Etiqueta: PIB

  • Gobierno mantiene proyección de crecimiento por encima del 2.5 % para 2025

    Gobierno mantiene proyección de crecimiento por encima del 2.5 % para 2025

    El Ministerio de Economía (Minec) mantiene su previsión de crecimiento por encima de un 2.5 % para El Salvador al cierre de 2025.

    La ministra de Economía, María Luis Hayem, aseguró durante la entrevista de Frente a Frente que las previsiones para este año son positivas si se compara con la situación internacional que se vive.

    “Nosotros seguimos optimistas que vamos a cerrar este año con ese crecimiento mayor al que crecemos en décadas anteriores, estamos hablando de un estimado de un 2.5 % y un 3 %”, indicó Hayem este martes.

    La funcionaria aseguró que el dinamismo de la economía empujará el crecimiento al cierre del año, principalmente porque los últimos meses suelen tener un mejor desempeño para los empresarios y que el sector sigue mostrando capacidad de innovar en medio de la adversidad.

    Hayem anticipó en mayo pasado una previsión por arriba de un 2.5 %, luego de que el presidente Nayib Bukele se comprometió a duplicar la proyección del Fondo Monetario Internacional (FMI), a un 5 %.

    En sintonía a la previsión estatal, la Secretaría Ejecutiva del Consejo Monetario Centroamericano (Secmca) anticipó la semana pasada que la economía salvadoreña crecería un 2.9 % este año.

    Mientras tanto, para el 2026 la Secmca proyectó que el país sufrirá una desaceleración y podría tener un aumento del producto interno bruto (PIB) de un 2.4 %.

     

    Inversión

    El Minec recordó que el aumento de la inversión extranjera directa (IED) es un requisito para el crecimiento económico del país, principalmente ahora que la inseguridad ya no es una piedra de tropiezo para el país.

    El gobierno aseguró que luego de la facilitación de la inversión así como de procesos, y la construcción del clima de negocios, ha comenzado a visualizar una “transición de las inversiones”.

    Según Hayem, primero se observó una aumento de flujo de capital de las empresas que ya estaban en el país y decidieron ampliar sus operaciones.

    A estas le siguió la inversión de la diáspora y luego la incursión de nuevas empresas en territorio salvadoreño.

    El Minec confirma la llegada de inversiones hondureños, colombianos y guatemaltecos a El Salvador, al mismo tiempo que se anticipan giras de promoción de inversiones en Nueva York y Florida, en Estados Unidos, y España.

     

    Comercio

    A nivel de comercio internacional, el Minec reafirmó el desempeño que las exportaciones tuvieron a julio de 2025, tras marcar un crecimiento de un 7 %, luego de cerrar el séptimo mes del año con $4,060 millones.

    El resultado, dijo la ministra, refleja un sector exportador pujante en medio de la reconfiguración de cadenas de valor de nuevas políticas comerciales, modificaciones arancelarias y el impacto que esto último puede generar en el transporte de mercancías.

    “Aún así, vemos cómo nuestros sectores salen adelante, buscan soluciones, son ‘resilientes’, están adoptando más tecnología”, indicó la funcionaria.

    Además, el gobierno hizo énfasis en un incremento de un 12 % de las importaciones, un alza “atada” a la compra de insumos que son utilizados para la producción de las empresas que operan en El Salvador.

    Hayem añadió que el aumento de las importaciones genera empleos, por la mano de obra necesaria para transformar los productos que serán llevados al mercado local o al extranjero, contribuyendo con la economía salvadoreña.

  • La inflación interanual en EE.UU. repunta en agosto hasta el 2.9 %

    La inflación interanual en EE.UU. repunta en agosto hasta el 2.9 %

    El Índice de Precios de Consumo (IPC) de Estados Unidos subió un 2.9 % interanual en agosto, lo que supone un incremento de dos décimas con respecto al dato de julio, informó este jueves el Buró de Estadísticas Laborales (BLS).

    La inflación subyacente, que excluye los volátiles índices de energía y los alimentos, se mantuvo en el 3.1 %, en línea con los cálculos de analistas, que advierten sobre un aumento gradual de los precios debido al impacto cada vez mayor de la política arancelaria del presidente Donald Trump, a días de una reunión de la Reserva Federal (Fed) sobre los tipos.

    En términos intermensuales, la inflación subió un 0.4 % después de registrar un repunte del 0.2 % en julio, mientras que el dato subyacente aumentó un 0.3 %, el mismo nivel que el mes anterior.

