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  • Cuatro meses de deflación, ¿se deben preocupar los salvadoreños?

    Cuatro meses de deflación, ¿se deben preocupar los salvadoreños?

    El Salvador acumula cuatro meses en deflación, una situación que si se profundiza y toca otros renglones de la economía podría generar serios problemas.

    De acuerdo con el Banco Central de Reserva (BCR), el Índice de Precios al Consumidor (IPC) cayó en deflación en abril con una tasa de -0.11 %, siguió mayo con -0.21 %, junio con -0.17 % y julio con -0.14 %. El último dato de agosto se publicará el viernes 5 de septiembre.

    A diferencia de la inflación, cuando los precios suben, la deflación es lo contrario, hay una caída generalizada de los precios. La economía salvadoreña sufrió este fenómeno en algunos meses en 2019 y se mantuvo así durante todo 2020, el año de la gran crisis debido a la pandemia de covid-19.

     

    Primeras consideraciones

    Rommel Rodríguez, coordinador del Área de Macroeconomía y Desarrollo de la Fundación Nacional para el Desarrollo (Funde), sugiere revisar otras aristas de la economía para preocuparse o no si la deflación es dañina en las condiciones actuales de El Salvador.

    El IPC en negativo ocurre al mismo tiempo que el Índice de Precios al Productor (IPP) acumula tres meses con una variación mensual negativa, mientras que el Índice de Volumen de la Actividad Económica (IVAE) no despega, con tasas de 0.60 % y 2.3 % entre enero y mayo.

    En la camándula de aristas se encuentra el fuerte crecimiento de las remesas familiares de un 18.6 % tras superar los $5,700 millones en los primeros siete meses de 2025, un dinamismo que es atribuido al temor de los salvadoreños en Estados Unidos a la deportación y, por consiguiente, envían más dinero para tener un colchón de ahorro.

    El ingreso masivo de remesas se refleja, en parte, en un fuerte crecimiento de un 15.9 % en la cartera de depósitos, que alcanzó los $18,193.8 millones a junio, según la Asociación Bancaria Salvadoreña (Abansa).

    Por otro lado, el BCR reporta que seis de las 12 divisiones del IPC se encuentran en negativo, sobre todo en transporte (-2.12 %) y alimentos y bebidas no alcohólicas (-1.85 %).

    En julio, la canasta alimentaria subió por un mayor costo en las raciones de frijoles y tortillas. /DEM

    “Los precios, en términos generales, deberían estar cayendo y eso se debería estar traduciendo en una mayor capacidad adquisitiva de las personas para comprar, pero eso no necesariamente se está traduciendo en mayores compras y eso me hace pensar en el comportamiento de los depósitos, porque han tenido un comportamiento al alza bastante fuerte desde los últimos meses del año pasado”, añadió el economista.

    Aunque en los números hay una caída generalizada, los salvadoreños pagan más por la canasta básica alimentaria (CBA), la cual subió $6.2  y se colocó en $190.79 en la zona rural en julio, el precio más alto desde octubre de 2023. Entretanto, la CBA urbana se encareció $2, hasta colocarse en $255.06.

     

    Efecto FMI

    Y si las remesas y los depósitos crecen a doble dígito, ¿por qué la demanda está decaída?

    Uno de los factores explicativos que yo encuentro es que el ajuste que se está implementando por parte del gobierno, a partir del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), está siendo bastante fuerte, eso podría haber afectado de alguna manera la demanda”, explicó Rodríguez.

    La Administración de Nayib Bukele se comprometió a realizar un ajuste fiscal de 3.5 puntos porcentuales del PIB entre 2025 y 2027, priorizando recortes al gasto público. Esto se traduce en una menor demanda de bienes y servicios por parte del gobierno, además de aplicar despidos de personal en varias carteras.

    El economista alertó que la economía salvadoreña podría entrar en terreno peligroso si la deflación se profundiza, mientras que la actividad económica no “levanta cabeza” que resienta la economía de los agentes privados.

    “Ciertamente hay una caída en el nivel general de precios, pero muchos agentes económicos están encontrando dificultades para encontrar ingresos, entonces no han podido capitalizar esa caída de precios porque no tienen ingresos”, sostuvo.

    La demanda, sin embargo, es clave para las empresas, sobre todo para los micro negocios y los productores. El problema se origina cuando cae y no hay gente consumiendo, porque usualmente las personas retrasan la compra de algún producto a la espera que los precios continúen cayendo.

