Autor: Uveli Aleman

  • Hacienda confirma que la deuda pública con pensiones representó 87.5 % del PIB en 2024

    Hacienda confirma que la deuda pública con pensiones representó 87.5 % del PIB en 2024

    La deuda del sector público no financiero (SPNF) con pensiones representó un 87.5 % del producto interno bruto (PIB) de El Salvador al término de 2024, confirma el último reporte del Ministerio de Hacienda.

    Después del canje de la deuda del sistema de pensiones, en abril de 2023, tanto Hacienda como el Banco Central de Reserva (BCR) dejaron de incluir estas obligaciones en el saldo de la deuda del SPNF, que básicamente corresponden a los títulos bajo la responsabilidad de Hacienda.

    El saldo del SPNF abarca las obligaciones del gobierno central, instituciones descentralizadas no empresariales y empresas públicas no financieras. En esta categoría queda excluida la deuda de las agencias financieras y de crédito, como el Banco de Fomento Agropecuario o el Fondo Social para la Vivienda.

    Al término de 2024, el saldo de la deuda del SPNF fue de $20,372.3 millones, equivalente a un incremento de $1,490.2 millones, un 7.8 %, respecto a los $18,882 millones de 2023. De acuerdo con Hacienda, representó un 57.7 % del PIB estimado para 2024, en más de $35,330.3 millones.

    Al incorporar el saldo del sistema de pensiones, que fue de $10,525.9 millones, la deuda del SPNF se dispara a $30,898.1 millones, con un peso del 87.5 % del PIB.

    ¿Qué quiere decir? Los economistas suelen ilustrar el porcentaje de la producción que tendría que destinar el gobierno si tuviera que honrar esas obligaciones, es decir, que en 2024 por cada dólar que se produjo en la economía salvadoreña, $0.87 hubiera ido para pago de deuda.

    Ahora, si se incluyen las obligaciones del sector público financiero, el BCR reporta que la deuda pública total de El Salvador superó los $32,107.13 millones, con un aumento de $2,511.9 millones frente a 2023.

    Una de las mayores presiones en la cuenta fiscal corresponde a la deuda de corto plazo, conformada por las Letras del Tesoro (Letes) y Certificados del Tesoro (Cetes). Estos instrumentos sirven para que el gobierno recaude ingresos en el mercado interno cuando tiene problemas de liquidez, usualmente adquiridos por la banca privada y los fondos de pensiones.

    En 2024, el saldo fue de $1,357.8 millones, equivalente a un 3.8 % del PIB. Esta cifra significó una reducción de $1,032 millones respecto a los $2,390.2 millones registrados en 2023, cuando representaron 7 % del PIB.

    Parte de esa reducción responde al manejo de pasivos que hizo el Ministerio de Hacienda en un acuerdo con la banca privada para reestructurar el perfil de vencimiento de estos títulos, que pasaron de un año a plazos de hasta siete años.

    Solo la deuda del gobierno central y empresas no financieras sumó $19,014.5 millones, un 53.8 % del PIB.

    De esta, un 59.4 % se encuentra en títulos con inversionistas (emisiones de bonos), mientras que un 32.7 % corresponde a créditos con multilaterales. El resto está en obligaciones con el BCR y bilaterales (con otros gobiernos).

    Hacienda reporta que un 52 % de las obligaciones del SPNF está en títulos con tasas de interés mayores al 8 %, lo que pone presión en las cuentas fiscales por considerarse deuda cara.

  • El 65.5 % de las mujeres que no buscan empleo se dedican a tareas domésticas

    El 65.5 % de las mujeres que no buscan empleo se dedican a tareas domésticas

    El 65.5 % de las mujeres que no buscan empleo se dedican a tareas del hogar, reveló la segunda entrega del VII Censo de Población y VI Censo de Vivienda del Banco Central de Reserva (BCR).

    El Censo 2024 encontró que la población económica inactiva (PEI) representó un 47.5 %, una categoría aplicada para las personas en edad de trabajar que no participan del mercado laboral, pero que no buscan un empleo.

    La PEI mostró una reducción de 7.1 puntos porcentuales frente al 47.4 % reportado en el Censo 2007.