    El índice de vivienda se incrementó un 0.4 % en agosto, en la continuación de una tendencia al alza que mantiene a este indicador como el principal impulsor que influye en las subidas mensuales de todos los artículos en los últimos meses, según el BLS.

    De igual forma, el precio de los alimentos creció un 0.5 % en agosto, después del 0,3 % registrado el mes anterior.

    El índice de energía aumentó un 0.7 % – tras un decrecimiento del 1.1 % en julio-, impulsado principalmente por el repunte del 1.9 % en los precios de la de gasolina durante el octavo mes del año.

    En términos interanuales, la energía aumentó un 0.2 % respecto al mismo mes de 2024, mientras que el índice de alimentos aumentó un 3.2 % en el mismo periodo.

    Las tarifas aéreas, los vehículos nuevos, los autos y camionetas usados y la ropa estuvieron entre las categorías que aumentaron.

    Por otro lado, los índices de atención médica, recreación y comunicación estuvieron entre los pocos apartados importantes que disminuyeron en agosto.

    La Fed sigue muy de cerca las cifras de inflación subyacente a la hora de tomar decisiones sobre la política monetaria, junto con los índices de precios de gastos de consumo personal, el Producto interior bruto (PIB) y el desempleo, también publicado por el BLS.

    El Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal (Fed) se reunirá los próximos 16 y 17 de septiembre para decidir sobre las tasas de interés, que han mantenido en un rango del 4.25 al 4.5 % desde el recorte de diciembre de 2024, a pesar de la presión del presidente Trump que exige una rebaja

  • Las remesas a México sufren caída inédita en 2025 por política migratoria en EE.UU.

    Las remesas a México sufren caída inédita en 2025 por política migratoria en EE.UU.

    En el periodo enero-julio de 2025, la desaceleración del empleo en Estados Unidos y el endurecimiento de la política migratoria del presidente, Donald Trump, provocaron una caída interanual del 5,5 % de las remesas hacia México, el primer descenso registrado en este lapso desde 2019.

    En este periodo, las remesas que llegan a México sumaron 34.889 millones de dólares, un 5,5 % menos frente a los 36.919 millones de dólares registrados en 2024, de acuerdo con cifras oficiales del Banco de México.

    Un  retroceso para este periodo no ocurría desde 2019, cuando se redujeron de 21.554 millones de dólares a 21.139 millones de dólares entre 2018 y 2019, una caída interanual del 1,9 %.

    Tan solo en julio, las remesas se situaron en 5.330 millones de dólares, una contracción anual de 4,7 %, lo que acumuló cuatro meses consecutivos de retrocesos interanuales —y cinco en lo que va del año—, una racha no vista desde 2013.

    En este sentido, Gabriela Siller, directora de análisis económico y financiero de Banco Base, señaló que “no caían tantos meses consecutivos de remesas desde el periodo de febrero a junio del 2013, en el que cayeron cinco meses consecutivos”.

    “Hasta ahora llevan cuatro meses consecutivos (a la baja) y es muy posible que se acumule un quinto mes consecutivo”, aseguró Siller.

    La especialista explicó que la caída se debe a varios factores, entre ellos, el deterioro presentado en el mercado laboral de EE.UU., además del “miedo de los migrantes que están allá a salir, a hacer actividades”.

    En tanto, un análisis de Valores Mexicanos Casa de Bolsa señaló que en términos reales, al ajustar por tipo de cambio e inflación, “las remesas registraron en julio de 2025 una caída real de 5 % anual, lo que marcó la segunda disminución consecutiva en términos reales”.

    “Esta contracción obedeció a la combinación de menores ingresos en dólares y continuas presiones inflacionarias internas, que han erosionado el poder adquisitivo de estos flujos”, agregó el reporte elaborado por el economista en jefe de esta firma, Gerónimo Ugarte y el economista Luis Fernando Campos.

    Impactos en economías locales

    Por su parte, los especialistas descartaron que los niveles récord al cierre del año registrados desde 2020 se vuelvan a ver, ante la poca probabilidad de su recuperación en los cinco meses que restan del 2025.

    “Posiblemente veamos una contracción de las remesas en este 2025, considerando que ya en más de la mitad de lo que va del 2025 se está registrando una caída significativa y vemos poco probable que sea revertida hacia los últimos meses de este 2025”, detalló Janneth Quiroz, directora de Análisis Económico, Cambiario y Bursátil en Monex Grupo Financiero.

    De acuerdo con las proyecciones compartidas por SIller, para el cierre de este año banco Base estima un retroceso anual del 4 % en las remesas, mientras otras entidades como el BBVA México han previsto una caída por encima del 5 %, alcanzando los 61.000 millones de dólares.