    Si el episodio de deflación se prolonga y con tasas más pronunciadas, la economía salvadoreña se podría enfriar, las empresas aplicar recortes de personal y comprar menos, generando un círculo dañino para la actividad y la atracción de inversiones.

     

    Vistazo en la región

    El Salvador no está solo en la región. Costa Rica acumula tres meses en deflación, hasta cerrar en -0.61 % en julio, y Panamá arrastra desde septiembre de 2024 y fue de -0.36 % en julio.

    Laura Clavijo Muñoz, directora de investigaciones económicas, sectores y de mercado de Grupo Cibest, agregó un nuevo elemento al caldo de situaciones que han llevado a tres economías centroamericanas a deflación: China.

    El gigante asiático vive desde inicios de 2025 un proceso de deflación que en alguna manera llega hasta los mercados centroamericanos.

    “Eso es algo que podría pasar en algunos de nuestros países, que ahora esos productos chinos de plástico, juguetes, que ya tiene un arancel muy grande en Estados Unidos, empiecen a inundar mercados como el de Brasil y como los nuestros”, explicó la economista durante un foro con periodistas el pasado 19 de agosto.

    La investigadora de Grupo Cibest, casa matriz de Bancoagrícola, aseguró que por el momento no considera que sea “algo muy grave” para la región, pero que se debe mantener bajo monitoreo.

  • Las remesas crecieron 18.6 % a julio y superaron los $5,700 millones

    Las remesas crecieron 18.6 % a julio y superaron los $5,700 millones

    Los hogares salvadoreños recibieron más de $5,710.2 millones en remesas familiares entre enero y julio de 2025, informó este viernes el Banco Central de Reserva (BCR).

    La cifra, que marca un nuevo récord debido al temor de los salvadoreños en EEUU por las deportaciones, representa un crecimiento de $894.2 millones frente a los $4,816 millones de igual período de 2024, un 18.6 %.

    Solo en julio se recibieron $872.5 millones, la segunda cifra más alta en 2025 y solo superada por los $899.1 millones de mayo, cuando el BCR documentó el monto mensual más alto desde que lleva registro, hace tres décadas.

    El fuerte crecimiento en el valor monetario no se refleja en la misma magnitud en la cantidad de operaciones registradas, que rebasaron los $15.57 millones a julio, un 4.7 % más que hace un año.

    El ingreso de remesas ha marcado históricos a lo largo de 2025, atribuido por los analistas al temor de los salvadoreños en Estados Unidos a la restrictiva política contra la migración de la Administración de Donald Trump.

    En la lista de temas de preocupación está el impuesto de 1 % que se aplicará a partir del 1 de enero de 2026 a cualquier transferencia realizada desde Estados Unidos, con excepción de los fondos que procedan de cuentas o tarjetas de instituciones domiciliadas en la gran economía. Esto pondrá presión en los salvadoreños que envían dinero, ya que pagarán ese impuesto que podría ser cobrado del monto que transfieren o cubrirlo.

    Gráfico publicado por el BCR sobre el ingreso de remesas, acumulado de enero a julio de cada año.

     

    Según el BCR, en la última década hubo tres picos de fuertes crecimiento: en 2017 de un 10.5 % y en 2018 de un 9.2 %, el primero y el segundo año del primer mandato de Trump, mientras que el tercero ocurrió en 2021, como efecto rebote de la caída por la pandemia de covid-19.

    Estados Unidos representó el 92.5 % de las remesas luego de sumar $5,281.9 millones a julio, una cifra que aumentó en 19.6 % frente al mismo período de 2024.

    Con menor tasa, las remesas captadas desde España crecieron un 17 % y de Italia un 12.6 %, con $37.6 millones y $33.2 millones, respectivamente. Ambos países se ubican en el tercer y cuatro destinos de procedencia de estos ingresos.

    En la lista de países destaca Irlanda, con un fuerte repunte de 42.8 %, pero el monto es de $1.8 millones.

    De acuerdo con el BCR, el promedio mensual de remesas fue de $351.9 a nivel nacional. Nuevamente, ese valor es mayor en Chalatenango, de $462, y en Cabañas, de $448.7.

    Las remesas representaron el 25.9 % del producto interno bruto (PIB) en el primer semestre de 2025, dinero que llega al 26.8 % de los hogares salvadoreños. Según el VII Censo de Población, al menos 514,739 familias reciben estos ingresos, un 90 % más que los 270,045 receptores de 2007, cuando se realizó el anterior censo.