    Según el BCR, la PEI está conformada en un 59.6 % por mujeres y un 33.6 % por hombres, aunque en ambos segmentos hubo reducciones en comparación con los resultados de hace 17 años cuando representaron un 65.7 % (-6.1 %) y un 41.7 % (-8.1 %), respectivamente.

    Al explorar los motivos de la inactividad laboral, el Censo 2024 encontró que los salvadoreños en este grupo no buscan empleo remunerado porque se dedican a las tareas del hogar, son estudiantes, están jubilados o pensionados, viven de ingresos provenientes de alquileres o cuida a un miembro de la familia sin recibir salario o especie.

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    Del total nacional, el 45.1 % se dedica a las tareas del hogar, el principal motivo para no buscar empleo frente a un 34.6 % que es estudiante. Además, un 11.7 % señaló “otra situación”, un 5.7 % es jubilado, y un 1.1 % porque cuida a otras personas.

    Mujeres, relegadas al trabajo doméstico

    Según los resultados, el 69.5 % de las mujeres en edad de trabajar que se encuentran inactivas es porque se dedican a las tareas del hogar, un empleo no remunerado, pero que demanda agotadoras jornadas. Ese porcentaje aumentó desde el 65.6 % reportado hace 17 años.

    Un 4.2 % de las mujeres dijo que no se encuentra empleada porque se encuentra en condición de estudiante, el doble en relación al 1.9 % del Censo 2007.

    También se duplicó la población de mujeres que se encuentran jubiladas o pensionadas, al pasar de un 1.9 % en 2007 a un 4.2 % en 2024.

    Apenas un 0.1 % de las mujeres inactivas vive de alquiler de inmuebles, intereses o beneficios, una variable que no se puede comparar con el Censo 2007 porque no se incluyó esa opción de respuesta.

    Tampoco en 2007 se tenía la opción de respuesta de cuidado a otras personas, mientras que para el Censo 2024 identificó que un 1.2 % de las mujeres inactivas se encuentran en esta categoría.

  • China desbanca a EEUU como el mayor proveedor de autos y accesorios en El Salvador

    China desbanca a EEUU como el mayor proveedor de autos y accesorios en El Salvador

    China desbancó a Estados Unidos en 2024 como el mayor proveedor de vehículos, partes y accesorios en el mercado salvadoreño, confirman datos del Banco Central de Reserva (BCR).

    El Salvador importó más de $1,085.38 millones en 2024 en vehículos, una categoría que incluye las compras de unidades para el traslado de pasajeros, mercancías, carros fúnebres, camiones bomberos y ambulancias; así como en partes y accesorios, como radiadores, sistemas de frenos, cajas de cambio, embragues, volantes, entre otros.

    De acuerdo con el BCR, Estados Unidos era el principal proveedor del mercado salvadoreño hasta 2024, de donde procede la mayor parte de los vehículos usados. El año pasado el gigante asiático tomó la delantera, con una participación del 17.1 % luego de sumar $186.17 millones.

    Estados Unidos, en tanto, representó $165.2 millones, un 15.2 % de participación.

    El repunte de China como el mayor proveedor no significa una reducción en las compras de Estados Unidos, ya que en 2024 aumentaron $3.9 millones (2.4 %) en relación a los $161.2 millones de 2023,

    Sin embargo, las importaciones desde el gigante asiático registraron un fuerte aumento de $38.8 millones (26.3 %) frente a los $147.3 millones de 2023. Las estadísticas del BCR evidencian que las compras a China se han acelerado desde la pandemia de covid-19, pues en 2019 representaban un poco más de $67.25 millones, un aumento de un 176.8 % en seis años.

    Las compras al gigante asiático reafirman el ímpetu con el que han ingresado las marcas chinas al mercado salvadoreño. La Asociación Salvadoreña de Distribuidores de Vehículos (Asalve) reporta que un 11 % de las ventas de vehículos nuevos corresponde a fabricantes chinos, criticados en Europa y EE. UU. de competencia desleal por los subsidios que otorga el gobierno en Pekín.

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    En 2024 ascendían a 14 competidores, incluso con la llegada de BYD, el gigante de unidades eléctricas que rebasó el año pasado en ventas al fabricante estadounidense Tesla.

