Categoría: Opinión

  • Sueños, chorros e interrogantes

    Sueños, chorros e interrogantes

    Richard Nixon ganó las elecciones presidenciales de 1968; había perdido en 1960 contra John F. Kennedy por apenas 112 000 votos.

    Fue vicepresidente de Dwight Eisenhower, de 1953 a 1961, y triunfó vendiéndose como el «representante de la gran mayoría silenciosa»; léase, la población más conservadora.

    Hasta entonces, su trayectoria era ascendentemente envidiable. En su segundo mandato al frente del Ejecutivo ‒tras superar por mucho al demócrata George McGovern‒ decidió derrocar a Salvador Allende y le reventó en la cara el escándalo de «Watergate», por lo que renunció en 1974.

    Hasta hoy, solo él abandonó la Casa Blanca por la puerta trasera.

    Precisamente allí recibió Donald Trump a Nayib Bukele el 14 de abril recién pasado.

    He leído y oído más comentarios negativos que favorables sobre dicha visita.

    Hay quienes consideraron el recibimiento del salvadoreño como un «reconocimiento» a la «excepcional labor» de un «presidente honesto».

    Tal calificativo apunta a una persona honrada, íntegra, justa e intachable.

    Pero este no es el caso, comenzando por el irrespeto a la legalidad cuyo culmen ‒hasta ahora‒ es su inconstitucional reelección justificada y aplaudida por quienes han intentado «envolverla para regalo», junto a muchas otras trastadas autocráticas más.

    Pero también estamos quienes desaprobamos su desempeño desde antes de ese episodio que constituye quizás el más nefasto de una posguerra que, ojalá, no se convierta en la nueva preguerra.

    Lo hicimos y lo hacemos con razones.

    Y tras lo declarado por Bukele en Washington ante Trump y la prensa sobre Kilmar Ábrego ‒compatriota deportado por «error»‒ más lo ocurrido después, se han multiplicado las críticas.

    En el Salón Oval, tras preguntarle una periodista si regresaría a Ábrego, el usurpador de nuestro aparato estatal respondió prepotente y altanero: «Espero que no esté sugiriendo que meta a un terrorista de contrabando en Estados Unidos.

    ¿Cómo voy a introducir a un terrorista de contrabando en Estados Unidos? Por supuesto que no voy a hacerlo.

    La pregunta es absurda».

    ¿Podría demostrarme alguien con certeza cuándo y por qué este paisano fue declarado «terrorista» por autoridad competente, respetando sus garantías judiciales y el debido proceso?

    Nadie, obviamente.

    Además, la periodista nunca planteó retornar ilícitamente al susodicho.

    Su pregunta no fue absurda; absurda fue la respuesta de Bukele, quien además nos proporcionó material extra para cuestionarlo luego de la fugaz visita a El Salvador realizada por el senador demócrata Chris Van Hollen; este quería conversar con Kilmar en el Centro de Confinamiento del Terrorismo conocido como el «CECOT», adonde estuvo detenido y de donde fue trasladado después a otro reclusorio.

    Para ello habló con Félix Ulloa, segundón de aquel que andaba paseando.

    Experto en encontrar artículos constitucionales «escondidos» y ahora en esconder compatriotas injustamente detenidos, Ulloa le negó al senador tanto la liberación del prisionero como la posibilidad de visitarlo y hasta de comunicarse telefónicamente.

    Pero alguien, imagino quien, lo volvió a hacer quedar mal y Kilmar conversó con Van Hollen el 17 de abril en un sitio público.

    Un empleado gubernamental les colocó entonces un par de tragos en la mesa, que eran o parecían ser «margaritas»;

    esa torpe «trampa» fue desenmascarada por el estadounidense, pero antes Bukele había comentado burlonamente la escena.

    Días después, este apareció en una lujosa tienda italiana comprándose una carísima chaqueta personalizada.

    Hay quienes preguntan si nuestros impuestos pagaron esa turisteada por Europa y si anduvo acompañado por la profusa comitiva con la que apareció en el encuentro con Trump, cuando se mostró anuente a construir más cárceles y le agradecieron lo «maravilloso» que era tener «a quien mandar lo peor de lo peor» desde aquel país.

    ¿Nuestros impuestos pagaron además los tres terrenos adquiridos en «Los Sueños» junto a su casa particular, para construir otra residencia presidencial?

    ¿También la posible adquisición de una calle en dicho complejo habitacional para su uso exclusivo y la «obra» que ofrece para compensarle al vecindario la materialización de semejante capricho?

    ¿Y la transacción a su favor del predio playero ubicado en una área protegida así como otras propiedades suyas y de familiares que suman, en total, más de diez millones y medio de dólares desembolsados y superan más de tres millones y medio de metros cuadrados?

    Es legítimo demandar respuestas a eso y más, pero no las tendremos hasta que…

    Por ello, mejor pregunto: ¿caerá Bukele?

    Si cayó Nixon, claro que sí.

    En su loca carrera por enriquecerse y engrandecerse, se tropieza cada vez más seguido.

    Como los taludes de la carretera colindante con el turicentro «Los Chorros», se está desmoronando de a poco.

    Pero no solo hay que esperar contemplando.

    Las condiciones objetivas para ello están acumulándose dentro y fuera del país, pero debemos organizarnos y luchar.

  • Cifras horribles: 11 accidentes diarios de motociclistas

    Cifras horribles: 11 accidentes diarios de motociclistas

    Cerca de las 6:00 de la mañana del 13 de marzo pasado, como todos los días laborales, el profesor Marden Escobar Alfaro, de 62 años de edad, se dirigía a la autopista hacia el aeropuerto internacional a abordar el transporte que lo condujera desde la ciudad de Olocuilta hacia el Centro Escolar Caserío Los Novillos del distrito de San Luis la Herradura, La Paz, donde se desempeñaba como director.