     

  • S&P mantiene calificación de El Salvador, pero advirtió de una desafiante situación fiscal y pensiones

    S&P mantiene calificación de El Salvador, pero advirtió de una desafiante situación fiscal y pensiones

    La calificación de riesgo soberano S&P Global Ratings reafirmó el 20 de agosto la calificación de la deuda soberana de El Salvador por el soporte del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), pero advirtió de una delicada situación fiscal y de pensiones.

    La agencia explicó que la preceptiva muestra un equilibrio por la “aún desafiante situación fiscal” por el alto servicio de la deuda proyectado en medio de una drástica mejora en la seguridad pública que debería impulsar el crecimiento económico, así como mejores condiciones para acceder a financiamiento con instituciones multilaterales.

    La suma de estos factores debería “seguir conteniendo los riesgos de incumplimiento soberano durante los próximos 12 a 18 meses”.

    La agencia agregó que la calidad crediticia de El Salvador se ve limitada por un débil marco institucional y gestión económica, que ha derivado en “dos incumplimientos de pagos” con los fondos de pensiones en los últimos 10 años.

    “También se ve limitada por un crecimiento económico moderado que ha mantenido al país con menores indicadores de riqueza que muchos otros países con la misma calificación y ha contribuido a la debilidad fiscal y a una elevada deuda gubernamental”, sostuvo.

    Para la agencia, el cumplimiento de los compromisos asumidos por la Administración de Nayib Bukele mejoraría la capacidad de pago a largo plazo.

     

    Carga de pensiones

    La agencia advirtió que de un agotamiento del fondo de solidaridad del sistema de pensiones, al tiempo que ejercerá presión en las cuentas fiscales: “Esperamos que el fondo de solidaridad para el sistema de pensiones de contribución definida se quede sin reservas durante nuestro horizonte de proyección”.

    “En nuestra opinión, el fin del período de gracia del servicio de la deuda con los fondos de pensiones privados en 2027 aumentará la carga de intereses y mitigará cualquier ganancia esperada en superávit primario”, añadió.

    Tras la última reforma de pensiones, en 2023 el gobierno salvadoreño hizo un canje de la deuda con las AFP por certificados de largo plazo, que incluyó un período de gracia de cuatro años de intereses y capital.

    Anticipa que el sistema público siga dependiendo de los fondos de pensiones para financiar los déficits y, en un escenario base, el pago de intereses alcanzaría un máximo superior al 20 % de los ingresos del gobierno al final del período de gracia de la deuda con el sistema de pensiones. Además, la deuda pública neta llegaría a un 91 % en 2028, desde un 84 % en 2024.

    Estos escenarios están sujetos a una reforma que debe presentar el gobierno salvadoreño a más tardar el 10 de febrero de 2026, según el programa de compromisos del FMI.

    “Esperamos que el gobierno apruebe una reforma previsional en 2026, pero no hay claridad sobre cómo abordará la deuda del sistema de pensiones que tienen las AFP”, dijo.

    La calificadora recordó que la ley obliga a las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) a comprar certificados previsionales, que ascendieron a un 30 % del PIB en 2024.

     

    Mejorar de nota bajo condiciones

    Sin embargo, advirtió que podría rebajar la calificación en los próximos seis o 12 meses si el gobierno salvadoreño no avanza con los compromisos del acuerdo con el FMI, ya que podría obstaculizar el acceso a financiamiento.

    También podría empeorar la nota de la deuda salvadoreña si los déficit fiscales siguen elevados, pues aumentaría la probabilidad de incumplimiento de pago a medida se acerca el final del período de gracia acordado en 2023 con las AFP.

    Por el contrario, S&P Global Ratings agregó que podría aumentar la calificación en los próximos 12 o 18 meses si El Salvador mejora su desempeño fiscal, con mayor libertad para cumplir sus obligaciones.

    S&P Global Ratings prevé que el PIB crezca un 2.5 % entre 2025 y 2028 en virtud de los flujos de remesas y la mejora en la seguridad. Además, espera que la inflación se mantenga baja durante los próximos tres años.

  • Industriales esperan que la economía salvadoreña crezca un 3 % en 2025

    Industriales esperan que la economía salvadoreña crezca un 3 % en 2025

    La Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI) espera que la economía salvadoreña crezca un 3 % al cierre de 2025, empujada por el incremento de las exportaciones y la producción.

