Estados Unidos perpetró el martes su primer golpe de su despliegue militar cerca de las costas venezolanas que involucra al menos siete buques de guerra con misiles, tres navíos del escuadrón anfibio, 4,500 efectivos y otros 2,200 soldados adicionales, según el Pentágono.
Estados Unidos dijo que se trataba de un “ataque letal” contra una embarcación vinculada al Tren de Aragua, dejando 11 supuestos narcoterroristas muertos mientras transportaban drogas hacia su territorio, según el presidente Donald Trump.
La acción fue catalogada como “letal”, a diferencia de las tácticas habituales que buscan incautar cargamentos y detener sospechosos.
El secretario de Estado, Marco Rubio, detalló que la operación se realizó en el Caribe sur contra un buque que zarpó desde Venezuela. En México, Rubio evitó especular sobre futuros movimientos militares, aunque reiteró que Estados Unidos “va a enfrentar a los cárteles de la droga dondequiera que estén y donde sea que operen”.
Trump difundió en su cuenta de Truth Social un video en blanco y negro en el que se observa cómo un misil impacta una embarcación.
La respuesta de Caracas no tardó. El ministro de Comunicación, Freddy Núñez, acusó a Washington de manipular el video difundido por Trump con inteligencia artificial.
Nicolás Maduro, por su parte, denunció que Estados Unidos busca apropiarse del petróleo venezolano: “Ellos vienen de verdad por el petróleo venezolano, lo quieren gratis, pero esa primera reserva de petróleo del mundo es del pueblo de Venezuela”, aseguró.
El dictador venezolano también acusó a Rubio de “mandar en la Casa Blanca” y de intentar “llenar de sangre al presidente Trump”.
Afirmó que el ataque responde no solo a recursos naturales, sino al rechazo de Washington al proyecto revolucionario del socialismo del siglo XXI. “En Venezuela va a haber paz, con soberanía, con pueblo y con igualdad, y no han podido ni podrán jamás”, concluyó.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó este martes que las fuerzas armadas de su país eliminaron a 11 integrantes del Tren de Aragua durante una operación militar de precisión contra una embarcación narcotraficante en el sur del mar Caribe.
A través de su cuenta en Truth Social, el mandatario publicó un video del Comando Sur en el que se observa el momento en que una embarcación, monitoreada durante varios segundos, es destruida mediante el disparo de un misil. Trump indicó que los tripulantes eran miembros del Tren de Aragua, organización designada como grupo terrorista por su administración.
«Operan bajo el control de Nicolás Maduro, responsable de asesinatos en masa, tráfico de drogas, tráfico sexual y actos de violencia y terrorismo en Estados Unidos», sostuvo el presidente Trump en su comunicado oficial.
Poco antes de la confirmación presidencial, el Departamento de Defensa había adelantado a la agencia EFE que el ataque fue realizado como parte de una operación antidrogas. El objetivo era una embarcación proveniente de Venezuela que transportaba sustancias ilícitas y era operada por “narcoterroristas”, de acuerdo con fuentes del Pentágono.
Por su parte, el Secretario de Estado, Marco Rubio, también publicó en su cuenta oficial los detalles preliminares del operativo, destacando que la embarcación era una amenaza directa contra la seguridad de Estados Unidos y que fue neutralizada en cumplimiento de los lineamientos del combate al narcotráfico.
El gobierno estadounidense ha desplegado recientemente ocho buques de guerra equipados con misiles y un submarino de propulsión nuclear en el mar Caribe, cerca de las costas venezolanas, con el objetivo de frenar el tráfico de drogas que, según Washington, “contamina las calles” del país norteamericano.
Ante este despliegue, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, declaró que su país enfrenta “la mayor amenaza en América en los últimos cien años” y advirtió que Venezuela se declarará “en armas” si llega a ser agredida por fuerzas extranjeras.
Fuentes del Departamento de Defensa confirmaron que el “ataque de precisión” fue ejecutado específicamente contra una estructura del narcotráfico vinculada al Tren de Aragua, un grupo que Estados Unidos considera una organización narcoterrorista por sus operaciones criminales dentro y fuera de Venezuela. «Se publicarán más detalles del operativo en las próximas horas», informaron altos funcionarios del área de Defensa.