    Ese jueves fue el último día de Marden quien murió atropellado en la autopista. bajo el puente de Olocuilta, por un motociclista que conducía a excesiva velocidad. El motociclista y su acompañante resultaron con lesiones severas mientras el cadáver del profesor quedó tirado en el asfalto.

    El accidente que produjo la trágica muerte de Marden considerado un buen hijo, hermano, padre esposo, vecinos, amigo y profesor ejemplar, solo fue uno de los once que este año se reportan en promedio a diario en todo el país, en el cual se ven involucradas motocicletas, algunas de ellas conducidas por personas que no tienen la respectiva licencia

    Según el Observatorio Nacional de Seguridad Vial (ONASEVI) desde el 1 de enero hasta la semana pasada, se habían registrado 1,267 accidentes con participación de motocicletas con resultado de 1,195 lesionados y 135 muertos. Mi amigo Marden está clasificado como peatón muerto. A propósito las estadísticas oficiales señalan que en accidentes viales la mayor cantidad de muertos son peatones, seguido de motociclistas y luego pasajeros y conductores de vehículos particulares.

    Los datos oficiales también señalan que hasta la fecha el 33.32 por ciento del parque vehicular es para las motocicletas, ya que un total de 635,210 están registradas oficialmente. El Salvador tiene cerca de dos millones de vehículos (1,906,582) registrados en el Viceministerio de Transporte.

    Sin embargo, la cantidad de licencias extendidas para motociclistas es menor a la cantidad de dichos vehículos, pues el Viceministerio de Transporte solo ha emitido, hasta marzo pasado, 522,399 licencias. Es decir que hay casi un 20 por ciento de motocicletas que andan circulando sin que sus conductores estén debidamente autorizados, probablemente sin la pericia suficiente y sin el conocimiento necesario del Reglamento de Tránsito.

    Según los registros oficiales, desde 2015, un total de 45.642 personas han recibido atención médica al haber resultado con lesiones en accidentes de motocicletas. A diferencia de los accidentes viales con participación de otros vehículos, los de motocicletas son mucho más fatales porque el conductor y su acompañante viajan más vulnerables. Es el caso de Rubén Alcides Hernández Godoy, un joven que ahora tiene 25 años de edad y que en enero de 2019 tuvo un accidente al chocar su motocicleta con un árbol en la carretera Litoral, cerca de Usulután. Rubén sufrió amputación de su pierna izquierda y la mano derecha le ha quedado inmóvil, además, ha quedado marcado con una cicatriz en su mejilla izquierda.

    Cuando tuvo el accidente andaba aprendiendo a conducir y corría a 100 kilómetros por hora.

    Otro caso es el de Néstor Javier Campos Bolaños, ahora de 32 años de edad, que en febrero de 2017 intentó sobrepasarle a un tráiler cañero en la autopista al aeropuerto, en San Juan Talpa. Cuando le sobrepasaba se salió del asfalto y se fue a una cuneta. Como resultado la motocicleta quedó inservible y él sufrió una lesión en la cuarta vértebra cervical y eso lo dejó cuadripléjico. Néstor tampoco tenía licencia para conducir la motocicleta que se la había prestado a un amigo y para colmo había consumido bebidas embriagantes.

    La División de Tránsito de la Policía Nacional Civil y el mismo Viceministerio de Transporte deben realizar un exhaustivo plan para sancionar a quienes conducen todo tipo de vehículos sin estar facultados para ello. Hay buseros, microbuseros, conductores de transporte pesado, vehículos livianos y motocicletas que lo hacen irresponsablemente sin tener una licencia que los avale. Este plan debe llevar también a sancionar a los que conducen bicicletas en vías públicas sin cumplir con las normas establecidas.

    En la actualidad las Cámaras de Seguridad en las principales ciudades y carreteras del país captan permanentemente el tráfico y sus percances. En la mayoría de accidentes donde está involucrada una motocicleta con otro tipo de vehículo, la culpa recae sobre el motociclista que irrespetó una señal de tránsito o que hizo alguna osadía, como sobrepasar por un punto prohibido o creerse «el dueño de la calle».

    Muchos motociclistas siguen haciendo carriles inexistentes (tercer carril), se aglomeran en los semáforos, sobrepasan golpeando las carrocerías de los carros livianos, se suben a las aceras, no portan cascos autorizados, conducen a velocidad excesiva, se distraen con facilidad, usan teléfonos celulares mientras conducen, no andan la vestimenta adecuada y pocos irrespetan las normas de tránsito.

    En lo personal pienso que a los motociclistas les hace falta conciencia. Deben entender que cada día que salen a trabajar alguien los espera en casa y que los esperan sanos y salvos. Ellos al igual que todos los que conducimos debemos entender que los vehículos conducidos de manera irresponsable se convierten en un arma peligrosa con la cual podemos provocar lesiones y la muerte de otros o de nosotros mismos.

    A mi amigo Marden ya no le podemos regresar la vida. Su familia vive acongojada por el dolor de su fallecimiento, sus amigos, alumnos y compañeros de trabajo lo extrañamos, su muerte pudo haberse evitado si el conductor de aquella motocicleta hubiese conducido a una velocidad prudencial y hubiese tenido la pericia necesaria. Conductores manejemos a la defensiva… Con conciencia.

  • La Educación Superior

    La Educación Superior

    Desde la crisis sanitaria provocada por el virus Sars/Covid– 19 la Educación en general y la Superior en particular ha dado un giro importante.