    El retroceso de las remesas implica menos recursos para el consumo en regiones altamente dependientes, como Michoacán, Zacatecas, Guerrero y Chiapas, donde representan más del 10 % del PIB estatal, advirtió también Siller.

    En este mismo sentido, el reporte de Valores Mexicanos sostiene que el “ajuste real refuerza la señal de deterioro en el ingreso disponible de los hogares receptores, lo que podría traducirse en una menor capacidad de consumo en el corto plazo”.

    Además, indicó que “la tendencia descendente de las remesas en 2025 refleja un entorno más adverso, influido por cambios en las políticas comerciales y migratorias en Estados Unidos», así como, al interior, «por los efectos de una apreciación cambiaria y la persistencia inflacionaria en México, que seguirían presionando el ingreso real de las familias”, concluye el análisis.

  • Cuatro meses de deflación, ¿se deben preocupar los salvadoreños?

    Cuatro meses de deflación, ¿se deben preocupar los salvadoreños?

    El Salvador acumula cuatro meses en deflación, una situación que si se profundiza y toca otros renglones de la economía podría generar serios problemas.

    De acuerdo con el Banco Central de Reserva (BCR), el Índice de Precios al Consumidor (IPC) cayó en deflación en abril con una tasa de -0.11 %, siguió mayo con -0.21 %, junio con -0.17 % y julio con -0.14 %. El último dato de agosto se publicará el viernes 5 de septiembre.

    A diferencia de la inflación, cuando los precios suben, la deflación es lo contrario, hay una caída generalizada de los precios. La economía salvadoreña sufrió este fenómeno en algunos meses en 2019 y se mantuvo así durante todo 2020, el año de la gran crisis debido a la pandemia de covid-19.

     

    Primeras consideraciones

    Rommel Rodríguez, coordinador del Área de Macroeconomía y Desarrollo de la Fundación Nacional para el Desarrollo (Funde), sugiere revisar otras aristas de la economía para preocuparse o no si la deflación es dañina en las condiciones actuales de El Salvador.

    El IPC en negativo ocurre al mismo tiempo que el Índice de Precios al Productor (IPP) acumula tres meses con una variación mensual negativa, mientras que el Índice de Volumen de la Actividad Económica (IVAE) no despega, con tasas de 0.60 % y 2.3 % entre enero y mayo.

    En la camándula de aristas se encuentra el fuerte crecimiento de las remesas familiares de un 18.6 % tras superar los $5,700 millones en los primeros siete meses de 2025, un dinamismo que es atribuido al temor de los salvadoreños en Estados Unidos a la deportación y, por consiguiente, envían más dinero para tener un colchón de ahorro.

    El ingreso masivo de remesas se refleja, en parte, en un fuerte crecimiento de un 15.9 % en la cartera de depósitos, que alcanzó los $18,193.8 millones a junio, según la Asociación Bancaria Salvadoreña (Abansa).

    Por otro lado, el BCR reporta que seis de las 12 divisiones del IPC se encuentran en negativo, sobre todo en transporte (-2.12 %) y alimentos y bebidas no alcohólicas (-1.85 %).

    En julio, la canasta alimentaria subió por un mayor costo en las raciones de frijoles y tortillas. /DEM

    “Los precios, en términos generales, deberían estar cayendo y eso se debería estar traduciendo en una mayor capacidad adquisitiva de las personas para comprar, pero eso no necesariamente se está traduciendo en mayores compras y eso me hace pensar en el comportamiento de los depósitos, porque han tenido un comportamiento al alza bastante fuerte desde los últimos meses del año pasado”, añadió el economista.

    Aunque en los números hay una caída generalizada, los salvadoreños pagan más por la canasta básica alimentaria (CBA), la cual subió $6.2  y se colocó en $190.79 en la zona rural en julio, el precio más alto desde octubre de 2023. Entretanto, la CBA urbana se encareció $2, hasta colocarse en $255.06.

     

    Efecto FMI

    Y si las remesas y los depósitos crecen a doble dígito, ¿por qué la demanda está decaída?

    Uno de los factores explicativos que yo encuentro es que el ajuste que se está implementando por parte del gobierno, a partir del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), está siendo bastante fuerte, eso podría haber afectado de alguna manera la demanda”, explicó Rodríguez.

    La Administración de Nayib Bukele se comprometió a realizar un ajuste fiscal de 3.5 puntos porcentuales del PIB entre 2025 y 2027, priorizando recortes al gasto público. Esto se traduce en una menor demanda de bienes y servicios por parte del gobierno, además de aplicar despidos de personal en varias carteras.