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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo este martes que su país disparó contra un barco cargado con drogas procedente de Venezuela sin ofrecer más detalles sobre una supuesta operación militar en el Caribe, donde la Marina estadounidense ha posicionado varios buques de guerra.
«Literalmente destruimos un barco, un barco que transportaba drogas, mucha droga. Y lo verán y leerán sobre ello. Sucedió hace unos momentos», dijo el presidente a la prensa durante una intervención en el Despacho Oval, antes de añadir que han detectado mucha droga y «estas provienen de Venezuela» .
Trump elogió al «increíble» jefe del Estado Mayor Conjunto, Dan Caine, quien lo puso al tanto del ataque contra el supuesto navío venezolano, un movimiento confirmado poco después por el secretario de Estado, Marco Rubio, a través de un mensaje en X.
As @potus just announced moments ago, today the U.S. military conducted a lethal strike in the southern Carribean against a drug vessel which had departed from Venezuela and was being operated by a designated narco-terrorist organization.
«Tenemos una gran cantidad de drogas que llegan a nuestro país desde hace mucho tiempo, y estas provienen de Venezuela. Salen en grandes cantidades de Venezuela. Muchas cosas están saliendo de Venezuela, así que lo eliminamos (el barco)». Donald Trump, presidente de Estados Unidos.
El líder republicano adelantó que se sabrá más «después de esta reunión» en el Despacho Oval, avanzando un posible comunicado de la Administración con más detalles sobre el ataque, que según el mandatario ocurrió momentos antes de su comparecencia.
EE.UU. ha desplegado ocho barcos militares con misiles y un submarino de propulsión nuclear en áreas del mar Caribe cercanas a las costas de Venezuela para combatir el tráfico de drogas que «contaminan» las calles del país norteamericano.
En respuesta, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, advirtió este lunes que su país enfrenta la que considera la «más grande amenaza que se haya visto» en América «en los últimos cien años» y aseguró que su nación se declararía «en armas» si «fuera agredida».
Rubio confirma «ataque letal» de EE.UU. contra un barco con drogas procedente de Venezuela
El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, confirmó este martes que las fuerzas estadounidenses llevaron a cabo un «ataque letal» contra un barco cargado con drogas procedente de Venezuela, poco después de que lo adelantara el presidente Donald Trump.
«Tal y como informó el presidente de los Estados Unidos hace unos momentos, hoy el Ejército de los Estados Unidos llevó a cabo un ataque letal en el sur del Caribe contra un buque con drogas que había partido de Venezuela y que estaba siendo operado por una organización designada como narcoterrorista», escribió Rubio en un mensaje en la red social X.
Pocos minutos antes, Trump se había adelantado al anuncio, en un acto en la Casa Blanca, donde escribió que el Ejército estadounidense había «liquidado a tiros» y «eliminado» una embarcación que transportaba drogas y que había partido de un puerto venezolano.
El mensaje escrito por Rubio fue enviado apenas horas antes de que aterrice en México para una visita de dos días.
Esa visita llega en un momento en el que ambos países vecinos negocian un acuerdo de seguridad para reforzar la lucha contra, no solo los carteles mexicanos, sino contra otras bandas transnacionales como el Cartel de los Soles, con origen en Venezuela.
El ataque sobre este barco se enmarca a su vez en el despliegue militar que Washington activó hace unos días en aguas internacionales frente a aguas territoriales de Venezuela.
El operativo implica el despliegue de más de 4,000 marines, tres destructores o un submarino de propulsión nuclear con el objetivo de combatir el flujo de narcóticos que se origina en la región y que tiene, entre otros, a Estados Unidos como destinatario.
El despliegue ha supuesto una dura condena por parte de la Administración de Nicolás Maduro, que ha acusado a EE.UU. de estar intentando forzar un cambio de Gobierno en Caracas y al propio
Tras su estancia de dos días en México, donde Rubio se reunirá con la presidenta Claudia Sheinbaum, el secretario de Estado pondrá rumbo a Ecuador, país que también ha mostrado su disposición a apoyar a EE.UU. en la lucha contra el narcotráfico o la inmigración ilegal.
