Categoría: Opinión

  • Incrementos a penas del homicidio intencional en El Salvador

    Incrementos a penas del homicidio intencional en El Salvador

    A nivel criminológico el homicidio intencional es un delito que se comete con la clara intención de matar a una persona o causarle lesiones graves. El término «intencional» se refiere a la voluntad del autor de los hechos de producir la muerte. El homicidio intencional también se conoce como homicidio doloso.

    A nivel penal o jurídico se clasifica, se denominada y se sanciona de acuerdo con la legislación de cada país.

    La propuesta de aumentar las penas de prisión para el delito de homicidio es recurrente en el debate público, en las diferentes escuelas criminológicas, penalistas y del derecho en general, sectores de justicia especialmente en momentos de creciente preocupación por la violencia en el mundo, y sobre todo en América donde las tasas de homicidio continúan al alza comparado con los otros cuatro continentes. Sin embargo, esta medida, a menudo presentada como una solución rápida y efectiva, merece un análisis más profundo desde una perspectiva criminológica.

    Históricamente, se ha creído que penas más severas actuarían como un disuasivo, reduciendo así los índices de criminalidad. Sin embargo, numerosos estudios empíricos y evidencia criminológica han demostrado que esta relación no es tan directa como se piensa. Aumentar la severidad de las penas no necesariamente conduce a una disminución significativa de la delincuencia y tampoco solo el hecho del incremento de penas funciona en una sociedad, no se resuelve la violencia homicida por decreto.

    La Asamblea Legislativa aprobó el viernes 7 de febrero 2025 con 56 votos una reforma al Código Penal para realizar una segunda ampliación a las penas de prisión para los condenados por homicidio simple y homicidio agravado. La reforma se incorporó en la propuesta hecha por el órgano Ejecutivo para aumentar las penas relacionadas con los delitos contra el patrimonio. Cuando se presentó la reforma no incluía aumentar las penas por el delito de homicidio. Sin embargo, luego que la Corte Suprema de Justicia por medio del presidente de la Sala de lo Penal advirtió a la comisión respectiva que las penas propuestas para los delitos contra patrimonio los ubicaban en el mismo rango de penas que los delitos contra la vida surgió la modificación.

    La Comisión de Seguridad Nacional y Justicia dictaminó favorable la reforma en su reunión del pasado miércoles y acordó subir la pena de prisión por el homicidio simple, para que esta pasara de tener de 15 a 20 años a tener de 20 a 26 años, pero al momento de la plenaria se modifico y fue aprobada con una pena de entre 25 y 35 años de prisión. Mientras, en el caso del homicidio agravado el artículo 129 del código penal determina 11 casos en los que un homicidio se considera agravado será dependiendo de cada caso de cuál de estas ocurra la pena a imponer.

    A continuación, expongo las variables, la primera, si el homicidio ocurre con alevosía, premeditación o con abuso de superior, con veneno u otro medio insidioso, o por motivos abyectos o fútiles, se sancionaba con pena de prisión entre 20 y 30 años, con la reforma, ahora tendrá una pena entre 35 a 40 años.

    Existen siete casos en los que el homicidio agravado tenía penas entre 30 a 50 años. Ahora, cuando ocurra uno de estos, tendrán pena entre 45 a 50 años. El primero de estos casos es cuando se cometa homicidio contra un familiar ascendente o descendente, adoptante o adoptado, hermano, cónyuge o persona con quien se convive maritalmente.

    Los otros casos son cuando el homicidio ocurra para facilitar, consumar u ocultar secuestros, violación, agresión sexual, robo, extorsión, y otros delitos; así como también cuando ocurra con ensañamiento o aumento deliberado de dolor del ofendido; cuando ocurra por precio, recompensa o promesa remuneratoria; cuando ocurra ejecutado por autoridad militar; cuando se haga uso de artificios para dificultar el descubrimiento del hecho; y cuando este motivado por odio racial, étnico, religioso, político, a la identidad y expresión de género o la orientación sexual. En todos los casos mencionados en el párrafo anterior, la pena aumentará y será entre 45 a 50 años.

    Finalmente, el último motivo para considerar un homicidio como agravado es cuando este se ejecuta contra un funcionario público, autoridad pública, miembro de la Fuerza Armada de El Salvador, y otros funcionarios. Hasta antes de la reforma este agravante se sancionaba con una pena entre 50 a 60 años. Las y los diputados que emitieron su voto a favor aprobaron la pena mínima pero no la máxima y ahora tendrá una pena entre 55 a 60 años.

    Es mi opinión que lo que más funciona y esta siendo evidente, y seguirá siendo una fortaleza y le temen los delincuentes en la actualidad en El Salvador es la disminución categórica de la impunidad en el delito de homicidio por parte de la Fiscalía General de la República (FGR), la Policía Nacional Civil (PNC) con el invaluable apoyo de la Fuerza Armada, y las herramientas y apoyo administrativo que proporcionan el Ministerio de Justicia y Seguridad y Ministerio de la Defensa Nacional que para el año anterior lograron un nivel de efectividad de 98.2% del total de casos registrados y con alta posibilidad que en los primeros seis meses del presente año se logre en sede judicial el 100%.

    En el reciente finalizado mes de enero del 2025 la PNC y FGR lograron 100% efectividad en los seis casos determinados de homicidios intencionales registrados. Gracias al trabajo especializado, técnico científico y la estrecha coordinación como el trabajo en unidad han logrado que los sicarios, asesinatos, gatilleros ya no puedan vivir, lucrase y satisfacer sus necesidades psicópatas de asesinar.

    *Por Ricardo Sosa, Doctor y máster en Criminología

    @jricardososa

  • Petro y el Catatumbo

    Petro y el Catatumbo

    Es muy probable que el legado político del presidente colombiano Gustavo Petro esté signado por la manera que la crisis del Catatumbo sea resuelta, aunque su situación se aprecia gravemente afectada con la acusación de que revelo al Ejército de Liberación Nacional, ELN, una agrupación identificada con el narco terrorismo, información relacionada con la seguridad nacional.