    El economista alertó que la economía salvadoreña podría entrar en terreno peligroso si la deflación se profundiza, mientras que la actividad económica no “levanta cabeza” que resienta la economía de los agentes privados.

    “Ciertamente hay una caída en el nivel general de precios, pero muchos agentes económicos están encontrando dificultades para encontrar ingresos, entonces no han podido capitalizar esa caída de precios porque no tienen ingresos”, sostuvo.

    La demanda, sin embargo, es clave para las empresas, sobre todo para los micro negocios y los productores. El problema se origina cuando cae y no hay gente consumiendo, porque usualmente las personas retrasan la compra de algún producto a la espera que los precios continúen cayendo.

    Si el episodio de deflación se prolonga y con tasas más pronunciadas, la economía salvadoreña se podría enfriar, las empresas aplicar recortes de personal y comprar menos, generando un círculo dañino para la actividad y la atracción de inversiones.

     

    Vistazo en la región

    El Salvador no está solo en la región. Costa Rica acumula tres meses en deflación, hasta cerrar en -0.61 % en julio, y Panamá arrastra desde septiembre de 2024 y fue de -0.36 % en julio.

    Laura Clavijo Muñoz, directora de investigaciones económicas, sectores y de mercado de Grupo Cibest, agregó un nuevo elemento al caldo de situaciones que han llevado a tres economías centroamericanas a deflación: China.

    El gigante asiático vive desde inicios de 2025 un proceso de deflación que en alguna manera llega hasta los mercados centroamericanos.

    “Eso es algo que podría pasar en algunos de nuestros países, que ahora esos productos chinos de plástico, juguetes, que ya tiene un arancel muy grande en Estados Unidos, empiecen a inundar mercados como el de Brasil y como los nuestros”, explicó la economista durante un foro con periodistas el pasado 19 de agosto.

    La investigadora de Grupo Cibest, casa matriz de Bancoagrícola, aseguró que por el momento no considera que sea “algo muy grave” para la región, pero que se debe mantener bajo monitoreo.

  • Las remesas crecieron 18.6 % a julio y superaron los $5,700 millones

    Las remesas crecieron 18.6 % a julio y superaron los $5,700 millones

    Los hogares salvadoreños recibieron más de $5,710.2 millones en remesas familiares entre enero y julio de 2025, informó este viernes el Banco Central de Reserva (BCR).

    La cifra, que marca un nuevo récord debido al temor de los salvadoreños en EEUU por las deportaciones, representa un crecimiento de $894.2 millones frente a los $4,816 millones de igual período de 2024, un 18.6 %.

    Solo en julio se recibieron $872.5 millones, la segunda cifra más alta en 2025 y solo superada por los $899.1 millones de mayo, cuando el BCR documentó el monto mensual más alto desde que lleva registro, hace tres décadas.

    El fuerte crecimiento en el valor monetario no se refleja en la misma magnitud en la cantidad de operaciones registradas, que rebasaron los $15.57 millones a julio, un 4.7 % más que hace un año.

    El ingreso de remesas ha marcado históricos a lo largo de 2025, atribuido por los analistas al temor de los salvadoreños en Estados Unidos a la restrictiva política contra la migración de la Administración de Donald Trump.

    En la lista de temas de preocupación está el impuesto de 1 % que se aplicará a partir del 1 de enero de 2026 a cualquier transferencia realizada desde Estados Unidos, con excepción de los fondos que procedan de cuentas o tarjetas de instituciones domiciliadas en la gran economía. Esto pondrá presión en los salvadoreños que envían dinero, ya que pagarán ese impuesto que podría ser cobrado del monto que transfieren o cubrirlo.

    Gráfico publicado por el BCR sobre el ingreso de remesas, acumulado de enero a julio de cada año.

     

    Según el BCR, en la última década hubo tres picos de fuertes crecimiento: en 2017 de un 10.5 % y en 2018 de un 9.2 %, el primero y el segundo año del primer mandato de Trump, mientras que el tercero ocurrió en 2021, como efecto rebote de la caída por la pandemia de covid-19.

    Estados Unidos representó el 92.5 % de las remesas luego de sumar $5,281.9 millones a julio, una cifra que aumentó en 19.6 % frente al mismo período de 2024.

    Con menor tasa, las remesas captadas desde España crecieron un 17 % y de Italia un 12.6 %, con $37.6 millones y $33.2 millones, respectivamente. Ambos países se ubican en el tercer y cuatro destinos de procedencia de estos ingresos.