La Casa Blanca advirtió el jueves que la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está preparada para emplear “cualquier elemento del poder estadounidense” con el fin de contener el narcotráfico proveniente de Venezuela, sin descartar acciones de carácter militar.
Durante una conferencia de prensa, la vocera presidencial Karoline Leavitt evitó confirmar si Washington considera un ataque directo contra objetivos venezolanos, pero subrayó que el país no permanecerá pasivo frente al régimen de Nicolás Maduro.
“El régimen de Maduro no es legítimo, es un cártel narcoterrorista. Maduro no es un presidente, es un prófugo acusado de liderar el denominado Cártel de los Soles”, declaró Leavitt, recordando que el mandatario venezolano enfrenta cargos en tribunales estadounidenses por tráfico de drogas.
La vocera recalcó que uno de los compromisos centrales del presidente Trump es impedir el flujo de drogas hacia Estados Unidos y proteger a los ciudadanos de “venenos mortales”. En este marco, defendió el despliegue de buques y aeronaves militares en aguas del Caribe, una operación que ha sido respaldada por varios países de América Latina y el Caribe.
De acuerdo con la Casa Blanca, diversos países latinoamericanos han aplaudido los esfuerzos de Estados Unidos contra el narcotráfico. En contraste, el régimen chavista y sus aliados regionales ven las operaciones como un intento de intimidación militar.
El secretario de Estado, Marco Rubio, aseguró esta semana que la iniciativa de Washington cuenta con el apoyo de países como Argentina, Paraguay, Ecuador, Guyana o Trinidad y Tobago, y que sus Gobiernos han manifestado su disposición a colaborar en acciones conjuntas contra el narcotráfico.
Precisamente hoy, la Gran Diáspora Latinoamericana, integrada por organizaciones civiles y grupos conservadores, se mostró favorable del despliegue de buques estadounidenses cerca de la costa de Venezuela, e instaron al presidente de EE.UU., Donald Trump, a replicar esta presión contra otras naciones latinoamericanas.
Sin embargo, Caracas denunció esta semana que Washington prepara el desplazamiento de un submarino nuclear en la región, acusación que forma parte de la tensión diplomática entre ambos gobiernos.
La posición de Washington refuerza la política de presión contra Maduro, a quien responsabiliza de facilitar operaciones de narcotráfico internacional y de mantener alianzas con organizaciones criminales transnacionales.
El exembajador de Estados Unidos en Venezuela, James Story, aseguró este jueves que toda la región, incluidos quienes se oponen a una intervención militar, espera el colapso del régimen de Nicolás Maduro, pero advirtió que “no es el momento” para ejecutar una acción directa en su contra.
“Todos esperamos el fin de la dictadura en Venezuela, todos en la región, hasta los que están diciendo que la intervención no debería pasar”, expresó Story en entrevista con la emisora colombiana Blu Radio.
Story, quien fue jefe diplomático en Caracas entre 2018 y 2023 —aunque ejerció mayoritariamente desde Bogotá—, señaló que la reciente movilización de una flota militar estadounidense en aguas del Caribe no está diseñada para un ataque militar contra Venezuela, sino para operaciones antidrogas.
La administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, desplegó más de 4,000 efectivos, incluidos 2,000 marines, así como aviones, barcos y lanzamisiles en el Caribe, según información oficial, con el objetivo de frenar el narcotráfico en la región. Sin embargo, Story enfatizó que esta fuerza no está equipada para una invasión.
“Veo muy poco probable que este grupo pueda hacer algo (contra Maduro) porque tiene la capacidad de bombardear, pero no tiene la capacidad de invadir. Eso son dos cosas distintas”, afirmó.
El diplomático, quien también fue jefe de operaciones antinarcóticos de la embajada estadounidense en Colombia entre 2010 y 2013, destacó que esta operación puede reforzar alianzas regionales, particularmente con Colombia, Panamá, Guyana y otras naciones del Caribe.