    El gobierno del presidente Petro no parece tenerlas todas consigo. En muchas partes del territorio colombiano hay serios problemas de gobernabilidad. Diferentes grupos armados ejecutan actos violentos una situación que amenaza extenderse a más regiones en momentos en que analistas e investigadores coinciden en que las Fuerzas Armadas de Colombia se han debilitado y reducido sus efectivos, al igual que el presupuesto, por decisión del propio presidente.

    Las fuerzas militares han dado una alerta ante el grave recorte del presupuesto asignado al 2025. El propio general Hugo López, jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Militares, advirtió sobre las posibles consecuencias negativas que eso pueda tener en las operaciones militares.

    El alcalde de Medellín, Federico ‘Fico’ Gutiérrez, departamento de Antioquia, acuso a Petro de querer convertir a Colombia en otra Venezuela o Cuba, al procurar el aislamiento de país y afectar a las Fuerzas Armadas en beneficio de estructuras criminales como las que operan en el Catatumbo.

    El regidor de Medellín aparentemente no tiene pelos en la lengua. Hizo numerosas y severas críticas al mandatario por desfinanciar proyecto de su ciudad y el departamento, dijo que otra de las principales entidades afectadas en la reducción del presupuesto fue el Consejo Nacional Electoral, CNE, una acción que en su opinión evidencia que Petro no se quiere ir en 2026, al intentar desestabilizar esa autoridad restándole más de un 50 por ciento de su presupuesto.

    El Catatumbo es una rica región agrícola de Colombia, transfronteriza con Venezuela, que se extiende desde la Cordillera Central hasta el venezolano Lago Maracaibo, el mayor de América Latina y probablemente el más contaminado y con mayores problemas ambientales, por la ineficiencia del ecologista Nicolas Maduro.

    Este territorio, según las informaciones, se caracteriza por una serie de fuertes relámpagos, descargas eléctricas de manera casi continúa acompañados de truenos poderosos que pueden oírse de forma casi ininterrumpidas, aunque esa ya no es su mayor identificación.

    El área, se ha convertido en una zona de conflictos en la que el Ejército de Liberación de Colombia, ELN, las llamadas disidencias de la Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, el Clan del Golfo y las Fuerzas Armadas Bolivarianas de Venezuela han transformado esa superficie en el enclave cocaleros más importantes del país. Un informe de Naciones Unidas de 2024, estima que el Catatumbo contaba en 2023 con al menos 43.000 hectáreas de hoja de coca.

    Esta parte de Colombia, a pesar de ser muy rica en recursos naturales, ha sido una de las regiones más convulsas del país. La violencia nunca ha estado ausente y en los últimos meses los enfrentamientos entre los grupos narcoguerrilleros, FARC y ELN, aparte de dejar decenas de muertos, también ha provocado el desplazamiento de decenas de miles de personas.

    La situación tiende a agravarse, porque aparte de la reacción a la que esta obligado el estado colombiano en contra de los criminales, también está involucrado el estado venezolano a través de sus unidades militares, ejercito o guardia nacional, que se han aliado con facciones del ELN y de las FARC, dos grupos del crimen organizado que han servido de diferentes maneras a la dictadura venezolana, a la vez que han recibido el respaldo de esta.

    El gobernante Petro, promovió un acuerdo de “paz total” con la narcoguerrilla del ELN, los irregulares mas activos y numerosos del país, proyecto que fracaso. Posteriormente, el antiguo guerrillero ordeno maniobras militares junto a las fuerzas armadas de Maduro, calificado de aliado de su gobierno, mientras es asociado del ELN y de los remanentes de las FARC, un arreglo que parece señalar que son los mismos y los mismísimos.

    Mas de un analista considera que en cualquier diálogo futuro con el ELN, el gobierno colombiano tendrá que aceptar a Caracas como un tercer interlocutor, no como mediador, algo así como fueron las conversaciones en La Habana con las FARC auspiciadas por el presidente Juan Manuel Santos en la que los Castro fueron partes y no mediadores.

    • Pedro Corzo es periodista cubano

  • Nuevos indicadores en la educación salvadoreña

    Nuevos indicadores en la educación salvadoreña

    Cada quinquenio los gobiernos en turno incorporan nuevos planes de estudio. Tal parece que es una dinámica de prueba y error. Cada ministro de educación adecúua junto con su equipo nuevas ideas en lo educativo. En el 2022 se implementó Mi Nueva Escuela.

    Hasta el mismo nombre indica que todo cambiaría; sin embargo, con un presupuesto escaso en educación no llegaremos muy lejos.

    Según el Censo 2024, se indagó aspectos que se deben analizar en educación, algunos datos son positivos y otros no son agradables. Lo positivo es que ha disminuido el analfabetismo. En el Gobierno de Sánchez Cerén se intensificó una campaña a nivel nacional. Muchos aprendieron a leer y escribir, hasta adultos mayores. El analfabetismo disminuyó del 17.8% en 2007 al 8.6% en 2024.

    Según La Prensa Gráfica (3 de febrero de 2025), “entre los dos últimos censos (2007 y 2024), el analfabetismo bajó 6.6 puntos en 17 años, pero entre el censo de 1992 y el de 2007 hubo una reducción de 7.9 puntos en menos tiempo, es decir, 15 años”. El Programa de Alfabetización y Educación Básica de Adultos (PAEBA) que fue en los años 90 tuvo sus resultados positivos.

    Con respecto a lo negativo, según el Censo 2024, el nivel de escolaridad de los salvadoreños es hasta el octavo grado. En otras estadísticas, los datos manifestaban que el grado de escolaridad era hasta séptimo grado. Esto significa que aumentó 1.8 grados desde el año 2007.

