaria a Gaza, aunque aclaró que los detalles se darán a conocer más adelante.
Hamás también confirmó el pacto a través del diario ‘Filastín’, destacando que se trata de un acuerdo serio y responsable que contempla el fin de la ocupación, la entrada de insumos humanitarios y el intercambio de prisioneros.
El grupo Hamás pidió a los mediadores que “obliguen al Gobierno ocupante” a cumplir con los términos establecidos y advirtió que no renunciarán a sus derechos fundamentales.
“No renunciaremos a la libertad, independencia y autodeterminación”, aseguró el movimiento palestino.
Desde Israel, el primer ministro Benjamin Netanyahu calificó el acuerdo como una “victoria nacional y moral” y aseguró que se liberarán “todos los rehenes” que permanecen en la Franja.
“Desde el principio, dejé claro que no descansaríamos hasta traerlos de vuelta”, afirmó. Netanyahu agradeció a las fuerzas de seguridad y al presidente Trump, con quien sostuvo una llamada “emotiva y cordial”.
El presidente de Israel, Isaac Herzog, se sumó a las reacciones afirmando que “el corazón de Israel late al unísono con los rehenes y sus familias”. Citó al profeta Jeremías al decir: “Volverán de la tierra del enemigo… y los niños volverán a sus fronteras”.
Mientras tanto, las autoridades gazatíes han pedido a los civiles evitar las carreteras de Salah al Din y Al Rashid por posibles ataques israelíes, pese al anuncio del acuerdo. La Oficina de Prensa de Gaza advirtió que “preservar vidas es una prioridad nacional” y exhortó a la población a seguir las instrucciones oficiales.
El anuncio del pacto llega dos años después del ataque de Hamás a Israel, que dejó 1,200 muertos y 250 secuestrados. Desde entonces, la ofensiva israelí ha provocado la muerte de más de 67,100 palestinos, según fuentes oficiales de Gaza, en medio de críticas internacionales por el bloqueo de ayuda humanitaria y los bombardeos continuos.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, podría viajar a Oriente Medio este domingo si las negociaciones de paz entre Israel y Hamás avanzan satisfactoriamente, confirmó este miércoles la Casa Blanca. La decisión surge tras una alerta del secretario de Estado, Marco Rubio, quien aseguró que el acuerdo para implementar un plan de paz en Gaza está «muy cerca» de concretarse.
Durante una comparecencia de prensa sobre temas de seguridad nacional, Trump fue interrumpido por Rubio, quien le entregó una nota con la información crítica sobre el progreso del pacto. Poco después, el secretario se le acercó para susurrarle al oído y recomendarle publicar la noticia en su red Truth Social.
«Estamos muy cerca de alcanzar un acuerdo en Oriente Medio y me necesitarán muy pronto», declaró Trump ante la prensa.
Antes de considerar su viaje, el presidente estadounidense se someterá este viernes a su revisión médica anual en el Centro Médico Walter Reed, donde también participará en una reunión con tropas. Tras su retorno a la Casa Blanca, evaluará si viaja a Egipto u otro país de la región.
«El presidente Trump está considerando viajar a Oriente Medio poco después», indicó la portavoz Karoline Leavitt en un comunicado oficial.
El plan de paz propuesto por Trump consta de 20 puntos clave, cuyo objetivo principal es poner fin a la guerra en la Franja de Gaza. Las delegaciones de Israel y Hamás están reunidas en Egipto desde el lunes, con la mediación de funcionarios egipcios, cataríes y estadounidenses.
Entre los primeros puntos del acuerdo destacan:
•Cese inmediato de la ofensiva israelí sobre Gaza.
•Liberación de todos los rehenes retenidos por Hamás, vivos o muertos, en un plazo de 72 horas.
•Desarme total de Hamás.
•Retirada progresiva del ejército israelí de Gaza.
•Establecimiento de un Gobierno de transición en la Franja.
Contexto político
Este posible viaje marcaría un momento decisivo en el intento de Trump por posicionarse como un actor clave en la diplomacia de Medio Oriente, mientras se perfila para un nuevo ciclo electoral. La noticia llega justo cuando el exmandatario busca consolidar apoyo en política exterior.