Una amenaza indirecta
Si bien reconoció que la flota representa una amenaza para Maduro, aclaró que su función no es provocar una confrontación directa. “Es una amenaza directa también a Maduro porque puede lanzar un ataque directo a Miraflores (el palacio presidencial), por ejemplo, si quisieran hacerlo”, sostuvo. Pero recalcó: “Este no es el tamaño necesario para una invasión”.
Story también pidió analizar el perfil del presidente Trump, al que calificó como alguien “contrario a una intervención militar directa”. Añadió que, aunque una eventual caída del régimen venezolano sería bienvenida, no cree que sea viable una acción militar inmediata.
En caso de un eventual colapso del gobierno de Nicolás Maduro, el diplomático advirtió que la oposición venezolana debe tener un plan estructurado para evitar un escenario de caos.
“Hay que saber cómo van a gobernar después de la salida de Maduro, porque eso puede generar un caos dentro del país”, advirtió.
También señaló que una crisis interna en Venezuela impactaría de forma directa a Colombia, debido a los 2,219 kilómetros de frontera compartida entre ambos países.
“Este no es el momento para intentar hacer algo directo contra Maduro, no lo veo en este momento”, concluyó Story.
La Asamblea Legislativa de Costa Rica aprobó este martes una primera partida de $15.5 millones para comenzar la construcción de una nueva cárcel inspirada en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) de El Salvador. El proyecto contempla espacio para 5,000 reos y una inversión total de $35 millones, de los cuales el resto será incluido en el presupuesto estatal de 2026.
La iniciativa, respaldada por el presidente Rodrigo Chaves, surge como respuesta a la crisis de hacinamiento carcelarioy al incremento de la violencia vinculada al narcotráfico. Según el Ministerio de Justicia, el centro contará con 1,000 espacios de máxima seguridad, diseñados con apoyo técnico de El Salvador en planos y procesos constructivos.
El Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (MNPT) advirtió a inicios de agosto sobre la “grave situación” del sistema penitenciario costarricense, que registra un hacinamiento del 29.5 %. En total, la capacidad real es de 13,666 plazas, pero actualmente hay 17,692 internos. La situación es más crítica en cárceles de hombres adultos, donde la sobrepoblación alcanza el 42.9 %, frente a un 6.6 % en centros para mujeres.
El Gobierno costarricense justifica la necesidad de la cárcel al señalar que más del 70 % de los homicidios en el país están vinculados a disputas entre grupos de narcotráfico. En 2024, Costa Rica registró 880 asesinatos, la segunda cifra más alta de su historia, con una tasa de 16.6 por cada 100,000 habitantes. Un año antes, en 2023, el país alcanzó un récord de 905 homicidios, un aumento del 38 % respecto a 2022.
La inseguridad ciudadana se ha convertido en el principal problema del país, según las encuestas, superando a la pobreza, el desempleo y el costo de la vida. El presidente Chaves ha responsabilizado al Poder Judicial, al que acusa de liberar a sicarios y narcotraficantes mediante medidas alternativas a la prisión, y al Poder Legislativo, por mantener leyes que califica de “garantistas” y “suaves”.
El Gobierno de Argentina declaró este martes al Cártel de los Soles como organización terrorista internacional, en una decisión que lo vincula directamente con el gobernante venezolano, Nicolás Maduro. Con esta medida, Buenos Aires se suma a Estados Unidos, Ecuador y Paraguay, países que ya habían catalogado al grupo como una amenaza global.
“Declaramos al Cártel de los Soles como organización terrorista y narcocriminal. Maduro y su séquito son narcoterroristas. Ni en Argentina ni en ningún lugar del mundo van a poder llevar a cabo sus actividades criminales. Para este Gobierno, el que las hace las paga”, afirmó la ministra de Seguridad Nacional, Patricia Bullrich, a través de la red social X.
Según el comunicado oficial, la decisión fue adoptada en coordinación con varios ministerios y se fundamenta en informes que acreditan actividades ilícitas de carácter transnacional, entre ellas narcotráfico, contrabando y explotación ilegal de recursos naturales, además de nexos con otras estructuras criminales de la región.