    Otros proveedores

    México es el tercer proveedor del mercado, con $147.96 millones, un 13.6 % de participación. Este país, la segunda economía más grande de América Latina, tiene más de 20 plantas armadoras de autos, cuya producción luego se distribuye en los mercados regionales.

    Las importaciones desde México también reportan un fuerte crecimiento de $28.5 millones (24 %) respecto a 2023, mientras que en los últimos seis años han aumentado un 96 %.

    Japón se coloca como el cuatro proveedor tras rebasar los $144 millones (13.2 %), mientras que Corea del Sur es el quinto, con $110.1 millones (10.1 %).

    De acuerdo con el Observatorio Vial, un 33.5 % de los vehículos más vendidos corresponde a las marcas japonesas Toyota (13.3 %), Nissan (11.7 %) y Honda (8.5 %). Después se encuentra Kia (6.755 %) y Hyundai (5.6 %), ambos correspondientes a un mismo grupo de fabricantes de Corea.

  • Las importaciones de vehículos y accesorios de 2024 fueron las más altas en tres décadas

    Las importaciones de vehículos y accesorios de 2024 fueron las más altas en tres décadas

    Las importaciones de vehículos y sus accesorios alcanzaron en 2024 una cifra récord de las últimas tres décadas, luego de superar los $1,085 millones, reporta el Banco Central de Reserva (BCR).

    Esta cifra incluye las importaciones de todo tipo de vehículos, tanto para el traslado de pasajeros como ambulancias, carros fúnebres y mercancías, así como cajas de cambio, neumáticos, guarniciones de frenos montadas, volantes, embragues, entre otros accesorios.

    De acuerdo con el BCR, las importaciones aumentaron en $84.3 millones respecto a los $1,001 millones registrados en 2023, equivalente a un repunte de un 8.4 %.

    Además, las importaciones de la industria automotriz no tienen precedentes en el registro del Banco Central, que data de 1994, alineadas con el crecimiento observado en el parque vehicular de un 8.12 % del año pasado, tras rebasar las 1.8 millones de unidades.

    Con excepción de las crisis económicas de 2008, 2014 y 2020, las importaciones de vehículos mantienen un crecimiento sostenido. El mayor repunte se registra desde 2019, un año antes del gran choque por la pandemia de covid-19, cuando las compras sumaban más de $572.6 millones.

    En 2020 cayeron a $432.5 millones, pero en 2021 saltaron a $792.8 millones y desde entonces mantienen la tónica de crecimiento, hasta superar el umbral de los mil millones de dólares en 2023.

    En seis años, según los registros del BCR, las importaciones de vehículos crecieron un 90 %.

    Aunque los vehículos, así como el mantenimiento y los accesorios, subieron de precio por las presiones inflacionarias mundiales, los datos del Banco Central reportan que el volumen de carga importada creció en un 12.2 % en 2024.

    El año pasado ingresaron 276.4 millones de kilogramos -el método de medición de volumen del BCR-, mayor en 30.2 millones a los 246.2 millones de 2023.

    Mayor demanda en vehículos de carga

    La mayor carga en las importaciones de este rubro recae en los vehículos para transporte de pasajeros y mercancías, que en conjunto sumaron $779.35 millones y crecieron en $64.8 millones frente a 2023.

    El Banco Central reporta que los vehículos para el transporte de mercancías superaron los $421.45 millones al cierre de 2024, el cuatro producto de mayor importación en la canasta comercial, con una participación de un 2.6 % y solo superado por las compras de aceites de petróleo, medicamentos y gas de petróleo.

    Las unidades para el traslado de mercancía aumentaron en $73.06 millones respecto a los $348.3 millones de 2023, con un crecimiento de un 21 %. Una dinámica muy alineada con los reportes de la Asociación Salvadoreña de Distribuidores de Vehículos (Asalve), que a septiembre de 2024 registraba que el 64 % de las ventas correspondía a pick-up y camiones.

    Esta demanda viene de los emprendimientos y las medianas empresas, que ven los vehículos para fines comerciales. “Somos un país trabajador”, dijo en una entrevista en ese momento Alexander Mendoza, director secretario de Asalve.

    Por su parte, los vehículos para turismo y diseñados para el transporte de personas sufrieron una caída de 2.3 %, luego de alcanzar $357.9 millones al término de 2024. Esta categoría representó el sector ítem de mayor importación, con una participación de un 2.24 %.