    El censo refleja que hay una tasa baja de finalización, solamente el 82% de los niños cursan hasta noveno grado. El 18% no logra completar la educación básica. La causa se debe a la economía familiar, la pobreza, el desinterés de continuar estudiando, etc. Otro dato importante es que solamente el 33% de los niños finalizan noveno grado.

    Con respecto a grados superiores como bachillerato o universidad, el 40 % de la población ha alcanzado al menos el nivel de bachillerato o estudios superiores. Un indicador que no sube es que de cada diez estudiantes solamente uno logra llegar a la universidad. Eso es preocupante. Si queremos un mejor país, se debe de poner más atención al rubro educativo.

    Con la brecha de género en la alfabetización en El Salvador, los hombres alcanzan un 79% y las mujeres un 73%. Culturalmente, las mujeres, especialmente en el área rural, ya no siguen estudiando debido a ocupaciones en el hogar, se acompañan o se casan.

    Con respecto a la curricula educativa, hubo cambios de parte del MINED en algunos programas de estudio. Una cosa es incorporar nuevos temas y otra es cambiarle el nombre a unas asignaturas, como las matemáticas.

    Los indicadores no son agradables, El Salvador tuvo los últimos lugares en pruebas internacionales como PISA. Es de recordarlo, tal vez así el MINED se preocupa más en la calidad educativa. Con respecto a la prueba AVANZO, no se evidencia estadísticas de cómo salieron los alumnos en esa prueba. Esos indicadores son muy importantes de analizar.

    Mientras tanto, lo preocupante es que el MINED ha cerrado 15 escuelas en el 2025. Eso es un indicador negativo. Quiere decir que automáticamente los estudiantes desertan al encontrar cerrados esos centros educativos.

    En otro contexto, me interesó saber lo que expresó el profesor y escritor Manlio Argueta en una entrevista que le realizaron mis alumnos. Exhortó que en Suecia volvieron a utilizar libros; las tablets las dejaron en un segundo plano. En El Salvador se les dio una laptop a los estudiantes; sin embargo, hubo un atraso en algunos indicadores. Tal parece que la tecnología no funcionó óptimamente en las escuelas salvadoreñas. Hay programas que no todos cumplen su objetivo planeado.

    Los indicadores muestran cómo está el sector educativo en El Salvador. Es importante ir midiendo en cada etapa escolar el comportamiento. Lo importante es que hay menos analfabetismo y los salvadoreños estudian hasta el octavo grado en promedio. Hay buenas noticias, pero hace falta mucho por avanzar en el sector educativo. En cada agenda educativa se deben analizar los indicadores.

    • Fidel López Eguizábal, Docente Investigador Universidad Francisco Gavidia
    flopez@ufg.edu.sv

  • Trump, desencadenado

    Trump, desencadenado

    Trump, cuando fue presidente en su primer mandato no sabía lo que tenía que hacer. Ahora, los “tanques de pensamiento” de la derecha tecnológica han diseñado un plan para alejar a los Estados Unidos de su ruta habitual y someter a la prueba de lealtad a todo el mundo.

    El que en quince días, haya roto con Canadá, México y China. Y mostrado su músculo a Panamá y sometido a su autoridad a Petro de Colombia y torcido el brazo de Maduro, el que solo bastó que le pidiera y corrió a entregarle los presos estadounidenses, es inaudito. Panamá, es un hueso más duro que roer, porque está por medio los restos de cierta vergüenza latinoamericano. Y los intereses de la comunidad mundial que empezará a poner en duda la eficacia de los contratos y el respeto de la voluntad de los contratantes. Rusia, puede revisar la venta de Alaska, Francia y España, la Florida. Solo para mencionar algunos casos.

    Se equivoca María Elvira Salazar, al llamar a Trump “nuevo Sherif”. Trump es el “matón” que irrumpe en el pueblo semidormido y echa a correr al juez y al sheriff, porque allí solo puede mandar un jefe.

    A la presidencia le ha dado una dimensión imperial y de arrogancia manifiesta que los fundadores nunca creyeron que alguien podría atreverse jamás. Trump, en solo dos semanas– con sus emotivas decisiones– ha estirado la cuerda y empujado el modelo de los Estados Unidos, cada vez más hacia la derecha, totalitaria y fascista.

    El vicepresidente Vance, durante la pasada campaña electoral, comparó a Trump con Hitler. Para Trump solo los blancos arios, tienen derecho gobernar el mundo. El resto de los ciudadanos son una escoria que amenaza la integridad de la blanca quietud de los Estados Unidos. Ahora, hay que esperar que hace con la Unión Europea que le mira con cautela. Esta le ha prometido a la presidente de Dinamarca, respaldo militar en el caso que Trump se atreva a invadir a Groenlandia.

    Trump aparentemente solo a dos políticos respeta: Putin y King– Jon de Corea del Norte implicados en la guerra contra Ucrania. Y a Musk. Aunque había anunciado que terminaría la guerra en tres días, no ha movido ficha. Pero de acuerdo a sus tesis, lo que cabe es entregar el territorio de Ucrania ocupado por Rusia y ¡Santas Pascuas!. Un triunfo de Putin daña a la UE y favorece a China. Y ello puede debilitar las pocas alianzas militares que le quedan a Estados Unidos.

    Los fundadores diseñaron un Congreso para controlar a un político de extrema derecha, que cree en sus mentiras y que, menosprecia toda la tradición de compromisos de los Estados Unidos con la paz mundial. El Congreso tiene que frenarlo urgentemente. También los partidos, los sindicatos y la clase media para impedir un dictador desquiciado en la Casa Blanca. Por más respaldo que hoy le dispense el electorado

    Trump es el fajador que muestra al adversario la silla que le romperá en la cabeza, lo chantajea y lo somete vociferante. Hasta ahora, solo Mulino de Panamá que le ha dicho que no. Los otros han bajado la cola. Una guerra comercial como la que ha iniciado contra México y Canadá es estúpida. Solo China sale ganando. La DeepepSeek preocupa porque es posible que los chips usados, sean de alta gama que encontraron en el mercado negro. Su irrupción inquieta.