    Las estimaciones estarían ligadas a previsiones compartidas a los empresarios por parte del Banco Central de Reserva (BCR), en donde el gobierno fijó una tasa que rondará entre un 2.5 % y un 3 %.

    “El BCR fijó una tasa entre el 2.5 % y 3 %, yo creo que vamos a estar cerca del 3%, porque las exportaciones han seguido creciendo a casi un 10 %, y eso indica que hay mayor producción”, indicó este jueves el presidente de la ASI, Jorge Arriaza.

    Aunque el BCR no ha emitido proyecciones de forma pública, esta semana, la casa matriz de Bancoagrícola, Grupo Cibest, anticipó una desaceleración de la economía salvadoreña tras una previsión de un 2.2 % en 2025 y que esta cifra se replique para el 2026.

    Este mes, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) recortó las proyecciones de crecimiento de El Salvador a un 2.4 % en 2025.

    Durante una entrevista en la radio YSKL, la ASI evaluó este año como uno positivo, destacado por un incremento en los niveles de empleo y de la demanda en Estados Unidos.

    En 2024, las exportaciones salvadoreñas cerraron en $6,447.5 millones al cierre de 2024, tras marcar una reducción de $50.6 millones, un 0.8 % con relación a 2023.

     

    Envíos de mercancía

    El panorama cambió en este 2025, pues al cierre del primer semestre se acumularon $3,418 millones en envío de bienes, un 6.5 % más que el mismo período de 2024.

    Los industriales aseguran que los últimos tres meses del año siempre tienden a ser de mayor crecimiento frente al resto.

    Por ende, los pedidos que mercados como Estados Unidos hace para la época navideña se producen en la actualidad por parte de las empresas.

    El buen desempeño del sector está ligado buena parte a las exportaciones de alimentos y bebidas, farmacéutico, empaque, plásticos, cartón y metalmecánica.

    Al otro extremo están los sectores de textil y confección que han disminuido su comercio, pero que aún representan buena parte de las ventas salvadoreñas.

    Para el cierre de 2025, la Corporación de Exportadores de El Salvador (Coexport) estimó la semana pasada al menos $13,000 millones en exportaciones de bienes y servicios para los empresarios salvadoreños.

    Según Coexport, al cierre del primer semestre se exportaron más de $4,000 millones en servicios, mientras que el BCR reportó $3,418 millones en envío de mercancía.

  • Hacienda reperfiló el 73 % de la deuda de corto plazo en la banca a vencimientos de 2 y 7 años

    Hacienda reperfiló el 73 % de la deuda de corto plazo en la banca a vencimientos de 2 y 7 años

    El Ministerio de Hacienda cambió el perfil de vencimiento de un 73 % de la deuda pública en títulos con la banca privada a plazos de entre dos y siete años.

    Esta información se incluyó en una presentación ofrecida el lunes por el viceministro de Hacienda, Luis Sánchez, ante los diputados de la Comisión de Hacienda de la Asamblea Legislativa, en cuya comparecencia recordó que el gobierno salvadoreño ha realizado cinco operaciones de manejo de pasivos desde 2022 para suavizar la curva de vencimientos de la deuda soberana.

    Además, realizó un reperfilamiento de una parte de la deuda de corto plazo contenida en Letras y Certificados del Tesoro (Letes y Cetes), dos instrumentos utilizados por el gobierno cuando tiene problemas de caja que se colocan en el mercado salvadoreño, pero que generaban constantemente problemas en la caja fiscal por los cortos períodos de vencimiento.

    Este programa se ejecutó a través de un acuerdo pactado en septiembre de 2023 entre Hacienda y la Asociación Bancaria Salvadoreña (Abansa) a cambio de tasas de interés más altas. En ese momento, Jerson Posada, ministro de Hacienda, informó que serían $1,500 millones durante un plan de un año.

    En el informe presentado a los diputados, el viceministro Sánchez detalló que $1,431.3 millones se reperfilaron a mediano plazo, “disminuyendo sus presiones de caja y mejorando la liquidez del tesoro público”.

    Reperfilamiento de la deuda de corto plazo según presentación de Hacienda.

     

    Según una tabla proyectada, $386.5 millones, un 27 % del total, quedaron como LETES en circulación.