    El descenso de aspirantes a estudiar una carrera ha sido significativo, se trata de un estudio que hemos estado realizando desde 2023 y podemos abordar este problema desde varias perspectivas, tomamos como base la teoría de la complejidad la cual permite explorar los sistemas a partir de su composición como una totalidad.

    Hay datos reveladores como por ejemplo: en 2024 18,000 jóvenes solicitaron ingresar a la UES, mientras que en 2025 la cifra disminuyó a 15,000. En 2023, la matrícula global bajó 0.4 % (828), sin embargo en los institutos especializados subió 7.6 % (1,149), mientras que en los institutos tecnológicos bajó -17.5% (225), y en las universidades bajó 1 %.

    En general, es notable que cada año los aspirantes a educación superior presenta una reducción y si agregamos a eso el nivel de deserción que presentó un total de 7000 estudiantes en 2023. Ante esto surge la pregunta ¿Cuál es la motivación que hace que un estudiante aspire a estudiar a nivel superior después de finalizar el bachillerato? Podríamos decir en un simple análisis superarse y elevar su nivel de vida, sin embargo, si vemos el punto de vista opuesto que hace que este estudiante no le motive estudiar y obtener un título a nivel superior, se trata de un trabajo que nos lleva a analizar varias perspectivas desde lo social, económico, cultural.

    El nivel educativo actual de El Salvador ronda el 7º grado lo cual es muy bajo, además de otros factores que el estudiante que llega a nivel superior se encuentra como carreras desactualizadas, dificultades de encontrar un trabajo al graduarse, los enfoques educativos que se centran solamente en saber, en lo teórico y no en hacer en fin son varios factores .

    Actualmente se propone una reforma a la ley de Educación Superior y recientemente AUPRIDES ha propuesto que el sistema se centre en créditos y no en unidades valorativas, lo cual es bueno ya que le da al estudiantes la responsabilidad de desarrollar su aprendizaje, aunque no solo con esto mejorará la educación superior falta mucho por hacer, como involucrar otros actores clave: el sector productivo quienes al final absorben a los futuros profesionales e invertir más en las educación pública, la investigación continúa y arrogará importantes conclusiones que pronto daremos a conocer.

  • Correa no resucitó

    Correa no resucitó

    Es mas que evidente, al parecer, que el pueblo ecuatoriano ha tomado conciencia lo que significaría para ellos y su país, el retorno a la presidencia de Rafael Correa, un delincuente convicto por corrupción que habrá de lamentar hasta su último día haber apoyado a Lenin Moreno en su marcha hacia la primera magistratura de la nación.

    Este sujeto, nuevamente en el poder, habría dado una vuelta de tuercas que les arrebataría irremisiblemente el futuro, tal y como ha ocurrido en Cuba, Nicaragua, Bolivia y Venezuela donde las propuestas castro chavistas han sumido a esos pueblos en un estado de postración moral y material muy difícil de superar.

    El populismo que patrocina este autócrata es sumamente peligroso porque personifica la versión del déspota ilustrado, que, al contar con conocimientos académicos usa ese discernimiento para exprimir con mayor eficiencia las prerrogativas del ciudadano. Correa, en mi opinión, es de todos los déspotas del hemisferio el que más se asemeja a Fidel Castro, porque es un iluminado poseedor de la verdad absoluta que no padece la agonía de la duda.

    Sujetos como Correa ejercen una especie de atracción fatal sobre un sector de la población. Son capaces de interpretar las ansias de un núcleo importante de personas, que sin importar los abusos y errores en los que incurran, siempre van a estar a su favor. Cuentan con una masa que se conduce al ritmo de su flautista y disfruta los avatares de los abismos.

    Correa, al igual que Fidel Castro, Nicolás Maduro, Evo Morales y Daniel Ortega, por solo mencionar a los caudillos del castrochavismo, poseen ese encanto mágico que los sitúa, para sus partidarios, más allá del bien y el mal, razón que los asiste para ser un peligro real en cualquier sociedad democrática.

    Un individuo con firmes convicciones democráticas nunca podrá estar de acuerdo que sus derechos sean conculcados por un gobernante que se atribuye la facultad de interpretar las querencias de la nación al crear comités de delatores que auscultan la vida de los otros o permitir cambios económicos que ahondarían la miseria de todos.

    Afirmar que Nicolás Maduro representa un régimen legitimo es un absurdo de los primeros tiempos del Socialismo del Siglo XXI, como cuando Hugo Chávez proclamo que conduciría a Venezuela al mar de la felicidad cubano. Tanto Cuba como Venezuela distan mucho de ser un paradigma para cualquier sociedad y el que lo proclame comete suicidio político como hizo la candidata Luisa González.

    Por demás, la capacidad de sobrevivencia de estos individuos es inaudita, son capaces de aliarse a sus acérrimos enemigos, por tal de continuar en planos importantes, como lo hiciera Daniel Ortega en Nicaragua al lograr un acuerdo electoral que le permitió ganar la presidencia en el 2007 o Fidel y Raúl Castro en Cuba, que han logrado cargarle al embargo estadounidense todas sus culpas aunque gastan en ese mercado cientos de millones de dólares al año, mientras le imponen al pueblo que desgobiernan un bloqueo que va por 66 años.

    Al parecer los ecuatorianos han tenido una clara conciencia de la realidad al percatarse que la elección de un testaferro de Correa implicaría su retorno, ya que habría realizado las maniobras necesarias para que el prófugo de la justicia, tal y como hiciera en la década del 70 del pasado siglo el dirigente justicialista argentino Héctor Cámpora, que al llegar a la presidencia elimino todas las restricciones que existían contra Juan Domingo Perón haciendo posible que fuera presidente.