    Además, China ha respondido con aranceles contra productos estadounidense y amenaza con ir a la OMC. Mientras tanto, las bolsas caen. El oro viaja desde Londres a New York. Europa, cierra los puños. Y Elon Musk, anda suelto. Endemoniado.

    • Juan Ramón Martínez es académico hondureño

  • Escapad gente tierna…

    Escapad gente tierna…

    “Pueblo blanco” se llama una de las tantas canciones de Serrat que, para mi gusto, cabe en la lista de sus mejores; sobre todo porque resume de alguna manera lo que ocurre en aquellos países como el nuestro donde la muerte lenta –producto de la pobreza– y la muerte violenta que muchas veces provoca la cruel maldad humana, históricamente le han jodido la vida a innumerables personas que por fuerza les ha tocado y les sigue tocando la riesgosa y dolorosa “opción” de huir para buscar, en otras tierras, lo que en las suyas no encuentran: oportunidades para vivir dignamente con trabajo, seguridad y justicia. Lo contrario constituye el círculo vicioso que ha afectado siempre, de forma profunda y grave, a la sociedad salvadoreña. Si la mayoría de la gente no tiene trabajo decente, es imposible afirmar que se encuentra asegurado su mañana. Eso, definitivamente, no es nada justo.

    Y contra la injusticia, llega un momento en el que las víctimas se rebelan y terminan siendo vistas por los poderes como enemigas imperdonables; por tanto, deben eliminarse. Eso trajo cola acá en El Salvador hace cinco décadas. Al igual que lo ocurrido con decenas de miles de personas detenidas en el marco del nada excepcional “régimen de excepción” implantado por el “bukelato”, en aquella época los gobernantes militares no se andaban con pajas y se llevaban de encuentro a población civil no combatiente en su afán por aniquilar los grupos guerrilleros en desarrollo. Había entonces que “quitarle el agua al pez”, como lo planteó la estrategia gringa impulsada acá a partir de la llegada de Ronald Reagan a la Casa Blanca.

    Eso generó el éxodo de una inmensa cantidad de nuestra población, campesina principalmente, obligada a dejar atrás sus humildes viviendas por el incremento de la perenne represión dictatorial a partir de 1980; la situación se volvió más terrible por la guerra iniciada el siguiente año. En tal escenario de terrorismo estatal, familias enteras se desplazaron internamente de manera forzada y no fueran pocas las que tuvieron que abandonar ‒por sus propios y pobres medios‒ el territorio nacional. Según el Socorro Jurídico del Arzobispado de San Salvador, el 7 de marzo de 1980 llegaron a la sede arquidiocesana 32 personas provenientes de Cinquera; cinco días después, el total sobrepasaba las 800 ya no solo del departamento de Cabañas sino también de Chalatenango y Cuscatlán.

    La cantidad creció tanto que nacieron los campamentos de Mesa Grande y Colomoncagua en Honduras, para albergar a decenas de miles de compatriotas. Su retorno comenzó en 1987. Eso ocurrió con la comunidad de Santa Marta; sus integrantes sobrevivientes regresaron a la localidad que debieron abandonar y que estaba ubicada en Victoria, Cabañas.

    Para esta gente la paz no llegó tras el fin de los combates entre los ejércitos gubernamental e insurgente en 1992, debido a la voracidad empresarial minera transnacional y sus rapaces cómplices nacionales. En la batalla por defender al agua y la vida, corrió sangre de personas valientes que se opusieron al desarrollo de esa industria de muerte. Su sacrificio no fue en vano pues no solo se logró detener el depredador y desenfrenado ataque contra la naturaleza que produciría daños ambientales irreparables en perjuicio de sus habitantes y el país entero; además se logró, por ley, prohibir absolutamente la minería.

    Sin embargo, hoy Bukele le dio el vuelta el calcetín para mostrar su más sucia y maloliente parte relacionada con su desprecio por la gente que de momento –más adelante quién sabe‒ está abrumada y angustiada por los resultados de una administración estatal totalmente controlada por él, sus hermanos y la jauría venezolana que los rodea; así gobiernan en función de sus intereses, de los de sus socios oligarcas nacionales y de los de aquellos potentados extranjeros que se están hartando el centro capitalino ‒hoy “histriónico”‒ como parte del saqueo al país. Es esta pacotilla la que le está subiendo la temperatura a la “olla de presión” llamada El Salvador y eso es muy peligroso.

    Mientras tanto, nuestra paisanada no cesa de abandonarlo buscando fuera otros destinos; en estos, hay que decirlo hoy más que nunca, no es ni bien recibida ni bien vista por sus autoridades. Se sigue yendo por no encontrar mejoría real en su calidad de vida, más allá de la reducción de las muertes violentas intencionales; estas, de seguir así, tarde o temprano lastimosamente volverán. Entre tanto, a lo lejos se sigue escuchando el triste consejo del serratiano “Pueblo blanco”: “Escapad gente tierna porque esta tierra está enferma y no esperes mañana lo que no te dio ayer.”

  • El fin del círculo vicioso de las migraciones: ¿Y ahora, qué hacer?

    El fin del círculo vicioso de las migraciones: ¿Y ahora, qué hacer?

    Numerosos estudios demuestran que cuando un país impulsa una apertura comercial agresiva y elimina sus políticas sectoriales en un contexto de ingresos extraordinarios de divisas, se produce inevitablemente una pérdida de competitividad y una merma en la capacidad para generar empleos. Este fenómeno, conocido en la literatura económica como la enfermedad holandesa, se originó en los Países Bajos tras el descubrimiento y explotación de gas natural, lo que encareció la moneda nacional y perjudicó a los sectores exportadores y alentó las importaciones.

