El Salvador tiene la metodología para calcular el precio de la canasta básica alimentaria (CBA) más desactualizada de Centroamérica, vigente desde hace 42 años, por lo cual la Mesa por la Soberanía Alimentaria (MpSA) urgió este jueves al gobierno a ajustarla a la nueva realidad de los salvadoreños.
Además de ser un indicador del costo de vida, la canasta alimentaria también se utiliza como parámetro para medir la pobreza monetaria. De esa manera, se considera que una persona está en pobreza relativa si no tiene suficiente dinero para comprar una CBA ampliada (dos CBA) o en extrema cuando los ingresos no cubren ni una CBA.
Sin embargo, la última vez que se actualizó la metodología en El Salvador fue en 1983, cuando los patrones de alimentación y necesidades nutricionales eran totalmente diferentes a los actuales. El país se ha quedado rezagado en comparación con los vecinos centroamericanos, ya que Guatemala actualizó la CBA en 2024, Honduras en 2020, Panamá en 2015 y Costa Rica en 2010.
“Las diferencias en la metodología de la CBA tienen implicaciones significativas en la formulación de políticas públicas y en la medición de la pobreza. En el caso de El Salvador, la falta de actualización de la CBA puede generar distorsiones en la estimación del costo de vida y en la evaluación del acceso a los alimentos”, matizó la Mesa en un estudio presentado este jueves.
En El Salvador, la medición de la canasta básica está a cargo de la Oficina Nacional de Estadísticas y Censos (Onec), una división del Banco Central de Reserva (BCR).
Tiene menos alimentos
La canasta alimentaria de El Salvador también es “más reducida”, ya que incluye 22 productos para la zona urbana y 15 en la rural, donde hay una marginación pues se excluyen las raciones de pan y verduras.
Guatemala tiene la canasta alimentaria más amplia, con 66 productos que cubren un requerimiento energético de entre 2,052 y 2,172 calorías diarias.
Honduras tiene 30 productos (2,219-2,292 calorías), Panamá 59 (2,327-2,339) y Costa Rica 52 (2,184-2,258), mientras que El Salvador se queda con 22 con 2,100 calorías.
«La inclusión de un mayor número de productos y la consideración de la calidad nutricional fortalecen la utilidad de la CBA como herramienta para el diseño de programas de asistencia alimentaria y políticas de
seguridad alimentaria», sostuvo la Mesa.
Una investigación publicada en abril de 2024 por el BCR destacó que un 74.7 % de la dieta de los salvadoreños en la zona rural depende de maíz, arroz y frijoles, mientras que en la región urbana la canasta básica es más completa y con menor dependencia de los granos básicos.
Los salvadoreños gastan más que lo reflejado en la CBA
El estudio de la Mesa por la Soberanía incluyó entrevistas a siete grupos familiares rurales y periurbanos ubicados en San Luis Talpa, La Unión, Nahuizalco, Santo Tomás, Guaymango, San José Villanueva y Suchitoto, para construir una “actualización” de la CBA.
Los resultados de este estudio indican que los salvadoreños pagan más por los alimentos que el precio que se refleja en la canasta básica publicada por la Onec.
En el caso del maíz, el precio promedio entre las personas entrevistadas es de $0.40 por libra, mayor en un 21 % a los $0.33 mostrados en la CBA. La libra de frijoles se paga entre $1.25 y $1.50, cuando en la CBA aparece en $1.23.
También el arroz se compra más caro, a $0.80 mientras que la libra en la CBA sale a $0.72. El cartón de huevos es la excepción, pues los hogares entrevistados indicaron que tiene un precio promedio de $5.50 y en la CBA es de $5.65.
La organización matizó en el informe que los precios más altos reflejados en los hogares rurales podrían explicarse por el costo de transporte, acceso limitado a mercados mayoristas y la influencia de intermediarios en la cadena de distribución.
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