    ¿De dónde importa El Salvador?

    Un 17.1 % de las importaciones de vehículos y sus accesorios procedió de China, con importaciones valoradas en $186.1 millones al término de 2024. Las compras al gigante asiático reportaron un fuerte repunte de un 26.3 %, que reafirma el ímpetu con el que han ingresado las marcas chinas al mercado salvadoreño.

    Según Asalve, un 11 % de las ventas de vehículos nuevos corresponde a marcas chinas, que en 2024 ascendían a 14 competidores, incluso con la llegada de BYD, el gigante de unidades eléctricas que rebasó el año pasado en ventas al fabricante estadounidense Tesla.

    Estados Unidos, de donde procede la mayoría de unidades usadas, se coloca como el segundo proveedor del mercado salvadoreño, con $165 millones. Las importaciones desde la gran economía del mundo representaron un 15 % y crecieron un 2.4 %.

    Con $144 millones, Japón es el tercer proveedor del mercado salvadoreño, con una cuota del 13.2 %. De acuerdo con el Observatorio Vial, un 33.5 % de los vehículos más vendidos corresponde a las marcas japonesas Toyota (13.3 %), Nissan (11.7 %) y Honda (8.5 %).

  • Los salvadoreños importaron menos derivados del crudo en 2024

    Los salvadoreños importaron menos derivados del crudo en 2024

    A pesar del crecimiento del parque

    vehicular, las importaciones de los derivados de crudo cayeron al cierre de 2024 y fueron las más bajas en dos años, reporta el Banco Central de Reserva (BCR).

    La factura petrolera sumó $2,319.5 millones, una cifra que abarca todas las importaciones de gasolinas, keroseno para motores de reacción, diésel, fuel oil, coque sin calcinar, gases licuados, gas propano, aceites y grasas, así como otros derivados del petróleo.

    Según el Banco Central, la factura petrolera cayó en $168.3 millones respecto a los $2,487.8 millones reportados en 2023, equivalente a una caída de un 6.8 %.

    El 2024 siguió los pasos de 2023 cuando la importación de productos de petróleo se redujo en un 6.8 %, pero en ese momento el volumen aumentó un 13.2 % luego de superar los 3,203 millones de kilogramos. Al término de 2024, en cambio, cayó la cantidad a 3,194.1 millones de kilogramos, una reducción de un 0.3 %.

    Menor consumo de gasolinas

    El BCR destaca en su informe de comercio exterior que las importaciones de gasolinas se redujeron un 9.2 %, el principal combustible que utilizan los salvadoreños para el 83.8 % de los más de 1.8 millones de vehículos (carros y motocicletas) en circulación.

    Las importaciones de este derivado sumaron $772.1 millones, al menos $78.7 millones menos que en 2023.

    De igual manera, cayeron las importaciones de diésel un 13 % luego de alcanzar $604.4 millones. Este es el segundo derivado de mayor consumo en el mercado salvadoreño, con una participación del 15.02 % del parque vehicular, empleado principalmente para el transporte de carga, pasajeros y pick-up.

    La mayor caída se registró en fuel oil (Bunker C, utilizado para generar energía), ya que el Banco Central registró una contracción de un 28.2 %. Al término de 2024 se importaron $79.2 millones, menor en $31.1 millones frente a 2023.

    Por el contrario, las importaciones de gas propano aumentaron un 11.2 % luego de superar los $280 millones, así como el coque sin calcinar sumó $12.09 millones, una variación de un 3.42 %.

  • La mitad de los hogares en La Unión son dependientes de remesas

    La mitad de los hogares en La Unión son dependientes de remesas

    El 50 % de los hogares en La Unión reciben remesas familiares, el departamento más dependiente de estos ingresos, según el VII Censo de Población y VI Censo de Vivienda del Banco Central de Reserva (BCR).

    La segunda entrega del Censo 2024 incorporó un capítulo sobre los hogares receptores de remesas, que llegan a un 26.8 % de la población, equivalente a 514,739 de los más de 1.92 millones de las familias que viven en El Salvador.

    El Censo 2024 desgrana que la mitad de los hogares en La Unión reciben remesas, un departamento que ha estado bajo la lupa debido a su baja capacidad productiva instalada, cuya mayor actividad radica en una planta de procesamiento de atún y el Puerto de La Unión.