    Hacienda estructuró un tramo de $272.1 millones (19 %) a un plazo de dos años, al igual que un bloque de $272.1 millones para tres años.

    Los títulos de cinco años sumaron $250.3 millones (17.5 %). Igual cifra se estructuró para un vencimiento de siete años. En ambos casos, Hacienda reporta un 31.4 % y un 87.74 % de amortización, respectivamente.

    “Nos permite tener un mejor manejo de nuestra caja”, añadió Sánchez.

     

    Saldo: más de $1,400 millones

    De acuerdo con el último perfil de deuda, publicado en el portal de Transparencia Fiscal, el saldo de las obligaciones de corto plazo supera los $1,435.7 millones al 30 de junio de 2025, equivalente a un 3.9 % del producto interno bruto (PIB).

    De ese saldo, $1,182.6 millones son Letes y $253.1 millones en Cetes.

    La cifra representa una reducción de $553.3 millones (27.8 %), frente a los $1,989 millones registrados en el primer semestre de 2024.

    También conocidas como la “tarjeta de crédito” del gobierno, las Letes es deuda flotante cuyo fin es cubrir deficiencias temporales de ingresos por un monto que no exceda el 20 % de los ingresos corrientes del ejercicio fiscal de 2025, equivalente a $1,641.08 millones.

    Los Cetes, en tanto, funcionan como crédito puente, por lo cual es necesario contar con una aprobación de deuda por parte de la Asamblea Legislativa. Tanto las Letes como los Cetes se emiten en la plaza local, donde los bancos son los mayores compradores, aunque también hay jugadores como las administradoras de fondos de pensiones (AFP).

    Hacienda reporta que un 26 % de la deuda pública tiene un vencimiento de entre uno y cinco años plazo.

  • Las remesas a cuenta disminuirían $30.1 millones en El Salvador por el impuesto en EEUU

    Las remesas a cuenta disminuirían $30.1 millones en El Salvador por el impuesto en EEUU

    Las remesas familiares enviadas a cuenta disminuirían en cerca de $30.1 millones por el nuevo impuesto a las transferencias que aplicará Estados Unidos a partir del 1 de enero de 2026, según estimaciones de Grupo Cibest, casa matriz de Bancolombia.

    Este impuesto -que inicialmente se había propuesto de un 5 % pero no encontró cabildeo- se aplicará a cualquier transferencia en efectivo, giro postal, cheque o instrumento en físico, con excepción de fondos que procedan de cuenta bancaria o tarjetas de una institución domiciliada en Estados Unidos.

    Laura Clavijo Muñoz, directora de investigaciones económicas, sectores y de mercado de Grupo Cibest, detalló que el envío desde Estados Unidos por cuenta tendría una afectación “importante” para las remesas, pero en el agregado económico no sería tan significativo.

    Para El Salvador se prevé una reducción de las remesas a cuenta de un 0.35 %, equivalente a $30.1 millones. Entretanto, para Guatemala se pronostica una caída de un 0.45 %, al menos $95.9 millones.

    De acuerdo con el Banco Central de Reserva (BCR), un 28.4 % de las remesas captadas en 2024 fueron con abono a cuenta -el receptor tiene una cuenta bancaria donde recibe los fondos-, mientras que un 66.5 % sin abono a cuenta -llega a una institución o pagador final como supermercado o farmacia-.

    Apenas 1 % se canalizó a través de billeteras digitales de criptomonedas y el restante 4.1 % corresponde a efectivo o recargas a teléfonos móviles.

     

    Más vulnerable

    Clavijo Muñoz señaló que en los escenarios de impacto de la política contra la migración se deben ajustar a la baja porque es “muy difícil” para el gobierno de Donald Trump cumpla en la práctica su promesa de las deportaciones masivas.

    México tiene la mayor tasa de migrantes indocumentados en Estados Unidos, de hasta un 37 %, mientras que El Salvador representa un 7 %.

    Grupo Cibest construyó un indicador de vulnerabilidad del flujo de remesas desde Estados Unidos, a partir de métricas como la participación de estos ingresos en el producto interno bruto (PIB), número de migrantes, condición migratoria, repatriación y peso de EE. UU.

    Este análisis reveló que los países más vulnerables ante el endurecimiento de la política migratoria de  Trump serían México, El Salvador y Honduras.

    Entretanto, Guatemala, Nicaragua y República Dominicana tienen un nivel de vulnerabilidad media.

