La Casa de la Moneda de Estados Unidos acuñó este miércoles en Filadelfia la última moneda de un centavo, poniendo fin a 232 años de producción ininterrumpida. La decisión se basa en el alto costo que implica fabricar cada unidad: 3.69 centavos, más del triple de su valor nominal.
La ceremonia se llevó a cabo en las instalaciones de la Casa de la Moneda, donde se destacó el papel histórico del centavoy se explicó que su producción ya no es financieramente sostenible. Fabricar la moneda más pequeña del sistema monetario estadounidense —conocido como penny— ha generado pérdidas durante años.
Pese a que se detiene su fabricación, el centavo seguirá siendo moneda de curso legal. Según el Departamento del Tesoro, actualmente hay más de 300,000 millones de unidades en circulación, lo que representa una cantidad suficiente para cubrir las necesidades comerciales durante los próximos años.
“Si bien la producción circulante ha cesado, el centavo sigue siendo moneda de curso legal”, aseguró la Casa de la Moneda en un comunicado. La entidad también informó que se continuarán produciendo versiones limitadas con fines históricos y de colección.
El centavo, fácilmente identificable por su color cobrizo, dejó de fabricarse en cobre puro en los años 80. Actualmente está hecho de zinc recubierto de cobre. Desde 1909, lleva el retrato del presidente Abraham Lincoln en el anverso y un escudo en el reverso que simboliza la unión de los Estados Unidos.
De acuerdo con el Tesoro, el fin de la producción representa un ahorro anual de $56 millones para los contribuyentes. El retiro oficial del centavo será progresivo, por lo que continuará siendo utilizado mientras circulen las monedas ya existentes.