    El fugitivo fue el perdedor de los comicios, no la candidata Gonzálz, sin embargo, no dudo de la capacidad de sobrevivencia que tienen estos demiurgos como diría Anatole France y me ha comentado mi amigo Alberto Paz, un profundo conocedor de la realidad ecuatoriana y cubana, quien considera que el fracaso correista fue consecuencia de los muchos errores en campaña de sus testaferros, como también afirman, algunos medios de prensa del país sudamericano.

    El asunto es que estos sujetos nunca pierden, acusa al ganador de fraude, sin embargo, no han presentado una denuncia asistida con pruebas suficientes.

    El expresidente ha demostrado estar entre los que se creen elegidos. Su visión de la realidad solo le permite apreciar la existencia de dos colores, el blanco y el negro, carácter que logra insuflar entre sus partidarios, al igual que posibilita que sus seguidores solo busquen la confrontación, el todo o nada que vivíamos en Cuba cuando las masas pedían paredón sin saber por qué o para quien.

  • Preservar una auténtica humanidad, como lo hizo el papa Francisco

    Preservar una auténtica humanidad, como lo hizo el papa Francisco

    El momento que vivimos no es fácil, tampoco nunca lo ha sido, pero ahora que habitamos en medio de la civilización tecnológica, donde todo lo humano parece olvidarse, hemos de estar más en guardia y más abiertos a los demás, particularmente con los débiles. Nadie se puede quedar en el olvido o en el abandono. Lo que importa realmente es el afecto vertido en todo lo que realizamos. Ciertamente, vivimos un cambio transformador, que requiere de cada uno de nosotros, comenzar por mirarnos con otros ojos más espirituales que corporales; ya que, es esta sabiduría que emana del corazón, la que realmente nos trasciende. No es la capacidad de las máquinas, tampoco la formación mundana irresponsable, la que nos hace ver horizontes claros, es nuestro propio espíritu de poetas.

    El trabajo hecho con especial esmero y con generosidad, siempre es una creación original y única. Bajo esta perspectiva innovadora, la humanidad tendrá que aunar esfuerzos, al menos para promover una visión auténtica de la persona humana y de la sociedad, que ha de regular también como objetivo global el valor de la naturaleza en la que se mueve. En este sentido, los pueblos indígenas se encuentran entre los más afectados por las condiciones meteorológicas extremas, la pérdida de biodiversidad y la disminución de los recursos naturales. Sin embargo, precisamente gracias a su talante natural y a su relación con el medio ambiente, son también los que nos pueden ayudar a encontrar soluciones para remediar los daños causados.

    Indudablemente, cada uno nosotros es garante de frenar destrucciones, que ocasionan verdaderos calvarios a las gentes. De ahí, la importancia de ahondar en nosotros mismos como seres de verbo en verso, que ha de llevarnos a cuestionarnos nuestro papel en el mundo. En este sentido, el propio Papa Francisco, lo describía como un cambio de época, que ha de llevarnos a una renovada cognición por lo auténtico. La apariencia y la mentira sólo brindan vacío y vicio. Nuestro interior es el que verdaderamente nos alberga los estados de la placidez; por eso, hay que dejarse oír, dejándose templar y determinar por sus poéticos pulsos y pausas. Por eso, frente al propio hacer de cada día, quizás convendría que nos interrogásemos sobre sí: ¿tengo corazón para ser poesía o prefiero poder y dominación?

    Vivir, por sí mismo, es el mejor poema a injertar que nos guarda y nos aguarda en las fibras del alma. Lo trascendente no es tanto mantenerse en forma, como que impere el buen fondo, para poder comprender que nada de lo que le ocurra a nuestros semejantes, nos debe resultar ajeno. Tenemos que parar de lanzarnos piedras entre sí, fomentando la cultura del sincero abrazo y la comunión de latidos. Deja de tener sentido, mirar hacia otro lado; al ver como se activan las armas y no el alma de amor. O presenciar con la indiferencia, las meras luchas de poder en torno a intereses parciales mezquinos. Hemos de despertar. Máxime, sabiendo, que el mundo puede cambiar desde el corazón. Renunciemos a perder el tiempo y ayudemos a donarnos una existencia decente hermanada.

    Aprendamos entre sí unos de otros, custodiemos el mundo con la lirica alabanza del reencuentro, lo que implica abarcar la totalidad del ser, tanto mental como sapiente, corpórea y relacional. De esto se deduce que todos llevamos consigo una dimensión contemplativa, un deseo innato de hacer genealogía, uniendo vínculos a golpe de miradas acariciadoras, que son las que fomentan la inspiración andante que somos. Sin duda, es bajo este contexto como se avanza y se difumina la línea que separa lo genuinamente humano de lo adulterado. Necesitamos el don de la iluminación pensante, para poder discernir e irnos del oleaje que nos deshumaniza, con inhumanidades manifiestas, que nos alejan de esa alianza plena, como trovadores de apego vivo. ¡Retornemos, pues, a la composición armónica!

  • Quinielas y vanas conjeturas del cónclave

    Quinielas y vanas conjeturas del cónclave

    El fallecimiento de un papa siempre se vuelve un hecho noticioso acompañado de su infaltable dosis de especulación. Tal vez no pueda ser de otro modo. Al traspasar el umbral de la muerte, el líder del catolicismo abre también la puerta a una nueva fase histórica en el recorrido espiritual y eclesial de más de 1.400 millones de fieles, que constituyen alrededor del 60% de los 2.300 millones de cristianos que hay en el mundo.