    “Los países cuyas remesas se ven más afectadas por mayores deportaciones son El Salvador y Guatemala, pero no lo vemos tan impactante porque lograr todas las deportaciones que estimaba el gobierno Trump realmente sería muy complejo de lograr”, añadió.

    La analista atribuyó el fuerte crecimiento al temor de las deportaciones. Además, los migrantes pueden cambiar el canal para realizar las transferencias, ya que las empresas remesadoras son puntos de vigilancia por las autoridades policiales en EE. UU.

    Las remesas representaron el 25.9 % del PIB en el primer semestre de 2025, dinero que llega al 26.8 % de los hogares salvadoreños. Según el VII Censo de Población, al menos 514,739 familias reciben estos ingresos, un 90 % más que los 270,045 receptores de 2007, cuando se realizó el anterior censo.

  • Grupo Cibest prevé desaceleración de la economía salvadoreña por menores remesas y comercio

    Grupo Cibest prevé desaceleración de la economía salvadoreña por menores remesas y comercio

    Grupo Cibest, casa matriz de Bancoagrícola, prevé que la economía salvadoreña entre en una etapa de desaceleración debido a una menor dinámica de las remesas y el comercio exterior.

    Laura Clavijo Muñoz, directora de investigaciones económicas, sectores y de mercado de Grupo Cibest, recordó que El Salvador depende del desempeño de la economía estadounidense por sus lazos comerciales y dependencia de remesas.

    La investigadora calificó como “interesante” el desempeño de la economía salvadoreña con un crecimiento de un 3.5 % en 2023 y un 2.6 % en 2024, anclado a la industria manufacturera y el turismo que ha sido la “bandera”.

    Sin embargo, “esperamos que la economía salvadoreña se desacelere levemente de la mano de una menor demanda externa y ralentización de flujos de remesas”, sostuvo este martes la economista en una conferencia virtual con periodistas de los mercados donde el grupo tiene operaciones.

    El grupo financiero prevé que el producto interno bruto (PIB) salvadoreño crezca un 2.2 % en 2025 y 2026. Esto se debe, en parte, porque la “economía estadounidense no crecería de la manera como esperábamos anteriormente”, añadió.

    Pese a una mayor percepción positiva, la economía salvadoreña se mantiene en la zaga en la región centroamericana, ya que para Guatemala se anticipa un 3.6 % en 2025, un 3.7 % en Panamá y un 3.5 % en Costa Rica.

    En medio del nerviosismo de la mundial por la guerra arancelaria, la investigadora desgranó que El Salvador tiene tres principales retos ante una ralentización de las remesas familiares por el nuevo impuesto en Estados Unidos, aplicable a partir del 1 de enero de 2026, así como el arancel a las exportaciones hacia la economía estadounidense del 10 % base y lograr un cumplimiento del ajuste fiscal con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

    Captura de la presentación de Grupo Cibest, realizada el 19 de agosto de 2025.

    “El reto más importante para la economía salvadoreña, aparte de remesas y comercio, tiene que ver con lograr ese importante ajuste fiscal que a buena hora firma un acuerdo con el FMI y pone presente unas metas fiscales”, añadió Clavijo Muñoz.

     

    Mayor acceso al mercado

    Edgardo Antonio Aguilar Cruz, parte de Bancoagrícola en El Salvador, indicó que las proyecciones económicas no abarcan la “evolución de la confianza de inversionistas internacionales”, que ha permitido que el gobierno de Nayib Bukele acceda a financiamiento por una reducción el perfil de riesgo.

    “Hay una modernización en la forma de hacer negocios, hay algunos incentivos que se están anunciado básicamente para atraer inversión extranjera directa, que es uno de los puntos que ha sido débil versus el resto de la región”, añadió Aguilar.

    Para el economista, “el espíritu modernizador” en algunas leyes tendrá impacto sobre el crecimiento “posiblemente para 2026 y 2027”. También destacó la “voluntad” de cumplir del gobierno salvadoreño de las metas establecidas por el FMI, a pesar de que no se logró el compromiso del superávit fiscal primario.

    “Estamos viendo una mejora en la fortaleza fiscal (…) ya pasamos la época que el enfoque era totalmente la seguridad, estamos pasando a un enfoque de fortaleza y reformas estructurales, y se está trabajando en el enfoque de crecimiento económico”, añadió el economista de Bancolombia.

