El musical «Godspell»: el Evangelio de San Mateo según Antonio Banderas

Un grupo de jóvenes actores, encerrados en una iglesia en ruinas mientras llegan desde fuera sonidos de guerra, protagonizan el musical «Godspell», una visión del Evangelio de San Mateo que dirige Antonio Banderas a partir de la versión que estrenó Emilio Aragón en 2022.

Banderas ha ofrecido este miércoles un ensayo general del espectáculo para pulir los últimos detalles de cara al estreno del musical este jueves en el Teatro del Soho de Málaga, donde permanecerá en cartel hasta el 11 de enero de 2026 para viajar, desde el 21 de enero, al Gran Teatro Pavón de Madrid.

El actor malagueño ha subido al escenario antes de comenzar el musical para advertir de que, al tratarse de un ensayo general, era posible que en algún momento fuera interrumpido para mejorar algún aspecto, aunque finalmente no ha sido necesario.


Ferran Fabá (Jesús) y Hugo Ruiz (Judas) encabezan un elenco en el que están acompañados de una orquesta en el foso que interpreta todos los temas en directo. Hay momentos de rap, otros de cajón flamenco, en algún pasaje el protagonismo es para las marionetas de la compañía El Espejo Negro y también se recurre puntualmente a las sombras chinescas.

A lo largo del musical se asiste, en clave actual, a parábolas bíblicas como las del buen samaritano, el hijo pródigo, el hombre rico y Lázaro o la mujer adúltera.

Como apuntó Banderas días atrás en la presentación del musical, al estrenarse por primera vez este clásico de Broadway en los años 70, había «un mensaje cuando existía el conflicto de Vietnam, que levantó a una juventud que reclamaba justicia y paz», y ese mensaje «sigue siendo válido».

«Para mí, sigue teniendo mucha fuerza este mensaje de amor al prójimo, y no hablo como cristiano, sino como ciudadano raso», añadió Banderas.

Al dar su toque personal a la versión que Emilio Aragón dirigió hace tres años, Banderas ha querido además «potenciar» las figuras de Jesús y de Judas como «dos caras de una misma moneda y poseedores de un destino que les ha sido dado».

«Si Jesús hubiese muerto de muerte natural, el cristianismo no existiría, se necesitaba ese acto de injusticia, y para eso era necesario Judas. En momentos de la obra, Judas quiere tener el papel que le han dado a Jesús y su destino, pero cada uno debe hacer lo que tiene que hacer», avanzó Banderas.