    A lo anterior, que ya es bastante, ha de agregarse el peso real del pontífice al frente de una religión tan grande y jerárquica, pues ni el judaísmo ni el islam (por mencionar a las otras dos confesiones monoteístas) reconocen por guía a una sola persona o conservan el mismo e invariable cuerpo doctrinal para todos sus seguidores.

    La institución del papado, además, está a la cabeza de una estructura terrenal con claras dimensiones políticas. Al ser elegido por sus pares cardenales, el dirigente visible del catolicismo también se convierte en un jefe de Estado, adquiriendo así las facultades —administrativas, legislativas, económicas, diplomáticas— que posee cualquier otro líder al frente de una gestión de gobierno, con máximas prerrogativas a lo interno y una muy influyente presencia internacional. De ahí que la muerte y la elección de un papa tengan la importancia singular que se les otorga en los medios de comunicación, justo como está sucediendo ahora.

    Las “quinielas” se concentran usualmente en la identidad de quien pueda terminar siendo elegido en el cónclave, pues a partir de esa elección será proclamado sucesor espiritual del pescador Pedro a la vez que sucesor cronológico del papa Francisco, fallecido el 21 de abril. Pero ambas sucesiones, aunque importantes, significan cosas distintas. El nuevo pontífice no estará obligado a dar seguimiento a ninguna “línea” específica de su antecesor, mientras que el seguimiento de Pedro, en tanto fiel custodio de las enseñanzas de Jesucristo, es imperativo, inapelable e indelegable. De ahí que ese afán periodístico de “trazarle caminos” al futuro papa a partir de su relación directa con el legado —cualquiera sea— del pontífice inmediato anterior venga a ser, en sentido estricto, llana y vana conjetura.

    Con sus más de dos mil años de vida —algo que no tiene parangón en la historia de la humanidad—, la Iglesia católica es una entidad signada por consideraciones que escapan a las coyunturas o urgencias temporales. Se diría que está “acostumbrada” a sobrevivir a los avatares y las presiones de cada época. Desde luego que la interlocución con el mundo forma parte de su misión, pero en teoría no debe condicionarla más allá de lo que permite la estricta doctrina. Por eso es que tiene relevancia comprender qué sucede durante este periodo de transición que el Derecho Canónico llama “sede vacante”, entre el final de un pontificado y el principio del siguiente.

    Periodistas y analistas que desconocen el funcionamiento eclesial resbalan en la generalidad de suponer que el gobierno de la Iglesia católica, en la presente etapa, queda en manos del colegio cardenalicio. Esto es inexacto. Al morir o renunciar un papa, los cardenales se convierten en administradores —y con facultades muy restringidas— de los asuntos ordinarios e inaplazables, pero en ningún momento tienen jurisdicción sobre las potestades que corresponden exclusivamente al sumo pontífice.

    Estas graves disposiciones excluyen toda posibilidad de que las leyes emanadas por los papas puedan ser cambiadas o modificadas por el colegio, inclusive en lo referente al proceso de elección del nuevo líder católico, tarea que se convierte (luego de las exequias del papa difunto) en la principal —y casi única— de los purpurados. Si al colegio entero, supongamos, se le ocurriera borrar una palabra de cualquier documento pontificio, ese acto sería nulo.

    En la Iglesia cristiana más grande del mundo no existe la figura del “vicepapa”. Nadie puede tomar las riendas durante la sede vacante ni atribuirse el gobierno del proceso de transición. Solo un pontífice debidamente elegido puede suceder en el tiempo a otro pontífice. Los cardenales, eso sí, están autorizados a reunirse a diario en congregaciones generales para discutir la preparación del cónclave, intercambiar opiniones y asegurar determinados criterios de elección, sin que nada de ello implique labores de “proselitismo” o conspiración. Esto se encuentra tan vedado, que existe la pena de excomunión automática (latae sententiae) para quienes hagan pactos, formulen acuerdos o realicen promesas que los obliguen a votar por cualquiera de sus colegas.

    Aunque la reciente película Cónclave, protagonizada por Ralph Fiennes y Stanley Tucci, ha sido muy bien recibida por su logrado suspenso hollywoodense, lo cierto es que está lejos de ser un retrato fiel de lo que ocurre al interior de la Capilla Sixtina cuando los cardenales se encierran con llave (cum clavis, en latín) para elegir al papa. Allí las intrigas son imposibles, tomando en cuenta la grave sentencia que pesa sobre ello.

    Es principalmente en las congregaciones generales, como las que están ocurriendo ahora en Roma, donde las cosas se definen, no alrededor de nombre alguno sino en torno al perfil de pastor que la Iglesia necesita. Es justo en estos días, en medio de un fraterno pero tensionado espacio de intercambio de pareceres, cuando las líneas generales de la elección quedan trazadas. Hasta los cardenales mayores de 80 años, impedidos de participar en la elección, pueden sin embargo aprovechar su experiencia para aconsejar fraternalmente a sus hermanos más jóvenes, haciéndoles notar detalles o circunstancias que tal vez les resulten útiles a la hora de decidir.

    En este mayo de 2025, los purpurados electores, que se conocen poco entre sí, serán parte del cónclave más concurrido registrado por la historia eclesial. Qué saldrá de ahí es una incógnita de proporciones católicas, esto es, universales.

  • Sede vacante: el peso de ser padre universal

    Sede vacante: el peso de ser padre universal

    Vivimos días históricos que, con el tiempo, recordaremos con asombro y reverencia.

    Somos testigos pasivos de una acción de Dios en la historia de los hombres.

    Los señores Cardenales tienen la responsabilidad de elegir al sucesor número 267 de san Pedro, el inmediato heredero del Papa Francisco.