    Cibest se creó en mayo de 2025 para administrar los negocios financieros de Grupo Bancolombia, que incluyen la filiales de Bancoagrícola El Salvador, Banistmo en Panamá y Bam en Guatemala.

  • La inversión pública ejecutada a junio se duplicó tras superar los $655 millones

    La inversión pública ejecutada a junio se duplicó tras superar los $655 millones

    La inversión pública ejecutada en el primer semestre del año se duplicó y sumó $655.12 millones, según el Programa Anual de Inversión Pública (PAIP) del Ministerio de Hacienda.

    El último documento, publicado el 18 de julio, señala que el programa de inversión pública ascendió a $2,803.48 millones a junio pasado, que representan un 7.6 % del producto interno bruto (PIB).

    De ese total, Hacienda tenía en programación $1,348.33 millones, de los cuales un 48.6 % se habían ejecutado.

    El monto ejecutado aumentó en $326.91 millones respecto a los $328.21 millones registrados en igual período de 2024, equivalente a un 99.6 % de crecimiento.

    Además, según Hacienda, es la cifra más alta documentada desde 2020, cuando en promedio se ejecutaban $395.82 millones.

    La inversión pública es clave en la economía porque desencadena otros rubros, como la construcción. Sin embargo, es uno de los rubros más sacrificados cuando ocurren desequilibrios en las cuentas fiscales.

     

    Inversión en educación rezagada, pero sube en infraestructura

    Hacienda detalló que 10 proyectos del PAIP acumulan $1,429.33 millones, un 51 % del total. De esos, $719.65 millones se tenían programados a junio y se habían ejecutado $447.23 millones.

    De estos proyectos, Hacienda documenta bajo desempeño en la ejecución de la inversión en educación y salud, mientras que en infraestructura a cargo de la Dirección Nacional de Obras Municipales (DOM) se mantuvo arriba.

    El proyecto más oneroso es la construcción del viaducto y la ampliación de la carretera, en el tramo de Los Chorros, con una asignación de $228.45 millones. De esos, se tenían programados $101.85 millones, pero Hacienda reporta que solo se ejecutaron $22.43 millones, equivalente a un 22 %.

    El Ministerio de Educación solo ejecutó $4.55 millones de los $23.66 millones que tenía en programación para junto del programa Crecer y Aprender Juntos, cuya asignación anual es de $200 millones.

    También ejecutó $10.42 millones de los $184.27 millones ($32.17 millones programados a junio) del programa Mi Nueva Escuela.

    En mayo pasado, el presidente salvadoreño Nayib Bukele lanzó el programa “Dos escuelas por Día”, en el cual se habilitó un sitio web para informar de los centros educativos en intervención. En ese momento, el mandatario se defendió de la crítica del incumplimiento de la promesa de la construcción de escuelas bajo el argumento de que encontraron necesidades que no habían visto.

    Uno de los proyectos con mejor desempeño corresponde al programa de obras municipales para infraestructura diversa a cargo de la DOM. Hacienda registra que la asignación anual es de $184.32 millones, de los cuales se tenían en programación $150.89 millones a junio. De esos, se ejecutaron $150.80 millones.

    A cargo de la DOM también está el programa de obras municipales de infraestructura vial, con $125 millones para 2025. De esos, se programaron $110.83 millones a junio y se ejecutaron $105.73 millones.

    El Ministerio de Salud ejecutó $4.13 millones del programa Creciendo Saludables, que tiene un monto anual de $80.02 millones, de los cuales $42.82 millones estaban en programación.

  • El Salvador fue el proveedor número 18 de EEUU en textil y confección durante 2024

    El Salvador fue el proveedor número 18 de EEUU en textil y confección durante 2024

    Las empresas en El Salvador de textil y confección se colocaron como el proveedor número 18 del mercado estadounidense en 2024, destaca un informe de la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI).

    Esta cifra se desprende del análisis realizado por la ASI en el Ranking de Exportadores Industriales 2025, el cual reconoce una contracción del rubro, pero se mantiene como uno del mayor aporte al comercio exterior con una representación de un 32.4 % del total exportado en 2024.

    El documento recoge que las exportaciones de esta industria sumaron $2,090.8 millones a 89 destinos, $192.8 millones (8.4 %) menos en comparación con 2023.

