Las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) han sufrido una caída en las ventas debido al cambio en los hábitos de consumo y a la competencia, aseguró este jueves la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (Camarasal).
En la antesala del cierre de 2025, Leticia Escobar, presidenta de Camarasal, indicó que la economía salvadoreña muestra signos positivos de crecimiento, sobre todo en comercio, transporte y servicios financieros. Sin embargo, la atención recae en las mipymes, que han enfrentado diferentes retos, que han llevado con “resiliencia”.
“Si vemos desde la perspectiva de la micro, pequeña y mediana empresa, podemos notar que hubo unos retos distintos, y ellos reportan disminuciones en ventas; sin embargo, han sabido enfrentar esta situación, se han mantenido a flote con sus empresas y han respondido con resiliencia”, dijo Escobar en la entrevista de Frente a Frente.
El tema no es nuevo y ha sido identificado como uno de los principales obstáculos por el Observatorio Mype de la Fundación Salvadoreña de Apoyo Integral (Fusai). El último análisis, correspondiente al tercer trimestre de 2025, reveló que un 45 % de las mipymes considera que el aumento de la competencia inhibe su crecimiento, mientras que un 29 % señala una disminución de la demanda.
Según Camarasal, que el 31 de diciembre cumple 110 años de fundación, esta caída en la demanda se debe al cambio en los hábitos de consumo y a las nuevas formas de compra a través de canales digitales. Los negocios que mejor han sobrevivido, agregó Escobar, son los que han aprovechado estas plataformas para ofrecer sus servicios.
“Momento de aprovechar”
Escobar agregó que cada semana atienden empresarios que realizan viajes exploratorios en El Salvador, atraídos por la seguridad.
“El Salvador se ha convertido en un país cuya principal atracción ha sido el tema de la seguridad”, dijo.
Sumó: “El país se encuentra en un momento bastante importante, oportuno y que definitivamente debemos aprovechar”.
La líder de la gremial destacó las mejoras en el Puerto de Acajutla, que en el último año redujo las filas de espera de hasta 25 barcos a solo una nave desde que la Unión Portuaria del Pacífico (UPDP) asumió en diciembre de 2024 la operación de las terminales.
Escobar recordó que, durante el atasco en la terminal, hubo empresas con mercadería varada que sufrían penalizaciones por demoras en las entregas a los compradores.