    Cabañas tiene la segunda tasa de hogares más dependientes de remesas, con un 46.6 %, seguido de Chalatenango con un 42.5 %.

    ¿Qué tienen en común estos departamentos? Tienen las regiones con las tasas más altas de pobreza y empleo informal. Los municipios de La Unión Norte y La Unión Sur reportan porcentajes de pobreza del 34 % y 30 %, respectivamente.

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    Estos departamentos tienen además los ingresos mensuales de remesas más altos, superior incluso al promedio nacional que el BCR sitúa en $308.9 en diciembre de 2024. En el caso de Chalatenango alcanza los $391.2, mientras que Cabañas tiene $376.2 y La Unión $334.5.

    Ahuachapán -cuyo municipio de Ahuachapán Sur tiene la tasa de pobreza más alta en el país, en un 50 %- es el departamento con menos hogares remesadores, en un 16.3 %.

    Cada año, las remesas marcan récords y 2024 no fue la excepción tras lograr la cifra más grande desde que se tiene registro, a partir de 1991, a pesar del temor de los salvadoreños en Estados Unidos de ola de deportaciones con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.

    El Banco Central reporta que el 98.7 % se utiliza para consumo, como manutención de las familias o el sostenimiento de las viviendas, mientras que el 1.3 % se destina para inversión (construcción de casa o negocios).

  • La deuda pública total, con pensiones, aumentó más de $2,500 millones en 2024

    La deuda pública total, con pensiones, aumentó más de $2,500 millones en 2024

    La deuda pública total de El Salvador, con las obligaciones del sistema de pensiones, aumentó en $2,511.9 millones al término de 2024, según el Banco Central de Reserva (BCR).

    Desde el canje de la deuda de pensiones, en abril de 2023, la deuda previsional se sacó de las estadísticas de la deuda pública total y el BCR creó un apartado solo para estas obligaciones, que básicamente corresponden a dinero que el gobierno ha tomado prestado de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) para pagar las pensiones del extinto sistema público.

    Las estadísticas al cierre de 2024 indican que la deuda pública total con pensiones alcanzó los $32,107.13 millones, un 8.4 % superior en relación a los $29,596.04 millones reportados en 2023.

    De este saldo, $21,581.17 millones corresponden a la deuda del sector público no financiero (SPNF), que abarca todas las empresas e instituciones, así como el saldo del aparato financiero (bancos públicos).

    Este saldo aumentó en $1,479.7 millones respecto a los $20,101.47 millones reportados al cierre de 2023, equivalente a un crecimiento de un 7.3 %.

    Entretanto, las obligaciones del sistema de pensiones sumaron $10,525.96 millones a diciembre de 2024, con un crecimiento de $1,031.39 millones frente a los $9,494.5 millones registrados al cierre de 2023. Esto equivale a una variación de un 10.8 %.

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    A partir de que el gobierno estima que el producto interno bruto (PIB) de 2024 fue de $35,980 millones, la deuda pública total representa un 89.2 % del PIB.

    Fuentes de financiamiento

    En 2024, el gobierno se financió principalmente con deuda externa, que corresponde a las emisiones en los mercados internacionales. A lo largo del año pasado, el Ejecutivo sacó dos colocaciones, una en abril de $1,000 millones y otra en noviembre de $1,000 millones.

    El Banco Central reporta que la deuda pública externa aumentó en $1,450.4 millones tras superar los $13,539.01 millones en 2024, con un crecimiento de un 11.9 % sobre los $12,088.61 millones de 2023.

    La deuda interna, en tanto, superó los $8,012.86 millones al cierre del año pasado. Este saldo aumentó $29.29 millones, un 0.36 % frente a 2023.

    Hacienda inició en 2023 un proceso de reperfilamiento del 54 % de la deuda de los títulos en manos de los bancos, que consistía en modificar la curva de vencimiento de un año hasta plazos de siete años.

    El saldo de las Letras del Tesoro (Letes), conocidas popularmente como la tarjeta de crédito del gobierno, cerró en $1,186.06 millones, $207.33 millones menos que los $1,393.39 millones de 2023.

  • Con el precio histórico del café en la bolsa, ¿subirá para los salvadoreños?