    En la lista de países destaca Irlanda, con un fuerte repunte de 42.8 %, pero el monto es de $1.8 millones.

    De acuerdo con el BCR, el promedio mensual de remesas fue de $351.9 a nivel nacional. Nuevamente, ese valor es mayor en Chalatenango, de $462, y en Cabañas, de $448.7.

    Las remesas representaron el 25.9 % del producto interno bruto (PIB) en el primer semestre de 2025, dinero que llega al 26.8 % de los hogares salvadoreños. Según el VII Censo de Población, al menos 514,739 familias reciben estos ingresos, un 90 % más que los 270,045 receptores de 2007, cuando se realizó el anterior censo.

     

  • S&P mantiene calificación de El Salvador, pero advirtió de una desafiante situación fiscal y pensiones

    S&P mantiene calificación de El Salvador, pero advirtió de una desafiante situación fiscal y pensiones

    La calificación de riesgo soberano S&P Global Ratings reafirmó el 20 de agosto la calificación de la deuda soberana de El Salvador por el soporte del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), pero advirtió de una delicada situación fiscal y de pensiones.

    La agencia explicó que la preceptiva muestra un equilibrio por la “aún desafiante situación fiscal” por el alto servicio de la deuda proyectado en medio de una drástica mejora en la seguridad pública que debería impulsar el crecimiento económico, así como mejores condiciones para acceder a financiamiento con instituciones multilaterales.

    La suma de estos factores debería “seguir conteniendo los riesgos de incumplimiento soberano durante los próximos 12 a 18 meses”.

    La agencia agregó que la calidad crediticia de El Salvador se ve limitada por un débil marco institucional y gestión económica, que ha derivado en “dos incumplimientos de pagos” con los fondos de pensiones en los últimos 10 años.

    “También se ve limitada por un crecimiento económico moderado que ha mantenido al país con menores indicadores de riqueza que muchos otros países con la misma calificación y ha contribuido a la debilidad fiscal y a una elevada deuda gubernamental”, sostuvo.

    Para la agencia, el cumplimiento de los compromisos asumidos por la Administración de Nayib Bukele mejoraría la capacidad de pago a largo plazo.

     

    Carga de pensiones

    La agencia advirtió que de un agotamiento del fondo de solidaridad del sistema de pensiones, al tiempo que ejercerá presión en las cuentas fiscales: “Esperamos que el fondo de solidaridad para el sistema de pensiones de contribución definida se quede sin reservas durante nuestro horizonte de proyección”.

    “En nuestra opinión, el fin del período de gracia del servicio de la deuda con los fondos de pensiones privados en 2027 aumentará la carga de intereses y mitigará cualquier ganancia esperada en superávit primario”, añadió.

    Tras la última reforma de pensiones, en 2023 el gobierno salvadoreño hizo un canje de la deuda con las AFP por certificados de largo plazo, que incluyó un período de gracia de cuatro años de intereses y capital.

    Anticipa que el sistema público siga dependiendo de los fondos de pensiones para financiar los déficits y, en un escenario base, el pago de intereses alcanzaría un máximo superior al 20 % de los ingresos del gobierno al final del período de gracia de la deuda con el sistema de pensiones. Además, la deuda pública neta llegaría a un 91 % en 2028, desde un 84 % en 2024.

    Estos escenarios están sujetos a una reforma que debe presentar el gobierno salvadoreño a más tardar el 10 de febrero de 2026, según el programa de compromisos del FMI.

    “Esperamos que el gobierno apruebe una reforma previsional en 2026, pero no hay claridad sobre cómo abordará la deuda del sistema de pensiones que tienen las AFP”, dijo.

    La calificadora recordó que la ley obliga a las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) a comprar certificados previsionales, que ascendieron a un 30 % del PIB en 2024.

     

    Mejorar de nota bajo condiciones

    Sin embargo, advirtió que podría rebajar la calificación en los próximos seis o 12 meses si el gobierno salvadoreño no avanza con los compromisos del acuerdo con el FMI, ya que podría obstaculizar el acceso a financiamiento.

    También podría empeorar la nota de la deuda salvadoreña si los déficit fiscales siguen elevados, pues aumentaría la probabilidad de incumplimiento de pago a medida se acerca el final del período de gracia acordado en 2023 con las AFP.

    Por el contrario, S&P Global Ratings agregó que podría aumentar la calificación en los próximos 12 o 18 meses si El Salvador mejora su desempeño fiscal, con mayor libertad para cumplir sus obligaciones.