    En El Salvador se ha observado un proceso similar con el binomio migraciones-remesas y el modelo neoliberal implementado desde finales de los años 1980, dando lugar a un círculo vicioso de lo que podría llamarse una «enfermedad de remesas». En este círculo vicioso, el aumento de las migraciones eleva anualmente las remesas, lo que, antes de la dolarización, generó una inflación interna superior a la internacional y un incremento más pronunciado de los precios de los bienes no transables frente a los transables, sin que el tipo de cambio corrigiera estas diferencias. Esta situación derivó en una apreciación de la moneda que, lamentablemente, no se corrigió con la dolarización.

    La apreciación cambiaria, combinada con la fuerte apertura comercial que se materializó principalmente en una fuerte reducción de los impuestos a las importaciones, disminuyó la competitividad de la producción agropecuaria e industrial. Esto se tradujo en un aumento de las importaciones de ese tipo de bienes, una menor inversión privada, una capacidad reducida para generar empleo y en bajas tasas de crecimiento económico. Finalmente, la escasez de oportunidades laborales, junto con el efecto demostración de los migrantes, percibidos como símbolo de éxito, han estado impulsando nuevas migraciones, perpetuando así el círculo vicioso.

    Desde hace mucho tiempo se ha planteado la necesidad de romper este círculo vicioso, ya que ha dividido a las familias, propició el auge de pandillas y ha hecho que el país pierda permanentemente casi una cuarta parte de su mayor riqueza: su gente. Sin embargo, parecía que la mayoría se acomodó a un modelo perverso en el que muchos jóvenes arriesgan su vida en busca de mejores oportunidades para, luego, enviar remesas que sostienen la economía nacional. En consecuencia, ni se modificó el modelo neoliberal ni se le hicieron los ajustes necesarios para transformar las migraciones en una oportunidad temporal que permitiera construir una economía competitiva y generadora de empleos decentes.

    Empero, inesperadamente este ciclo podría romperse de manera abrupta debido a la agresiva política migratoria impulsada por el presidente Trump, que está reforzando las fronteras, imponiendo restricciones severas—incluidas prohibiciones de viaje y limitaciones a refugiados—y endureciendo la seguridad fronteriza mediante mayor vigilancia. Además, su administración ha adoptado una postura de cero tolerancia que incrementa la detención y deportación de inmigrantes, dificulta la regularización de su estatus y utiliza una retórica disuasoria que enfatiza la seguridad nacional y la protección de los empleos para los ciudadanos estadounidenses.

    En el caso concreto de El Salvador, estos cambios en la política migratoria de los Estados Unidos podrían provocar: a) la deportación de más de 200,000 personas, entre las cuales se encuentran cerca de 20,000 con antecedentes penales; b) una disminución sustancial del número anual de emigrantes; y c) una fuerte reducción del flujo de remesas. Esto, a su vez, podría disminuir las reservas internacionales, obligando a la adopción temporal de medidas de salvaguardia por balanza de pagos o incluso al abandono del régimen de libre comercio vigente en los últimos 35 años.

    Ante la posible reducción de las remesas, para mantener un crecimiento económico, aunque sea moderado, El Salvador solo dispondría de tres alternativas: impulsar sostenidamente las exportaciones mediante políticas de promoción, disminuir el peso relativo de las importaciones a través de estrategias de sustitución o aumentar los flujos de inversión extranjera directa con políticas de atracción de inversiones. En definitiva, así como el proteccionismo está resurgiendo a nivel mundial, es probable que en El Salvador se produzca un giro similar en las políticas sectoriales.

    • William Pleites, director del Programa FLACSO El Salvador

  • Si maneja no se distraiga (con las redes y el celular)

    Si maneja no se distraiga (con las redes y el celular)

    La principal causa de los accidentes viales en El Salvador ha sido, es y seguramente seguirá siendo la distracción al volante, principalmente por el uso del teléfono celular. Miles de salvadoreños han muerto porque al conductor (a) se le ocurrió hablar por celular o conectarse a las redes sociales para mensajear, ver un video (o fotografía) o navegar adictivamente, distrayéndose un instante efímero, suficiente para provocar una tragedia vial.

    Conducir un vehículo de cualquier tipo requiere concentración y suma responsabilidad porque de lo contrario se convierte en un arma letal.

    Según el Observatorio Nacional de Seguridad Vial (ONASEVI) desde el 1 de enero de 2020 hasta el 31 de diciembre de 2024, un total de 6,320 personas murieron en el país, víctimas de accidentes de tránsito. La mayoría peatones que murieron arrollados por conductores que usaban el celular mientras manejaban, que conducían a exceso de velocidad o que lo hacían bajo los efectos del alcoholismo o alguna droga.

    A propósito, en su orden las tres principales causas de los siniestros viales son: Distracción al volante (usar el teléfono móvil, irrespetar las señales de tránsito y falta de concentración), exceso de velocidad (irresponsabilidad) y el consumo de bebidas embriagantes y drogas (conducción peligrosa y por ende delito penal).

    Así como hay campaña con la intención de evitar el consumo de alcohol (si toma no maneje) hasta el punto de llegar a cero tolerancia, también debería de existir una campaña para evitar el uso del principal distractor mientras se conduce. El exceso de velocidad es fácil detectar, pero el uso de celular no. Hay conductores del transporte público que llevan los autobuses o microbuses llenos de pasajeros y en el trayecto van hablando por celular, mandando mensajes de texto o navegando libremente, frenando intempestivamente y parando y acelerando de manera arbitraria porque van desconcentrado. Algunos hasta se ponen audífonos para escuchar música y evitar los reclamos de los pasajeros.