    Con el precio histórico del café en la bolsa, ¿subirá para los salvadoreños?

    El café ha alcanzado una cotización histórica sobre los $400 en un turbulento mercado que teme un desequilibrio en el suministro global por pérdidas en los mayores productores mundiales, Brasil y Vietnam.

    La cotización del aromático se realiza a través del Contrato C, un mecanismo para los países productores de café arábica -como El Salvador-, y que básicamente sirve de referencia en las negociaciones de compra y venta para las exportaciones.

    Consultados por Diario El Mundo, tanto la Asociación Cafetalera de El Salvador (Acafesal) como la Asociación Salvadoreña de Beneficiadores y Exportadores de Café (Abecafé) coinciden en que los récords en la bolsa de valores no se traducirán en mayores costos para el consumidor final en el país.

    “Cualquier diría que nosotros estamos haciendo plata”, dijo Sergio Ticas, presidente de Acafesal, quien citó a un productor que intentó vender una cadena de distribución local a un precio más alto, pero se encontró con una pared: si elevaba el valor de la libra, lo sacaban.

    “Yo quise subir y me dijeron: ok, si usted sube, lo sacamos del mercado”, citó Ticas al productor. “Si usted va al supermercado, no le han aumentado. Posiblemente, dentro de seis meses, podría, pero, para mientras, el consumidor va a pagar lo mismo”, añadió.

    En el mismo tono, Ricardo Esmahan, presidente de Abecafé, consideró que los consumidores finales no verán un incremento en la compra de café en el mercado local. “Yo creería que no, no procede eso ahorita”.

    Primero la exportación, después el consumo interno

    El vocero de Acafesal recordó que los beneficiadores primeros compran el café para la exportación y después para la distribución local. El problema en el mercado internacional es que en este momento los tostadores no están adquiriendo por los altos valores de la cotización.

    “Nadie está comprando”, sumó Esmahan.

    De acuerdo con el registro del Instituto Salvadoreño del Café (ISC), el 65 % del café obtenido en el ciclo 2023-2024 se destinó para el mercado internacional, un año particularmente malo porque cerró con una caída del 7 % en las exportaciones.

    El ISC reporta que se exportaron 582,681 quintales de los 893,326 quintales cosechados en el último ciclo, donde Estados Unidos se coloca como el principal socio comercial, con una participación del 45 %.

    Los buenos precios del mercado internacional tampoco se traducirán en grandes beneficios para los caficultores salvadoreños, quienes vendieron a precios futuros por debajo de los $300 antes del fuerte repunte en la bolsa.

    Además, la Acafesal vaticina que la cosecha 2024-2025, en actual corta, cierre con una caída del 35 % después de las pérdidas sufridas el año pasado por las altas temperaturas durante el verano, seguido de un invierno que se prolongó y generó lluvias atípicas en diciembre.

  • La inflación subió a 0.31 % en enero por mayores precios en salud y restaurantes

    La inflación subió a 0.31 % en enero por mayores precios en salud y restaurantes

    El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de El Salvador, la base para calcular la inflación, subió a un 0.31 % en enero de 2025, sostenido por incrementos en las divisiones de salud, vestuario, y restaurantes y hoteles.

    La última actualización del Banco Central de Reserva (BCR) señala que la inflación aceleró su paso frente al 0.29 % reportado en diciembre de 2024. A pesar del incremento, es 3.8 veces inferior en relación a la tasa de un 1.20 % registrada en igual período de 2024.

    De las 12 divisiones que forman al IPC, en cinco hubo deflación (caída de precios), pero no fueron suficiente para contrarrestar los incrementos registrados en los grupos de salud, restaurantes y servicios diversos.

    Deflación

    Por cuarto mes consecutivo, la división de alimentos y bebidas no alcohólicas cerró en enero pasado en deflación, de -0.49 %. El BCR ha explicado en anteriores ocasiones que la caída de precios en esta categoría responde a los agromercados y la central de abasto de Soyapango, que venden al costo, aludiendo a la reducción generalizada de las materias primas a nivel internacional, que también ha restado la presión inflacionaria en el resto de Centroamérica.