    S&P Global Ratings prevé que el PIB crezca un 2.5 % entre 2025 y 2028 en virtud de los flujos de remesas y la mejora en la seguridad. Además, espera que la inflación se mantenga baja durante los próximos tres años.

  • Industriales esperan que la economía salvadoreña crezca un 3 % en 2025

    Industriales esperan que la economía salvadoreña crezca un 3 % en 2025

    La Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI) espera que la economía salvadoreña crezca un 3 % al cierre de 2025, empujada por el incremento de las exportaciones y la producción.

    Las estimaciones estarían ligadas a previsiones compartidas a los empresarios por parte del Banco Central de Reserva (BCR), en donde el gobierno fijó una tasa que rondará entre un 2.5 % y un 3 %.

    “El BCR fijó una tasa entre el 2.5 % y 3 %, yo creo que vamos a estar cerca del 3%, porque las exportaciones han seguido creciendo a casi un 10 %, y eso indica que hay mayor producción”, indicó este jueves el presidente de la ASI, Jorge Arriaza.

    Aunque el BCR no ha emitido proyecciones de forma pública, esta semana, la casa matriz de Bancoagrícola, Grupo Cibest, anticipó una desaceleración de la economía salvadoreña tras una previsión de un 2.2 % en 2025 y que esta cifra se replique para el 2026.

    Este mes, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) recortó las proyecciones de crecimiento de El Salvador a un 2.4 % en 2025.

    Durante una entrevista en la radio YSKL, la ASI evaluó este año como uno positivo, destacado por un incremento en los niveles de empleo y de la demanda en Estados Unidos.

    En 2024, las exportaciones salvadoreñas cerraron en $6,447.5 millones al cierre de 2024, tras marcar una reducción de $50.6 millones, un 0.8 % con relación a 2023.

     

    Envíos de mercancía

    El panorama cambió en este 2025, pues al cierre del primer semestre se acumularon $3,418 millones en envío de bienes, un 6.5 % más que el mismo período de 2024.

    Los industriales aseguran que los últimos tres meses del año siempre tienden a ser de mayor crecimiento frente al resto.

    Por ende, los pedidos que mercados como Estados Unidos hace para la época navideña se producen en la actualidad por parte de las empresas.

    El buen desempeño del sector está ligado buena parte a las exportaciones de alimentos y bebidas, farmacéutico, empaque, plásticos, cartón y metalmecánica.

    Al otro extremo están los sectores de textil y confección que han disminuido su comercio, pero que aún representan buena parte de las ventas salvadoreñas.

    Para el cierre de 2025, la Corporación de Exportadores de El Salvador (Coexport) estimó la semana pasada al menos $13,000 millones en exportaciones de bienes y servicios para los empresarios salvadoreños.

    Según Coexport, al cierre del primer semestre se exportaron más de $4,000 millones en servicios, mientras que el BCR reportó $3,418 millones en envío de mercancía.

  • Hacienda reperfiló el 73 % de la deuda de corto plazo en la banca a vencimientos de 2 y 7 años

    Hacienda reperfiló el 73 % de la deuda de corto plazo en la banca a vencimientos de 2 y 7 años

    El Ministerio de Hacienda cambió el perfil de vencimiento de un 73 % de la deuda pública en títulos con la banca privada a plazos de entre dos y siete años.

    Esta información se incluyó en una presentación ofrecida el lunes por el viceministro de Hacienda, Luis Sánchez, ante los diputados de la Comisión de Hacienda de la Asamblea Legislativa, en cuya comparecencia recordó que el gobierno salvadoreño ha realizado cinco operaciones de manejo de pasivos desde 2022 para suavizar la curva de vencimientos de la deuda soberana.

    Además, realizó un reperfilamiento de una parte de la deuda de corto plazo contenida en Letras y Certificados del Tesoro (Letes y Cetes), dos instrumentos utilizados por el gobierno cuando tiene problemas de caja que se colocan en el mercado salvadoreño, pero que generaban constantemente problemas en la caja fiscal por los cortos períodos de vencimiento.

    Este programa se ejecutó a través de un acuerdo pactado en septiembre de 2023 entre Hacienda y la Asociación Bancaria Salvadoreña (Abansa) a cambio de tasas de interés más altas. En ese momento, Jerson Posada, ministro de Hacienda, informó que serían $1,500 millones durante un plan de un año.

    En el informe presentado a los diputados, el viceministro Sánchez detalló que $1,431.3 millones se reperfilaron a mediano plazo, “disminuyendo sus presiones de caja y mejorando la liquidez del tesoro público”.

    Reperfilamiento de la deuda de corto plazo según presentación de Hacienda.