La declaración, añadió el Ejecutivo, permitirá fortalecer los mecanismos preventivos y sancionatorios frente a operaciones de financiamiento vinculadas al terrorismo y al crimen organizado, además de reforzar la cooperación internacional en materia de seguridad y justicia. “Argentina reafirma su compromiso con la paz y la seguridad”, puntualizó el Gobierno.
Con esta acción, Argentina sigue la línea trazada por Washington, que en las últimas semanas endureció su presión sobre Maduro.
La Administración Trump elevó a $50 millones la recompensa por información que conduzca a su detención y desplegó buques en las costas venezolanas, en el marco de su estrategia para señalarlo como “uno de los mayores narcotraficantes del mundo”.
El exalcalde de Caracas, Antonio Ledezma, afirmó que el reciente despliegue de buques de guerra de Estados Unidos frente a las costas de Venezuela no responde a una acción simbólica o casual.
“Ese despliegue militar no debe ser para que los militares vayan a ver delfines”, declaró este lunes en entrevista con Blu Radio desde Madrid, donde reside en el exilio.
Según Ledezma, esta maniobra forma parte de un claro mecanismo de presión contra el régimen de Nicolás Maduro, al que calificó como una “corporación criminal” involucrada en múltiples delitos internacionales, entre ellos el narcotráfico.
El dirigente opositor celebró que Washington haya endurecido su postura, pasando “de la diplomacia a la presión militar y judicial”.
EE.UU. intensifica presión contra Maduro
En las últimas semanas, la Administración Trump ha elevado el tono contra el Gobierno venezolano. Primero, aumentó a $50 millones la recompensa por información que lleve a la captura de Nicolás Maduro, y más recientemente, envió tres buques de guerra al mar Caribe, bajo el argumento de reforzar operaciones contra el narcotráfico en la región.
Aunque desde Caracas se insiste en que no habrá una intervención militar, el gobierno chavista respondió con el anuncio del despliegue de 4.5 millones de milicianos populares, como parte de una estrategia de defensa territorial. Diosdado Cabello, vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, minimizó la posibilidad de una invasión, pero la militarización fue intensificada.
Consultado sobre la reciente excarcelación de una docena de opositores, Ledezma desestimó cualquier gesto de apertura del régimen. Aseguró que Maduro intenta proyectar una imagen de distensión que no corresponde con la realidad.
“Está jugando un doble juego para simular reformas que no existen”, denunció Ledezma.
El líder opositor no descartó que algún funcionario cercano al chavismo pueda terminar traicionando a Maduro, como parte de una eventual fractura interna. “La presión internacional y la presión interna están haciendo mella”, sugirió.
Impacto geopolítico
El despliegue militar estadounidense en aguas del Caribe ha reavivado el debate sobre una posible intervención militar en Venezuela, aunque desde Washington se mantiene la narrativa de que la acción forma parte de su lucha contra el crimen organizado. La presión sobre Venezuela se da en un contexto regional sensible, con apoyo diplomático creciente a la oposición venezolana desde gobiernos latinoamericanos y europeos.
Mientras tanto, la tensión entre Maduro y EE.UU. continúa escalando, con el escenario geopolítico en constante movimiento y con los ojos del continente puestos sobre el desarrollo de esta nueva fase del conflicto venezolano.
Ismael “El Mayo” Zambada, cofundador del Cártel de Sinaloa y figura central del narcotráfico mexicano por más de cinco décadas, se declarará culpable este lunes ante un tribunal federal en Nueva York, según confirmaron documentos judiciales.
A sus 77 años, Zambada enfrenta 17 cargos relacionados con narcotráfico, lavado de dinero y uso de armas. Sin embargo, la Fiscalía estadounidense renunció a pedir la pena de muerte, lo que allanó el camino para que el acusado aceptara un cambio de declaración. Su entrega a las autoridades de Estados Unidos en 2023 continúa envuelta en interrogantes.
Aunque el Ministerio Público aún no ha precisado si “El Mayo” asumirá la responsabilidad de todos los delitos o únicamente de algunos, fuentes del Departamento de Justicia confirmaron a EFE que la defensa del acusado podría negociar beneficios, como evitar ser enviado a una prisión de máxima seguridad, recibir una reducción de condena o asegurar acceso más frecuente a visitas familiares, debido a su deteriorado estado de salud.
