Las remesas familiares enviadas por migrantes a El Salvador, Guatemala y Honduras, los tres países que integran el Triángulo Norte de Centroamérica, alcanzaron un total de $18,547.1 millonesdurante los primeros cinco meses del año, según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM)obtenidos este sábado por EFE.
Esta cifra representa un incremento de $2,734.1 millones respecto al mismo período de 2024, cuando se reportaron $15,813 millones, evidenciando una tendencia creciente en el envío de remesas desde Estados Unidos, principal país de origen de estos fondos.
Según el informe de la OIM, El Salvador recibió $3,974.8 millones, lo que equivale al 21.4 % del total registrado en la región. Este monto representa un crecimiento del 15.8 % en comparación con el año anterior.
Por su parte, Guatemala lideró la captación de remesas con $9,908.3 millones (53.4 %), mientras que Honduras recibió $4,664 millones (25.1 %). Ambas naciones experimentaron aumentos del 16.4 % y 20.5 %, respectivamente.
Remesas: motor económico clave en El Salvador
En El Salvador, el dinero enviado por la diáspora salvadoreña en el extranjero —especialmente desde Estados Unidos, donde residen más de 2 millones de compatriotas— sigue siendo un pilar fundamental de la economía nacional. Expertos en temas económicos destacan que estos ingresos son utilizados principalmente para cubrir consumo de servicios, educación, salud y alimentación, representando el sustento de miles de familias salvadoreñas.
Cada año, más de 500,000 personas del Triángulo Norte intentan migrar de forma irregular hacia Estados Unidos en busca de mejores condiciones de vida. La presión migratoria y el flujo constante de remesas reflejan tanto las carencias en sus países de origen como la estrecha dependencia económica con los ingresos que provienen del exterior.