Más de un centenar de mujeres —junto a un pequeño grupo de hombres— se graduaron este jueves como operadores de equipo de carga en Sonsonate, a través de un programa impulsado en conjunto por el Gobierno, la cooperación internacional y la empresa privada.
La Corporación de Exportadores de El Salvador (Coexport) explicó que la iniciativa se desarrolló con el apoyo del Instituto Nacional de Capacitación y Formación (INCAF), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la Unión Portuaria del Pacífico (UPDP) y la Alcaldía de Acajutla Oeste.
Según la presidenta de Coexport, Silvia Cuéllar, la formación de mujeres surgió como respuesta a la falta de mano de obra para operar los terminal trucks (camiones de patio) que la Unión Portuaria adquirió como parte del proceso de modernización del Puerto de Acajutla.
“Cuando dijeron que se necesitaban 140 operadores, dijimos que debíamos convocar al menos a 200 personas, porque siempre hay un filtro y no todos llegan al final”, explicó Cuéllar.
La necesidad de personal especializado llevó a Coexport y a la UPDP a coordinar con diversos actores para poner en marcha el plan formativo. El programa estableció solo tres requisitos: saber leer y escribir, tener disposición para trabajar y demostrar compromiso laboral.

La convocatoria recibió más de 600 solicitudes. De ellas, 230 personas fueron seleccionadas para el curso y un total de 184 mujeres y 22 hombres completaron la formación. De los graduados, 120 —con las mejores calificaciones— serán contratados para operar en el Puerto de Acajutla.
Mujeres al volante
Coexport destacó que el 88 % de los participantes fueron mujeres, de entre 18 y 59 años, provenientes de Acajutla, Sonsonate, San Julián, Sonzacate, Izalco, Nahuizalco, Ahuachapán y Guaymango.
Seis de cada diez cuentan con educación media, mientras que un 29 % alcanzó únicamente la educación básica.
Luis Cantó, gerente general de la UPDP, señaló que este modelo ya había sido aplicado por el grupo turco Yilport en el sudeste asiático, donde la incorporación de mujeres resultó clave para cubrir la demanda de personal.
En el caso salvadoreño, recordó que uno de los principales desafíos, cuando la UPDP inició operaciones el 16 de diciembre de 2024 —en sociedad con la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA)—, fue la falta de operadores para trasladar carga desde los barcos hacia los patios de la terminal.

“Las mujeres suelen ser relegadas de algunos puestos, pero tienen un enorme potencial. Es una alegría que lo hayan demostrado”, indicó Cantó.
Formación y selección
La capacitación se desarrolló durante dos meses, desde noviembre, en grupos de hasta 50 personas. Cada participante completó 68 horas de formación: un 40 % orientado a la teoría —funcionamiento de terminal trucks, habilidades blandas, comunicación y manejo del estrés— y el resto dedicado a prácticas en horarios diurnos y nocturnos.
Aunque la incorporación laboral estaba prevista para el 15 de diciembre, trámites administrativos la retrasaron para el 1 o 2 de enero de 2026. Cantó señaló que la próxima semana iniciará la revisión de perfiles para definir las contrataciones.
“Vamos a empezar a llamarles la próxima semana; esperamos estar todos juntos en el puerto el 1 o 2 de enero”, afirmó.
El gerente general adelantó que las más de 100 plazas previstas representan solo la primera etapa del proyecto.

Impacto económico y social
La jefa de misión de la OIM, Irene Vignini, destacó que el organismo busca promover rutas seguras hacia el empleo formal y mejorar la calidad de vida de las comunidades.
Por su parte, Luis Miguel Vásquez, oficial senior de la embajada de Canadá, subrayó el papel de la cooperación internacional para enfrentar los desafíos que afectan a mujeres y niñas en situación de vulnerabilidad, especialmente en contextos relacionados con migración irregular y desplazamiento forzado.
Vignini detalló que, gracias al programa, las mujeres ampliaron sus capacidades técnicas y ahora cuentan con las herramientas necesarias para acceder a empleos formales y aportar al crecimiento económico del país.
“Se estima que, solo en el primer año, el impacto económico podría superar los $1.2 millones en ingresos generados por ustedes, las graduadas, en beneficio directo de sus hogares, comunidades y de la economía local”, afirmó.
La representante de la OIM instó a las nuevas operadoras a liderar sus proyectos de vida con la misma determinación que las llevó a completar la formación.