     

    Según una tabla proyectada, $386.5 millones, un 27 % del total, quedaron como LETES en circulación.

    Hacienda estructuró un tramo de $272.1 millones (19 %) a un plazo de dos años, al igual que un bloque de $272.1 millones para tres años.

    Los títulos de cinco años sumaron $250.3 millones (17.5 %). Igual cifra se estructuró para un vencimiento de siete años. En ambos casos, Hacienda reporta un 31.4 % y un 87.74 % de amortización, respectivamente.

    “Nos permite tener un mejor manejo de nuestra caja”, añadió Sánchez.

     

    Saldo: más de $1,400 millones

    De acuerdo con el último perfil de deuda, publicado en el portal de Transparencia Fiscal, el saldo de las obligaciones de corto plazo supera los $1,435.7 millones al 30 de junio de 2025, equivalente a un 3.9 % del producto interno bruto (PIB).

    De ese saldo, $1,182.6 millones son Letes y $253.1 millones en Cetes.

    La cifra representa una reducción de $553.3 millones (27.8 %), frente a los $1,989 millones registrados en el primer semestre de 2024.

    También conocidas como la “tarjeta de crédito” del gobierno, las Letes es deuda flotante cuyo fin es cubrir deficiencias temporales de ingresos por un monto que no exceda el 20 % de los ingresos corrientes del ejercicio fiscal de 2025, equivalente a $1,641.08 millones.

    Los Cetes, en tanto, funcionan como crédito puente, por lo cual es necesario contar con una aprobación de deuda por parte de la Asamblea Legislativa. Tanto las Letes como los Cetes se emiten en la plaza local, donde los bancos son los mayores compradores, aunque también hay jugadores como las administradoras de fondos de pensiones (AFP).

    Hacienda reporta que un 26 % de la deuda pública tiene un vencimiento de entre uno y cinco años plazo.

  • Las remesas a cuenta disminuirían $30.1 millones en El Salvador por el impuesto en EEUU

    Las remesas a cuenta disminuirían $30.1 millones en El Salvador por el impuesto en EEUU

    Las remesas familiares enviadas a cuenta disminuirían en cerca de $30.1 millones por el nuevo impuesto a las transferencias que aplicará Estados Unidos a partir del 1 de enero de 2026, según estimaciones de Grupo Cibest, casa matriz de Bancolombia.

    Este impuesto -que inicialmente se había propuesto de un 5 % pero no encontró cabildeo- se aplicará a cualquier transferencia en efectivo, giro postal, cheque o instrumento en físico, con excepción de fondos que procedan de cuenta bancaria o tarjetas de una institución domiciliada en Estados Unidos.

    Laura Clavijo Muñoz, directora de investigaciones económicas, sectores y de mercado de Grupo Cibest, detalló que el envío desde Estados Unidos por cuenta tendría una afectación “importante” para las remesas, pero en el agregado económico no sería tan significativo.

    Para El Salvador se prevé una reducción de las remesas a cuenta de un 0.35 %, equivalente a $30.1 millones. Entretanto, para Guatemala se pronostica una caída de un 0.45 %, al menos $95.9 millones.

    De acuerdo con el Banco Central de Reserva (BCR), un 28.4 % de las remesas captadas en 2024 fueron con abono a cuenta -el receptor tiene una cuenta bancaria donde recibe los fondos-, mientras que un 66.5 % sin abono a cuenta -llega a una institución o pagador final como supermercado o farmacia-.

    Apenas 1 % se canalizó a través de billeteras digitales de criptomonedas y el restante 4.1 % corresponde a efectivo o recargas a teléfonos móviles.

     

    Más vulnerable

    Clavijo Muñoz señaló que en los escenarios de impacto de la política contra la migración se deben ajustar a la baja porque es “muy difícil” para el gobierno de Donald Trump cumpla en la práctica su promesa de las deportaciones masivas.

    México tiene la mayor tasa de migrantes indocumentados en Estados Unidos, de hasta un 37 %, mientras que El Salvador representa un 7 %.

    Grupo Cibest construyó un indicador de vulnerabilidad del flujo de remesas desde Estados Unidos, a partir de métricas como la participación de estos ingresos en el producto interno bruto (PIB), número de migrantes, condición migratoria, repatriación y peso de EE. UU.

    Este análisis reveló que los países más vulnerables ante el endurecimiento de la política migratoria de  Trump serían México, El Salvador y Honduras.

    Entretanto, Guatemala, Nicaragua y República Dominicana tienen un nivel de vulnerabilidad media.