Zambada, uno de los criminales más buscados durante décadas por Estados Unidos —que ofrecía hasta $15 millones por información que llevara a su captura—, podría seguir una estrategia similar a la de su hijo, Vicente Zambada Niebla, alias “Vicentillo”, quien colaboró con la Fiscalía en el juicio contra Joaquín “El Chapo” Guzmán en 2019.
La sentencia contra “El Mayo” quedará en manos del juez Brian Cogan, quien definirá el castigo en función del valor de la información que el capo proporcione a las autoridades. La resolución podría tardar hasta seis meses, dependiendo de la relevancia de su cooperación.
Con “El Chapo” cumpliendo cadena perpetua en una prisión de máxima seguridad en Colorado y “El Mayo” bajo custodia federal en Nueva York, el gobierno estadounidense mantiene bajo control a los dos líderes históricos del Cártel de Sinaloa.
La detención de Zambada ocurrió en julio de 2023, cuando aterrizó en una avioneta en Santa Teresa, Nuevo México, acompañado de Joaquín Guzmán López, hijo de “El Chapo”, a quien responsabilizó de tenderle una trampa. Actualmente, Guzmán López también negocia un acuerdo con la justicia, al igual que su hermano Ovidio Guzmán, alias “El Ratón”, extraditado a EE.UU. en 2023.
En un cambio estratégico, el abogado de Zambada, Frank Pérez, había sugerido desde febrero que una eventual renuncia a la pena de muerte podría llevar a una admisión de culpabilidad, aunque aclaró que esto no implicaba necesariamente colaboración con las autoridades.
Con este giro en el caso de “El Mayo”, se reavivan las preguntas sobre el rumbo que tomará Estados Unidos en su lucha contra el narcotráfico y hasta dónde llegarán las revelaciones del histórico capo mexicano.
Un juez federal en Hermosillo, capital del estado mexicano de Sonora, ordenó abrir juicio contra el boxeador Julio César Chávez Jr. por los delitos de delincuencia organizada y tráfico de armas, en un caso que lo vincula presuntamente con el Cártel de Sinaloa.
La audiencia, realizada de manera virtual por motivos de seguridad, se desarrolló durante tres horas. Durante este tiempo, el pugilista, quien fue deportado desde Arizona el pasado 18 de agosto, siguió la diligencia desde un monitor instalado en el penal de máxima seguridad Cefereso 11, en Hermosillo. El juez Enrique Hernández Miranda determinó que el proceso judicial continúe en libertad bajo caución, por lo que Chávez Jr. saldría de prisión en las próximas horas.
El juez también otorgó una prórroga de tres meses para la investigación complementaria, y fijó como fecha tentativa para la próxima audiencia el 24 de noviembre. La Fiscalía presentó 21 pruebas, pero la defensa alegó que solo nueve mencionaban al acusado y ninguna era concluyente para comprobar los delitos que se le atribuyen.
Rubén Fernando Benítez, uno de los abogados defensores, afirmó que “ninguna de las pruebas eran válidas para acreditar los delitos de delincuencia organizada y tráfico de armas”, y negó que existan vínculos de su cliente con facciones del Cártel de Sinaloa, como “La Chapiza”.
Entre las pruebas citadas por la Fiscalía figuran llamadas telefónicas de personas no identificadas, publicaciones en redes sociales, artículos periodísticos y una bata de boxeo autografiada encontrada en posesión de Néstor Isidro Pérez, alias “El Nini”, exjefe de seguridad del grupo criminal. Además, la investigación incluye un informe del Homeland Security Investigations (HSI), en el que dos personas identifican a Chávez Jr. como parte de una red de lavado de dinero vinculada con la familia de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
La defensa también se refirió a una investigación abierta por la DEA, aunque aclaró que esta no está directamente relacionada con los cargos por los cuales se le procesa actualmente.
Julio César Chávez Jr. fue detenido el pasado 2 de julio en Estados Unidos, poco después de perder una pelea ante Jake Paul en Anaheim. La Fiscalía General de la República confirmó que el deportista tenía una orden de arresto en México desde 2023.