    En diciembre pasado la División de Tránsito de la Policía Nacional Civil (PNC) tenía un control de rutina en la autopista al aeropuerto, en el carril hacia la terminal aérea, frente a la Terminal del Sur. Ahí le hicieron señal de alto al sedán del Uber que me llevaba al aeropuerto, el cual no se detuvo pues por ir hablando con su novia por teléfonono se fijó y yo le advertí que le habían hecho señal. Los agentes avisaron al siguiente retén y ahí lo pararon. Al cuestionarlo el joven sin ningún remordimiento les dijo que venía hablando por una emergencia y que por eso no se percató del primer retén. Le pusieron una esquela y le permitieron que siguiera su camino. No había avanzado ni 100 metros cuando sacó el teléfono para marcarle a su novia y contarle con lujo de detalle lo ocurrido. Intervine y le dije que iba a reportar el incidente a la plataforma de Uber y me pidió de favor que no lo hiciera. Por supuesto que lo hice, sobretodo porque cuando hablaba con la novia se le acercó demasiado a un furgón cañero y casi nos salimos del carril hacia una hondonada.

    La cantidad de accidentes en el país es asombrosa. Actualmente tenemos más de 1.75 millones de vehículos de todo tipo, incluyendo más de 500 mil motocicletas. Las principales arterias siempre pasan repletas de vehículos. Las calles y avenidas de las grandes ciudades lucen con tráfico congestionado a toda hora, desde la madrugada hasta el anochecer, ya no hay horas pico, porque todas los son. Es raro el momento en que el tráfico se relaja. El país requiere de conductores responsables, que respeten la señalización de tránsito y que manejen siempre a la defensiva respetando a los peatones, a los pasajeros, a los otros conductores, a ellos mismos y a sus seres queridos que se quedaron en casa.

    El uso de teléfono celular y la navegación en redes sociales es una adicción que debe tratarse con ayuda profesional. Debemos aceptar que es un vicio que nos aliena, nos vuelve “sabelotodo” de puras “pendejadas”, fomenta el ostracismo social y nos hace establecer relaciones peligrosas, así como consumir antivalores y adoptar “despojos” de otras culturas y nos reduce nuestra capacidad de análisis e interpretación de la realidad. Aún así, el teléfono celular y las redes sociales son buenos si se saben utilizar. Acercan lo lejano, pero lastimosamente alejan lo cercano.

    En el caso de los conductores, éstos no deben usar los teléfonos mientras manejan, mucho menos navegar en redes sociales, salvo verdaderas emergencias. Hablar para saludar a alguien no es una emergencia. Lo ideal es que, si surge una emergencia, hacerse a un lado en los hombros permitidos y solventar la situación.

    Desde 2020 hasta 2024 hubo cerca de 90 mil accidentesviales y la mayoría de ellos causados por la distracción al volante, incluso más que la causa del exceso de velocidad y (léase bien) mucho más que los percances ocasionados por conductores bajo los efectos del alcohol o las drogas.

    No se debe bajar la guardia contra los que conducen a exceso de velocidad o bajo efectos psicotrópicos (drogas y alcohol), pero se debe ser rígido con aquellos que en plena congestión o carretera van haciendo llamadas desde sus móviles y hasta se dan el “lujo” de ir navegando en redes, mensajeando y hasta grabando audios y videos. Si maneja no se distraiga, salve la vida de los demás y la suya.

  • La realidad mal entendida nos desmorona las buenas intenciones

    La realidad mal entendida nos desmorona las buenas intenciones

    Esta naturaleza herida requiere sanación; el árbol de la vida hay que sustentarlo entre todos y sostenerlo con abecedarios de concordia, antes de que las desavenencias nos rompan los vínculos fraternos y el odio se avive por todas partes, disuadiendo cualquier esperanza viviente que nace del amor y se funda en el amar.

    Una pasión que nos llama a la reconciliación, para que en medio del desastre que han dejado las maldades vertidas, todos colaboremos y cooperemos en la reconstrucción de lo bueno, con la armónica belleza, que es la que nos alienta a vivir.

    Para empezar, hemos de destruir los muros discriminatorios, extender horizontes abiertos, combatir las mentiras y decir la verdad. La acción no es nada fácil, pero tampoco imposible. Querer el cambio, ya es iniciarlo.

    En consecuencia, que dicha certeza nos impulse a trabajar con temple y coraje para que este anhelo de paz se haga presente en todo nuestro transitar por aquí abajo. Será saludable, entre sí, promover un nuevo hallazgo que nos lleve a abandonar la lógica de la violencia, asumiendo un compromiso con el diálogo y la labor de la diplomacia entre nosotros.

    Siempre se ha dicho, renovarse o morir. Rejuvenecer la defensa de la dignidad y los derechos humanos de todos; sin duda, nos ayudará a tomar otros modelos más auténticos, nuevos ritmos menos frenéticos y también distintos rumbos de concurrencia, para llevar ese pulso tranquilizador y consolador a todo ser viviente.

    Al fin y al cabo, lo significativo no es conservarse resistente, sino mantenerse humano.

    El vínculo más esencial que tenemos en común la humanidad, es que todos vivimos en este gran orbe. Tenemos pues una casa común, en la cual respiramos el mismo aire, hasta que la muerte nos alcance. Así es, contamos con fecha de caducidad en el tránsito.

    Por consiguiente, son de alabar las iniciativas que tratan de encauzar corazones perdidos. La restauración llega con el auténtico amor servido. Por desgracia, aún no hemos aprendido a compartir y mucho menos a abrirnos con generosa acogida al otro.

    Estos modelos sociales, siempre se mueven por interés. Indudablemente, la confusión es grande y la inhumanidad manifiesta. La evidencia mal intencionada nos avasalla como borregos, corrompiendo lo auténtico del ser, porque la veracidad triunfa por sí misma.

    Y es que en este mundo traidor, seducimos valiéndonos de falsedades con multitud de cómplices; obviando todo lo sensible que nos cohabita, para caer en la incitación. Realmente nos supera lo perverso y el fanatismo.

    Sin embargo, a poco que ahondemos en nosotros mismos, hallaremos una serie de signos y de llamamiento a la expectativa, que nosotros poseemos de manera indisoluble.

    Lógicamente, la auténtica búsqueda de la paz requiere tomar propósito de enmienda y conciencia de que el problema del engaño ha sido resuelto, por encima de nuestras propias culturas específicas.

