Al intentar explicar el atraso del gobierno para publicar un estudio actuarial antes de la propuesta de una nueva reforma de pensiones en El Salvador, el economista Carlos Acevedo aseguró este lunes que cree que “lo que está pasando» es que «los números les están mostrando que hay una papa caliente bien grande ahí”.
En la entrevista Frente a Frente, de Telecorporación Salvadoreña, Acevedo ejemplificó que Eduardo Melinsky, consultor actuarial de nacionalidad argentina que ya ha realizado estudios para El Salvador, “no tiene más dificultad que hacer los cálculos” y que tarda aproximadamente un mes. “No entiendo por qué todavía no está”, indicó.
El acuerdo financiero entre el gobierno de El Salvador y el Fondo Monetario Internacional (FMI) programó la publicación del estudio actuarial a finales de julio y se pospuso para finales de septiembre, lo cual no se ha cumplido. “Eso manda señales bastante negativas”, consideró.
El mismo acuerdo con el FMI incluye la publicación de la propuesta de reforma de pensiones el 10 de febrero de 2026.
“No entregaron ni siquiera el estudio actuarial. Yo tengo mis serias dudas de que vayan a entregar a tiempo la propuesta de una nueva reforma. El Fondo pareciera bastante condescendiente pero la paciencia tiene sus límites, entonces, no hay que estar jugando con el Fondo Monetario”, indicó.
El estudio actuarial según el también expresidente del Banco Central de Reserva debe mostrar el valor actual de la deuda futura en pago de las pensiones a los trabajadores salvadoreños, tomando en cuenta variables como: los flujos de sus cotizaciones, las tasas de mortalidad, las proyecciones demográficas y los cambios en la estructura de las edades de la población.
Le recomendamos >> Qué concluyó el estudio actuarial de 2020 del sistema de pensiones en El Salvador
El economista reiteró que es muy probable que la propuesta de reforma de pensiones incluya un aumento en la edad de jubilación que, detalló que en otros países se ha aplicado gradualmente.
Consideró posible un aumento de las tasas de cotizaciones, pero consideró inaplicable una similar a la de Uruguay –que implicaría subirla del 16 % al 21 % de los ingresos del trabajador aportados por este y por el empleador– ya que arrastraría el capital político que tiene el presidente salvadoreño, Nayib Bukele.
Según el especialista, quien recordó que vienen las elecciones generales en 2027, esto es una «papa caliente que heredó», y mencionó que esto es responsabilidad de «los que hicieron el primer muñeco», «muy feo desde su origen», el Sistema Público de Pensiones (SSP).
«Esto es una papa caliente que heredó. El diseño del sistema de pensiones público de pensiones está mal, el muñeco era muy feo desde su origen. Todas las reformas que se han hecho, la privatización del 97, el FOP (Fideicomiso de Obligaciones Previsionales) de 2006, la del 2017, la de 2022, han sido parches en un muñeco muy feo». Carlos Acevedo, economista.
Actualmente, los fondos de los trabajadores cotizantes de las Administradoras de Fondos para Pensiones (AFP) es utilizado para pagar las pensiones del SSP, que está desfinanciado.
También está por agotarse la Cuenta de Garantía Solidaria (CGS), alimentada de las cotizaciones de los trabajadores afiliados a las AFP y que sirve para pagar pensiones vitalicias de los afiliados al sistema público, las pensiones mínimas a los afiliados de las AFP cuando se les acaban sus ahorros individuales, así como pagos de Certificados de Traspaso y devoluciones de quienes no cumplen requisitos de jubilación.
Los fondos son tomados en calidad de préstamo, actualmente ya no a través del FOP, sino a través del Instituto Salvadoreño de Pensiones (ISP), que emite los Certificados de Obligaciones Previsionales (COP) para que las AFP los adquieran a una tasa de interés del 7 %.
Según el Ministerio de Hacienda, la deuda acumulada que tiene el Estado con el ahorro de las pensiones ya superó los $11,000 millones.
El acuerdo del Servicio Ampliado del FMI (SAF) exige una propuesta de pensiones que cumpla las recomendaciones del FMI, el cual ha solicitado que la reforma de pensiones contenga el gasto fiscal del Estado, es decir, el compromiso de una reforma de pensiones en El Salvador no tendría otra finalidad que «respaldar» el ajuste fiscal proyectado en el acuerdo después del año 2025.
- Sistema de Pensiones Público (SSP): 88,000 beneficiarios, 2,300 contribuyentes.
- Sistema de Pensiones Privado: 950,000 trabajadores cotizantes de las AFP, paga jubilaciones a 128,000 jubilados.
- Dato: 89 % de los fondos administrados por las AFP se mantienen en títulos de deuda estatal. «En la práctica, los ahorros del sistema privado de pensiones son la principal fuente de financiamiento del ISP», dice el informe de julio del FMI.