    “Los países cuyas remesas se ven más afectadas por mayores deportaciones son El Salvador y Guatemala, pero no lo vemos tan impactante porque lograr todas las deportaciones que estimaba el gobierno Trump realmente sería muy complejo de lograr”, añadió.

    La analista atribuyó el fuerte crecimiento al temor de las deportaciones. Además, los migrantes pueden cambiar el canal para realizar las transferencias, ya que las empresas remesadoras son puntos de vigilancia por las autoridades policiales en EE. UU.

    Las remesas representaron el 25.9 % del PIB en el primer semestre de 2025, dinero que llega al 26.8 % de los hogares salvadoreños. Según el VII Censo de Población, al menos 514,739 familias reciben estos ingresos, un 90 % más que los 270,045 receptores de 2007, cuando se realizó el anterior censo.

  • Grupo Cibest prevé desaceleración de la economía salvadoreña por menores remesas y comercio

    Grupo Cibest prevé desaceleración de la economía salvadoreña por menores remesas y comercio

    Grupo Cibest, casa matriz de Bancoagrícola, prevé que la economía salvadoreña entre en una etapa de desaceleración debido a una menor dinámica de las remesas y el comercio exterior.

    Laura Clavijo Muñoz, directora de investigaciones económicas, sectores y de mercado de Grupo Cibest, recordó que El Salvador depende del desempeño de la economía estadounidense por sus lazos comerciales y dependencia de remesas.

    La investigadora calificó como “interesante” el desempeño de la economía salvadoreña con un crecimiento de un 3.5 % en 2023 y un 2.6 % en 2024, anclado a la industria manufacturera y el turismo que ha sido la “bandera”.

    Sin embargo, “esperamos que la economía salvadoreña se desacelere levemente de la mano de una menor demanda externa y ralentización de flujos de remesas”, sostuvo este martes la economista en una conferencia virtual con periodistas de los mercados donde el grupo tiene operaciones.

    El grupo financiero prevé que el producto interno bruto (PIB) salvadoreño crezca un 2.2 % en 2025 y 2026. Esto se debe, en parte, porque la “economía estadounidense no crecería de la manera como esperábamos anteriormente”, añadió.

    Pese a una mayor percepción positiva, la economía salvadoreña se mantiene en la zaga en la región centroamericana, ya que para Guatemala se anticipa un 3.6 % en 2025, un 3.7 % en Panamá y un 3.5 % en Costa Rica.

    En medio del nerviosismo de la mundial por la guerra arancelaria, la investigadora desgranó que El Salvador tiene tres principales retos ante una ralentización de las remesas familiares por el nuevo impuesto en Estados Unidos, aplicable a partir del 1 de enero de 2026, así como el arancel a las exportaciones hacia la economía estadounidense del 10 % base y lograr un cumplimiento del ajuste fiscal con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

    Captura de la presentación de Grupo Cibest, realizada el 19 de agosto de 2025.

    “El reto más importante para la economía salvadoreña, aparte de remesas y comercio, tiene que ver con lograr ese importante ajuste fiscal que a buena hora firma un acuerdo con el FMI y pone presente unas metas fiscales”, añadió Clavijo Muñoz.

     

    Mayor acceso al mercado

    Edgardo Antonio Aguilar Cruz, parte de Bancoagrícola en El Salvador, indicó que las proyecciones económicas no abarcan la “evolución de la confianza de inversionistas internacionales”, que ha permitido que el gobierno de Nayib Bukele acceda a financiamiento por una reducción el perfil de riesgo.

    “Hay una modernización en la forma de hacer negocios, hay algunos incentivos que se están anunciado básicamente para atraer inversión extranjera directa, que es uno de los puntos que ha sido débil versus el resto de la región”, añadió Aguilar.

    Para el economista, “el espíritu modernizador” en algunas leyes tendrá impacto sobre el crecimiento “posiblemente para 2026 y 2027”. También destacó la “voluntad” de cumplir del gobierno salvadoreño de las metas establecidas por el FMI, a pesar de que no se logró el compromiso del superávit fiscal primario.

    “Estamos viendo una mejora en la fortaleza fiscal (…) ya pasamos la época que el enfoque era totalmente la seguridad, estamos pasando a un enfoque de fortaleza y reformas estructurales, y se está trabajando en el enfoque de crecimiento económico”, añadió el economista de Bancolombia.

    Cibest se creó en mayo de 2025 para administrar los negocios financieros de Grupo Bancolombia, que incluyen la filiales de Bancoagrícola El Salvador, Banistmo en Panamá y Bam en Guatemala.