    La elección de un Romano Pontífice siempre está envuelta en misterio, en el silencio de oficio y en la conciencia de unos pocos.

    Los Príncipes de la Iglesia llegarán desde los confines de la tierra.

    El cardenal Camarlengo hará los preparativos previstos desde tiempos muy antiguos.

    La Capilla Sixtina se vaciará de turistas y se llenará de electores.

    El imponente Juicio Final de Miguel Ángel será una vez más testigo de la elección del hombre que ocupará el cargo más importante sobre la faz de la tierra.

    Volveremos a escuchar el extra omnes, proclamado con solemnidad por el Camarlengo para hacer salir a todos los ajenos al cónclave.

    En cuestión de días, tendrá lugar una nueva elección papal.

    El papel del Romano Pontífice es, sin duda, uno de los más poderosos e influyentes del mundo, tanto en términos espirituales como políticos.

    Es el encargo más alto… y, al mismo tiempo, el menos deseado.

    La responsabilidad que conlleva es inmensa.

    En 1978, el cardenal Albino Luciani decía: «Y si resultara que me eligen a mí, contestaría: ‘Lo lamento. No acepto'».

    Tal fue el susto que se llevó Juan Pablo I, que solo ocupó la Sede de Pedro durante 33 días, en el pontificado más breve de la historia (26 de agosto de 1978).

    Su sucesor, san Juan Pablo II, manifestó en sus primeras palabras como Pontífice el miedo que sintió: «Los Eminentísimos Cardenales han designado un nuevo Obispo de Roma.

    Lo han llamado de un país lejano… He sentido miedo al recibir esta designación, pero lo he hecho con espíritu de obediencia a Nuestro Señor Jesucristo y con confianza plena en su Madre, María Santísima» (16 de octubre de 1978).

    Benedicto XVI también confesó su sorpresa: «Quiero deciros algo del cónclave, sin violar el secreto: nunca pensé ser elegido ni hice nada para que así fuese.

    Pero cuando lentamente el desarrollo de las votaciones hacía entender que la «guillotina» se acercaba y me miraba a mí, pedí a Dios que me evitara ese destino» (25 de abril de 2005).

    Y el papa Francisco, tras su elección, fue tajante: «Soy un gran pecador.

    Confiando en la misericordia y en la paciencia de Dios, en el sufrimiento, acepto» (13 de marzo de 2013).

    Es, sin duda, uno de los encargos más relevantes y menos apetecidos.

    El Obispo de Roma es también el Padre universal del Pueblo de Dios.

    El Santo Padre, figura espiritual, se convierte en jefe del Estado soberano más pequeño del mundo.

    El Romano Pontífice, puente entre el cielo y la tierra, debe estar también en lo más ordinario de la administración pública del Estado del Vaticano.

    Se le juzgará como a un político más.

    Y aunque nunca haya ambicionado una posición de poder, deberá presidir.

    Un hombre con escasos dotes de liderazgo —porque nunca le interesaron— tendrá que guiar a la Iglesia universal.

    Alguien que jamás quiso ser influencer, recibirá likes o dislikes, de cada palabra o gesto que realice, del mundo entero.

    Quien debe inyectar esperanza, deberá conocer de cerca la miseria humana, dentro y fuera de la Iglesia.

    Un alma enamorada de la pobreza evangélica vivirá rodeada de tesoros culturales y riquezas invaluables que nunca ha deseado.

    Aquel que hasta ahora vivía en una casa modesta de una diócesis cualquiera, se mudará a Roma capoccia der mondo infame, (Antonello Venditti).

    Un conciliador que no puede negociar.

    Un representante del cielo que debe mantener los pies en la tierra.

    Oremos por quien será elegido, para que con humildad y fortaleza abrace esta sagrada misión.

    Que el Espíritu Santo lo asista.

    Y que todos, como hijos suyos, sepamos reconocer en él al padre de familia que Dios nos envía.

    • El padre Fernando Armas Faris es sacerdote católico

  • Mi Nueva Escuela y la Esperanza Educativa: un modelo de estudio y ejemplo internacional

    Mi Nueva Escuela y la Esperanza Educativa: un modelo de estudio y ejemplo internacional

    Desde esta mi trinchera de tinta y análisis, observo con mucho optimismo y agradecimiento el reciente desembarco de delegados de la Alianza Mundial por la Educación (GPE) en nuestra renovada ciudad de San Salvador. La noticia de que El Salvador haya sido elegido sede para evaluar los progresos educativos no es un dato menor. En un país marcado históricamente por desafíos sociales y, seamos honestos, por sombras persistentes en el ámbito de la seguridad, este reconocimiento representa un rayo de esperanza que debemos analizar con lupa criminológica.

    Es innegable que en los últimos años se han impulsado iniciativas significativas en el sector educativo. Las cifras, presentadas con el entusiasmo propio de quien ve florecer un jardín después de la sequía, hablan de importantes avances en la cobertura, la inversión y la implementación de programas. Y sí, como criminólogo, entiendo y promociono el valor de una población educada como un factor crucial en la prevención del delito a largo plazo. Un joven con oportunidades, con un horizonte más allá de las pandillas y la precariedad, es un ciudadano menos vulnerable para caer en las redes de la criminalidad o delincuencia de cualquier denominación.

    La Alianza Mundial para la Educación (Global Partnership forEducation, GPE) constituye la única asociación y el único fondo dedicados íntegramente a ayudar a los niños de los países de ingreso bajo a recibir una educación de calidad, para que puedan desarrollar su potencial y contribuir a construir un mundo mejor. La GPE reúne a diversos socios y proporciona financiamiento en 90 países para transformar los sistemas educativos y llegar a todos los niños, especialmente a los más vulnerables, como las niñas, los niños con discapacidad y los afectados por la pobreza extrema o los conflictos. Sin olvidar que, en junio de 2022, El Salvador se convirtió en el primer país en acceder al Acelerador de la Educación de las Niñas (GEA, por sus siglas en inglés) su visita es relevante para conocer más detalles y avances de Mi Nueva Escuela en nuestro país.

