La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) volvió a mejorar este martes su perspectiva de crecimiento para El Salvador a 3.5 % en 2025 y a 3.4 % en 2026, según la actualización del informe anual Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2025.
La perspectiva para este año supone un incremento de 0.7 puntos porcentuales frente al 2.8 % que previó en octubre pasado, cuando también aplicó un ajuste al alza desde el 2.4 % anunciado en un informe de agosto de 2024.
Dicho pronóstico está alineado con la proyección del Banco Central de Reserva (BCR), que prevé una expansión del producto interno bruto (PIB) de entre 3.5 % y 4 % en 2025, según una presentación que ofreció a la Secretaría Ejecutiva del Consejo Monetario Centroamericano (Secmca) en una reunión en República Dominicana.
Públicamente, el BCR no ha ofrecido una proyección desde marzo de 2024, cuando realizó su última conferencia y presentó los pronósticos para ese año, los cuales finalmente quedaron por debajo.
¿Cómo le irá al resto de la región?
Aun con la mejora, El Salvador se mantiene entre las economías centroamericanas de menor crecimiento en 2025, junto con Nicaragua, para quien la CEPAL prevé un 3.5 % este año y un 3.4 % en 2026.
“En El Salvador y Nicaragua, el consumo mostró resiliencia, lo que en este caso refleja un incremento en los flujos de remesas y un mayor acceso al crédito”, agrega el informe.
Costa Rica será la economía de mayor dinamismo en el istmo, con un crecimiento de 4 % en 2025 y 3.9 % en 2026, seguida de Guatemala, con 3.9 % y 3.8 %, respectivamente.
Panamá crecerá 3.8 % y 3.7 % entre 2025 y 2026, mientras que Honduras experimentará una expansión de 3.8 % y 3.9 %.
El crecimiento de los países centroamericanos estará por encima de la proyección prevista para América Latina y el Caribe, que, según la CEPAL, será de 2.4 % en 2025 y 2.3 % en 2026.
A la luz de esta proyección, la agencia de Naciones Unidas indica que América Latina acumula cuatro años de bajo crecimiento, con un promedio de 2.3 %. Además, advirtió que en 2026 el consumo privado perderá fuerza —el principal motor de la actividad económica en los últimos años—, afectado por un menor dinamismo de la demanda externa y un crecimiento más bajo del empleo.
La CEPAL prevé que el gasto total de los gobiernos centrales aumente levemente en América Latina en 2025, impulsado por una mayor participación del gasto corriente primario, a costa de una reducción de los gastos de capital (inversión).
“Cabe destacar el impulso fiscal en varios países centroamericanos, especialmente en El Salvador, Guatemala y Honduras, donde los gastos de capital fueron claves en el dinamismo observado. En el resto de los países, el gasto corriente primario explica la mayor parte del crecimiento, aunque se registraron tasas moderadas, cercanas o inferiores al crecimiento esperado del producto”, indicó el informe.