    Esto nos demanda a todos a cultivar relaciones fecundas y sinceras, a ser transparentes en las negociaciones y fieles a la palabra transferida.

    En efecto, son muchos los riegos que vive la humanidad en nuestra época, negarlo sería mezquino. A esta atmósfera preocupante de absurdos conflictos, hay que sumarle la variabilidad del clima y los eventos climáticos extremos que reducen la productividad agrícola, lo cual pone a muchas regiones en riesgo de aumento del hambre y de la malnutrición.

    Por ello, es vital huir de este ambiente de desconfianza y desengaños, donde resulta fácil descubrir que las raíces de nuestra vida moral están completamente podridas, para retornar a un contexto de labor persistente: de cansancio y trabajo, pero también de ilusión y entusiasmo.

    Sea como fuere, una vez descartado lo cruel, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser el bien y la bondad.

  • Trump… l’infant terrible

    Trump… l’infant terrible

    El ya hoy viejo Donald Trump no deja de sorprender.

    Prácticamente toda su vida ha sido un sorprendente ascenso que compensa los altibajos, pues a pesar de ser hijo de un empresario prominente en Nueva York, no era aquel tan grande como para elevarlo a la Presidencia.

    Llegó algo más apalancado que Carter, Clinton, Biden, Reagan, Nixon u Obama, pero menos que Kennedyo los Bush. Más interesante todavía es como se levantó…el ave fénix se quedó corta. Y ha salido al tinglado, como toro de Zapote al redondel…llevándose a quien se le ponga por delante.

    No me identifico con él, como si me identificaba con Bill Clinton, con Nixon o con Bush padre. Pero si observo su estilo, incluyendo su tendencia probada a la exageración, la acusación infundada y la mentira, que le da resultado.

    Es muy hábil: por ejemplo, se quitó el problema del aborto, pasándoselo a los cincuenta estados, de tal manera que no fue un tema de campaña. La forma en que a través de los años ha promovido su apellido, uno que suena fuerte, como una “trompada” y que ha demostrado que la comunicación sencilla, directa, es la normal de los tiempos y resulta. La forma en que se “capea” las tortas de diferente tipo es ya legendaria. Es un condenado judicialmente, pero nunca irá a la cárcel. El ser convicto, pareciera le ayudó a ganar la presidencia. Si está negociando con él, nunca deje de verle a los ojos o le demuestre debilidad. Como predador que es tratará de devorarlo.

    Su estilo es agresivo, transaccional y al grano, posicionándose al extremo para hacer concesiones que, si se posicionara más al centro, no tendría margen de hacerlas y sacrificaría más. No es hombre que funcione por convicciones, lo que lo hace adecuado para ocupar la presidencia de los EEUU, país cuyos poderosos funcionan más por intereses que por principios. Es un prototipo llevado al extremo del CEO corporativista de su país.

    Pareciera ser implacable con quienes ve como enemigos y que siente los puede golpear, insulta y humilla con apabulladora arrogancia. Pero, por otro lado, al Kim de Corea del Norte por ejemplo (digo “al Kim”, porque en esa península la mitad se llaman Kim), le quiso vender la idea de hacer de una de las playas de su país un desarrollo turístico tipo Cancún ¡Él Kim debe de haber quedado mareado!

    En su primera vuelta por el redondel, quiso cornear a “todo el mundo”, adentro y afuera de los EEUU. Lo de Panamá y Groenlandia no creo sea como él lo plantea. Simplemente, como ya se dijo arriba, está adoptando una posición negociadora para sacar lo que quiere para su país, que es fácil deducir que es. EEUU jamás soltará a Costa Rica, Panamá y Colombia. Este último, de especial importancia estratégica y geopolítica, así como un motor de la narcoactividad continental. En el caso de Panamá, Costa Rica y la RD con su Near/FriendlyShoring, los tres entusiasmados con los semi conductores y el tema del canal, debemos esperar la visita de Rubio…ya casi. Eso sí, no le baje la cabeza a Trump porque le da duro. Propóngale un negocio, que favorezca sus intereses y la cosa marcha.

    Petro, nos embarcó. No entiendo porque se metió en ese enredo solito, niqué estaba haciendo a las 3 am cuando ordenó “que siempre no”, que no aterrizaban los aviones que ya venían volando, con argumentos no sólidos; un desaire absurdo y de mal gusto. Decía Fico, el alcalde de Medellín, que Petro lo que busca es ver como genera caos interno para perpetuarse en el poder. Me parece una locura pero puede ser; de los inquierdistas y sus análisis uno puede esperar cualquier barbaridad conspirativa.

    Pues la cosa es no solamente que Petro hizo un ridículo “marca diablo” al aflojar, como era de esperar, ante el tamaño de la descomunal “torta” y para Colombia las lapidarias amenazas de Trump. También, marcó la cancha a todos los países de América Latina, amigos y no tanto. Cualquier divergencia con Trump, porque Trump es el gobierno…je suis l’etat, va a desembocar en la amenaza del 25%, si no se alinea el país divergente. Petro logró demostrar la debilidad y desintegración de la CELAC, como nunca antes.

    Ya acusan a Trump de que algunos de sus decretos son inconstitucionales, pero allí están los decretos…vigentes casi todos. Veremos que tan fuerte es la institucionalidad de EEUU. No conviene que el país que admiramos y muchos queremos se arruine.

    La idea de atraer inversión de cualquier nivel es una locura; es, guardando las proporciones, como si Costa Rica decidiera incentivar que las empresas textileras que se fueron a Nicaragua, regresen a Costa Rica. Igual error es el crear barreras arancelarias o no arancelarias -a lo mejor se le ocurre- a los bienes y servicios que EEUU importa. El comercio tiene su lógica e ir contra ella es ir contra la lógica económica.