    Nesmy Manigat presidente del Comité de Finanzas y Riesgos de la Alianza Global para la Educación, agradeció al Ministro de Educación, Ciencia y Tecnología (MINEDUCYT) de El Salvador ingeniero José Mauricio Pineda, por su cálida acogida de la reunión anual de los países socios de América Latina y el Caribe en El Salvador, y por compartir los importantes esfuerzos realizados para aumentar el presupuesto nacional de educación, vincular la reforma curricular a los desafíos de seguridad, promover la equidad y la inclusión, en particular a través de la educación de la primera infancia y de las niñas, las nuevas profesiones y la tecnología, así como modernizar las infraestructuras y los equipamientos escolares entre los principales reconocimientos.

    Desde mi perspectiva como estudioso de la conducta humana y sus desviaciones, la inversión en educación debe ser integral, y eso me encanta de Mi Nueva Escuela ya que además de la construir escuelas modernas, entregar computadoras a todos los estudiantes, está fortaleciendo la formación docente, actualiza los currículos para que respondan a las demandas del siglo XXI y, fundamentalmente, crear un entorno seguro y estimulante para el aprendizaje. Un niño que vive en un contexto de violencia o inseguridad difícilmente podrá concentrarse en sus estudios, por más esfuerzos que se hagan desde las políticas públicas y eso ya se logró en El Salvador.

    La elección de El Salvador como sede de esta evaluación es un tremendo espaldarazo, sí, pero también una enorme responsabilidad y desafío. No podemos permitirnos caer en la autocomplacencia. Debemos aprovechar esta ventana de atención internacional para mostrar no solo lo que hemos logrado, toda la visión de mediano y largo plazo, sino también para identificar con honestidad los obstáculos que aún debemos superar.

    Mi Nueva Escuela, también brindo a nuestra ciudad capital que también busca reinventarse y dejar atrás las sombras del pasado, la esperanza depositada en la educación es palpable y como los representantes mundiales conocieron los avances en educación y disfrutaron de una ciudad renovada. Es mi oración que esta visita de GPE impulse, acelere, que profundice las excelentes relaciones de cooperación y, solidaridad, fraternidad con nuestras autoridades del MINEDUCYT en beneficio de nuestra sociedad y sus estudiantes. La lupa criminológica sigue atenta, analizando cada paso en este crucial camino hacia Mi Nueva Escuela.

    *Por Ricardo Sosa, Doctor y máster en Criminología

    Docente certificado en Educación Superior

  • El caso de Kilmar Ábrego García

    El caso de Kilmar Ábrego García

    No podemos hacer caso omiso de los movimientos políticos y comerciales que está ejecutando Donald Trump.

    A casi cien días de haber llegado al segundo mandato, Trump, está haciendo hasta temblar los indicadores económicos a nivel mundial. Las bolsas de valores han tenido altibajos. El tema de los aranceles son la noticia diaria.

    Sin embargo, hay un tema que está dando de qué hablar. El presidente Bukele se reunió con Trump en la Oficina Oval. Lo que todo salvadoreño esperaba, tanto los que viven en territorio salvadoreño como la diáspora que vive en Estados Unidos, es que se hablase del TPS, es que hablasen sobre la situación de tantos migrantes indocumentados. Sin embargo, el protagonista fue Kilmar Ábrego García.

    Quizá se necesite de otra reunión en donde se converse mejor sobre las políticas migratorias, el comercio exterior y reforzar el Tratado de Libre Comercio TLC. De Estados Unidos no podemos desligarnos, aunque China ha sido estratégico en afincarse lentamente en el país. Pero tal parece que nuestro presidente no aprovechó al máximo para abogar por la tan mencionada diáspora que tanto le apoyó.

    En esta época en donde se respira paz y tranquilidad lo que todos queremos es que haya desarrollo en el país. Cuando un mandatario de un país Latinoamericano se reúne con el presidente de Estados Unidos debe de llevar apuntados en su agenda temas importantes que tratar.

    Fue bochornoso ver al congresista demócrata, Van Hollen, haber realizado un viaje desde Estados Unidos y no lo dejasen entrar al Centro de Confinamiento del Terrorismo CECOT. Lo único que anhelaba era abogar por el ciudadano Kilmar, el cual no es un simple caso de política o derecho internacional. Al final se pudo reunir con Kilmar.

    Las cosas pueden cambiar si Trump mueve las piezas del ajedrez. Se escucha decir que tenemos en El Salvador un nuevo Guantánamo o que el CECOT sería territorio estadounidense. ¿Tendrá más problemas el gobierno de Trump si continúa mandando presos a El Salvador?

    Lógicamente, a Trump lo que le interesa es que en El Salvador existe una mega cárcel en donde ya está mandando a migrantes. Presos que supuestamente pertenecen al Tren de Aragua o migrantes de otros países.

    Trump y Bukele se dieron la mano, Bukele ha sido estratégico y sabe bien que tiene a la CECOT para convencer a Trump. Es una relación por conveniencia. Actualmente, no solo tenemos a trabajadores en Estados Unidos, ya sea con o sin documentos legales. Hoy tenemos una cárcel que es como un panal de interés para el gobierno de Trump.