    En diciembre de 2024, la canasta básica alimentaria (CBA) urbana cerró en $246.06, inferior en $10.9 respecto a igual mes de 2023, al igual que la CBA rural se situó en $178.99, al menos $7.08 menos que en el último año.

    También cerró en deflación la categoría de muebles y artículos para el hogar, en -1.91 %. Este grupo cayó en negativo desde julio de 2023, un acumulado de 18 meses.

    Transporte cerró en -1.65 %, así como comunicaciones en -0.73 %, y recreación y cultura en -2.02 %.

    Restaurantes tienen la mayor inflación

    La categoría de restaurantes y hoteles tiene la inflación más alta en la economía salvadoreña, en 3.98 %, un aumento de 0.12 puntos porcentuales en relación a diciembre, que fue de 3.86 %, e inferior frente al 5.98 % de igual mes de 2023.

    De igual manera, aceleró la inflación en salud, al pasar de 2.30 % en diciembre a 2.35 % en enero, mientras que el grupo de bienes y servicios diversos pasó de 1.31 % a 1.37 %.

    El grupo de prendas de vestir y calzado también subió de una inflación de 0.09 % a 0.14 %.

    Según el BCR, en el resto de las categorías hubo desaceleración, como en bebidas alcohólicas y tabaco que tuvo una tasa de 0.79 % en enero, inferior en relación al 1.21 % de diciembre, así como alojamiento, agua y electricidad que pasó de 2.07 % a 1.97 %.

  • La libra de café se vendió a $3.10 en enero, su mejor precio en 48 años

    La libra de café se vendió a $3.10 en enero, su mejor precio en 48 años

    La libra de café en el mercado internacional se vendió en enero pasado en su mejor precio de los últimos 48 años tras colocarse en $3.10, según registros de la Organización Internacional del Café (OIC).

    La institución, de la que El Salvador es miembro, reporta que el precio indicativo compuesto (I-CIP) aumentó un 3.5 % en relación al promedio de $2.99 registrado en diciembre y acumuló tres meses de fuertes incrementos, desde noviembre del año pasado.

    El precio de la libra de café de enero pasado se encuentra un 75.8 % por arriba del valor reportado en enero de 2024, que fue de $1.74, equivalente a un crecimiento de $1.34.

    La cotización de la libra del aromático no tiene precedente desde abril de 1977, cuando se cotizaba en $3.14. El informe de la OIC, publicado el 6 de febrero, no incorpora la marca histórica que alcanzó el café el 5 de este mes en el mercado internacional tras rebasar los $400 el saco de 60 kilogramos.

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    Después de magros resultados, las exportaciones de todas las formas de café de México y Centroamérica acumularon 61,000 sacos en diciembre de 2024, superior en 0.9 % en comparación a igual mes de 2023. Costa Rica, Guatemala, México y Nicaragua fueron los principales impulsores, mientras que Honduras -el sexto productor mundial- sufrió una contracción del 59.5 %.

    Impulsos en el precio

    La OIC explicó que el fuerte repunte del café está sostenido en diferentes factores, pero pesan más los maltrechos resultados de la cosecha en Brasil, el mayor productor mundial, después de una devastadora sequía que azotó las zonas cafetaleras.

    La Compañía Nacional de Abastecimiento (CONAB), una dependencia del Ministerio de Agricultura de Brasil, redujo su pronóstico de producción 2024-2025 en 600,000 sacos, que ejerció presión en la incertidumbre sobre el suministro global del grano más apreciado en los mercados.

    Esto se suma a la incertidumbre que ya vive la economía mundial por las drásticas decisiones del presidente estadounidense Donald Trump de subir los aranceles a los principales socios comerciales. La Administración Trump inició con México y Canadá, pero pospuso la medida un mes, mientras que este viernes amenazó a Japón para conseguir una “igualdad” en la balanza comercial con el gigante asiático.

    Para la OIC, la crisis comercial podría afectar a la “industria mundial del café, ya que algunos de los principales orígenes, incluidos Brasil, India e Indonesia, son parte de la revisión que se está llevando a cabo actualmente.

    El avance de las medidas arancelarias de Washington llevaría también a que el Banco Central Europeo acelere los recortes de las tasas de interés. “Las implicaciones incluirían un aumento de la demanda, ejerciendo una presión positiva sobre los precios”, sostuvo la OIC.