    Del total exportado, $1,421.5 millones se dirigieron a Estados Unidos, con una participación de un 68 %. Sin embargo, el monto exportado sufrió una caída de un 12 % frente al año anterior, explicado, en parte, por una menor demanda de Tshirts y camisetas de algodón de punto.

    “El sector textil y confección y su comportamiento es altamente proporcional al comportamiento de la situación económica de Estados Unidos de América, dado a que el 68 % de lo exportado se envió a este destino. La ubicación geográfica de El Salvador es esencial para encontrar la nueva fórmula de desarrollo de esta importante rama industrial”, sostiene la ASI.

     

    Honduras es el segundo comprador de productos textil y confección, con exportaciones que sumaron $298.7 millones, las cuales también cayeron un 11.6 %.

    Guatemala demandó un valor exportado de $137.4 millones, una cifra que creció un 17.4 % respecto a 2023. También el comercio a Nicaragua aumentó un 99.9 % y sumó $87.9 millones, impulsado por la demanda de demás tejidos de puntos y teñidos de algodón.

    La ASI enfatiza que el “último año ha sido sumamente retador” para la industria textil y confección a nivel mundial, en un monto con nuevas políticas comerciales de los principales socios comerciales y un cambio en la tendencia de los consumidores.

    Con los resultados del producto interno bruto (PIB) de 2022, la ASI señala que la producción bruta del sector textil y confección fue de $2,703.5 millones y significó un aporte a la producción industrial de un 17 %.

  • La inflación interanual en EE.UU. se mantiene en julio en el 2.7 %

    La inflación interanual en EE.UU. se mantiene en julio en el 2.7 %

    El Índice de Precios de Consumo (IPC) de Estados Unidos se mantuvo en un 2.7 % interanual en julio, al mismo nivel que el dato de junio, informó este martes el Buró de Estadísticas Laborales (BLS).

    La inflación subyacente, que excluye los volátiles índices de energía y los alimentos, repuntó un 3.1 %, – después de un 2.9 % en junio- a tono con los previsto por analistas, que vaticinan la continuación de una tendencia al alza de este indicador, en lo que podría ser la materialización del impacto de la política arancelaria del presidente Donald Trump.

    En términos intermensuales, la inflación subió un 0.2 %, mientras que el dato subyacente aumentó un 0,3 %, después de una subida del 0.3 % y el 0.2 % respectivamente en junio, indicadores seguidos muy de cerca por la Reserva Federal que mantiene la cautela en cuanto a una reducción en los tipos de interés pese a las presiones de la Casa Blanca.

    El índice de vivienda incrementó un 0.2 % en julio y se mantiene como el factor principal que influye en las subidas mensuales de todos los artículos en los últimos meses, según el BLS.

    Por otro lado, el precio de los alimentos se mantuvo estable después de repuntar un 0.3 % los dos meses anteriores, aunque el índice de productos lácteos y relacionados aumentó un 0.7 % durante julio.

    La categoría de las carnes, aves, pescado y huevos aumentó un 0.2 %, aunque específicamente, en el caso de los huevos este índice cayó un 3.9 %.

    En contraste, el índice de energía decreció un 1,1 % en julio, impulsado principalmente por la disminución del 2.2 % en los precios de la de gasolina durante el mes.

    En términos interanuales, la energía disminuyó hasta un 1,6 % con respecto al mismo mes de 2024, mientras que el índice de alimentos aumentó un 2.9 % en el mismo periodo.

    La atención médica, las tarifas aéreas, la recreación, el mobiliario para el hogar, y los autos y camionetas usados estuvieron entre las categorías que aumentaron.

    Los índices de alojamiento fuera del hogar y las comunicaciones estuvieron entre los pocos índices principales que disminuyeron en julio.

     

    Reuniones de la Fed

    El Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal (Fed) se reunirá los próximos 16 y 17 de septiembre para decidir sobre los tipos de interés, que se han mantenido en un rango del 4.25 al 4.5 % desde el recorte de diciembre de 2024.

    La Fed sigue muy de cerca las cifras de inflación subyacente a la hora de tomar decisiones sobre la política monetaria, junto con los índices de precios de gasto de consumo personal, el producto interior bruto (PIB) y el desempleo, también publicado por el BLS.

    El mes anterior, el Buró de Estadísticas Laborales se vio envuelto en la polémica tras la publicación de números de empleo por debajo de las expectativas del mercado, rechazados como “falsos” por el presidente Trump que despidió horas después a la responsable de la entidad, Erika McEntarfer.