El huracán Melissa destruyó el 10 % de edificios en Jamaica y pérdidas por $6,000 millones

El huracán Melissa, que golpeó Jamaica el pasado 28 de octubre como una poderosa tormenta categoría 5, dejó una profunda huella de destrucción en la isla caribeña, arrasando el 10 % de los edificios del país, según informó este jueves el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

La portavoz del organismo, Sarah Bel, explicó que esta devastadora estimación fue elaborada a partir del análisis satelital de cerca de un millón de estructuras por parte de la Unidad de Datos Espaciales del Gobierno de Jamaica.

El impacto del fenómeno natural no solo se tradujo en destrucción física, sino también en una acumulación masiva de residuos. El PNUD calcula que se generaron más de 4.8 millones de toneladas de escombros, cantidad suficiente para llenar 480,000 camiones de carga.

“Las imágenes satelitales ofrecen una perspectiva clara del nivel de destrucción. El daño estructural en viviendas y edificios es catastrófico”, afirmó Bel durante una rueda de prensa celebrada en Ginebra.

Melissa alcanzó su punto máximo como huracán categoría 5, el nivel más alto en la escala Saffir-Simpson, justo antes de tocar tierra en Jamaica. Su paso causó al menos 45 muertes y dejó comunidades enteras aisladas, sin acceso a servicios básicos.

Los daños económicos provocados por el ciclón oscilan entre $6,000 y $7,000 millones, de acuerdo con estimaciones preliminares del organismo internacional, lo que lo convierte en uno de los desastres más costosos en la historia reciente del país.

Además de la pérdida humana y material, la tormenta representa un desafío ambiental y logístico por la enorme cantidad de escombros que debe ser removida y procesada. Las autoridades locales han iniciado planes de limpieza, reconstrucción y asistencia humanitaria con apoyo de organismos multilaterales.

Jamaica enfrenta ahora una larga y compleja etapa de recuperación que requerirá cooperación internacional, financiamiento para la reconstrucción de viviendas y restauración de infraestructura, así como acciones enfocadas en fortalecer la resiliencia ante futuros eventos climáticos extremos.