El Departamento de Justicia de EEUU investigará nexos entre Bill Clinton y Jeffrey Epstein

El Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció este viernes que abrirá una investigación sobre los presuntos vínculos del expresidente Bill Clinton con Jeffrey Epstein, acusado de tráfico sexual de menores, en un proceso que será dirigido con “urgencia e integridad”, según aseguró la fiscal general Pamela Bondi.

Bondi instruyó al fiscal federal del Distrito Sur de Nueva York, Jay Clayton, a liderar esta nueva fase del caso, destacando que se trata de “uno de los fiscales más capaces y confiables del país”. La funcionaria enfatizó que el propósito de la investigación es brindar respuestas claras al pueblo estadounidense.

Este anuncio se da luego de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, instara públicamente a investigar a Clinton, al exsecretario del Tesoro Larry Summers y al empresario Reid Hoffman, cofundador de LinkedIn, todos señalados por mantener lazos con Epstein, fallecido en 2019 mientras enfrentaba cargos por delitos sexuales.

“Epstein era demócrata, y es problema de los demócratas, no de los republicanos”, expresó el presidente Trump a través de su red Truth Social. En ese mismo mensaje, el mandatario defendió su gestión y rechazó cualquier tipo de vínculo ilegal con el fallecido financiero.

Trump acusó al Partido Demócrata de resucitar el “bulo de Epstein” tras la reciente publicación de correos electrónicos del empresario. En uno de estos mensajes, Epstein escribió que el actual presidente “pasó horas” con una de sus víctimas, afirmación que Trump niega rotundamente.

El presidente estadounidense sostuvo que los correos han sido utilizados para desviar la atención de la opinión pública del reciente cierre parcial del Gobierno federal, el cual se resolvió la semana pasada tras intensas negociaciones entre ambas cámaras del Congreso.

Por su parte, Reid Hoffman y Larry Summers no se han pronunciado oficialmente sobre esta nueva investigación, aunque ambos ya fueron mencionados en informes anteriores relacionados con reuniones sostenidas con Epstein tras su primera condena en 2008.

La reapertura del caso promete agitar el clima político en Estados Unidos, especialmente en un contexto electoral en el que el presidente Trump busca reforzar su narrativa contra el Partido Demócrata y blindar su imagen ante acusaciones pasadas sobre su cercanía con el polémico financiero.