El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este lunes una orden ejecutiva que designa a Antifa como “organización terrorista nacional”, al responsabilizar al movimiento de un patrón de violencia política destinado a socavar el estado de derecho en el país.
Según el documento, Antifa emplea ataques contra el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y otros cuerpos de seguridad como parte de una estrategia para alcanzar objetivos políticos mediante la coerción y la intimidación.
La orden ejecutiva instruye a todas las agencias y departamentos federales a utilizar sus facultades para investigar, desmantelar y procesar cualquier operación vinculada al movimiento, incluidas aquellas que provean apoyo material a sus acciones. El texto aclara que la medida se aplicará bajo la legislación vigente y no otorga derechos legales exigibles contra el Gobierno federal ni sus funcionarios.
Antifa, un movimiento descentralizado de izquierda que se opone a grupos de extrema derecha, racistas y fascistas, ha sido blanco de las críticas de Trump, quien oficializó su designación como terrorista pese a que no cuenta con una estructura jerárquica definida. En 2020, el entonces director del FBI, Christopher Wray, señaló que Antifa era más una ideología que una organización formal.
La decisión presidencial faculta a las autoridades a investigar y procesar a cualquier persona que actúe bajo el nombre de Antifa o financie actividades en su favor. Trump responsabilizó a la “izquierda extrema” de la violencia política en curso y vinculó al movimiento con el asesinato del activista ultraconservador Charlie Kirk, ocurrido el pasado 10 de septiembre en Utah. El dirigente fue velado este fin de semana en un acto multitudinario al que asistieron más de 90,000 personas, encabezado por el mandatario y su gabinete.