Un total de 661,903 personas han sido retornadas desde Estados Unidos y México a El Salvador, Honduras y Guatemala desde 2020 hasta julio de 2025, con una tendencia a la disminución en los tres países, según el estudio “Instituciones de gobernanza de la migración en América Latina y el Caribe” del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
En ese periodo, fueron 67,137 salvadoreños (10.1 %) retornados a su país desde Estados Unidos y México, 363,763 guatemaltecos (54.9 %) y 231,003 hondureños (34.9 %).

Los retornos en El Salvador han disminuido en un 25 %; en Guatemala ha caído en un 59 % y en Honduras la reducción es leve, de un 11 %, entre enero y mayo de 2025 respecto al mismo periodo de 2024.
Se trata de una disminución del 43 % y de 26,766 centroamericanos deportados menos que hace un año.
“En 2025 ha habido disminuciones en los retornos: entre enero y mayo retornaron 35,232 personas, mientras que en el mismo periodo de 2024 la cifra fue de 61,998, una disminución del 43 %”, señala el análisis.
En el trimestre de abril a junio hubo una disminución del 20.7 % de deportaciones a El Salvador según el informe, mientras no varió en Honduras y en Guatemala disminuyó de 19,929 a 11,609, una caída del 41 %.
La investigación detectó que el perfil de las personas retornadas ha cambiado, ya que cada vez son más las personas que han permanecido mayor tiempo fuera de sus países.
Sobre esta caracterización, detalla que, entre enero y abril de 2025, en Honduras, el tiempo promedio de permanencia en el extranjero antes de la deportación o retorno subió de 24 a 47 meses en los hombres y de 7 a 24 meses en las mujeres retornadas.
La investigación señala que los países tienen marcos legales institucionales para dar respuesta al retorno de sus connacionales; menciona que El Salvador tiene un Plan Nacional de Reintegración 2025-2029 con 41 actividades y 52 indicadores de resultados “que promueve la coordinación interinstitucional, los servicios de atención inmediata y la gestión de datos”.