    Volvemos a lo dicho: Trump admira a Milei por ejemplo, por audaz, no por “hayekeano”. Le gusta el liderazgo fuerte, autoritario con preferencia derechista,el que usa el poder. De liberal económico, nada tiene; es totalmente pragmático. El “drill baby drill” y todo lo que ello implica, el darle nueva vida a los hidrocarburos, despreciar la energía sostenible e ignorar e cambio climático acelerado por la actividad humana, es un despropósito y un sin sentido desde una perspectiva estratégica.

    Esperemos cómo se desarrolla el tema migratorio; con Biden las deportaciones crecieron notablemente. La verdad es que se hizo enorme y se interpretó que EEUU estaba obligado a recibirlos a todos, lo que no es correcto, independientemente de que, la enorme y pujante economía norteamericananecesita la presente oleada de inmigrantes, como necesitó las anteriores. Tema en desarrollo… Mucha culpa tiene los países generadores.

    Lo que Trump no quiere entender, es que el MAGA pasa por el bienestar al menos de los amigos de EEUU. Si estos sufren, EEUU se complica. Veremos que nuevas sorpresas tendremos.

    Viene el arreglo Rusia-Ucrania, el retomar el esfuerzo de desarrollo en el Medio Oriente involucrando a Israel con los sunníes, así como el acercamiento con la China de Xi. Europa en la lona. Serán tiempos muy interesantes.

    Veremos cuales son los límites económicos y la capacidad de asustar y disuadir del poderío militar y económico de EEUU. El socollón que la realidad Trump implica es todo un desafío; puede ser de funestas consecuencias, pero para un país como Costa Rica, ofrece preciadas oportunidades.

    • Carlos Manuel Echeverría fue embajador de Costa Rica en El Salvador y exdirector de Política Exterior de Costa Rica.

  • La cárcel política, una industria del castrismo

    La cárcel política, una industria del castrismo

    Durante años Fidel Castro, y los que han usufructuado la dinastía política y familiar impuesta en Cuba desde 1959, han usado a los presos políticos como un instrumento de cambio que les ha rendido diferentes tipos de ganancia, la mayoría de las veces, de carácter político, otras económicos, sin que falten las que han tenido más de un propósito.

    Esta situación se repitió con el anuncio de la dictadura cubana de que liberaría a 553 personas en prisión por diferentes delitos, después, que el gobierno de Estados Unidos anunciara que retiraba a Cuba de su lista negra de países patrocinadores del terrorismo, aunque según informaciones, la excarcelación era consecuencia de conversaciones entre el Papa Francisco y los carceleros de La Habana.

    En realidad, no se conoce con certeza si Joe Biden en su espíritu conciliador, decidió sacar a Cuba de la lista de terror, en la que tiene todo el derecho a estar, o si Miguel Diaz Canel, bajo la influencia del espíritu del año santo 2025, aparentemente el dictador designado tuvo un arrebato de religiosidad, decidió excarcelar a quienes no deberían estar presos como Jose Daniel Ferrer y Félix Navarro, dos de los muchos que conforman una relación interminable.

    Sin embargo, hay que tener presente que se informó que el Papa Francisco fue un factor determinante en la decisión del régimen cubano de liberar presos, razón por la cual este cronista se pregunta, porque se suspendieron las excarcelaciones en cuanto el presidente Donald Trump retorno a la dictadura a la lista merecida. ¿Dónde está la verdad? ¿fue una negociación que el presidente Biden conducía o el espíritu cristiano de Diaz Canel, se evaporó como ocurrió con la vida de los miles de personas que su régimen fusiló?.

    Todo parece indicar que el régimen cubano mercantilizaba con Estados Unidos la liberación de personas en su mayoría injustamente detenidas, tal y como ha hecho en estos últimos 66 años, y la Iglesia fue usada para encubrir la gestión.

    En honor a la verdad, el castrismo ha negociado con gobiernos y políticos el destierro sin regreso de muchos ciudadanos, lo que ha motivado que la organización “Plantados”, por décadas, efectúe en diferentes lugares de la ciudad de Miami, actos de solidaridad con los prisioneros en los que demanda “Libertad sin destierro”.

    Conversando sobre esto con Evelio Yero, profesor en Puerto Rico y el escritor Jose Antonio Albertini, me recordaron que la industria carcelaria castrista se remonta al menos a la venta de los expedicionarios de la Brigada 2506, capturados por el régimen cubano en abril de 1961, después del desembarco de Playa Girón.

    Con ese negocio el totalitarismo castrista demostró que desde el oscuro amanecer de la revolución lo único que le importaba era dinero más poder, ambos asuntos muy por encima de los valores y principio que proclamaban con el objetivo de manipular a la población en general y a sus partidarios en particular.

    Los prisioneros, después de espectáculos mediáticos del gusto de la dictadura y más de 20 meses en la cárcel, fueron vendidos a Estados Unidos por 62 millones de dólares.

    Vale la pena hacer constar que el régimen estaba dispuesto a negociar de forma individual a los reclusos, en caso, de que la negociación con Washington no se concretara, así que le engancharon precio a cada uno de los expedicionarios en prisión, como auténticos esclavistas. Los montos fluctuaban entre los $100,000, $50,000 y $25,000 en base a las estimaciones que hicieron los amos del totalitarismo insular.

    Políticos como Felipe González quien al parecer sostenía relaciones de amistad con el tirano cubano cuando nos ensordecía el paredón, logro la libertad de varios prisioneros políticos, otro amigo de Fidel que recibió un encarcelado fue Gabriel García Márquez. Muchas personalidades estadounidenses fueron distinguidas con la entrega de cuadrillas de esclavos, entre ellos el reverendo Jesse Jackson y el congresista Bill Richardson, no así de políticos latinoamericanos amigos y socios de la dictadura cubana, que nunca se han interesado por los prisioneros de la Isla.

    Creo que este tipo de negocios, ideados e implementados por el castrismo, han servido de ejemplo a prácticas similares de secuestro y pago de rehenes realizados en varios países latinoamericanos, Nicaragua y Venezuela, junto a las guerrillas respaldadas por el castrismo, particularmente las FARC y el ELN colombianos.