El papel del secretario Marco Rubio ha sido destacado en esta etapa de las negociaciones, al ser quien alertó al mandatario sobre el progreso del acuerdo y recomendó a Trump capitalizar la noticia en redes.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró este miércoles que está preparada para liderar la reconstrucción del sistema sanitario de Gaza una vez se logre un alto el fuego, tras dos años de conflicto que han dejado a la Franja con menos de la mitad de sus hospitales operativos.
“Durante los últimos dos años no ha habido un solo momento en que la OMS y sus socios no pensaran en lo que se hará al día siguiente del fin de la guerra”, aseguró Hanan Balkhy, directora regional de la OMS para el Mediterráneo Oriental, en una conferencia previa a la 72ª sesión del Comité Regional que se celebrará del 15 al 17 de octubre en El Cairo.
La OMS estima que la recuperación del sistema sanitario gazatí requerirá más de $7,000 millones y advierte que será necesario contar con financiamiento “flexible y plurianual” para garantizar que los avances sean sostenibles. “Debemos construir mejor: hospitales con energía renovable, clínicas con agua limpia y sistemas modernos de información sanitaria”, añadió Balkhy.
De acuerdo con datos actualizados, solo 14 de los 36 hospitales en Gaza están operando parcialmente, y enfrentan severas limitaciones de electricidad, agua potable y suministros médicos. Desde octubre de 2023, la OMS ha coordinado la evacuación de 7,800 pacientes en estado crítico y respaldado más de 22 millones de tratamientos y cirugías.
Además del colapso estructural, la OMS advierte sobre el impacto humano de la guerra: más de 1,700 trabajadores de salud han perdido la vida desde el inicio del conflicto. “La reconstrucción debe empezar por las personas”, sostuvo Balkhy, quien abogó por formar nuevo personal médico, garantizar la protección de los trabajadores actuales y restaurar las escuelas de medicina y enfermería en la zona.
Durante el encuentro regional de ministros de Sanidad, también se discutirán estrategias para recuperar los sistemas sanitarios en zonas de conflicto, reducir la cifra de niños sin vacunar, fortalecer los cuidados paliativos y adaptar los servicios médicos al impacto del cambio climático.
La agenda incluirá un llamado a intensificar acciones contra el cáncer de mama, el más común entre las mujeres en la región, y abordará temas técnicos como la seguridad en laboratorios y el fortalecimiento de la vigilancia epidemiológica.
El nieto del expresidente sudafricano Nelson Mandela, Mandla Mandela, y otros cinco activistas de Sudáfrica regresaron este miércoles a su país tras ser liberados por Israel, luego de ser detenidos durante una misión humanitaria con destino a la Franja de Gaza.
Los activistas formaban parte de la Flotilla Global Sumud, una caravana de 42 barcos que pretendía entregar ayuda humanitaria en Gaza y fue interceptada por la Armada israelí entre el jueves y viernes pasados, en una zona del Mediterráneo considerada aguas internacionales.
“Nos interceptaron en aguas internacionales, lo cual constituye una violación del derecho marítimo”, denunció Mandela en una rueda de prensa ofrecida tras su llegada al Aeropuerto Internacional OR Tambo, en Johannesburgo, donde fueron recibidos entre vítores y banderas palestinas.
Mandela aseguró que fueron trasladados a la ciudad israelí de Ashdod y sometidos a maltratos. “Nos ataron las manos a la espalda. Nos exhibieron ante todos los israelíes y sus aliados en Occidente”, sostuvo. “Nos negaron comida. Al llegar, nos dimos cuenta de que nunca habrá justicia en tierras robadas”.
Entre los liberados se encontraba también la escritora y activista Zukiswa Wanner, quien junto a los demás sudafricanos fue deportada desde Israel vía Jordania, un día antes de su retorno.
El nieto del exmandatario sudafricano reiteró su compromiso con la causa palestina. “Nos comprometimos a otra misión hasta que termine el genocidio en Gaza”, enfatizó, al tiempo que criticó duramente las acciones israelíes comparándolas con el sistema de apartheid que vivió Sudáfrica entre 1948 y 1994.
El presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, ya había exigido la semana pasada la liberación de los activistas. “Ese bloqueo en aguas internacionales refuerza las continuas violaciones del derecho internacional por parte de Israel y el sufrimiento, incluyendo la hambruna, que causa al pueblo palestino”, dijo entonces el mandatario.