    Voces internacionales han discutido que se esté mandando a ciudadanos de otros países a El Salvador. Tal parece ser que será el tema del año. Unos dicen que tenemos un pequeño Guantánamo. Además, ya se habla de canjes, como si los seres humanos fuesen objetos.

    Los congresistas demócratas han venido a El Salvador para solucionar el caso del ciudadano Kilmar, quien no es solo salvadoreño, es residente estadounidense. Cuando un ciudadano de Estados Unidos tiene un problema, no importa en donde esté, las autoridades activan las alarmas. Este caso me hace recordar el hijo de un compañero de trabajo, el gobierno de las barras y las estrellas lo andaba buscando, deseaba saber cómo estaba.

    En otro contexto, hay más casos parecidos al de Kilmar, los presos de supuestos miembros del Tren de Aragua. El gobierno de Venezuela manifiesta que los tienen secuestrados en el CECOT. Tal parece que tendremos casos en donde la política internacional esté interviniendo.

    No se sabe qué final tendrá el caso de Kilmar, es una situación que ha desatado polémicas, dudas y una confrontación de derecho internacional. Algunas voces están abogando por Kilmar. Lo cierto es que este caso será el emblema para muchos que traerán deportados y los meterán presos al CECOT y el cual dejaría un inmenso vacío jurídico a nivel internacional.

    * Fidel López Eguizábal es Docente Universidad Francisco Gavidia
    flopez@ufg.edu.sv

  • Mi última serie

    Mi última serie

    Últimamente he caído en el vertiginoso agujero oscuro de las series de streaming. Si. Mea Culpa. Me he pasado fines de semana enteros pegado a la televisión, por supuesto forzando a mi cerebro a entrar en ese estado de ligera hipnosis (donde las ondas cerebrales pasan de beta/activas a alfa/relajadas), es el equivalente a un descanso mental superficial, donde mi cerebro no se esfuerza mucho. Mi cerebro está en piloto automático. Por lo menos estoy consciente de mi viaje al continente de la estupidez adquirida.

    Pero a qué viene esta verborrea, pues que por lo menos en mi última serie: «The Last of Us», una serie muy popular y acerca de una pandemia, me hizo reflexionar y leer acerca de los hongos. La serie es acerca de un hongo que evoluciona para infectar a los humanos, y luego las cabezas de hongo corren a velocidades exorbitantes tratando de infectar a otros humanos.

    ¿Es el hongo que origina la pandemia real?

    La serie de televisión se centra en un tipo de hongo: Cordyceps. Esto no es inventado. Este hongo es una amenaza real para las hormigas carpinteras y afecta a cientos de especies que se encuentran no sólo en remotos bosques tropicales, sino también en algunas zonas templadas de todo el planeta.

    Cuando una hormiga entra en contacto con el hongo, éste libera en su interior sustancias químicas que se adhieren a su sistema nervioso. Esto hace que la hormiga se comporte de forma hiperactiva. Entonces la hormiga deja de comunicarse y se aísla abandonando su colonia. A continuación, la hormiga infectada se ve obligada a subirse a lo alto de una planta, donde se ancla de forma permanente, el hongo brota de la cabeza y sigue propagándose. Los científicos han encontrado pruebas de estos «agarres mortales» de las hojas de las hormigas zombi en registros fósiles que se remontan a 48 millones de años.

    En 48 millones de años, este hongo ha evolucionado mínimamente, es más durante todo ese tiempo ha mantenido una especificidad para infectar únicamente este tipo de hormiga. Las probabilidades de que esta película suceda en la vida real son esencialmente cero. Los tipos de hongos como el Cordyceps, infectan predominantemente insectos y en muy pocos casos a mamíferos, básicamente debido a la necesidad que tienen de bajas temperaturas corporales.

    Así también, específicamente los humanos poseen un sistema nervioso bastante complejo en el cual el nivel de manipulación exhibido en la serie es físicamente imposible.

    Pero sin confiarnos mucho queridos lectores, hay otros hongos que tienen el potencial de causar otro tipo de estragos en los seres humanos, incluida la muerte. De hecho, las infecciones por hongos han sido llamadas, «La crisis silenciosa». Las infecciones por hongos causan anualmente 1.7 millones de muertes a nivel mundial. Muchas muertes más que la malaria. Recientemente la India sufrió un brote epidémico de Mucormicosis, una infección fúngica invasora grave y a menudo mortal. Según un ministro del Gobierno indio, sólo el 25 de mayo de 2021 se informó de que había más de 11 700 pacientes atendidos por mucormicosis. En los Estados Unidos, hay más de 75 mil hospitalizaciones anuales debido a infecciones por hongos. En El Salvador, Dios nos salve con este sistema de vigilancia del MINSAL, ni idea.

    ¿Es posible una pandemia por infección fúngica?

    Podemos tener una pandemia fúngica, pero tendría un aspecto muy diferente al de este programa y muy diferente al de la pandemia de SARS-CoV-2. Sí, muchos hongos se transmiten por el aire, por lo que probablemente comenzarán las guerras de mascarillas durante una pandemia fúngica.

    Pero los hongos proliferan en los hospitales: vías intravenosas, catéteres, manguitos de presión arterial. Las medidas de limpieza habituales son ineficaces y habría que cerrar unidades u hospitales enteros. Por tanto, lo más probable es que una pandemia de hongos provocará el colapso total de nuestro sistema sanitario. Esto, por supuesto, tendría efectos devastadores para las sociedades.

    ¿Habría que bombardear las ciudades? ¿Probablemente no? Intento no imaginarme esa situación.

    Bueno, al menos la serie me estimuló para ponerme al día sobre la posibilidad de una pandemia por hongos. El cambio climático, al igual que Trump, lo está cambiando todo. Veremos hasta donde llegamos.